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CREACIÓN DE SISTEMA DE EDUCACIÓN PÚBLICA Y MODIFICACIÓN DE DIVERSOS CUERPOS LEGALES. INFORME DE COMISIÓN MIXTA


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Según lo acordado por los Comités, corresponde tratar el informe de la Comisión Mixta recaído en el proyecto de ley que crea el Sistema de Educación Pública y modifica diversos cuerpos legales, con urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.368-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 32ª, en 19 de julio de 2016 (se da cuenta).
Comisión Mixta: sesión 47ª, en 20 de septiembre de 2017.
Informes de Comisión:
Educación y Cultura: sesión 84ª, en 24 de enero de 2017.
Educación y Cultura (segundo): sesión 42ª, en 5 de septiembre de 2017.
Hacienda: sesión 42ª, en 5 de septiembre de 2017.
Mixta: sesión 49ª, en 3 de octubre de 2017.
Discusión:
Sesiones 85ª, en 25 de enero de 2017 (se aprueba en general); 44ª, en 6 de septiembre de 2017 (queda pendiente la discusión particular); 45ª, en 12 de septiembre de 2017 (se aprueba en particular).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Las divergencias suscitadas entre ambas ramas del Parlamento derivan del rechazo por parte de la Cámara de Diputados, en el tercer trámite constitucional, de las siguientes enmiendas efectuadas por el Senado:
-las letras a), b) y c) del nuevo artículo 12;
-la recaída en el artículo 47, que pasó a ser 70;
-las que inciden en el número 5 del artículo 55, que pasó a ser 80;
-los incisos penúltimo y final del artículo sexto transitorio, que reemplaza;
-el nuevo artículo séptimo transitorio;
-la introducida en el inciso primero del artículo séptimo transitorio, que el Senado consignó como octavo transitorio;
-las recaídas en el artículo octavo transitorio, que pasó a ser noveno transitorio;
-el nuevo artículo décimo transitorio;
-el nuevo artículo trigésimo cuarto transitorio;
-las recaídas en el número 1 del artículo trigésimo cuarto transitorio, que pasó a ser trigésimo octavo transitorio,
-y la supresión del artículo cuadragésimo octavo transitorio.
La Comisión Mixta, como forma de resolver esas divergencias, efectúa una proposición que comprende las normas en controversia y otras disposiciones de la iniciativa, así como las adecuaciones correspondientes a los ajustes formales requeridos por el texto contenido en la proposición.
Esta fue acordada con las votaciones que se consignan en el informe.
Hago presente que la Cámara de Diputados, en sesión del día de hoy, aprobó la proposición de la Comisión Mixta.
Cabe señalar que el número 5 del artículo 80 permanente y los artículos séptimo, octavo y noveno transitorios son normas de rango orgánico constitucional, por lo que requieren para su aprobación el voto favorable de 21 señores Senadores.
Nada más, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¿Habría acuerdo para abrir la votación, manteniendo la distribución de los tiempos resuelta por los Comités?
Acordado.
En votación la proposición de la Comisión Mixta.
--(Durante la votación).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Ignacio Walker, con cargo al tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
El señor WALKER (don Ignacio).- ¿De cuántos minutos dispongo, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- De ocho.


El señor WALKER (don Ignacio).- Señor Presidente, me es muy grato informar, como Presidente de la Comisión Mixta, que vio ayer las diferencias entre la Cámara de Diputados y el Senado con relación a la iniciativa sobre Nueva Educación Pública, que los once puntos en que hubo discrepancias entre ambas ramas del Congreso, lo que es propio de un sistema bicameral, fueron resueltos por dicho órgano, el cual solicita a este Honorable Senado que tenga a bien aprobar su proposición.
Solamente quiero destacar dos aspectos: tres de las once diferencias se refieren a artículos permanentes del proyecto y las ocho restantes recaen en artículos transitorios.
