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CREACIÓN DE SUBSECRETARÍA DE LA NIÑEZ


El señor LAGOS (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, iniciado en mensaje, en primer trámite constitucional, que crea la Subsecretaría de la Niñez, y modifica la ley N° 20.530, que crea el Ministerio de Desarrollo Social, y otros cuerpos legales que indica, con nuevo informe de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.314-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite: sesión 55ª, en 29 de septiembre de 2015 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Gobierno, Descentralización y Regionalización: sesión 33ª, 20 de julio de 2016.
Gobierno, Descentralización y Regionalización (nuevo): sesión 88ª, 8 de marzo de 2017.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La Comisión discutió la iniciativa en general y en particular, en virtud del acuerdo adoptado por los Comités con fecha 2 de agosto de 2016, no obstante lo cual propone a la Sala solo la aprobación en general. Por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorable señora Von Baer y Senadores señores Bianchi, Quinteros y Zaldívar, acogió la idea de legislar y sancionó el proyecto en particular con las enmiendas y por las votaciones que consigna en su informe.
El órgano técnico le solicita a la Sala sustituir la denominación del texto por la siguiente: "Proyecto de ley que otorga nuevas atribuciones al Ministerio de Desarrollo Social, en materia de niñez, y crea la Subsecretaría de la Niñez, dependiente del mismo.".
Cabe tener presente que el artículo único y el artículo primero transitorio requieren 21 votos para su aprobación, por ser normas de carácter orgánico constitucional.
El texto propuesto se transcribe en el nuevo informe y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
Nada más.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Von Baer, Presidenta de la Comisión de Educación.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, la Primera Mandataria ingresó el 29 de septiembre de 2015 al Senado el mensaje tendiente a crear la Subsecretaría de la Niñez en el Ministerio de Desarrollo Social, al que dota de las facultades necesarias para transformarse en el generador y coordinador de las políticas públicas sobre la niñez.
Encontrándose el primer informe en la tabla de la Sala el 2 de agosto de 2016, los Comités acordaron devolver el proyecto a la Comisión para un nuevo informe, a fin de profundizar y escuchar mayormente a la sociedad civil -ese fue el planteamiento en ese minuto-, y la facultaron para discutirlo en general y en particular.
Es del caso señalar que en el referido primer informe la iniciativa fue aprobada en general por la unanimidad de los miembros presentes del órgano técnico, los Honorables señores Bianchi, Quinteros y Zaldívar y la Senadora que habla.
Con ocasión del debate, concurrieron autoridades, entidades y especialistas particularmente invitados a exponer sus puntos de vista. Escuchamos al Ministro de Desarrollo Social, señor Marcos Barraza, quien nos acompaña hoy día; a la Subsecretaria de Evaluación Social, señora Heidi Berner; a la Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia, señora María Estela Ortiz, y del Bloque por la Infancia (es la Mesa Temática de Infancia de la Presidencia del Senado), a los representantes de distintas organizaciones que se reúnen en él.
También recibimos a la Corporación Opción.
De la Asociación de Funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social, escuchamos a su Presidenta Nacional, la señora Delia Arneric.
De la Asociación de Funcionarios del SENAME (AFUSE), oímos a su Presidenta, la señora Alicia del Basto; al Secretario Nacional, señor Christian Araya, y al Director señor Julio Rodríguez.
De la Asociación Nacional de Trabajadores del SENAME, escuchamos a su Presidente, el señor Walter Arancibia; a la asesora jurídica, señora Alejandra Miranda, y a los dirigentes nacionales señora Pamela Ramírez y señor Jorge Borreda.
Todas las exposiciones recibidas fueron debidamente consideradas por los miembros de la Comisión.
Según informó el Ejecutivo, la creación de la Subsecretaría de la Niñez es parte de un conjunto de reformas legales relativas a la infancia que integran las iniciativas sobre garantías de derechos de los niños y la Defensoría de los Derechos de la Niñez. El primer paso es establecer una nueva institucionalidad para los niños, asumiendo el Ministerio de Desarrollo Social la tuición sobre los nuevos servicios que se encargarán de las tareas de promoción y protección de sus derechos.
Dicho sea de paso, señor Presidente, en la Comisión se discutió, entre otras materias, si era necesario crear un Ministerio de la Niñez o si bastaba una Subsecretaría en el Ministerio de Desarrollo Social para hacerse cargo de esta temática. En definitiva, se optó por esta última alternativa.
El Ejecutivo señaló que la iniciativa que nos ocupa se hace cargo del área de gestión estratégica del sistema y de su articulación a nivel nacional, para diseñar la estrategia denominada "Política Nacional de la Niñez", que establecerá las prioridades y directrices de todo el sistema.
El Gobierno agregó que la institucionalidad existente se basa en el paradigma de la "situación irregular de los niños" y la doctrina tutelar, lo que ha generado que los problemas de los niños se tiendan a explicar a partir de las carencias individuales de los afectados. En la práctica, opera un sistema de protección de los menores altamente judicializados, en el cual la Administración solo cumple un rol de prestador de servicios.
Buscando que la protección de los derechos de la infancia sea integral, señaló el Ejecutivo, resulta crucial el papel de la nueva Subsecretaría de la Niñez, tanto por su carácter de secretaría técnica del Comité Interministerial de Desarrollo Social de la Niñez, como por su relación con los organismos públicos y privados que presten servicios vinculados al área.
La Comisión escuchó los planteamientos y analizó los antecedentes presentados por los distintos invitados a participar en las numerosas sesiones en que se analizó el proyecto de ley, acordando introducir diversas enmiendas con el objetivo de mejorarlo y de precisar su alcance, las que en su mayoría fueron aprobadas por unanimidad, sin perjuicio de que respecto al artículo primero transitorio dos de sus integrantes formularon reserva de constitucionalidad, tal como consta en el informe respectivo.
Señor Presidente, dejamos constancia de que el proyecto fue discutido en general y en particular en la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización. Ahora corresponde que vaya a la Comisión de Hacienda y, con ocasión del segundo informe, los señores Senadores y las señoras Senadoras podrán presentar indicaciones.
Finalmente, hago presente que la iniciativa legal tiene urgencia calificada de "suma".
La Comisión de Gobierno propone a la Sala aprobar la idea de legislar, sin perjuicio -como ya lo indiqué- de las indicaciones que se formulen para perfeccionar el texto del proyecto en su segundo informe.
Es todo cuanto puedo informar, señor Presidente.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, tal como lo indicaba la Presidenta de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, la Administración de la Presidenta Bachelet se ha propuesto el desarrollo de una nueva institucionalidad en materia de políticas públicas sobre la infancia.
Esta se sustenta sobre tres pilares: en primer lugar, un nuevo sistema de garantías de derechos de los niños; en segundo término, una defensoría de los derechos de la niñez, y por último, el proyecto que otorga atribuciones al Ministerio de Desarrollo Social y crea la Subsecretaría de la Niñez.
Se trata de una estructura que apunta, con un enfoque de derechos, a la situación integral del conjunto de la población infantil y adolescente.
No se limita, en consecuencia, a los niños vulnerables o en "situación irregular", como se los denominaba hasta el día de hoy. Pero es la condición necesaria -sostiene el Gobierno- para acometer el objetivo urgente y ampliamente compartido de reorganizar el Servicio Nacional de Menores, separando la atención de los niños vulnerados que son infractores de ley respecto de los que no lo son.
Justamente, para dar este paso se requiere previamente definir nuevas competencias para el Ministerio de Desarrollo Social y crear así la Subsecretaría de la Niñez, de los cuales dependerá la nueva entidad encargada de la atención de niños vulnerados no infractores de ley, mientras que el organismo especializado en los menores infractores de ley dependerá del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Hay, en consecuencia, una visión global e integral de este problema.
Algunos Senadores de la Comisión de Gobierno plantearon dudas sobre la nueva estructura que se propone, la dependencia respecto de la cartera de Desarrollo Social o el orden en que se hacen las reformas.
Todas estas aprensiones fueron debidamente respondidas por el Ejecutivo y el proyecto, como se ha relatado, se aprobó por unanimidad.
Se planteó que era necesario que fuera un Ministerio exclusivo y no una Subsecretaría el que se hiciera cargo de esta función, pero hubo acuerdo en que el Ministerio de Desarrollo Social cuenta con las capacidades para asumir estas nuevas tareas, junto con el papel que le corresponde respecto del conjunto de políticas sociales de nuestro país.
En esta línea, propusimos modificar el epígrafe de la presente iniciativa de ley para enfatizar el papel de la Cartera. Incluso, pienso que se podría ir más lejos y plantearnos el cambio de su denominación por el de "Ministerio de Desarrollo Social y de la Niñez", de la misma manera como se hizo con ocasión de la creación de la Subsecretaría de Derechos Humanos, que dio lugar a un cambio en el nombre del Ministerio de Justicia, que pasó a llamarse "Ministerio de Justicia y Derechos Humanos".
Otro punto debatido fue el rol rector del Ministerio sobre el área de la infancia, el que se proyecta a los diversos organismos del Estado con atribuciones en esta materia.
Hoy tenemos una infinidad de programas, ya sea en los colegios, los servicios de salud, los municipios, la JUNJI, la JUNAEB, el SENDA, el SENAME, además de entidades del sector privado, que se hacen cargo parcialmente de las vulneraciones de derechos que sufren nuestros niños, pero ello no garantiza la integralidad y la eficacia de esta atención.
El Ministerio estará en condiciones, con la información socioeconómica disponible, de focalizar la acción pública, orientando a las demás Secretarías de Estado en sus propios planes y programas.
En cuanto al orden en que deben ejecutarse las reformas, todos compartimos la necesidad acuciante de enfrentar la realidad que afecta a los niños que se encuentran internados en centros públicos o privados de la red del SENAME. Ellos requieren respuestas urgentes y eficaces.
Con el despacho de los proyectos en actual tramitación, esperamos el pronto envío de aquel que reorganiza el Servicio Nacional de Menores. Chile tiene una deuda con estos niños.
Entre los niños hay más pobres, hay más violencia y hay más desigualdad.
El país ya ha dado pasos importantes por la inclusión en la educación y por la atención preferente de salud de los menores a través de los programas de control del niño sano.
Esto mismo debe extenderse a todas las prestaciones sociales básicas a que tienen derecho los niños, incluyendo la cultura, la entretención, el deporte y, muy especialmente, su seguridad; es decir, el derecho a vivir en un entorno que los proteja.
Esta es la tarea a que están llamados el Ministerio de Desarrollo Social y la nueva Subsecretaría de la Niñez, y por ello, con mucho entusiasmo, voto a favor.
He dicho.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, hemos escuchado el informe de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización y la intervención del Senador señor Quinteros, lo que nos ahorra mencionar algunos detalles, pero considero importante, de todas maneras, recalcar lo relevante que resulta que podamos hoy día tratar en general la creación de la Subsecretaría de la Niñez, modificando la ley que crea el Ministerio de Desarrollo Social y otros cuerpos legales.
Aquí lo importante es que le entreguemos a dicho Ministerio la obligación de velar por los derechos de los niños, con el fin de promover y proteger su ejercicio y, además, la coordinación de acciones, prestaciones y servicios intersectoriales que tengan por finalidad atender a esta población.
A mi juicio, resulta sumamente significativo que el Ministerio posea un rol rector respecto de la Política Nacional de la Niñez, que disponga también de la función de asesoría a la Presidenta o al Presidente de la República en materias relacionadas con la protección integral de los derechos de las niñas y niños; y que le proponga al Primer Mandatario la Política Nacional de la Niñez, su Plan de Acción, en fin.
Señor Presidente, estamos a punto de cumplir 27 años desde que nuestro Estado suscribió la Convención sobre los Derechos del Niño, en 1990.
La Convención fue un avance en materias de protección, al introducir como parte de nuestro ordenamiento jurídico el principio muy sustancial del interés superior del niño, el cual significa que en todas las medidas concernientes a los menores que tomen las instituciones públicas o privadas, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos siempre se habrá de respetar o considerar primordialmente dicho interés.
Lo relevante de la Convención mencionada fue que comenzamos a entender -cosa que estimo un cambio cultural muy trascendente- al niño como un sujeto de derechos. Gracias a eso los menores dejan de ser vistos como propiedad de sus padres o solo como beneficiarios de caridad, pasando a ser contemplados como plenos ciudadanos, destinatarios de sus propios derechos. En ese sentido, se avanza en cambiar un rol tutelar por su reconocimiento como personas.
Pero también la Convención trajo obligaciones a los Estados Partes para asegurar a los niños la protección y el cuidado necesarios para su bienestar, teniendo en consideración, como habíamos dicho, los deberes y derechos y las personas responsables de ellos.
Por lo tanto, hay que tomar todas las medidas administrativas y legislativas que tengan por objeto dar efectividad a los derechos reconocidos a los niños.
Luego de la suscripción de la Convención, y con el cambio de enfoque que he señalado, que resulta extremadamente relevante, me parece que no podemos dejar de mencionar algunos avances.
Por ejemplo, quiero destacar la Ley de Filiación, en 1998. Con mucha satisfacción aprobamos e impulsamos aquel texto legal. Por fin logramos introducir la igualdad de nacimiento, terminando con la discriminación que existía entre hijos legítimos e ilegítimos y naturales. Esta distinción, desde luego, infringía la Constitución y la igualdad entre todas las personas y generaba una diferenciación odiosa desde la cuna.
Además, se consagra el reconocimiento del derecho a la identidad de todo niño, para obtener conocimiento de quiénes son realmente sus padres, lo cual es un principio básico en todo sistema jurídico.
El Gobierno se comprometió desde un comienzo -la Presidenta de la República ha sido muy enfática en esto- a situar en el centro de sus políticas públicas a la infancia. Por eso, creó el Consejo Nacional de la Infancia, como un organismo asesor que coordina a diversas entidades estatales para el establecimiento de un sistema integral de garantías de los derechos de la infancia y la adolescencia.
Es importante, entonces, que la nueva institucionalidad que se consagra nos permita garantizar de mejor manera los derechos de los niños.
Ahora, si bien es cierto que esta ha sido una preocupación significativa, no es menos cierto que aquí debemos señalar la tremenda deuda que mantenemos como país con los niños, con la infancia.