En dos palabras, lo que está haciendo esta iniciativa, una de las grandes reformas estructurales a la educación chilena en los últimos 37 años, es cambiar la administración del sistema público, lo que en la ley se llama "el sostenedor" y que ahora corresponde al municipio. El afán no es desmunicipalizar, como se planteó inicialmente, lo cual era muy negativo. No se trata de quitarles la educación a las municipalidades, sino de crear un ente público estatal con una estructura descentralizada, que tenga un giro único o exclusivo, una sola misión: gestionar la educación pública.
Porque, sumando y restando, hay dos problemas con el tema de la municipalización.
Primero, la alcaldización. Muchas veces el resultado de una buena o mala educación pública depende del interés o la falta de interés que muestre un alcalde o alcaldesa. Esa es una dificultad.
La segunda es que el municipio debe cumplir 10, 15, 20, 30 tareas distintas (atención primaria de salud, aseo, recolección de basura, educación).
Se requiere un ente público que cumpla una sola función, un giro único o exclusivo: la educación pública. En eso consiste el proyecto.
Se debe comenzar desde el establecimiento educacional, que es la unidad básica y fundamental del sistema, como lo define esta iniciativa, que esperamos que pronto sea ley. Hemos ingresado al aula de clases porque ahí se juega la educación.
Y de ahí subimos, creando los consejos, el servicio local de educación, que fue una innovación introducida en el Senado.
En Chile va a haber setenta servicios locales de educación. Dos se implementarán durante este Gobierno; otros dos, en 2018: después, tres; luego, cuatro: once servicios locales de educación en los primeros dos a tres años de implementación de la ley en proyecto.
Eso es lo sustantivo.
Finalmente, se crea una Dirección de Educación Pública a nivel nacional, a nivel central, para definir la gran política.
Ese es un aspecto: la parte permanente.
El otro, que fue motivo de buena parte del debate registrado en la Comisión Mixta -ocho de las onces diferencias entre ambas ramas del Parlamento-, es el de los artículos transitorios.
Señor Presidente, yo quiero agradecerles a todos la flexibilidad (de hecho, también hubo un acuerdo entre Gobierno y Oposición en puntos muy sustantivos), la buena disposición evidenciada para entender que una política pública adecuada debe ser gradual. Y el principio que informa la transición es precisamente el de la gradualidad.
Primero se habló de 2025-2026, pensando en dos gobiernos: 2018-2022 y 2022-2026. En definitiva, pensamos en tres gobiernos, hasta 2030 -a más tardar, el 2030; ojalá la transición sea antes-, con un Consejo de Evaluación que va a funcionar en 2021-2022 para, de manera muy técnica, monitorear la marcha de la implementación de la ley en proyecto -ese ente público deberá dar confianza, ojalá, a todos los sectores políticos-, evaluarla y proponer las adecuaciones, las rectificaciones requeridas para llevar este barco a buen puerto.
¿En qué consiste este barco? En fortalecer la educación pública, en garantizar una buena educación pública.
Hoy día 37 por ciento de la matrícula escolar se encuentra en colegios públicos; 63 por ciento es privada.
Está bien; eligen las familias, los padres: libertad de enseñanza.
Empero, hay que garantizar una educación pública de calidad y en condiciones de equidad, lo que se nos ha ido quedando atrás. Esa es la verdad.
Por eso este proyecto de nueva educación pública -más que de desmunicipalización-, con aquella gradualidad en la transición: a más tardar, el añ0 2030.
Y, ciertamente, se contempla una norma, el artículo décimo transitorio, para que los municipios que lo estén haciendo bien; que exhiban buenos resultados en desempeño; que no tengan problemas de deudas remuneracionales o previsionales con los profesores; que estén bien ranqueados puedan seguir gestionando la administración de la educación pública hasta determinado período.
Al respecto, se discute si el 2030 o no. Pero muchos fuimos de la idea de que la ley en proyecto esté en régimen en cierto horizonte de tiempo; o sea, de que todos los establecimientos públicos de Chile, que son más de 5 mil, deban pasar a un servicio local de educación.