No es excusable, no es perdonable que al día de hoy, en teoría, después de que se realizó cierto catastro, debamos lamentar nada menos que la muerte de 243 niños internados en recintos de protección y de justicia juvenil, sea por razones de gestión, sea por causas naturales. Pero es un hecho que constituye un dolor para las familias y para toda la sociedad.
Aquí existe una deuda en el sentido de considerar un sistema de protección de los niños. De ahí la importancia de aprobar el presente proyecto.
Estamos esperando medidas como estas desde hace muchos años. Hay quienes hace harto tiempo dijimos que no era posible contar con un solo SENAME, que había que separar a los niños vulnerables, en situación precaria, de los niños infractores de ley. Nosotros hemos brindado cierta atención a los niños infractores de ley, pero hemos dejado de lado o hemos pospuesto a los menores vulnerables. Eso lo estimo tremendamente dramático y desde esa óptica uno puede explicar las 240 y tantas muertes.
Considero un paso positivo y valiente de la Presidenta de la República el haber nombrado a la ex Fiscal Solange Huerta para hacerse cargo de un Servicio que evidentemente, más allá del grado de colaboración de sus funcionarios y de que pongan lo mejor de sí mismos, ha sido criticado y públicamente cuestionado porque no es posible aceptar, tal como hemos conocido, malos tratos, violaciones de derechos, falta de protección, falta de seguridad, en fin, toda una serie de acciones y omisiones que lo han dejado en un nivel que no se condice con la permanente preocupación de la Primera Mandataria.
Y para muestra un botón: el programa "Chile Crece Contigo", que fue una de las grandes iniciativas que hemos tenido en el país, que acompaña desde el embarazo hacia adelante y que trata de considerar los derechos y los deberes de todas las acciones de política pública hacia la protección de las niñas.
En las nuevas funciones que asume, el Ministerio de Desarrollo Social va a tener responsabilidades en diversos niveles:
-En un nivel estratégico, ya que deberá proponerle al Presidente de la República la Política Nacional de la Niñez y su Plan de Acción.
-En un nivel articulador, porque aquí se ha mencionado la dispersión y no es nada de raro que nuestro Estado muestre dicha característica, que atenta contra la eficiencia. La dispersión que solemos tener en diversas instituciones hace que muchas veces se repitan atribuciones o políticas. Necesitamos un claro articulador de las acciones de los órganos de la Administración del Estado al constituirse el Comité Interministerial de Desarrollo Social y Niñez, para que pueda proponer las directrices, las orientaciones y, sobre todo, los instrumentos, una vez más, para garantizar lo que queremos: una mirada integral de la niñez.
-Y en un nivel de adopción de medidas, ya que el Ministerio de Desarrollo Social, a través de los mecanismos de despliegue territorial -es muy importante que participe esa Cartera- será el organismo encargado de adoptar medidas administrativas de protección de derechos, así como de su ejecución.
El hecho de que la Subsecretaría de la Niñez dependa del Ministerio de Desarrollo Social es una buena noticia. Eso es muy significativo, porque va a dejar de estar vinculada directamente a la Cartera de Justicia, lo que implica cierto cambio en la mirada. Cuando antes mencionábamos el interés superior del niño, el menor como sujeto de derechos, queríamos decir que se aprecia un cambio en la concepción: desde la perspectiva persecutora que manifestaba el sistema hacia un concepto integral de protección social y de equidad con las personas vulnerables. Por eso es tan relevante que dependa del Ministerio de Desarrollo Social, porque este precisamente posee los instrumentos para medir las realidades socioeconómicas, las situaciones de vulnerabilidad, el contexto familiar donde realmente crece, vive o ha sido concebido ese niño.
Por todas las razones expuestas, señor Presidente, consideramos muy importante el proyecto y anunciamos, desde luego, nuestro voto a favor.
He dicho.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor BARRAZA (Ministro de Desarrollo Social).- Señor Presidente, por su intermedio, quiero saludar a las señoras y los señores Senadores y también a todas las personas que han formado parte de la tramitación del presente proyecto de ley, específicamente a las organizaciones de la sociedad civil, a los académicos y académicas, a los funcionarios de los servicios involucrados, quienes han contribuido con sus opiniones e ideas a la discusión.
El día de ayer esta misma Sala aprobó una importante iniciativa para la protección de los derechos de los niños y las niñas. Se reconoció que existen ciertas situaciones de maltrato que merecen mayor protección penal. Esta figura señala que basta con un acto de maltrato corporal "relevante" para que se configure el delito, diferenciándose, de esta forma, de la Ley de Violencia Intrafamiliar.
Con este proyecto se ofrece protección a un grupo de personas que hasta ahora no recibía respuesta alguna a través del sistema penal, sobre todo en el ámbito extrafamiliar.
En consecuencia, valoramos la aprobación de esta iniciativa y agradecemos a quienes han sido y son parte de los avances progresivos en la protección de los niños y las niñas de nuestro país.
Esta es una tarea que comenzamos en 1990, al ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño y asumir la obligación de adoptar todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos en dicho tratado.
Desde entonces, el país ha realizado diversos avances para cumplir con la obligación asumida, como la consagración de la igualdad de filiación; las reformas constitucionales que establecen la obligatoriedad desde el segundo nivel de transición hasta el término de la educación media y un sistema de financiamiento gratuito desde el nivel medio menor; la dictación de legislación especial sobre responsabilidad penal adolescente; la creación del Subsistema de Protección Integral de la Infancia "Chile Crece Contigo"; la implementación de la justicia especializada en materias de familia; el fortalecimiento de la protección a la maternidad, la extensión del posnatal e incorporación del permiso posnatal parental, entre otras reformas legales con incidencia en el área de la niñez.
Para completar esta labor y con el objetivo de dotar al país de un sistema integral de garantía de los derechos de los niños y las niñas, el Ejecutivo diseñó una agenda legislativa que sitúa a la infancia en el centro de sus políticas públicas y comprende los distintos aspectos que se requiere normar.
Dentro de esta agenda se incluye el proyecto de ley que crea la Subsecretaría de la Niñez, que busca establecer las instituciones encargadas, a nivel nacional, de la gestión estratégica del sistema, incorporando la obligación de velar por los derechos de los niños con el fin de promover y proteger su ejercicio como un nuevo objeto del Ministerio de Desarrollo Social, e instituyendo al Comité Interministerial de Desarrollo Social de la Niñez como órgano rector de dicho sistema y de su articulación.
El proyecto de ley que crea la Subsecretaría de la Niñez y modifica la ley N° 20.530, sobre Ministerio de Desarrollo Social, y otros cuerpos legales que indica, es presentado al Congreso Nacional el 29 de septiembre de 2015, siendo aprobado en general y en particular a la vez por la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización del Senado el 18 de enero del presente año.
En relación con sus fundamentos, me gustaría destacar los siguientes:
1.- Cambiar la relación entre el Estado v los niños
La modificación a las funciones del Ministerio de Desarrollo Social y la creación de la Subsecretaría implican reconocer que todos los niños tienen derechos y requieren de especial preocupación por parte del Estado, cuya acción no se verá limitada a los casos en que se hayan producido graves vulneraciones de derechos.
2.- Enfrentar la desarticulación entre las prestaciones universales de la oferta pública v la protección especializada
La creación de la Subsecretaría obedece a la instalación de un sistema articulado de prestaciones sociales.
La intervención estatal en casos de vulneración de derechos de los niños disminuye en la medida en que el Estado garantiza prestaciones de carácter universal.
3.- Se establece un ente rector para la protección de los derechos de los niños
Se genera una función especial del Ministerio de Desarrollo Social que le permite ejercer la rectoría del Sistema de Garantías de los Derechos de la Niñez.
4.- Garantizar la efectividad de los derechos reconocidos por la Convención
En este sentido, la creación de mecanismos efectivos de protección y goce pleno de derechos del niño conduce a hacer realidad el bienestar de este, de forma que se desarrolle en sociedades inclusivas, sanas y democráticas.
La existencia de la Subsecretaria implica que estos mecanismos no constituyen esfuerzos aislados y espontáneos, sino que obedecen a la política, plan de acción y organismos concretos que conforman una institucionalidad de protección.
5.- Mejorar la relación del Ministerio deDesarrollo Social y la protección de los derechos de los niños
El Ministerio de Desarrollo Social es una de las autoridades cuyo foco está puesto, principalmente, en la provisión de servicios para los niños y las niñas, incluyéndolos en casi todas sus políticas sociales.
Se pueden mencionar, entre ellas, las políticas de Ingreso Ético Familiar; Programa Puente en su oportunidad y hoy Programa Calle; el "Chile Solidario" en su conjunto; el Sistema de Protección Integral de la Infancia "Chile Crece Contigo", enfocado en la población infantil, y el Instituto Nacional de la Juventud, que lo hace en jóvenes y adolescentes.
En relación con el proyecto de ley, cabe destacar los siguientes puntos:
1) Objetivos del Ministerio de Desarrollo Social
Se incorpora en el artículo 1° de la ley N° 20.530 el velar por los derechos de los niños y las niñas con el fin de promover y proteger su ejercicio de conformidad con el Sistema de Garantías de Derechos de la Niñez.
2) Nuevas atribuciones y funciones
Se entregan al Ministerio nuevas funciones vinculadas a la gestión del Sistema de Garantías de Derechos de la Niñez.
Entre ellas, conviene resaltar:
-Nivel estratégico: proponer al Presidente de la República la Política Nacional de la Niñez y su Plan de Acción.
-Nivel articulador: el Comité Interministerial del Ministerio de Desarrollo Social asumirá un rol articulador de las acciones de los órganos de la Administración del Estado, al constituirse en el Comité Interministerial de Desarrollo Social de la Niñez, pudiendo proponer directrices, orientaciones e instrumentos para garantizar la protección integral de los derechos de la niñez.
-Nivel de adopción de medidas: el Ministerio, a través de mecanismos de despliegue territorial, será el organismo encargado de adoptar las medidas administrativas de protección de derechos, así como de su ejecución.
3) Creación de la Subsecretaría de la Niñez
-Será la Secretaría Técnica del Comité Interministerial.
-Coordinará el Subsistema "Chile Crece Contigo" y otros sistemas de gestión intersectorial.
-Será el superior jerárquico del servicio de protección especializado cuando se separen y se creen dos servicios: uno de protección especializada, con asiento en el Ministerio de Desarrollo Social, y otro de reinserción juvenil, en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
-Colaborará, junto a la Subsecretaría de Evaluación Social, en el diseño de instrumentos de medición y seguimiento de carácter multidimensional de las condiciones de vida de niños y niñas.
-Colaborará con la Subsecretaría de Servicios Sociales en la articulación efectiva de las políticas universales y sociales que contribuyan a la protección de los derechos de todos los niños.
Por todas estas razones, tenemos la convicción de que nuestro país requiere con urgencia la institucionalidad que se propone y de la que se hace cargo a través de este proyecto de ley, pues con ella lograremos avanzar hacia un Estado que proteja de manera integral y efectiva todos los derechos de nuestros niños y niñas, en el entendido de que tiene que haber acciones de intervención en niños gravemente vulnerados, así como de promoción y protección oportuna.
Gracias, señor Presidente.
El señor LAGOS (Presidente).- A usted, señor Ministro.
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El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor LABBÉ (Secretario General).- En este momento ha llegado a la Mesa el siguiente documento:
Comunicación
Del Comité Partido Demócrata Cristiano e Independiente, con la que comunica que a contar de esta fecha sus representantes serán los Honorables señores Jorge Pizarro Soto y Manuel Antonio Matta Aragay.
--Se toma conocimiento.
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El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, nosotros votamos a favor de este proyecto tanto en general como en particular en la Comisión, aunque no en todas las indicaciones ni en todos los artículos, pero sí casi en su totalidad. Y ello, porque hay una discusión respecto de quién debe hacerse cargo del tema de la niñez en el Estado.
Algunos plantean que tendría que haber un ministerio de la niñez, como una secretaría de Estado específica. Sin embargo, en la iniciativa no se plantea un ministerio determinado a cargo de los asuntos de la niñez, sino una subsecretaría, lo cual nos parece bien y correcto, así como que ella esté en el Ministerio de Desarrollo Social. Por eso apoyamos la creación de la Subsecretaría de la Niñez dentro de dicha Cartera.
Creemos importante que haya una institución estatal y una política a cargo del tema de la niñez en su conjunto. Nos parece correcto. Y también celebramos el rol de la Subsecretaría de la Niñez y el Comité Interministerial que estará a cargo del área de la niñez y de la política nacional del sector.
Todo eso nos parece que va en la dirección adecuada y por ello hemos apoyado, con nuestros votos y nuestras indicaciones, la creación de dicho organismo.
Sin embargo, señor Presidente, tenemos una diferencia con el Ejecutivo en un tema. Lo planteó el Ministro cuando hizo alusión al proyecto que aprobamos ayer. No sé si le habrán informado que en esa jornada se manifestó una preocupación transversal acerca de cómo estaba quedando redactado el texto. Allí se habla de "maltrato relevante" y se produjo toda una discusión respecto de qué era relevante. De hecho se habló de la necesidad de presentar un veto.
El señor QUINTEROS.- ¡Dos!
La señora VON BAER.- No obstante, no había representantes del Gobierno que pudiesen recoger la inquietud y comprometerse con la Sala, que aprobó dicha iniciativa el día de ayer.
Fundamentalmente, señor Presidente, quiero poner de relieve cómo se está pensando la relación con los niños.
El Ministro decía aquí que se está estableciendo una relación del Estado con los niños. Nosotros creemos -y lo hicimos ver en la discusión de varios artículos que analizamos en la Comisión- que los padres también juegan un rol en la educación de sus hijos y que, por lo tanto, es imprescindible considerar su opinión en lo que concierne a las políticas que se apliquen a los niños.
Es un tema que discutimos bastante en el debate particular del proyecto, porque desde la Constitución hacia abajo los padres tienen un rol que desempeñar en la educación de sus hijos. De hecho, el primer rol lo tienen ellos, no el Estado: ¡los padres!
Es por eso que nosotros lo recogimos en varias indicaciones a propósito de la creación de la nueva Subsecretaría, porque hay una mirada que de alguna manera se trasluce cuando uno escucha al señor Ministro, que dice: "Aquí hay una relación del Estado con los niños". Está bien. Pero, ojo, que entremedio están la familia y los padres.
Por tal motivo, en varias indicaciones que presentamos el Senador Espina y quien habla hicimos especial alusión al rol de los padres y de la familia en la educación de los niños.