Evidentemente, estamos dando una facilidad: cinco, diez, hasta doce años; según algunos, más. Habrá que discutirlo.
Pero, en verdad, es razonable que el municipio que lo esté haciendo bien pueda seguir haciéndolo bien, ojalá, a más tardar, hasta el 2030, para que -insisto-, en régimen, los más de 5 mil establecimientos públicos de nuestro país pasen a depender del nuevo sistema de educación pública, al objeto de poder concretar de mejor forma la garantía constitucional del derecho a la educación.
Señor Presidente, yo celebro el espíritu que hubo no solo en la Comisión de Educación del Senado sino también en la Comisión Mixta, que nos ha permitido llegar a un acuerdo tan razonable como que hoy día la Cámara de Diputados aprobó por una abrumadora mayoría -¡93 votos a favor, 2 en contra y una abstención!- el informe del órgano citado en último término, que es lo que estamos votando esta tarde en el Senado.
El proyecto ya se aprobó. Las once diferencias entre ambas Cámaras fueron zanjadas ayer por la Comisión Mixta. Entonces, yo apelo a esta Alta Corporación para que Sus Señorías tengan a bien aprobar el informe sometido a nuestro pronunciamiento.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Le solicito al Senador señor Montes que presida la sesión mientras participo en una actividad protocolar.
El señor MONTES.- No puedo, señor Presidente, pues voy a intervenir.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Entonces, a la Honorable señora Allende.
Mientras Su Señoría llega a la testera, tiene la palabra el Senador señor Bianchi para fundar su voto.
El señor BIANCHI.- Muchas gracias.
--Pasa a presidir la sesión, en carácter de Presidenta accidental, la Senadora señora Allende.


El señor BIANCHI.- Señora Presidenta, el proyecto de nueva educación pública está llegando al último paso de su tramitación.
Por intermedio de la Mesa, quiero felicitar al Ministerio de Educación por el trabajo que hicieron sus personeros, el cual ha permitido llegar a esta instancia.
La iniciativa que nos ocupa, obviamente, ha contado con nuestro apoyo. Y seguirá teniéndolo.
Sin perjuicio de ello, quiero destacar un punto importante, vinculado con las normas transitorias.
En primer lugar, debo decir que los derechos adquiridos deben ser respetados en su totalidad.
Tal como lo expresó la propia señora Ministra en esta misma Sala durante el segundo trámite constitucional, esos derechos deben abarcar tanto los individuales cuanto los colectivos.
Luego, en este punto es correcto señalar que el plazo para que los sindicatos se adecúen a las nuevas disposiciones es, según norma expresa (artículo cuadragésimo tercero transitorio), de dos años, desde el traspaso. Por ende, sus derechos deben quedar inalterados hasta ese momento, sin que la promulgación de la ley en proyecto sea causa para revisiones o nuevas negociaciones.
Conforme a las normas transitorias, este proyecto declara que los asistentes de la educación serán traspasados a los servicios locales de educación con un régimen laboral de estatuto propio, el que será promulgado antes del inicio del proceso de traspaso de los establecimientos a los servicios (artículo cuadragésimo tercero transitorio).
Entonces, es totalmente genuino preguntarse en qué condiciones se está discutiendo dicho estatuto.
Hoy nos hallamos más cercanos que nunca de dar un giro a la educación pública. Pero no nos olvidemos de nuestros asistentes de la educación, a quienes no se les debe prestar menos atención que la que merecen en un proyecto de ley que puede ser clave para la protección de sus derechos.
Por intermedio de la Mesa, insto a la señora Ministra de Educación a que en la tramitación de dicha iniciativa de ley se escuche a las organizaciones a las cuales se piensa regular.
En último término, es importante señalar que, según se ha establecido en las distintas Comisiones y a lo largo de las diversas sesiones, los asistentes de la educación pasarán a ser funcionarios del Estado. Y esto no debe tener una lectura diferente, ya que uno de los principios que inspiran a este proyecto de educación pública es precisamente el de que volveremos las escuelas al sector público.