Ese es el primer punto.
Lo segundo que debemos tener claro, señor Presidente, es que por el mero hecho de crear más instituciones (Subsecretarías, Ministerios, etcétera) no se solucionan los problemas que enfrentan los niños, especialmente los niños más vulnerables de nuestro país.
Aquello no es suficiente.
Crear una subsecretaría no hace daño, pero consideramos que no es un paso tremendamente relevante cuando se trata de hacerse cargo de la situación de los niños.
Acá estamos creando una subsecretaría -un subsecretario o una subsecretaria, con sus respectivos asistentes a lo largo del país-, pero eso no significa que estemos dando un paso tremendamente relevante en hacernos cargo de la temática de la niñez en Chile.
Y es por eso que uno se pregunta si debiéramos haber partido por acá. El Gobierno insistió en que este era el primer paso que había que dar. En fin.
Nosotros creemos que tal vez sea un paso importante, pero la verdad es que no lo consideramos el más relevante y nos parece que más importantes serían otras medidas.
Ahora, cuando el Gobierno pone urgencia a determinados proyectos le está diciendo a la ciudadanía cuáles son sus prioridades. Y es en este punto donde nosotros tenemos una diferencia profunda con el Ejecutivo.
Este le ha puesto prioridad a la creación de la Subsecretaría de la Niñez y no a una solución para la situación dramática que vive el Servicio Nacional de Menores. El Ministro dijo, al pasar, que más adelante vendría la separación del SENAME en dos entidades: una que se ocuparía de los niños vulnerados en sus derechos y otra a la que ingresarían los niños que pasan por el sistema de justicia.
Para nosotros, ahí hay una urgencia que es evidente y clara para toda la ciudadanía. Y creemos que el Gobierno se equivoca en no poner allí su mayor preocupación, su mayor urgencia y el primer proyecto de ley que debiera enviar.
Estamos claros en que con esta iniciativa estamos haciendo un cambio institucional, pero no poniendo la preocupación en lo que es más urgente.
Yo sé que aquí probablemente me van a decir que eso no significa que el Gobierno no se vaya a hacer cargo de la problemática del SENAME. Pero digamos las cosas como son. En el Congreso nosotros disponemos de cierta cantidad de tiempo, el Ejecutivo pone sus urgencias y hoy día estamos discutiendo este proyecto de ley y no aquel que aborda la situación del Servicio Nacional de Menores. No estamos separando esta institución en dos: una para los niños infractores y otra para los niños vulnerados en sus derechos.
No estamos haciendo eso: ¡estamos discutiendo otro proyecto de ley!
Por lo tanto, las urgencias del Ejecutivo reflejan cuáles son sus prioridades, que nosotros, de frentón, no compartimos. Creemos que hoy la primera prioridad debiera ser hacerse cargo de la situación dramática -¡dramática, terrible, señor Presidente!- que están sufriendo niños que están siendo vulnerados en sus derechos todos los días.
¡De esos niños debiéramos hacernos cargo hoy!
Por esa razón, no comprendemos ni compartimos la prioridad del Ejecutivo en la discusión de estos proyectos de ley.
Esta tarde estamos discutiendo la creación de una nueva subsecretaría, y el problema del SENAME sigue estando ahí, sigue doliéndole a Chile.
Es por eso que no comprendemos -repito- la urgencia que el Ejecutivo le ha puesto a esta iniciativa y que no le pone a aquella que aborda la situación del Servicio Nacional de Menores.
Como señalaba, sé que nos van a decir que la creación de la nueva Subsecretaría no significa que no vayamos a avanzar en una solución para el SENAME, pero es claro y evidente, también para los ciudadanos que nos están viendo desde sus casas, que el hecho de estar discutiendo hoy este proyecto implica postergar la solución para la problemática de dicha institución.
Eso refleja -y creo que queda absolutamente claro- dónde están las prioridades de este Gobierno. Las prioridades del Gobierno están en la creación de una nueva institucionalidad, de una institucionalidad general, más bien política, que se halla por encima de los temas, y no en hacerse cargo de la situación del SENAME. Y está bien. Nosotros no estamos en contra de aquello y por eso apoyamos este proyecto, pero en la Comisión le dijimos al Ejecutivo que no estamos de acuerdo en sus prioridades.
Creemos que la solución a las dificultades que enfrenta el Servicio Nacional de Menores es mucho más prioritaria. Sin embargo, el Ejecutivo es el que pone las urgencias y optó por un camino diferente, que no compartimos.
He dicho.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, Honorable Sala, parto saludando al Ministro Barraza, presente en el debate de este proyecto.
Hemos escuchado una discusión que a veces pone el acento solo en la parte administrativa, orgánica, desde el punto de vista de lo que estamos creando: ni más ni menos que la Subsecretaría de la Niñez. El Ministro ha explicado muy bien cuál es su vinculación, cómo estará adscrita dentro del Ministerio, cómo va a funcionar.
Se ha planteado igualmente una inquietud con relación a la necesidad de avanzar en un proyecto de ley, que echamos de menos y que queremos apoyar, tendiente a modernizar el SENAME para concretar una división de sus funciones.
Sin lugar a dudas, ese es un objetivo.
Yo valoro enormemente el trabajo que está llevando a cabo en dicho Servicio Solange Huerta y el conjunto de actores que han tomado a su cargo esa dinámica.
Lo importante, en definitiva, es relevar y situar en la discusión de nuestro país la Convención de los Derechos del Niño y la situación de nuestros niños, niñas y adolescentes.
Existe una gran legislación por perfeccionar. Existen innumerables cuerpos normativos que debemos adecuar, actualizar. Pero, claramente, esta Subsecretaría de la Niñez es un avance y una señal dentro del organigrama institucional.
Yo he diferido muchas veces cuando simplemente se ha esperado que una estructura administrativa (la creación de un nuevo Ministerio, una Subsecretaría, una Dirección) cambie en forma automática las conductas. Este país tiene una formación extremadamente racionalista en el sentido de entender que la creación de una nueva institucionalidad hace variar las conductas.
Pienso que no es así. Lo hemos visto en materia de diversidad sexual, de derechos de la mujer, en que la sociedad ha ido más rápido que la propia institucionalidad.
Entonces, resulta oportuna la creación de esta Subsecretaría. No obstante, es fundamental, imperioso, realizar campañas de educación a los niños, a las niñas y a los adolescentes en sus derechos; trabajar con el profesorado y las escuelas para formarlos en el reconocimiento de sus derechos; fomentar sus capacidades para que interactúen en la sociedad, y hacer que exista una opinión pública que denuncie la utilización y vulneración de tales prerrogativas.
Es allí donde debemos hacer un esfuerzo en lo institucional (lo estamos efectuando a través de esta Subsecretaría), pero también en el ámbito de las políticas públicas.
Principalmente, quiero reivindicar algo que la propia Senadora Allende consignaba en su intervención: los cambios fundamentales que ha experimentado nuestra sociedad. ¡Y vaya que sería bueno actualizar la discusión de épocas pasadas!
Me refiero a la Ley de Filiación, que en este país se pudo cambiar con la oposición cerrada de miles y miles de personas -desgraciadamente de muchos parlamentarios-, que consideraban que podían existir niños y niñas de distinta valía, de distinta categoría, con distintos derechos, dependiendo de si sus padres estaban casados o no.
Los niños legítimos e ilegítimos: ¡Qué anacronismo! ¡Qué maldad! ¡Qué brutalidad no entender que a un niño se le iba a estigmatizar y a condenar desde el punto de vista patrimonial e, incluso, desde el acceso a determinados cargos públicos o instituciones, simplemente porque sus padres no estaban casados y había sido concebido fuera del matrimonio!
Ese fue un cambio sustancial, que actualizó a este país, lo puso en la senda de la modernización y le permitió salir de esa caverna, de esa retórica absolutamente trasnochada en que se encontraba.
Recordemos que hoy -no quiero ser impreciso con la cifra- cerca del 50 por ciento de los niños nacen fuera del matrimonio porque las familias monoparentales, las personas que conviven, aquellas que han rehecho su vida o que simplemente no se han casado deciden tener niños. Y estos poseen la misma valía, la misma dignidad, los mismos derechos que quienes han sido concebidos dentro de un matrimonio.
Hago esta reflexión puesto que la institucionalidad que estamos creando es para actualizar, para resguardar ese trabajo previo que se ha realizado, en que, ¡enhorabuena!, se ha avanzado.
Señor Ministro, por intermedio de la Mesa, me gustaría que en su próxima intervención precisara dos puntos.
Uno se relaciona con la regionalización efectiva de esta Subsecretaría. Nosotros vemos que precisamente en la letra g) del artículo 3° bis, que señala cuáles son las funciones y atribuciones de la nueva institucionalidad, la Comisión avanzó a través del texto aprobado: "Desarrollar estudios e investigaciones sobre niñez, entre otros, el informe sobre el estado general de la niñez a nivel nacional", y se agregó "y regional."
Eso me parece muy bien, porque en el país no existe uniformidad y tenemos regiones donde la niñez convive en la ciudad, en el mundo rural, en el mundo indígena, en zonas diversas, por ejemplo, en islas o en sectores con mayor impacto del clima. La realidad es claramente diferente.
Entonces, es necesario precisar esa mirada regional que se ha consignado en el texto.
Ello lo vinculo en forma especial con lo referido al Título III, artículo 16 ter, que dispone: "De conformidad a lo establecido en la Ley N° 20.500 sobre asociaciones y participación ciudadana en la gestión pública, existirá un Consejo de la Sociedad Civil de la Niñez que será especialmente oído en las materias establecidas en las letras b) y g) del artículo 3°bis de la presente ley.".
Hay que especificar de qué manera se incorpora la regionalización en el Consejo de la Sociedad Civil de la Niñez, y cómo se refleja esa diversidad.
Por otro lado, el inciso tercero de este mismo artículo 16 ter dice: "Para el funcionamiento del Consejo Nacional de los Niños, un reglamento expedido por el Ministerio de Desarrollo Social fijará las características y requisitos para ser consejero; el procedimiento de designación de los mismos; los deberes y derechos de los consejeros; duración en el cargo; y las demás normas necesarias para su adecuado funcionamiento.".
Creo que también es importante consignar en ese articulado la preocupación regional que ya se había formulado en el anterior.
Contar con una visión que nos permita tener esa mirada territorial, sin lugar a dudas, generará mayor efectividad a la hora de la implementación de política públicas relacionadas con la niñez.
Por su intermedio, señor Presidente, le pido al Ministro claridad respecto de ese punto. Tal vez podemos dejarlo consignado en los trámites posteriores. Pero, si se ha señalado en el artículo 3°, considero que una visión regional puede informar toda la iniciativa para atender de mejor manera el interés superior de los niños y las niñas a lo largo de todo el territorio.
Voto a favor.
El señor PIZARRO.- Señor Presidente, ¿puede abrir la votación?
El señor BIANCHI.- ¿Con los mismos tiempos?
El señor LAGOS (Presidente).- Sí, manteniéndolos.
El señor PIZARRO.- Además, este proyecto es de quorum especial.
El señor LAGOS (Presidente).- Si le parece a la Sala, se abrirá la votación, conservando los tiempos.
La señora ALLENDE.- Conforme.
El señor LAGOS (Presidente).- Pero, antes de proceder a votar, tiene la palabra el señor Secretario para dar cuenta de ciertos asuntos.
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El señor LABBÉ (Secretario General).- En este momento han llegado a la Mesa los siguientes documentos:
Informe
De la Comisión de Educación y Cultura, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que declara el 6 de abril de cada año Día Nacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz (boletín N° 10.550-29), con urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Queda para tabla.
Mensaje
De Su Excelencia la Presidenta de la República, con el que da inicio a un proyecto de ley que regula la protección y el tratamiento de los datos personales y crea la Agencia de Protección de Datos Personales (boletín N° 11.144-07).
--Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y a la de Hacienda, en su caso; y se manda poner en conocimiento de la Excelentísima Corte Suprema, conforme a lo dispuesto en el artículo 77 de la Constitución Política de la República.
Comunicación
Del Comité Partido Socialista e Independiente, con la que comunica que, a contar de esta fecha, sus representantes serán los Senadores señores Alfonso de Urresti Longton y Rabindranath Quinteros Lara.
--Se toma conocimiento.
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El señor LAGOS (Presidente).- Antes de abrir la votación, el señor Ministro me ha pedido la palabra -todavía le queda un minuto cincuenta segundos- para hacerse cargo de algunos comentarios de Sus Señorías.


El señor BARRAZA (Ministro de Desarrollo Social).- Señor Presidente, quiero referirme a algunas intervenciones a fin de dar precisión respecto de otros propósitos de la Subsecretaría, aparte de los señalados.
Cuando se dice que se busca establecer una relación entre el Estado y los niños en términos de protección, garantías y derechos, no se pretende reemplazar de ninguna manera la función de los padres; lejos de ello.
Los padres y la familia son los principales responsables del bienestar de los niños, las niñas y los adolescentes. Lo que se busca es tener un sistema de garantías en materia de protección de derechos que, además de cautelar la restitución de los derechos de niños y niñas vulnerados, sea efectivo en prevenir oportunamente cualquier tipo de vulneración. Y para eso se requiere un Estado que garantice esos derechos.
El ejemplo más claro es que, si se revisa la última encuesta CASEN en materia de vulnerabilidad, se observa que uno de los grupos sociales más vulnerados son los niños y las niñas. Existe una correlación entre pobreza y vulneración de derechos.
La esencia del Ministerio de Desarrollo Social es abordar la pobreza, la desigualdad. Esta Cartera se relaciona con políticas sociales amplias de carácter nacional, regional, comunal. Por ello, resulta pertinente lo que afirma el Senador De Urresti.
En consecuencia, con esa mirada y considerando el proyecto de ley marco que establece el sistema de garantías de los derechos de la niñez (en trámite en la Cámara de Diputados) y el que crea la Defensoría de los Derechos de la Niñez, dicha Cartera contará con la institucionalidad necesaria.
Cabe tener presente que en Chile no existe un exceso de instituciones asociadas a los menores. ¡Muy por el contrario! Hoy día solo está el SENAME, y hay amplio consenso en que dicho servicio no cumple con sus objetivos. No disponemos de otras instituciones estatales que permitan garantizar derechos y restituirlos cuando son vulnerados.