Me valgo de esta oportunidad para, a través de la Mesa, pedirles a la señora Ministra, a la señora Subsecretaria y a los demás personeros de Educación que no dejemos pasar la ocasión de tener un debate que apunte a lograr una mejor educación pública mediante el estatuto de los asistentes de la educación.
Hemos hecho el punto sobre dichos trabajadores porque en las primeras fases habían quedado al margen de toda discusión.
Debo, pues, subrayar que los traspasos no podrán hacerse si no está implementado el estatuto correspondiente.
Señor Presidente, me valgo de esta oportunidad para, por su intermedio, solicitarle al Ministerio de Educación que cuanto antes nos permita entrar al debate pormenorizado del nuevo estatuto de los asistentes de la educación y, de ese modo, concretar el anhelo de tener en lo futuro una educación pública de mejor calidad.
Voy a votar favorablemente.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, estamos frente a un proyecto de ley que tiene el título "Nueva Educación Pública" pero que, en su núcleo, en su corazón, en lo que realmente busca hacer, procura arrebatarles las escuelas y los liceos a las municipalidades de Chile.
Escucharemos discursos que van a decir que esta iniciativa crea un nuevo concepto de educación. Sin embargo, lo que el actual Gobierno hace con este proyecto es centralizar la educación pública en Santiago, sin hablar de calidad nada que no sea una mera declaración de principios formulada en algunos de sus artículos.
Aquí estamos únicamente ante la creación de una gran nueva burocracia centralizadora y el despojo por el solo ministerio de la ley de los liceos y escuelas de las comunidades locales, alejando de las familias, en especial de las que viven en localidades más pequeñas, la administración de dichos establecimientos.
El sello de esta Administración en todas sus reformas han sido grandes leyes que hacen inmensas promesas pero que finalmente no funcionan en la práctica -lo hemos visto con otras iniciativas- y cuyas consecuencias no son las prometidas en el momento de votar en el Congreso Nacional los proyectos respectivos.
Hace alrededor de tres años el entonces Ministro de Educación, don Nicolás Eyzaguirre, nos ilustró con una analogía muy recordada y que, en mi opinión, fue bastante decidora de la política educacional de este Gobierno: la de los patines.
Permítame, señor Presidente, seguir con aquella analogía en este proyecto de educación pública, que desde su presentación solo ha apostado por cambiar al dueño de los patines. Porque ¡los patines son exactamente los mismos que han mantenido la brecha entre quienes corren más rápido y aquellos que, lamentablemente, corren más lento!
En este proyecto se trata de los mismos patines -no se quitan a unos para darlos a otros-, que se entregan a una administración más lejana, la cual se halla en Santiago.
Ahora bien, Sus Señorías se preguntarán por qué, si este proyecto nos parece tan malo, concurrimos para llegar a un acuerdo político con el Ejecutivo; por qué, si votamos en contra del articulado permanente, esta tarde vamos a pronunciarnos a favor del articulado transitorio (ya lo hicimos) y aprobaremos el informe que evacuó la Comisión Mixta.
La respuesta es muy simple.
Llegamos a un acuerdo con el Gobierno porque hoy somos minoría tanto en el Senado cuanto en la Cámara de Diputados -espero que sea así solo hasta el 11 de marzo de 2018- y entendemos esa realidad política.
Empero, nunca hemos renunciado a nuestro deber de influir sobre las políticas públicas, por el bien de Chile.
En ese espíritu, señor Presidente, hoy hemos logrado lo que siempre le pedimos al Ejecutivo, en esta y en otras políticas públicas de educación: la existencia de un sistema de educación mixto que les posibilite a los municipios que entreguen enseñanza de calidad seguir administrando la educación pública de manera indefinida. Repito: de manera indefinida.
Hoy día el Gobierno comprendió algo que nunca quiso entender en la ley de fin al lucro, fin al copago, fin a la selección. Y con esa ley, independiente de si los resultados eran buenos o malos, ¡afectó a todos los colegios!