Eso mismo explica la existencia de esta nueva Subsecretaría.
Respecto de las normas de participación, debo señalar que esta propuesta legislativa se ajusta, en lo esencial, a la ley Nº 20.500. Y ello implica participación en todas las instancias a nivel regional y comunal.
Muchas gracias.
El señor LAGOS (Presidente).- En votación la idea de legislar.
--(Durante la votación).
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Hernán Larraín.


El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, en verdad, siempre es valioso y positivo discutir en el Senado proyectos que aborden aspectos relacionados con la niñez. No cabe la menor duda de que dicha materia es de primordial necesidad.
En todo caso, siento que en los últimos años no hemos tenido la suficiente fuerza para darle el impulso que requiere. A propósito del comentario que hizo la Senadora Von Baer acerca de la priorización de las políticas que hace el Gobierno, me da la impresión de que no ha habido una especial consideración hacia la niñez en muchas de las definiciones del Ejecutivo.
Si uno mira el ámbito educacional, por ejemplo, observa que la prioridad de la reforma fue regular la educación particular subvencionada con el fin de tratar de disminuirla, de cambiar ladrillos por otras consideraciones. En contraste, no hubo una preocupación del mismo nivel por la educación pública.
Quizás lo más delicado fue la iniciativa que buscó instalar la gratuidad universal en la educación superior, cuando parece bastante más prioritario la formación de los niños en el nivel preescolar (salas cuna, jardines infantiles), porque ahí es donde se marca la primera distancia, la primera brecha social en nuestra sociedad.
Preocuparse de la gratuidad universal, incluyendo a los alumnos de las familias más ricas para facilitar su acceso a la educación superior, me parece un despropósito y evidencia el olvido de los compromisos que asumimos en materia de protección de la niñez.
Lo mismo ocurre con el SENAME. Es lamentable que el Gobierno haya dejado pasar tres años antes de hacerse cargo de la situación en tal Servicio. Solo porque estalló una crisis feroz a raíz de la muerte de muchos niños se puso el pie en el acelerador y se investigó dicha institución.
En verdad, creo que no se ha abordado la materia con la prioridad que los niños merecen.
El proyecto que estamos votando es interesante, aunque tengo algunas dudas respecto de su estructura.
Con todo, lo que se propone es una respuesta -por así decirlo- institucional, burocrática; aún no constituye una política que se haga cargo realmente de los problemas de la niñez.
A mi juicio, es importante hacer presente esa consideración, porque en nuestro país existen numerosas áreas con dificultades enormes. Y la referida a la niñez, sin lugar a dudas, es una de ellas. El propio Ministro dio cuenta de muchos antecedentes al respecto y los colegas en esta misma discusión plantearon distintas situaciones de pobreza y vulnerabilidad que afectan a los menores en Chile.
Lo anterior no significa que no vayamos a aprobar el proyecto. Lo apoyaremos, porque todo lo que va en la correcta dirección de dar protección a los niños, aunque sea de una manera más institucional y burocrática, merece respaldo.
Sin embargo, tengo algunas dudas de distinta envergadura, que quiero mencionar.
La primera dice relación con el cambio del objeto del Ministerio. La iniciativa propone intercalar un inciso segundo en el artículo 1º de la ley Nº 20.530, del siguiente tenor: "Asimismo, el Ministerio de Desarrollo Social velará por los derechos de los niños con el fin de promover y proteger su ejercicio de acuerdo con el Sistema de Garantías de Derechos de la Niñez y en conformidad con la Constitución y las leyes.".
Es decir, se habla en términos generales de la finalidad de dicha Cartera, pero luego se hace una bajada respecto de la niñez. Incluso, oí al Senador Quinteros sugerir la denominación de "Ministerio de Desarrollo Social y de la Niñez".
No estoy de acuerdo con esa línea. En mi opinión, ese nuevo inciso segundo circunscribe la definición del objetivo de dicha Cartera, la cual se dedica no solo a la niñez, sino también a la juventud, a la CONADI, a los adultos mayores, al FOSIS.
En definitiva, un exceso -por así decirlo- de énfasis en la niñez puede hacer olvidar otras tareas prioritarias para este Ministerio, las que no deben ser postergadas. Ellas forman parte de una finalidad muy importante, la misma que le dio vida a esta Secretaría de Estado. Debemos buscar fortalecer y no disminuir u olvidar esos otros ámbitos en los que también se debe trabajar.
En seguida, dentro de las atribuciones de la nueva Subsecretaría, se contempla, en forma muy relevante, la de coordinar los distintos servicios y Ministerios que se ocupan de los temas relacionados con la niñez.
Adicionalmente, se señala que el Comité Interministerial, que ya existe, tendrá que denominarse "Comité Interministerial de Desarrollo Social de la Niñez" cuando trate aspectos relativos a la niñez. Encuentro un poco pintoresco -para ser franco- el que una organización pase a llamarse de modo distinto cuando aborde ciertas materias. Creo que el Comité es uno siempre.
Ahora, yo siento que la labor de coordinación que establece la iniciativa está débilmente recogida.
Desde luego, el Comité Interministerial está integrado por bastantes Carteras; pero, entre ellas, no se incluye el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. ¡Y ahí está el SENAME!, la entidad que tiene que ver con las políticas de protección para los niños vulnerables. Dicho Servicio se encuentra incorporado dentro de la estructura del Ministerio referido. ¡Y este no forma parte del Comité!
Es muy relevante trabajar en torno a estos temas.
El señor Ministro tiene razón cuando dice que no hay muchos servicios dedicados a la protección de los menores, pero sí existen numerosos Ministerios que tocan aspectos vinculados a la niñez: desde luego, el de Justicia y Derechos Humanos, a través del SENAME; el de Educación, por medio de los sistemas preescolar, escolar, etcétera, y el de Salud. También cabe mencionar algunos órganos como JUNJI y JUNAEB, que se ocupan de la alimentación de los niños, lo cual forma parte importante de su desarrollo integral.
Así como el Senador De Urresti pedía -y con razón- un mayor énfasis regional, yo demando para la Subsecretaría que se crea mayor fuerza en lo referido a la coordinación.
Eso fue lo que cautelamos cuando debatimos la creación de la Subsecretaría de Derechos Humanos, que muchos de nosotros -recuerdo a la Senadora Lily Pérez- impulsamos con especial interés. Yo estuve involucrado en esa iniciativa desde el principio.
Numerosos Ministerios abordan temas sobre la niñez, pero pocos los resuelven realmente y dan al Estado o al Gobierno una mirada única para tratar con integralidad las políticas públicas que se aprueban en esa dirección.
El último comentario que quiero expresar se refiere a lo que acaba de mencionar el señor Ministro, en respuesta a un planteamiento de la Senadora Von Baer: la relación entre Estado y niñez.
Creo que es muy relevante lo que dijo el Ministro sobre el particular. No se trata solo de hacer una relación directa entre Ministerio, Subsecretaría y niñez. Resulta fundamental entender que la acción que va a llevar adelante la Subsecretaría y las políticas que va a impulsar se dan dentro del contexto social y familiar en que se encuentran los niños.
Si esto último no se hace, se corre el peligro de que se asuma que los niños son sujetos de derecho respecto de los cuales el Estado interactúa directamente.
Considero importante que aquello se haga de esa manera, no solo por los niños, sino porque, de no ser así, los padres tenderán a desentenderse de sus deberes, pues habrá otro que tomará a su cargo esas materias.
Eso no corresponde. La obligación prioritaria de la familia es preocuparse de los hijos, y el Estado no puede interferir en esto.
Pero si va a hacerlo, sus acciones deberán impulsarse tomando en cuenta el contexto global en que se desenvuelven los niños, evitando que los padres se desentiendan del compromiso que asumieron y de las obligaciones que tienen para con ellos.
Me parece importante subrayar esos conceptos.
Valoro esta iniciativa en lo que significa. Pero hay que tener presente que deben mejorarse aspectos como los que mencioné, lo cual espero que se haga durante la discusión particular.
Por todas esas razones, voto a favor de la creación de la Subsecretaría de la Niñez.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, ¿por qué voy a votar a favor de este proyecto? ¿De qué se trata esta iniciativa?
Aquí se crea una institución que se encargará efectivamente de la prevención, de la anticipación, de posibilitar el diseño de políticas públicas en materia de prevención de la niñez.
Cuando analizamos este proyecto en la Comisión de Gobierno, una de las primeras reflexiones que surgieron se relacionaba con nuestro deseo de que esto prosperara, pues estábamos sacando del Ministerio de Justicia toda la discusión relativa a la infancia.
La propuesta del Ejecutivo dice relación con esta nueva mirada, que va en la línea de la prevención, del establecimiento de una política pública que necesita avanzar de manera absolutamente distinta.
Entonces, no puedo estar en más desacuerdo con la Senadora que me antecedió cuando señala que no se avanzó en el fortalecimiento del SENAME.
¡En buena hora que no avanzamos en el fortalecimiento de una estructura que está absolutamente al debe! En materia de protección de la niñez todos los gobiernos han estado bastante más que al debe.
No voy a referirme a todo lo que nuestro país ha visto sobre el particular, lo cual nos ha llevado a establecer por fin una buena política pública sobre la infancia.
Puede que esto no sea todo lo que esperamos. Y eso es cierto.
Aquí estamos avanzando en una institución nueva, distinta. Y no tengo por qué colocar en duda que, por la expertise social que exhibe, se va a abocar profundamente a ese ámbito en la necesaria protección de la niñez.
¿Qué estamos votando hoy día?
El artículo 3° bis que se agrega a la ley N° 20.530 establece que:
"El Ministerio velará por los derechos de los niños, para cuyo efecto tendrá las siguientes funciones y atribuciones:
"a) Asesorar al Presidente de la República en las materias relativas a la promoción y protección integral de los derechos de los niños.
"b) Proponer al Presidente de la República la Política Nacional de la Niñez y su Plan de Acción, informar sobre su ejecución y recomendar las medidas correctivas que resulten pertinentes, según lo dispuesto en la letra a) del artículo 16 bis.
"c) Administrar, coordinar y supervisar los sistemas o subsistemas de gestión intersectorial que tengan por objetivo procurar la protección integral de los derechos de los niños, en especial, la ejecución o la coordinación de acciones, prestaciones o servicios especializados orientados a resguardar los derechos de los niños y de las acciones de apoyo destinadas a los niños, y sus familias y a quienes componen su hogar, definidas en la Política Nacional de la Niñez y su Plan de Acción, sin perjuicio de las competencias que tengan otros organismos públicos.".
Me detengo acá, pues en algunas de las intervenciones que hemos escuchado se plantea que con esto se va a sobrepasar a los padres.
¡En lo más mínimo, señor Presidente!
Este proyecto se halla muy lejos de aquello.
Se trata de establecer una institución que por fin se va a encargar de la prevención y la protección.
"d) Impulsar acciones de difusión, capacitación o sensibilización destinadas a la promoción o protección integral de los derechos de los niños.
"e) Promover el fortalecimiento de la participación de los niños en todo tipo de ámbitos de su interés, respetando el derecho preferente de sus padres de orientación y guía, considerando además, su edad y madurez.".
f) También se habla de incorporar "las adaptaciones necesarias para la medición y seguimiento de las condiciones de vida de los niños".
"g) Desarrollar estudios e investigaciones sobre niñez.
"h) Colaborar con el Ministerio de Relaciones Exteriores, dentro del ámbito o esfera de sus competencias respectivas, en la elaboración de los informes, vinculados a los derechos de los niños y sus familias, que el Estado de Chile deba presentar a los órganos y comités especializados de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, en especial, al Comité de los Derechos del Niño.".
Señor Presidente, este Ministerio de Desarrollo Social descentralizado va a permitir crear en paralelo en cada una de las regiones, a través de las propias seremías, toda una institucionalidad que posibilitará seguir en detalle lo que está ocurriendo con la necesaria protección de la infancia.
Entonces, me parece que hoy día estamos avanzando en el camino correcto.
Se requiere crear organismos que paralelamente resuelvan todo lo que se halla pendiente sobre la materia.
Además, hay que establecer instituciones que fortalezcan a la familia.
¡Claro! Nos habría gustado tener un Ministerio de la Familia o un Ministerio de la Niñez. Sin embargo, los pasos que estamos dando hoy apuntan a que contemos con políticas de prevención y de seguimiento para evitar de manera mucho más efectiva caer en cuestiones como las que hemos observado en los últimos años con relación a la protección de los niños.
Voto a favor.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Lily Pérez.


La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, me pasa algo similar a lo que señalaron los Senadores señores Bianchi y Hernán Larraín. Porque, a mi juicio, para establecer políticas públicas en serio en materia de infancia, que miren al mediano y largo plazos -hablo de las actuales y futuras generaciones; y estoy pensando también en el tan importante proyecto que despachamos ayer, que aborda en un contexto mucho más global lo relativo a la violencia que se ejerce contra los menores en nuestro país-, hay que centrar los esfuerzos siempre en la primera infancia y en la educación primaria.
Por lo tanto, la cobertura de la gratuidad debe focalizarse en esas etapas. Y también es preciso ocuparse de los profesores, de las manipuladoras de alimentos, de las mujeres y hombres que trabajan en la JUNJI y en el área de la salud.
Se debe generar, entonces, una red de apoyo social, educacional, de salud mental, etcétera.
Obviamente, el rol de la familia es ineludible para la creación de generaciones sanas.
En Chile tenemos un problema de delincuencia juvenil grave, que no se resuelve metiendo a todos en la cárcel, sino que debe abordarse con educación, con cariño, con menos malos tratos, con entender el círculo vicioso que se genera cuando hay hijos no deseados, en fin.
Ahora estamos convocados para votar la creación de la Subsecretaría de la Niñez.
A mí me carga -excúsenme por usar esta palabra; pero quiero ser franca- el establecimiento de más burocracia, porque al final se generan nuevos cargos en el Estado, y con ellos no se solucionan los problemas de fondo.
Tal como dijo el Senador Bianchi -lo comparto en cien por ciento-, ¡gracias a Dios que no estamos viendo una reestructuración del SENAME! Por mí, que este se acabe.
A mi juicio -y me alegra que el Ministro esté presente, para que escuche lo que muchos estamos planteando-, aquí hay que tener una institución que realmente vele por los niños. Porque una cosa son los jóvenes infractores de ley, y otra, los niños y niñas vulnerables. No tienen nada que ver unos con otros.
Con relación a lo que sucede en las residencias del Servicio Nacional de Menores en nuestra Región, el año pasado -hace ya cinco meses-, motivada por un reportaje que publicó El Mercurio de Valparaíso, en el cual se indicaba que había más de 150 menores con problemas de salud graves y críticos, le pedí a la Mesa que se oficiara a la Directora Nacional del SENAME (porque los Senadores carecemos de facultades para fiscalizar) para que nos informara sobre esta situación.
Ayer me llegó la respuesta.
Señor Presidente, yo he sido bien crítica del Servicio Nacional de Menores. Conozco las residencias que existen en Valparaíso. Además, he sido invitada por la Asociación de Funcionarios del referido Servicio para conocer la realidad que se vive en otros lugares (por ejemplo, en Rancagua, en la Región de O'Higgins, en fin). Porque no solamente están mal los niños: también tienen problemas los propios funcionarios del SENAME, quienes en su gran mayoría mojan bastante la camiseta con muy pocos recursos y mínimos elementos para ayudar realmente a los menores a su cargo.
La respuesta que se me envió es impactante. Por lo mismo, creo que voy a tener que hablar de nuevo con el Ministro de Justicia (hace tiempo nos dijo que debíamos remitirnos a la autoridad del Servicio Nacional de Menores), porque la Directora Nacional del SENAME no contesta lo que se le pregunta.
Ella me envió una respuesta-tipo, en la que señala que han realizado una encuesta en la Región de Valparaíso al 95,8 por ciento de los niños y niñas que son atendidos por los centros residenciales del SENAME y que, según el informe de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, ellos están siendo tratados por el Ministerio de Salud. ¡Y eso sería todo...!
Acá no se entregan detalles, no hay autocrítica, no existe un plan de trabajo.
Yo no pido la información sensible, obviamente. Ese no es el punto.
Acá, en nuestra condición de autoridades, de parlamentarios que debemos discutir y votar el proyecto de Ley de Presupuestos, que siempre estamos buscando recursos para las instituciones públicas, necesitamos que se nos informe sobre la realidad del Servicio Nacional de Menores.
Acá se refieren al 95,8 por ciento de esos menores.
El reportaje nos hablaba de 163 niños y niñas que estaban en situación de salud crítica en nuestra Región, la de Valparaíso. Y parece que la Directora Nacional del SENAME tampoco tiene la información; la respuesta es muy vaga. Pero yo no quiero atribuirle mala fe. Más bien, voy a pensar que carece de información.
Por tanto, también soy de quienes dicen "¡Qué bueno que no hay mayor fortalecimiento del SENAME!". Porque, con el SENAME actual y la manera como funciona, ¡Dios nos libre: a nosotros y a todos los que están ahí!
Entonces yo, estando absolutamente en contra de toda la burocracia que implica la creación de una Subsecretaría -creo que con más cargos no se va a solucionar ninguno de los problemas que tienen tanto jóvenes infractores de ley cuanto niños y niñas vulnerables; son dos realidades distintas, por lo que no debieran estar ambos grupos juntos bajo la tutela del SENAME-, obviamente votaré a favor.
No voy a restarme, señor Presidente. Siempre he trabajado en estos asuntos; es algo que me inquieta. Como recordaba el Senador Hernán Larraín, muchos de nosotros hemos trabajado durante hartos años en proyectos de esta naturaleza. Sin embargo, no puedo guardar silencio frente a la realidad existente.
Por último, le pido al Ministro de Desarrollo Social, quien nos acompaña esta tarde, que, a su alero y bajo el paraguas del Ministerio a su cargo, a través de la nueva Subsecretaría, se empeñen en generar políticas públicas destinadas a proteger a todos los niños que en la actualidad están bajo el cuidado del SENAME.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Espina.


El señor ESPINA.- Señor Presidente, yo coincido con algo que dijo la Senadora que me antecedió en el uso de la palabra: la creación de la nueva institucionalidad no es lo que va a gatillar el enfrentamiento del problema de la niñez como corresponde.
Si hay algo que se ha hecho mal -por no decir "en forma pésima"- en nuestro país, particularmente en este Gobierno, es la política sobre la niñez.
Más adelante me referiré a una situación en la que el Senado, en algunos aspectos, particularmente en la Ley de Presupuestos, se ha hecho cómplice.
Voy a dar ejemplos concretos.
Con este proyecto tendremos tres ministerios -¡tres ministerios!- a cargo de los temas relativos a los niños y los adolescentes.
El primero es el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, a través de la Subsecretaría de Prevención del Delito, que tiene entre sus funciones la de identificar a los niños infractores de ley y aplicarles todos aquellos programas que permitan sacarlos del mundo del delito a muy temprana edad.
¿Qué ha pasado con la política de prevención del delito en el caso de los niños infractores de ley? ¡Ha sido un fracaso absoluto, rotundo!
El segundo es el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que tiene a su cargo al SENAME.
¿Cómo funciona el SENAME? ¡Muy mal! Esa es la verdad. Y no digo que haya partido funcionando mal en este Gobierno. Solo quiero recordar que la actual Administración no siguió tramitando el proyecto de ley enviado por el Presidente Sebastián Piñera que dividía al SENAME (esto es de sentido común, en vez del envío de una indicación sustitutiva) y establecía una institucionalidad que se hacía cargo de la protección de los niños vulnerables y otra que se encargaba de los niños infractores de ley.
Lo prometió la Presidenta en su primer mensaje, en su segundo mensaje, en su tercer mensaje. Raya para la suma: ¡no se ha hecho nada!
Este Gobierno va a terminar sin haber presentado y tramitado en al menos en una de las Cámaras un proyecto destinado a hacer algo tan elemental como dividir al SENAME en dos.
Resultado de la política aplicada: ¡un desastre!
Y ahora estamos ocupados en la iniciativa que crea la Subsecretaría de la Niñez a través del Ministerio de Desarrollo Social.
Pues bien, quiero decir que nosotros votamos a favor de ese proyecto porque -debo reconocerlo- el Ministro supo recoger una serie de dudas y contribuyó a mejorar bastante el articulado.
¡Pero no se venga a sostener que proyectos como este van a solucionar los problemas de los niños!
Eso no es verdad, no es efectivo, no es cierto.
Y quiero decir algo más.
Cuando durante el debate del proyecto de Ley de Presupuestos algunos parlamentarios propusimos aumentar los recursos para la terapia multisistémica en todos los programas para niños vulnerados, quienes hoy día están identificados y suman 18 mil -¡18 mil!-, lamentablemente los Senadores de la Nueva Mayoría y el Gobierno no estuvieron en disposición para aprobar la transferencia respectiva.
Quiero subrayar que aquella cifra proviene del propio SENAME. No obstante, a nadie le importó que 18 mil niños quedaran abandonados, sin recibir un modesto tratamiento.
Muchos de esos menores son de las regiones de los Senadores que se encuentran esta tarde en la Sala.
¡Dio lo mismo!
Pero cuando se trata de un menor que muere en el SENAME yo veo cientos de puntos de prensa en los que se dice que hay que salir a defender a los niños, que se debe trabajar por ellos, que tiene que haber preocupación por los menores.
Señor Presidente, yo voy a votar a favor de este proyecto porque creo que el Ministro lo mejoró. Y, con todas las diferencias políticas existentes, acogió a lo menos dos propuestas nuestras que para mí eran claves.
Nosotros somos minoría. Pero el Ministro tuvo la voluntad de aceptar ambas proposiciones. Y el acuerdo era que si las acogía nosotros no íbamos a obstaculizar el proyecto, ya que con ellas su texto se mejoraba sustancialmente.
Una es la que incorpora "no solo a los niños sino también a las familias como sujetos de protección a través de acciones destinadas a resguardarlas por parte del Ministerio de Desarrollo Social.".
Eso me parece superimportante, porque separar a los niños de la familia, constituye un profundo error.
En ese punto, toda la Comisión estuvo bien. En ella mi voto es uno de cinco. Y veo en la Sala al Senador Quinteros, quien vota con nosotros. Entonces, por qué no reconocemos que el acuerdo lo tomamos todos.
Y después se incorporó como función del Ministerio de Desarrollo Social el "promover el fortalecimiento de la participación de los niños en todo tipo de ámbitos de su interés, respetando el derecho preferente de sus padres de orientación y guía, considerando además su edad y madurez.".
Nosotros pensamos que aquello es fundamental. Porque los encargados de la educación de los niños, aunque a algunos no les guste, son los padres, no el Estado. Y el Estado actúa a través de sus instituciones cuando los niños tienen la desgracia de que sus padres no están en condiciones de asumir su rol educativo. Eso es evidente.
Entonces, señor Presidente, estamos frente a un proyecto de ley que no sé si va a ayudar en algo a los niños. Porque si el tratamiento que reciben sigue siendo mediocre, podremos crear diez subsecretarías, veinte servicios nacionales de menores, doscientos programas, pero, como no habrá eficacia, eficiencia y trabajo, todo funcionará mal.
Ahora, el actual Gobierno es tan increíble que echó a uno de los pocos funcionarios que se interesaron en los niños: el entonces Subsecretario Antonio Frey. Lo digo aquí y con nombre y apellido, porque trabajé con él en la materia. ¡Era el único que le había puesto tinca al tema, que se había preocupado, que había entregado la información! ¡Y lo echaron...!
¡Increíble! ¡Increíble! Pero esa es la verdad.
Y aclaro que no tengo ninguna afinidad ideológica ni de amistad con ese exsubsecretario.
Señor Presidente, hago toda esta prevención porque siento que hemos transformado al Senado en un lugar de diagnóstico, pero no exigimos que antes de la tramitación de los proyectos se nos dé cuenta de las leyes que están vigentes. Entonces, gran parte de nuestro descrédito emana del hecho de que dictamos leyes que en la práctica no se cumplen. Y como no se cumplen, la ciudadanía considera que son inútiles.
¡Ese es el problema!
Recuerdo que a propósito de la iniciativa sobre establecimiento de los tribunales de familia hicimos un tremendo debate. Los discursos fueron emocionantes. Pero a las tres semanas de dictada la ley colapsaron todos los tribunales creados y fue necesario elaborar un proyecto nuevo. La verdad es que la tozudez con que se actuó ante aquella iniciativa llevó al fracaso.
¡Ni hablar de la Ley sobre Responsabilidad Penal de los Adolescentes!
Recuerdo que en esta Sala algunos Senadores rogamos para que el proyecto que le dio origen se elaborara con cautela para que la futura ley entrara en vigor por etapas.
¡No! ¡Lo que se hizo era la panacea!
Pregúntenle a solo una autoridad de cualquier Poder del Estado si la Ley sobre Responsabilidad Penal de los Adolescentes sirve para algo. ¡No sirve para nada! ¡Es el fracaso legislativo más grande!
El Gobierno lleva tres años prometiendo que la va a mejorar. ¿Y dónde está el proyecto de ley pertinente?
¡Si ustedes son mayoría! ¡Nosotros somos minoría!
¿Dónde está la iniciativa de ley respectiva para debatirla?
¡Nada!
Ayer aprobamos un proyecto sobre protección a los menores, entre otras personas. Se trata de una buena iniciativa, pero adolece de un error cuya existencia, ¡gracias a Dios!, fue admitida por muchos Senadores, incluido el colega Patricio Walker, Presidente de la Comisión que estudió la materia.
Yo espero -conversé sobre el particular con el Ministro Campos- que se plasme la voluntad generalizada de redactar mejor el artículo pertinente -hoy día hablé con doña Estela Ortiz, a quien le agradezco que me haya llamado por teléfono temprano-, que, obviamente, es confuso. Lo conversé con jueces, con fiscales, con defensores.
Espero que logremos mejorar ese precepto y que no tengamos el chascarro de dictar una ley que no se aplique porque está mal redactada o que se aplique mal.
¡Existe un acuerdo mayoritario para mejorar la mencionada norma!
Ahora, durante la discusión del ya referido proyecto que despachamos ayer ¡no estuvo presente ningún Ministro! Y no lo dije yo: ¡lo hicieron notar Senadores de la Nueva Mayoría...!
Recuerdo que durante la Administración de Piñera masacraban al Gobierno -¡cómo le sacaban la mugre!- cuando los ministros no venían al Senado. Actualmente no concurren y ¡da exactamente lo mismo!
El señor PIZARRO.- ¡Eso no es cierto!
El señor ESPINA.- El Senador Pizarro está enojado, ¡como siempre...!
No tiene para qué enojarse: ¡yo soy su amigo!
El señor PIZARRO.- ¡Ahora la situación es al revés!
El señor ESPINA.- En todo caso, lo que quiero decir es que la asistencia de los ministros a esta Corporación funciona mal.
Por último, quiero hacer reserva de constitucionalidad y pedirle al Senado, al Presidente y al Vicepresidente, que defienda los fueros del Congreso.
En la iniciativa que nos ocupa se está aprobando un artículo transitorio que dispone que corresponderá al Presidente de la República, mediante uno o más decretos con fuerza de ley, "Fijar las plantas de personal de la Subsecretaría de la Niñez y dictar todas las normas necesarias para la adecuada estructuración y funcionamiento de ésta.".
¡Eso es lo más inconstitucional que existe!
En consecuencia, hago reserva de constitucionalidad.
El señor WALKER (don Ignacio).- Siempre se hace así.
El señor ESPINA.- Me dice el colega Ignacio Walker que eso se hace siempre.
¡Si las tonteras se pueden hacer siempre...! ¡Estamos llenos de tonterías que se repiten diariamente!
Recuerdo que cuando el Senador Harboe manifestó que no quería aprobar el nombramiento de dos miembros del Tribunal Constitucional sin que fueran a la Comisión de Constitución le dijeron: "¡No! ¡Si de repente se puede hacer así!".
¿Resultado? El nombramiento fue muy mal hecho. Y las consecuencias las está pagando Chile entero.
Entonces, cuando el colega Ignacio Walker me dice "Siempre se hace así", yo sostengo que ello sucede porque la Cámara Alta procede mal.
Nosotros deberíamos recurrir de inconstitucionalidad como Senado, pues la referida norma transitoria constituye una flagrante violación a la Carta Fundamental, que en el inciso primero del artículo 38 establece clara y perentoriamente que "Una ley...