Ahora el Ejecutivo entendió que quienes lo hacen bien pueden seguir entregando educación a los niños y que hemos de preocuparnos especialmente de aquellos que lo hacen mal.
Por lo tanto, a diferencia de lo que ocurrió con los colegios particulares subvencionados que cumplen bien su cometido, hoy día el Gobierno se allanó a recoger nuestra visión en el sentido de que los municipios que lo hacen bien pueden seguir educando a nuestros niños y, por ende, de que debemos permitirles que continúen entregándoles los patines a los alumnos que reciben buena enseñanza.
Pero no solo eso, señor Presidente: conseguimos también cosas adicionales que nos parecen muy importantes cuando hablamos de la educación de nuestros niños.
Logramos influir en el proyecto del Gobierno para darles más capacidad de decisión a los establecimientos: al director o a la directora y a la comunidad escolar.
Porque nosotros, a diferencia del Ejecutivo, creemos que aquí no se trata de generar grandes burocracias, sino de llegar a las escuelas y a la sala de clases, ya que es ahí donde hemos de mejorar la calidad de la educación.
¡Es cerca de los niños, no en Santiago, donde debemos mejorar la calidad de la educación!
Además, conseguimos que la reforma no se instaure de una sola vez y sin evaluación como se ha hecho con otras políticas públicas. En efecto, se va a establecer un sistema que se aplicará paulatinamente y con evaluación.
En tal sentido, logramos la creación de una comisión que evaluará el proceso, los resultados de la reforma, y que podrá disponer los cambios necesarios.
Por consiguiente, no solo vamos a tener gradualidad, sino también evaluación.
Pero, sobre todo -como ya dije-, logramos que los municipios que exhiban buenos resultados queden fuera del sistema.
Señor Presidente, esta tarde vamos a votar a favor del informe de la Comisión Mixta porque conseguimos algo que nunca logramos en el proyecto sobre fin al lucro, fin al copago, fin a la selección: el sistema sí será mixto.
Entonces, votaremos afirmativamente porque nos asiste la convicción de que, sin haber influido como lo hicimos y de no mediar el acuerdo que suscribimos con el Gobierno, la ley en proyecto habría sido muy mala para la educación chilena, pues todos los niños habrían pasado al nuevo sistema sin que se conociera el efecto de ella en la práctica.
Hoy día, gracias al acuerdo que logramos, los niños que reciben educación pública de excelencia van a poder seguir recibiéndola. Y me refiero a la educación pública que en la actualidad entregan muchos municipios de Chile, la que de otra manera se les habría arrebatado.
Por eso, aun cuando creemos que en el fondo el proyecto no es correcto...
Le pido tiempo adicional para concluir, señor Presidente.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Lo tiene, Su Señoría.
La señora VON BAER.- Gracias.
Señor Presidente, decía que, pese a haber votado en contra del articulado permanente, nosotros creemos que gracias a la influencia que ejercimos y al acuerdo a que llegamos con el Gobierno la ley en proyecto, al permitir que el sistema sea mixto, mejoró sustancialmente.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Solicito autorización de la Sala para que ingrese el asesor del Ministerio de Educación señor Rodrigo Roco.
La señora ALLENDE.- Sí, señor Presidente.
El señor MOREIRA.- Pido la palabra.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- La tiene, Su Señoría.
El señor MOREIRA.- Señor Presidente, como Jefe de Comité, los Senadores de la UDI me encomendaron preguntarle por qué razón el asesor señor Roco debería entrar a la Sala.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Se trata de una solicitud del Ejecutivo.
Si Su Señoría quiere, puedo darle la palabra a la señora Ministra para que lo explique.
El señor MOREIRA.- No es necesario, señor Presidente.
Por deferencia a la señora Ministra, no nos oponemos a la petición que formuló.
La señora DELPIANO (Ministra de Educación).- Muchas gracias, señor Senador.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- En consecuencia, se autoriza el ingreso del asesor señor Rodrigo Roco.
Tiene la palabra el Senador señor Allamand.