¿Me puede dar treinta segundos adicionales, señor Presidente?
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Su Señoría dispone de un minuto más.
El señor ESPINA.- Muchas gracias.
Como señalaba, el inciso primero del artículo 38 de la Constitución dice: "Una ley orgánica constitucional determinará la organización básica de la Administración Pública, garantizará la carrera funcionaria y los principios de carácter técnico y profesional en que deba fundarse, y asegurará tanto la igualdad de oportunidades de ingreso a ella como la capacitación y el perfeccionamiento de sus integrantes.".
Todos los gobiernos anteriores han utilizado un procedimiento mucho más simple: saltarse al Congreso Nacional y armar la planta a su pinta. Pero eso significa que los parlamentarios abdiquemos de un elemento básico para legislar en la materia: el detalle de la planta, cargo por cargo, para saber cómo quedará estructurada.
Yo quisiera saber cuántos funcionarios de la Subsecretaría de la Niñez estarán en la Región de La Araucanía. ¡No tenemos idea!
En consecuencia, no luchamos por hacer cumplir la ley. Porque la norma constitucional que leí está consagrada precisamente para que sea el legislador quien fije las plantas de funcionarios.
Yo a lo menos voy a recurrir al Tribunal Constitucional. Pero sería muy potente que lo hiciera el Senado diciendo "Respeten nuestros fueros".
Si el Tribunal Constitucional ve al Senado en una actitud como esa probablemente cambie lo que ha constituido una muy mala tendencia.
Por lo expuesto, hago reserva de constitucionalidad.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, he escuchado con atención al colega Alberto Espina, quien siempre termina sus intervenciones con una frase terriblemente categórica o, más bien, apocalíptica. Y así se pierde parte importante del debate y no se tienen en cuenta los objetivos que persigue la iniciativa pertinente.
En este caso se trata de la creación de la Subsecretaría de la Niñez. Pero a ratos la discusión se da sin considerar la evolución histórica de Chile en este tipo de asuntos: vulnerabilidad, discriminación, género, respeto a la libertad de culto y todas las materias en que hasta hace algunos años nuestra sociedad tenía un enfoque completamente distinto.
Lo que se está haciendo es, como Estado, cumplir gradualmente o en la medida de lo posible las exigencias de la Convención sobre los Derechos del Niño, que data de los años noventa, donde se establece que cada país debe adoptar normas para garantizar los derechos allí consagrados.
El Senador De Urresti se refirió al larguísimo proceso de discusión, tanto en la Cámara como en el Senado, de la iniciativa que dio origen a la Ley de Filiación.
En ese tiempo la igualdad de los niños era un escándalo. Y uno escuchaba intervenciones de algunos parlamentarios apocalípticas, como las que aquí se hacen de repente.
Se decía: "¡Cómo vamos a tener igualdad entre los hijos provenientes de matrimonios y los de parejas que no están casadas! ¡Eso atenta contra la familia!".
De esa índole eran los argumentos que se aducían.
Y al preguntarse por qué aquello atentaba contra la familia se respondía: "¡Cómo van a igualar al hijo de fulano con el de zutano!". ¡Como si uno de esos niños tuviera la culpa de haber sido procreado fuera de un matrimonio legalmente constituido...!
Otros, más sinceros, decían: "Lo que pasa es que se va a afectar el patrimonio de las personas".
Por ahí empecé a entender buena parte de los prejuicios que existían.
Pero, sin duda, hemos avanzado.
La aprobación en el Parlamento de la iniciativa sobre filiación demoró siete u ocho años.
Recuerdo a la entonces Ministra de Justicia, Soledad Alvear, quien inició aquel proyecto. Y nos decían una y mil cosas.
Es cierto: en Chile todavía uno de cada dos niños nace fuera del matrimonio. Pero a veces se trata de hijos de parejas mucho más consistentes que matrimonios con sustento legal. Y esos niños son tan hijos y tan familia como cualesquiera otros.
Digo aquello porque con la Subsecretaría de la Niñez se busca generar una gestión más estratégica para velar por la protección y el ejercicio de los derechos de los niños.
Aquí se ha sostenido que el Comité Interministerial de Desarrollo Social de la Niñez no va a tener un rol importante, que se está creando un órgano que puede ser netamente burocrático.
Al respecto, debo manifestar que se establecen como roles de la Subsecretaría de la Niñez la coordinación del referido Comité y, a la vez, la implementación de las políticas que se definan.
¿Qué busca este proyecto? Reconocer que todos los niños tienen derechos y requieren atención especial del Estado.
Una Senadora señaló en la Sala que no había preocupación por la educación preescolar. Y dijo: "Aquí lo único que se les ha ocurrido es lo de la gratuidad en la educación superior, cuando hay que empezar por los niños".
Es cierto: hay que empezar por los niños.
Pues bien, yo quiero recordarles a mis Honorables colegas que este Gobierno ha priorizado la atención a los niños mediante los programas especiales de la JUNJI, de Integra y de otro tipo de organizaciones. Incluso, en este mismo Hemiciclo hemos estado discutiendo, por ejemplo, en torno a la posibilidad de que los municipios también tengan jardines infantiles o salas cuna.
En ese ámbito se ha hecho un esfuerzo enorme y se han cumplido todas las metas, yendo aun mucho más allá de lo presupuestado. ¿Por qué? Porque entendemos que en materia de igualdad en la educación lo fundamental es partir desde la base, la cual se halla constituida por la educación preescolar.
Me parece que garantizar los derechos de los niños mediante políticas públicas, planes de acción, esfuerzos coordinados resulta fundamental.
El Ministerio de Desarrollo Social enfoca su acción principalmente en la provisión de servicios para niños y niñas. Eso significa que los incluye en todas sus políticas sociales. Entre ellas, la del Ingreso Ético; la del Programa Puente; la del Programa Calle; la del Programa Chile Solidario; la del Sistema de Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo.
Es decir, hay una infinidad de programas y proyectos dirigidos a resguardar los derechos de los niños.
Entre las nuevas funciones que se le encomiendan al Ministerio de Desarrollo Social figuran las siguientes:
A nivel estratégico: proponer al Presidente de la República la Política Nacional de la Niñez y su Plan de Acción.
A nivel articulador: el Comité Interministerial de dicha Secretaría de Estado asumirá un rol articulador de las acciones de los órganos de la Administración del Estado al constituirse en el Comité Interministerial de Desarrollo Social de la Niñez, pudiendo proponer directrices, orientaciones e instrumentos para garantizar la protección integral de los derechos de los niños.
La Subsecretaría de la Niñez, que será la Secretaría Técnica del Comité Interministerial:
-Coordinará el Subsistema Chile Crece Contigo y otros sistemas de gestión intersectorial.
-Será el superior jerárquico del servicio de protección especializado.
-Colaborará, junto con la Subsecretaría de Evaluación Social, en el diseño de instrumentos de medición y seguimiento de carácter multidimensional de las condiciones de vida de los niños y niñas.
-Colaborará con la Subsecretaría de Servicios Sociales en la articulación efectiva de las políticas universales y sociales que contribuyan a la protección de los derechos de los niños.
Señor Presidente, este proyecto constituye un paso importante. Siempre se puede mejorar y fortalecer una institucionalidad como aquella de la que estamos hablando, que es tan necesaria para conseguir la igualdad de oportunidades que merecen nuestros niños, independiente de su condición socioeconómica.
Sin duda, este esfuerzo permitirá sistematizar el rol del Estado en la aplicación de políticas públicas para garantizar que los derechos de los niños sean efectivos en nuestro país.
Por eso, vamos a votar a favor.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Horvath.


El señor HORVATH.- Señor Presidente, desde luego, me sumo a las voces de todos los Senadores y Senadoras que han apoyado la creación de la Subsecretaría de la Niñez.
Por otro lado, deseo compartir una cifra -me la proporcionó el Senador Baldo Prokurica- de la UNICEF y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -grupo de países al cual pertenecemos- que da cuenta de que en Chile, consideradas 41 naciones de la OCDE y de la Unión Europea, tenemos una cantidad de niños vulnerables y pobres que nos ubica entre los peores indicadores.
Por lo tanto, toda actividad que apunte en esa dirección, por cierto, cuenta con nuestro apoyo.
Sin embargo, debo hacer presente la necesidad de avanzar de forma paralela hacia un Servicio Nacional de Menores que se haga cargo de los niños vulnerables y no los mezcle con aquellos que se encuentran en situación más complicada por el lado judicial.
Ahora, no quiero dejar de decir que con la creación del Ministerio de Desarrollo Social se dio un paso adelante muy significativo pero se retrocedió en el ámbito de la planificación y el desarrollo de nuestro país.
La Oficina de Planificación nace durante el Gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva con dependencia directa de la Presidencia de la República. El año 1967 adquiere la calidad de servicio público. En 1990 se transforma en Ministerio de Planificación y Cooperación, al que en 2005 se le agrega el Sistema de Protección Social: salud, vivienda, trabajo, cultura, previsión.
El año 2011 se crea el Ministerio de Desarrollo Social, que coordina todas las políticas públicas y programas de carácter social con la Subsecretaría de Servicios Sociales...
¡Por favor, señor Presidente!
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Les ruego a los señores Senadores que están al final de la Sala guardar silencio para que podamos escuchar todas las intervenciones.
El señor HORVATH.- Entiendo que Sus Señorías están muy atentos a este proyecto, pues aborda una materia primordial en nuestro país.
Señor Presidente, bajo la dependencia de la Subsecretaría de Servicios Sociales se encuentran el Servicio Nacional del Adulto Mayor; la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena; el FOSIS; el Instituto Nacional de la Juventud, y el Servicio Nacional de la Discapacidad.
Por otra parte, tenemos la Subsecretaría de Evaluación Social, que apunta a mejorar el impacto de las políticas sociales. Y en forma paralela están las famosas evaluaciones de proyectos sectoriales, con sus recomendaciones, conocidas popularmente como "RS".
En tal sentido, la creación de la Subsecretaría de la Niñez me parece oportuna. Y, como esta iniciativa se discutirá en particular, ello abre la posibilidad de traspasar gradualmente el SENAME al nuevo ente: ello ¡se cae de maduro!
De otro lado, opino que se debe volver a crear un Ministerio de Planificación y Desarrollo, porque hoy en día no existe un organismo público, salvo la Dirección de Presupuestos -también hay que considerar las evaluaciones sociales de proyectos sectoriales-, que coordine a los distintos sectores, cuestión clave para el buen funcionamiento de nuestro país.
Tras la evaluación que la Contraloría General de la República hizo de los dos últimos Gobiernos (el anterior y el actual) quedó en evidencia que el 40 por ciento de los proyectos de los sectores público y municipal -¡4 de 10!- adolecía de fallas.
No podemos seguir por ese camino, señor Presidente.
Por las razones expuestas, apruebo la idea de legislar.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Patricio Walker.


El señor WALKER (don Patricio).- Señor Presidente, valoro este proyecto y, también, el hecho de que durante dos días hayamos estado discutiendo y votando normativas relacionadas con la infancia.
En mi concepto, la temática de la infancia va a estar a un nivel superior.
Hoy día, ¿quién pelea por recursos ante la Dirección de Presupuestos? La Directora Nacional del SENAME. ¿Y cómo es la respuesta? Generalmente, muy limitada.
Por eso, considero que no solo para conseguir más dineros, mejorar las políticas, dar soluciones, en fin, es necesario crear la Subsecretaría de la Niñez.
Ahora, el problemas no deriva de que haya demasiados niños en hogares de menores.
En 1990, el 70 por ciento de los niños vulnerados en sus derechos, en riesgo social, maltratados, etcétera, estaba en hogares de menores; la cifra actual llega a 7 por ciento. Pero igual ese 7 por ciento -y tiene que ser así aunque se trate de un niño; en realidad, estamos hablando de poco más de 10 mil- debe tener una atención adecuada.
Yo me alegro de que la Directora Nacional del SENAME haya resuelto hacer un estudio para transparentar todas las situaciones vinculadas con muertes, maltratos, torturas, en fin, que han afectado a muchos niños en Chile, sin limitarse al caso de Lissette.
Me alegra -reitero- que ese problema se haya enfrentado con transparencia, pues antes no existió un catastro sobre aquello. Y se hizo uno en 60 días.
Por eso, opino que debemos apoyar este proyecto.
Ciertamente, hay que introducir cambios legales destinados, por ejemplo, a promover las adopciones.
En Chile, el proceso correspondiente tarda demasiado tiempo, no obstante que muchas parejas quieren adoptar.
Sabemos que nadie se interesa en adoptar a los niños de 5, 6, 7, 8, 9, 10 años, quienes quedan en hogares de menores. ¡Y no decimos nada!
Esas son cuestiones que, a mi juicio, es preciso promover.
Cuando haya maltrato grave, conviene intentar primero que los niños estén con familiares -si no se trata de los progenitores, puede ser con un tío, una abuela, en fin- y que el hogar de menores sea el último recurso.
Ojalá no existieran estos recintos, como decía el padre Francisco Pereira, de María Ayuda, pero se requieren porque hay casos en que los padres violan, abusan sexualmente o maltratan gravemente a los pequeños.
Hemos bajado desde el setenta por ciento a un siete la solución de recurrir a una residencia, pero no basta. Tenemos que seguir avanzando.
Me alegro de que hayamos subido la subvención -creo que en un once por ciento- de los centros de Reparación Especializada de Administración Directa (CREAD), porque dicen relación con los casos más difíciles, que ningún hogar quiere recibir. Pero ¿por qué no hicimos lo mismo con la destinada a las instituciones colaboradoras del Servicio Nacional de Menores, que cubren a cerca del noventa por ciento, o sea, a la inmensa mayoría?
¿Hay algunas malas? Sí. Mas otras son muy buenas: María Ayuda, Hogar de Cristo, Corporación Opción. Podríamos dar miles de ejemplos. Entonces, tampoco estigmaticemos.
El otro día le escuchaba al padre Pancho Pereira hacer referencia a todos los jóvenes salidos de María Ayuda que han llegado a ser profesionales y se han casado y formado una bonita familia. Por eso, tenemos que evitar la generalización, nivelar hacia arriba y sacar, por supuesto, a colaboradores que hagan mal las cosas.