El señor ALLAMAND.- Señor Presidente, en vista de que el Honorable Senador Montes prefiere ser el último orador, voy a efectuar breves comentarios con relación a lo que estamos votando.
Antes, sí, quiero hacer dos reconocimientos.
En primer lugar, al personal de la Secretaría de la Comisión de Educación, que durante toda la tramitación de este proyecto, particularmente complejo, ha realizado una labor encomiable.
En tal sentido, estoy seguro de representar a todos los miembros de la Comisión.
Por lo tanto, me gustaría que quedara en acta ese reconocimiento al trabajo realizado por dicho personal durante la discusión de esta iniciativa.
En segundo término, deseo hacer un reconocimiento al Gobierno de la Presidenta Bachelet, en la persona de la Ministra de Educación, señora Adriana Delpiano, y del Ministro Secretario General de la Presidencia: antes, don Nicolás Eyzaguirre, y ahora, don Gabriel de la Fuente.
Ello, porque alcanzamos un acuerdo político que ha viabilizado este proyecto. Tuvimos algunas dificultades durante su tramitación. No obstante, quiero dejar constancia de que el Ejecutivo cumplió integralmente su palabra, sin alterar nunca lo convenido. Creo que eso es una demostración de buena política.
El ser capaces de encontrar puntos de coincidencia en materias particularmente complejas presenta la misma característica. Si lo logramos simplemente cuando todos pensamos de la misma manera, bueno, eso no implica ningún mérito. Lo que sí lo tiene es hacerlo precisamente cuando hay diferencias, en algunos casos sustantivas. Ellas se han expresado, y estimo que bien. Y es correcto que así ocurra.
Pero también es importante, cuando se conviene en algo, considerar los aspectos favorables, y no solo aquellos que, en definitiva, no lo son tanto. Juzgo que aquí, como lo ha manifestado la Honorable señora Von Baer, hay tres acuerdos positivos completamente evidentes.
El primero es que una política pública de esta envergadura, de esta naturaleza, tiene que exhibir gradualidad. El gran mérito de la transición de los años noventa hasta este momento es que aquellas que se aplicaron no fueron maximalistas; que fueron consensuales, progresivas; que los errores se corrigieron en el camino; que se mejoraron las cosas. Por lo tanto, una demostración de que el gradualismo es un valor a la hora de concretarlas se reafirma ahora plenamente.
En segundo término, hemos construido una instancia que ¡por Dios que es valiosa!, en el sentido de que el Congreso y el Ejecutivo definen una política pública, pero el seguimiento de ella se hace sobre la base de voces calificadas y expertas que pueden ir entregando luces o señales de cómo corregir, de cómo adelantar, de cómo retardar.
Si la medida más ruinosa de que tengamos recuerdo, que es la del Transantiago, hubiera contado con la comisión de evaluación incorporada al proyecto que nos ocupa, estoy seguro de que habríamos conseguido enmendar sus aspectos fundamentales, que provocan efectos que nos persiguen hasta hoy día.
Y, en tercer lugar -porque se trata de no esquivar algún punto-, hay una diferencia expresada asimismo en esta conversación. Porque no siento que nos encontremos abocados a un debate, sino a una conversación.
No voy a polemizar -estimo que el texto del artículo transitorio es suficientemente elocuente- en cuanto a si las municipalidades que lo están haciendo bien podrán postergar o no indefinidamente su entrada al sistema. Para mí, es evidente que ello será posible. Simplemente quiero preguntar lo siguiente: ¿cuál es el sentido de anticipar una discusión de 2030?
¿De qué se trata? Tenemos que partir con un itinerario que hemos convenido, en el que el Ejecutivo actual -porque la partida es ahora y forma parte del compromiso político- y el Gobierno que lo suceda van a tener que hacer un tremendo esfuerzo para poder implementar la reforma.
Consignaré una sola cosa. El primer servicio local que debiera estar funcionando a principios del próximo año va a implicar, por lo bajo, un gasto superior a treinta millones de dólares únicamente para pagar las deudas de las tres comunas que se incorporarán.