Ahora, es difícil pedir más. Por ejemplo, dos tercios del financiamiento de María Ayuda provienen de donaciones de privados. Si no fuera por ello, el monto sería de un poquito más de doscientos mil pesos mensuales por niño. Gracias a esa solución llega a seiscientos mil.
Mas no todos tienen la posibilidad de recurrir a esa vía. Ahí se enfrenta el problema estructural de contratar personas que ganan el mínimo y no están motivadas. Pensemos en quienes maltrataron a Lisette, la torturaron y la aplastaron.
En fin, se podrían mencionar tantas situaciones.
¿Por qué ligo al SENAME con el proyecto? Porque habrá una autoridad "de pantalones largos" -perdonen Sus Señorías la expresión, que no sé si es la adecuada- y de peso, en la medida en que un Subsecretario tiene más posibilidades que un Director Nacional de conseguir recursos, modificar propuestas y políticas, etcétera.
Además, tendrá lugar una asesoría directa a la Presidenta de la República. ¡Si los Primeros Mandatarios tienen mil preocupaciones!
¿Qué pasa cuando uno se dirige a los Ministros de Justicia? La respuesta es: "No, vaya a hablar al SENAME". Uno va al SENAME y le expresan: "Hable con el Ministro de Justicia". Es como el juego del comprahuevos. Necesitamos alguien que se haga cargo.
Considero importante la coordinación. Hoy día, cada uno de los ministerios y servicios aplica políticas aisladas, no interconectadas ni integradas. Entonces, el Comité Interministerial es relevante.
Valoro el rol del Ministro señor Barraza, quien nos acompaña, el que realmente ha sido muy flexible para recoger propuestas, habiéndose jugado a fondo por la iniciativa.
¿Por qué es preciso integrar y coordinar? Porque algunos van a tener que hacerse cargo de niños que han caído en la droga y la pasta base, como también de la prevención y rehabilitación.
Otros se ocuparán en los "ninis", quienes ni trabajan ni estudian y ascienden a una cantidad increíble, no siendo recibidos por nadie. El Hogar de Cristo los atiende en algunas comunas, pero el déficit de cobertura es brutal. Si no me equivoco, son más de 500 mil.
La educación prebásica es clave. El Senador que habla hubiera comenzado las reformas educacionales con la extensión de esa etapa. Aunque exista gratuidad en la educación superior -¡ello me parece muy bien!-, el joven que no se encuentre bien preparado no podrá entrar a la universidad y desarrollarse adecuadamente.
En cuanto a la obesidad infantil, la Región que represento lidera los índices, desgraciadamente. En la Patagonia se come mucho cordero y cuesta bastante hacer deporte por el mal tiempo. Trabajar con Salud, con Chiledeportes, plantea un desafío. Ello dice relación con la labor interministerial, coordinada, integral, que efectuará el Subsecretario de la Niñez.
Cuando se construyó la nueva infraestructura de la Policía de Investigaciones en la Región de Aisén, les manifesté: "Lo único que les pido es que existan salas Gesell, salas espejo, para que un niño pueda declarar en condiciones adecuadas cuando haya sido víctima de un abuso sexual". Antes lo hacía en una oficina en la que tres funcionarios se dedicaban a cosas distintas, llamaban por teléfono y lo interrumpían. Las condiciones eran indignas.
Es necesario aplicar el sistema en todo Chile. La Presidenta de la República, el Gobierno y el Ministerio Público se están esforzando por hacerlo.
Respecto a las listas de espera, conversé el lunes, en Santiago, con el prefecto a cargo de Familia, quien me informó que se registra mucha rotación de psicólogos que hacen peritajes, porque ganan un millón doscientos mil pesos. ¿Cuánto obtienen en el sector privado? Tres millones. ¿Cuánto paga el Ministerio Público? Dos millones ochocientos mil. Entonces, la cuestión redunda en que no contamos con personas especializadas para practicar la diligencia en casos de abuso sexual en niños. Las listas de espera han disminuido, pero no lo suficiente.
Es decir, se requiere una política integral, orientada a todos los ámbitos. Lo decía el señor Ministro, quien hizo referencia a derechos universales. La lógica de la Ley de Menores es asistencialista: la preocupación por estos es en tanto son pobres. ¡Todos van a tener derechos en todos los ámbitos! No más lógica asistencialista.
Por eso hemos acogido el proyecto relativo al maltrato. Algunos manifestaron una inquietud, pero tampoco es para dramatizar tanto. Tal conducta contra un animal merece una sanción de hasta tres años de cárcel y el verbo rector usado en el Código Penal es "maltratar". Acá empleamos la expresión "maltrato relevante corporal" y se trata de penas de hasta 540 días, es decir, inferiores.
A los que experimentaban algunas aprensiones acerca de una ley penal en blanco les hago presente que la cuestión tampoco es grave, por favor. Hay miles de ejemplos en que las normas pudieron haber sido mejores, efectivamente. Más allá de lo planteado acá, creo que lo que aprobamos ayer fue un avance.
Tratándose de la entrevista videograbada -veo al Senador señor Harboe-, la Comisión de Constitución ha realizado en el proyecto un tremendo trabajo para evitar la revictimización.
En la Comisión encargada de proyectos relacionados con niños y adolescentes estamos analizando la imprescriptibilidad de los delitos sexuales contra menores, la protección integral y la creación del Defensor de los Derechos de la Niñez, ya aprobada en general por el Senado.
De los dos servicios, uno a cargo del Ministerio de Desarrollo Social es fundamental para no criminalizar a los niños en riesgo social. En este sentido, creo que la Cartera puede ayudar muchísimo.
Por lo tanto, voy a concurrir a apoyar la iniciativa.
Me parece que un Subsecretario puede conseguir -repito- muchos recursos adicionales importantes para los hogares de menores, que hoy día están muy complicados.
No considero el asunto como la creación de burocracia por burocracia. Veo un Estado más fuerte para defender los derechos de los niños. Estos no marchan, no protestan, pero su voz se escucha fuerte y clara hoy día en el Congreso.
He dicho.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Puede intervenir el Honorable señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, parto por destacar que el proyecto de ley se origina en una serie de iniciativas aprobadas en los últimos años. Ello, desde la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño, en 1990, año que ya se ve lejano, la cual dio lugar después a las leyes de Filiación y sobre Violencia Intrafamiliar y a la creación de un Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente y de los tribunales de familia.
Sin embargo, estas políticas, en general, y hasta el día de hoy, se basan en una suerte de modelo o paradigma en orden a abordar los asuntos de los menores centrado, fundamentalmente, en aquellos que están en una situación irregular o han sido víctimas especiales de un abuso o una agresión o de conductas de riesgo. En consecuencia, el sistema se plantea desde la perspectiva de aspectos puntuales o de carencias individuales y termina transformándose en un problema más policial o judicial que en una protección integral.
De hecho, el Servicio Nacional de Menores, con todas sus limitaciones, falta de recursos, malas remuneraciones, etcétera, intenta hacer algo, pero no llega a atender mucho más allá del tres por ciento de la población de niños y adolescentes gravemente vulnerados en sus derechos.
Se requiere, entonces, un cambio de enfoque y una nueva mirada en materia de protección de los derechos de la infancia y adolescencia, desde una perspectiva global de los derechos humanos, integral. No se trata solo de la situación irregular, sino también de la defensa de los primeros y de generar una cultura de respeto y protección de los menores de edad.
Ello implica la visión de cautelar los derechos fundamentales de los niños y no solo de algunos que hayan sido violentados en forma muy puntual.
Quiero destacar que Chile es probablemente, a estas alturas, de los pocos países que no cuentan con una ley integral para proteger los derechos de la infancia.
De ello dan cuenta las dificultades del propio SENAME. Mientras exista la convicción, el concepto o la noción de que la entidad es para niños en una situación de vulnerabilidad particular -aparte disponer de recursos escuálidos-, inevitablemente será de carácter menor, sin jerarquía ni posibilidad de abordar con políticas integrales y fondos apropiados la protección de niños incluso vulnerables, que son los casos más graves.
La creación de una Subsecretaría, por lo mismo, puede ser un gran avance, sin duda, si efectivamente se efectúa con un sentido de carrera profesional, con especialistas seleccionados por capacidad y con recompensas y remuneraciones que a los profesionales destacados les hagan atractivo trabajar en la defensa de los intereses de los niños, en general.
Asimismo, es importante que la institucionalidad mantenga una fuerte presencia territorial, con una perspectiva, además, intersectorial, global, integradora.
Si se dan las dos condiciones, creo que podremos contar con una gran institucionalidad, que cambie la mirada hacia los niños. Ello, sobre la base de la perspectiva de los derechos humanos y no solo de la atención del menor en situación singularmente irregular.
Por lo expuesto, voto a favor.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, seré lo más breve posible para que alcancemos a ver proyectos que vienen a continuación, como el de la JUNJI, que estudiamos detenidamente en la Comisión de Hacienda y ojalá podamos despachar. Por eso, me concentraré solo en tres elementos.
El primero de ellos es la prioridad.
Comprendo y valoro el esfuerzo de la autoridad. Me hubiera gustado que todo el problema de la niñez se hubiese abordado a partir de cambios de fondo en el SENAME, básicamente. Creo que esa era al final la exigencia social de mayor relevancia, lo que no obsta a la que exhibe el asunto que nos ocupa. Pero, como todo en la vida, es preciso establecer prioridades. Cuando se observa un proyecto con un ámbito de acción más amplio -y el que nos ocupa lo estimo necesario-, no es posible dejar de echar un poco de menos, al considerar estos problemas, que la misma rapidez hubiera concurrido para enfrentar la dramática situación del SENAME, que a nosotros, como seres humanos, como chilenos, nos duele en el alma. Me hubiera gustado que se hubiese procedido a la inversa.
Dicho lo anterior, y para ser fiel a la velocidad con que es preciso avanzar, hago míos varios de los planteamientos de mis Honorables colegas Von Baer y Larraín, y me concentraré en dos aspectos que a mi juicio marcan una diferencia positiva entre el texto en votación y el que se había planteado.
Uno de ellos se refiere al inciso segundo que se intercalaría en el artículo 1º de la ley N° 20.530, contenido en el nuevo informe de la Comisión de Gobierno. Se expresa que el Ministerio de Desarrollo Social "velará por los derechos de los niños con el fin de promover y proteger su ejercicio de acuerdo con el Sistema de Garantías de Derechos de la Niñez y en conformidadcon la Constitución y las leyes.".
Lo último, subrayado oralmente, es lo que me parece más importante, porque se explicita la obligación de aplicar el contenido de la iniciativa al derecho preferente de los padres a educar a sus hijos, que se consigna en el artículo 19, número 10º, de la Constitución.
Señalo lo anterior porque formó parte del debate -estos me gustan, pues estimo que son relevantes- en términos de qué significaba el Sistema de Garantías de Derechos de la Niñez en relación con normas constitucionales y legales que de alguna manera incorporan el rol de los padres en la educación de los niños.
Estimo muy significativo abordar la cuestión de la niñez en su globalidad, por no ser excluyente; pero asumir el derecho de los padres resulta absolutamente esencial. Es la sociedad en la que por lo menos creo, en donde la familia es el núcleo, en donde la libertad es esencial para el desarrollo de las personas y que tiene que preocuparse de la justicia, ámbito en el que cabe velar por que la niñez sea correctamente protegida en todos sus aspectos. Pero hay un escenario en el que de alguna manera es preciso ordenarse. No da lo mismo la forma de incorporar estos elementos. En mi concepto, cuando se trata de la familia, es muy importante preservar el derecho mencionado en primer término.
Y lo mismo ocurre con el artículo 3º bis, letra e), que establece la atribución del Ministerio de Desarrollo Social de "Promover el fortalecimiento de la participación de los niños en todo tipo de ámbitos de su interés, respetando el derecho preferente de sus padres de orientación y guía". Ello va en la misma línea.
Al final, estas son las cosas que hacen una diferencia. Aquí no estamos mencionando relaciones obligatorias, porque, obviamente, uno aspira a un modelo de familia, que puede darse o no. Eso es parte de la vida. Cada día quizás es menos frecuente que ello se materialice. Pero el legislador ha de abrigar siempre un deseo, que es positivo en función de los niños, de los hijos. Y me parece que eso mejora sustancialmente en la redacción del proyecto, si se parte de la base de cuál fue el planteamiento original.
Le prometí brevedad, señor Presidente. Tal vez hay otros asuntos más urgentes, mas estimo que se apunta a una línea que debemos apoyar. Y, con las modificaciones planteadas, juzgo que se obtiene mucha más serenidad y tranquilidad respecto del sentido de lo que resulta esperable.
He dicho.
El señor PROKURICA.- ¿Se podrá votar el otro proyecto?
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Podemos tomar el acuerdo inmediatamente después de que termine esta votación. Faltan aún dos intervenciones.
Tiene la palabra el Senador señor Harboe.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, creo que hay dos formas de concebir la política pública. Una de ellas es la de sectorializar o parcializar los temas, con un ministerio encargado de tal cosa y otro de una distinta. O bien, cabe entender que la política pública es un todo, una necesidad integral, e intentar la creación de lo que se denomina "sistema de seguridad social", es decir, que las diferentes instituciones, dotadas de sus respectivas competencias, cuenten con la capacidad de articular en conjunto una determinada política pública.
Cuando los analistas se refieren al presupuesto de seguridad y toman como ejemplo el del Ministerio del Interior, cabe tener en cuenta que este es tan importante como el del Ministerio de Educación para la reinserción escolar, que influye directamente en la posibilidad de evitar que más niños ingresen a la carrera criminal o a alternativas, muchas veces, de riesgo delictual.
En materia de niñez pasa exactamente lo mismo. De pronto se plantea que un Ministerio debe contemplar un programa para menores, y se va llenando de programas, y lo que a mi juicio hace falta es un articulador de política pública que vele por la coherencia de la visión que el Estado -no el Gobierno de turno- ha de tener en función de ese sector, esto es, cómo vamos a articular una oferta pública coherente, estable en el tiempo, eficaz, eficiente y de alta rentabilidad social en la materia.
Estimo que el proyecto de ley nos invita a pensar en eso.
Algunos oponen: "Oiga, no se ha hecho nada en separar el SENAME". No es así. La iniciativa en debate -por eso, es preciso entenderla en su globalidad- es el primer paso para crear un sistema de protección de menores. La Subsecretaría de la Niñez será el paraguas institucional, dentro del Ministerio de Desarrollo Social, que permitirá dar una mirada integradora a aquellos que se encuentran hoy bajo la supervisión del SENAME, pero no son infractores de la ley penal, sino que presentan una condición de vulnerabilidad.
Es decir, el Servicio Nacional de Menores se separará en dos instituciones completamente distintas. Una de ellas es la entidad especializada que debe encargarse de aquellos que son infractores de la ley penal, en tanto que un organismo público distinto, que se radicará en el Ministerio de Desarrollo Social y particularmente al amparo de la Subsecretaría de la Niñez, se ocupará en aquellos que se encuentren en condición de vulnerabilidad social.
En consecuencia, considero que esta es una tremenda oportunidad para establecer una institucionalidad coherente, eficaz y eficiente. Insisto en ello. Porque necesitaremos romper ciertos elementos culturales que arrastra nuestro país como verdaderas tradiciones o costumbres, pero que son repeticiones constantes y uniformes que no necesariamente constituyen buenas prácticas, cual es, por ejemplo, la de que, detectada una necesidad, se van creando instituciones.
Es una dificultad. No siempre la creación de una institucionalidad pública es sinónimo de resolución de problemas.
En este caso puntual, mi percepción es que este servicio sí puede ser un buen articulador, pues no será otro órgano más, sino el que estará a cargo del diseño de políticas públicas que la actual institucionalidad -u otra- será encargada de aplicar en sus diferentes ámbitos: nacional, regional, provincial y comunal. La idea es que llegue efectivamente a aquellos menores que requieren del Estado.
Porque seamos claros: a los menores que cuentan con una red social o familiar de apoyo, que tienen capacidad económica, esto no les interesa. Esta política pública va orientada a chilenas y chilenos que, por condiciones de la vida, no han tenido una oportunidad o que carecen de una red social de apoyo. ¡A ellos va dirigida esta elaboración de política pública!
Porque, alguien dice: "No, dejemos que esos jóvenes ejerzan su libertad, y con el esfuerzo se van a desarrollar".
Sin embargo, este país es tremendamente discriminador; no da muchas oportunidades a quien no tiene alternativas reales de inserción social. Y aquí la aspiración es justamente crear esas redes de apoyo y de protección.
Señor Presidente, esta Subsecretaría va a ir en el sentido correcto. Pero también es importante que haya una coordinación -a propósito del proyecto que viene después- con el brazo más cercano que tienen los menores de parte del Estado. Me refiero principalmente a la Junta Nacional de Jardines Infantiles, a Integra y al SENAME, en sus diferentes funciones.
Es decir, se trata de ver cómo somos capaces de que esta elaboración de política pública en materia de niñez llegue coordinada y coherentemente a nuestros jardines infantiles, tanto a los que son de carácter público como a aquellos de Integra, para que de una vez por todas tengamos un reconocimiento, más allá de que haya falencias.
La verdad es que me saco el sombrero por el trabajo que realizan las asistentes de la educación y las educadoras de párvulos en los diferentes jardines infantiles y salas cuna. Uno ve que son "la" alternativa. ¡No hay otra! En la comuna de Los Álamos no funciona el mercado; en Tirúa, en Quilleco, en Alto Biobío tampoco. Es el Estado o no es nadie.
Y ahí están ellas, trabajando.
Entonces, lo que se requiere es que este diseño de política pública sea lo suficientemente eficiente para apoyar esa función, porque, si en un pequeño jardín infantil, o sala cuna, de la comuna de Negrete no se realiza una buena función, ese niño probablemente va a llegar en situación de desigualdad al sistema escolar, y con ello va a condicionar sus posibilidades de desarrollo.
Por eso, yo creo que es muy importante este proyecto. E insisto: la elaboración, el diseño de política pública, debe estar en manos del Estado.
Miro con mucha preocupación cuando los Gobiernos intentan refundar cada cuatro años las políticas públicas. Si hay algo que tenía nuestro Chile es que éramos capaces de construir sobre lo ya cimentado. Es muy importante ir poco a poco profundizando aquellas reformas necesarias para tener un sistema social de mayor protección e inclusión, y disponer de mayor prevención desde el punto de vista de los riesgos sociales a los cuales están muchas veces sometidos nuestros menores de edad.
Señor Presidente, la creación de una Subsecretaría y la elección adecuada de sus funcionarios para efectos de elaborar políticas públicas de mediano y largo plazo debiera ser un desafío del Parlamento, de este y de todos los Gobiernos, creando -insisto- ojalá un plan plurianual, que trascienda a la Administración de turno, con estrategias de desarrollo de seis años, y que permitan su continuidad.
Porque muchas veces viene un Gobierno creativo, lleno de buenas ideas, que le encomienda a las personas que están trabajando un conjunto de funciones, pero cuando empiezan a implementarlas y ya tienen buenos resultados, se elige otro Gobierno, que nombra nuevas autoridades e impulsa nuevos planes.
Eso atenta, a mi juicio, contra las políticas públicas. Y tratándose de menores ¡por Dios que es importante!, porque son, como decían por ahí, una esponjita que va absorbiendo cada insumo que le va dando, en este caso, el servicio público, que es la única alternativa.
Señor Presidente, no puedo dejar de manifestar mi preocupación respecto de lo señalado por el Senador Espina cuando hace reserva de constitucionalidad a propósito del artículo que delega, a través de un decreto con fuerza de ley, la conformación de la planta funcionaria. Solo quiero recordar la Subsecretaría de Redes Asistenciales, la Subsecretaría de Prevención del Delito, la Subsecretaría de Educación Parvularia y, en general, los servicios públicos. Siempre el Parlamento delega a través de decretos con fuerza de ley. Es el Gobierno el que debe venir a la Comisión respectiva a explicar cuál va a ser la distribución de los cargos, que se llenan a través de concursos públicos.
Por lo tanto, no me parece que hoy día se diga que nunca se ha hecho esto, o que se ha hecho mal, o que se intente incluso impugnar la constitucionalidad, toda vez que nuestro tratamiento constitucional así lo prescribe, y así, por lo demás, se ha hecho durante los últimos 20 o 25 años.
Señor Presidente, voy a votar a favor de este proyecto con la esperanza de que esta institución, que diseñe política pública, tenga aplicación práctica en el territorio, en donde -insisto- la única alternativa de educación para los preescolares y los escolares es el sistema público.
He dicho.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra, finalmente, el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, consideramos que generar una política nacional de la infancia es una prioridad.
En ese sentido, hay múltiples factores que nos permiten cautelar el futuro de Chile.
La Subsecretaría de la Niñez es un paso necesario. Dice relación, fundamentalmente, con tener una institucionalidad que dé pleno cumplimiento a la Convención de los Derechos del Niño.
Pero no solamente una Subsecretaría va a poder resolver los problemas en términos de política nacional. Urge abordar temas importantes como, el desarrollo de las habilidades parentales; el perfeccionamiento de los procesos de la justicia de menores; medidas cautelares efectivas que eviten la violencia intrafamiliar y extrafamiliar (ayer aprobamos un proyecto de ley sobre el particular, que tuvo su inicio en la bancada de la infancia del Senado, integrada por la Senadora Lily Pérez, el Senador Letelier, el Senador Patricio Walker y quien habla); el perfeccionamiento de la legislación de adopción, a fin de simplificar los plazos para la declaratoria de susceptibilidad de adopción.
Este es un tema no menor, puesto que los procedimientos para declarar la susceptibilidad pueden tardar años. Y cuando uno hace una evaluación respecto a qué edad deben tener los menores para ser adoptados, se encuentra con una sorpresa: los que ya tienen siete, ocho, nueve años poseen escasas posibilidades de ser adoptados en nuestro país, por lo que finalmente se opta por una adopción internacional.
Estos temas son centrales, como también evitar la revictimización en el caso de abuso de menores y establecer normas para proteger su integridad, por ejemplo, en el transporte escolar, lo que también ha sido parte de las reformas que ha impulsado el Congreso Nacional.
¿Qué nos queda por delante? Por supuesto, tener una institucionalidad del SENAME que sea capaz de distinguir entre los menores infractores de ley y aquellos que han sido vulnerados en sus derechos.
Eso es relevante.
Pero existe otra gran dificultad: la atención médica, particularmente psiquiátrica, de los menores. Hoy día se ha puesto en tela de juicio la función, el rol de las instituciones colaboradoras del SENAME, porque frente a la imposibilidad de contar con ese tipo de tratamiento, finalmente se aplican medidas que terminan vulnerando y afectando a los menores.
El caso que surgió y se hizo público, adquiriendo una connotación mediática, pues supuso el lamentable fallecimiento de una menor, tiene también, si uno revisa la historia, antecedentes: el fatal incendio de un hogar del SENAME en Puerto Montt.
Como Diputado, me tocó intervenir en la Comisión Especial Investigadora para los efectos de establecer la responsabilidad del Estado, y propusimos una serie de medidas tendientes a abordar esta materia.
Quiero destacar que durante el primer Gobierno de la Presidenta Bachelet el Subsecretario de Justicia, Jorge Frei, dejó completamente elaborado el proyecto de ley que buscaba distinguir dentro del SENAME entre los menores infractores de ley y los menores que han sido vulnerados en sus derechos. ¿Qué ocurrió? Que ni esa Administración, ni la del Presidente Piñera le dieron impulso suficiente a esa iniciativa, que sin lugar a dudas reviste una prioridad nacional.
¿Qué otros temas nos faltan?
Basta ir al Centro Cerrado de Justicia de Limache, ex Lihuén, donde yo he estado en múltiples ocasiones, para advertir que la oferta programática de rehabilitación prácticamente no existe.
Quienes conocen la situación saben que se presenta cierta complejidad en fechas cruciales, como Navidad y Año Nuevo, donde vemos intentos de suicidio de parte de menores infractores de ley; y que claramente hay abusos al interior de los propios establecimientos del SENAME o en los centros cerrados o semicerrados.
O sea, tenemos una dificultad de la cual hay que hacerse cargo. ¿Oferta rehabilitadora? ¡Por supuesto! Y distinción de la institucionalidad entre menores infractores de ley y menores que han sido vulnerados en sus derechos.
Estoy convencido de que en la medida en que entendamos que el desarrollo de habilidades parentales es una prioridad vamos a poder seguir avanzando. Obviamente, hay un derecho preferente de los padres para educar a sus hijos, y esa es una materia que debe ser considerada en la formulación de políticas públicas. Pero existe también un rol del Estado, en términos de garantizar una política capaz de darles dignidad a los derechos del niño y de velar por ellos.
En lo personal, desarrollé mi práctica profesional en menores y llevé más de 400 causas. Y debo señalar que la situación es dramática. He seguido de cerca la evolución del SENAME y he recorrido los centros de colaboradores de este Servicio, a los cuales no hay que estigmatizar. Yo diría que se debe reconocer a los hogares que realizan una labor tremendamente positiva, que muchas veces dependen de una congregación religiosa. Deseo destacar al Patronato de los Sagrados Corazones, con el que me ha tocado colaborar muy de cerca y, también, a instituciones como el Refugio de Cristo. De hecho, el padre Opazo piensa desarrollar un hogar de envergadura en la provincia de Marga Marga, y por supuesto que lo estamos apoyando en su esfuerzo.
Entonces, cuando uno habla de la necesidad de generar una política pública, cuando uno habla de distinguir dentro de la institucionalidad del SENAME, no puede desconocer la tremenda tarea que realizan fundamentalmente los privados y las instituciones religiosas en esta materia.
También me gustaría destacar la actividad que llevan a cabo el Pequeño Cottolengo y el Sanatorio Marítimo.
¿Por qué los menciono? Porque el Sanatorio Marítimo es una institución de iglesia que está trabajando con los menores más vulnerables -¡los más vulnerables de los vulnerables!-, aquellos que tienen situaciones de multidéficit. Basta visitarlo, en la población Gómez Carreño, en Viña del Mar -también he colaborado intensamente con ellos-, para conocer la realidad de menores que sufren el peor mal de nuestros tiempos: el abandono. Allí no solo llegan niños con órdenes judiciales, sino también otros que son llevados por sus familias para ser prácticamente abandonados.
Por su parte, el Pequeño Cottolengo realiza una labor excepcional. Yo he colaborado con ellos, tanto en Santiago como en la comuna de Quintero, y he podido observar, revisar y ver cómo es la condición de abandono de esos menores.
Por tanto, felicito a estas instituciones por el esfuerzo que hacen.
Entonces, le solicito al Ministro -por su intermedio, señor Presidente- que le ponga urgencia a estas materias. Porque acá aplicamos una política coyuntural. Esta preocupación se generó por la muerte de una menor en un centro del SENAME. Pero acá se tienen que poner las urgencias necesarias que permitan sacar adelante la nueva institucionalidad de ese Servicio.
Los niños chilenos no pueden seguir esperando. Se requiere una legislación capaz de cumplir con la Convención sobre los Derechos del Niño y con su Protocolo Facultativo, suscrito por nuestro país, porque la protección de la infancia es una urgencia social relevante.
He dicho.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Han votado todos los señores Senadores presentes.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (35 votos afirmativos) y se fija como plazo para la presentación de indicaciones el lunes 10 de abril, a las 12.
Votaron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Lagos, Hernán Larraín, Matta, Montes, Moreira, Ossandón, Lily Pérez, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor BARRAZA (Ministro de Desarrollo Social).- Señor Presidente, agradezco esta votación.
No deseo abundar sobre argumentos que ya se expresaron. Más bien quiero plantear una inquietud.
Cuando la Comisión de Gobierno despachó el proyecto, lo hizo en general y en particular. Entonces, mi duda es si ahora se envía a la Comisión de Hacienda. Porque, durante el período de audiencias que hubo en aquel órgano técnico, se discutió largamente la iniciativa y se escuchó a los invitados. Por eso, para optimizar los tiempos, consulto si es posible que la iniciativa pase a la Comisión de Hacienda.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Señor Ministro, el proyecto de todas maneras debe tener un segundo informe, sin perjuicio de los plazos que la propia Comisión fije para ese efecto. Y ya se fijó el lunes 10 de abril como plazo para presentar indicaciones.
El señor BARRAZA (Ministro de Desarrollo Social).- Pero ¿va a la Comisión de Hacienda?
El señor QUINTANA (Vicepresidente).- Sí. Primero va a la Comisión de Gobierno, para segundo informe, y después pasa a la de Hacienda.