El sistema, sin contar los pasivos y la cuestión de los inmuebles, importará quinientos millones de dólares en régimen, de acuerdo con el informe financiero. Por lo tanto, se nos viene encima un costo enorme.
¿Por qué considero absurda la diferencia respecto de si la postergación es limitada o es indefinida? Por una razón muy simple. Si en 2030, en trece años más, la comuna de Santiago, o la de La Granja, o la de Peñalolén, o la de Quillota, lo está haciendo extraordinariamente bien en la gestión: la matrícula aumenta, los resultados son buenos, los alumnos están contentos y la comunidad educacional se encuentra comprometida, ¿habrá alguien que pare el dedo y exponga: "¡Ah! No. Pese a que el caso es ejemplar" -estoy pensando igualmente en la comuna de Valdivia- "y la labor es estupenda, vamos a indicarle que no la continúe". ¿A quién se le ocurre que pasará algo de ese estilo? Sería completamente absurdo. La gente no es tonta.
Si hay municipios en esa situación, ¿alguien será capaz de levantar el dedo -repito- para afirmar que es preciso quitarles la gestión de los colegios?
Entonces, la discusión es inoficiosa.
Espero que de ahora en adelante hagamos el mayor esfuerzo para generar realmente una convergencia en torno del fortalecimiento de la educación pública.
Quiero terminar mis palabras con lo siguiente. Es un mito y una caricatura sostener que la Centroderecha carece de voluntad para que se cuente con una buena educación pública. Eso no es verdad. Deseamos que esta sea de calidad y coexista con una educación particular subvencionada. Tenemos un compromiso con la primera que pienso que hemos expresado precisamente en la tramitación del proyecto.
He dicho.
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El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Saludo, de parte de la Senadora señora Goic, a los payasos caminantes Pollito y Sonrisita, que este año han comenzado su caminata desde Valparaíso para difundir las Jornadas Solidarias de Rehabilitación en Magallanes, las cuales constituyen la Teletón de esa Región. El 22 del mes en curso será el día de la recolección de fondos.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Invitada por la Honorable señora Lily Pérez, nos acompaña una delegación del colegio Niño Jesús de Praga, de Quillota.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Puede intervenir el Senador señor Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, creo que la Sala, el Congreso y el país deben tener claro que estamos viviendo un momento histórico.
Hace treinta y siete años se nos impuso un modelo que quiso hacer de la enseñanza un mercado y que, por decirlo suavemente, "abandonó" la educación pública, la cual hizo de Chile lo que era, donde gente distinta se juntaba, aprendía y tenía otra forma de entender lo que significaba desarrollarse.
¿Y qué estamos haciendo? Estamos creando otro sistema.
Deseo señalarlo: a mí me apasiona mucho todo el asunto, porque he estado al menos desde 1994 en esta pelea, al igual que otros, y quiero aprovechar la ocasión para rendir un homenaje a todos los profesores que han fallecido en el camino.
Quiero rendir un homenaje a los normalistas, a quienes se puso término en un momento.
Quiero rendir un homenaje a los actuales dirigentes en todo el país, quienes están tratando de que los niños aprendan más y de otra manera, porque la actual presenta problemas serios.
¿A qué apuntamos? A recuperar un concepto fundamental de educación pública, que hace de los niños y los jóvenes lo central; que tiende a conocer sus necesidades, sus características, sus potencialidades, para que logren un desarrollo más pleno; que busca que sean realmente ciudadanos y cuenten con la capacidad de entender su propia realidad y la del país.
Constituye otra concepción. No es para competir con el colegio del lado o el de más allá. No es para afirmar: "Este es el mejor y los otros son malos". Es para tener una idea de cómo la sociedad desarrolla su visión de lo que se quiere.
A mi juicio, se trata de algo en verdad importante. Es una noción enriquecida, moderna, de la enseñanza y del aprendizaje, donde adquirirá relevancia la robótica, al igual que muchas otras cosas.
Hemos concebido entidades locales que no son como las actuales direcciones de Administración de Educación Municipal. No son para controlar colegios, sino para potenciar procesos de colaboración e integración entre todos.
Creo que toda la idea de un sistema nacional descentralizado, con un mecanismo de financiamiento basal y también por alumno, es un gran paso.
Lo anterior constituye un motivo de orgullo para el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y para todos nosotros, y especialmente para los funcionarios del Ministerio de Educación, para esos abogados que han intervenido, para Roco, para todos aquellos a quienes hemos retado en el camino y les hemos dicho: "Estamos haciendo realmente historia y tenemos que valorarlo".
Por mi parte, no me río, Honorable colega Allamand. Porque mi experiencia, en verdad, es que nos encontramos ante un factor que explica buena parte de la desigualdad en el país y perjudica a muchos talentos que no se han desarrollado como podrían haberlo hecho.
Nuestro debate ha estado mucho más centrado en la transición, en cómo pasamos de la situación actual al nuevo modelo.
Les deseo a la Derecha y particularmente a ese señor Senador que en el camino se convenzan de que la educación es para desarrollar seres humanos y de que una sociedad tiene que contar con un buen sistema. No es una cuestión de colegio a colegio: es un conjunto que se tiene que asumir.
No quiero entrar hoy día en discusiones de otra naturaleza. Es cierto que la transición está un poco enredada y que fue preciso hacer concesiones aquí y acá, mas lo claro es que la ley en proyecto dispone que toda la estructura debería regir en 2025. Y si mediara un informe fundado, sería posible una prórroga de hasta dos, tres, cuatro o cinco años. Producto de la negociación, algunos municipios podrían pedir una postergación, pero nunca más allá de la fecha general.
En verdad, es ridículo afirmar: "Mi colegio es bueno y los otros son malos". ¡Si este es un modelo que se tiene que integrar y que supone el apoyo de unos a otros!
Espero que los cuatro servicios que partan abran un camino, un curso.
Conviene explicar al país la nueva etapa y el paso histórico que se da: a los profesores, a los apoderados, a los partidos, a todos.
¡Empezará a desarrollarse una educación propia de la República, de una democracia, y lo vamos a estar haciendo presente en todas partes!
¡Lo que ocurra en el sector dependerá de lo que suceda en los servicios locales nuevos, pero también de cómo seamos capaces de movilizar y motivar a escuelas y comunas que todavía no entran a fin de que generen mucha energía para hacerlo, para transformarse!
Chile requiere este salto cualitativo. Necesita pasar a una etapa distinta en la educación. Por eso, creo que debemos preocuparnos de otra manera de los niños. Es preciso considerar la desigualdad en serio, lo que dice relación con los talentos con que ellos cuenten o no para su desenvolvimiento.
¡Tenemos que preocuparnos de otra manera de un Chile mucho mejor!
Deseo manifestarle, señor Presidente, que, desde mi punto de vista, este paso quizás justifica plenamente el encontrarme aquí como Senador. ¡Quisiera que todos fuéramos conscientes de la postergación que el problema ha significado para muchas generaciones!
Lo que venga en adelante dependerá de cómo lo hagamos, pero hemos definido, como Congreso Nacional, un nuevo sistema de educación pública, de lo cual podemos estar tremendamente orgullosos. Cabe hacer en el camino todas las correcciones que se requieran por los errores que puedan presentarse en la transición, mas lo importante es que pasamos a otra etapa.
¡Viva la educación pública!
¡Viva Chile!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, estimo, al igual que mi Honorable colega Montes, que este es un momento histórico, no solo para la educación, sino también para el país.
Por eso, quiero destacar el rol del Gobierno y de la Ministra de Educación, especialmente; del comité político; de las Subsecretarias de Educación, Valentina Quiroga, y de Educación Parvularia, María Isabel Díaz; de Rodrigo Roco; de todos los que han acompañado el proceso, y de la propia Presidenta Bachelet, quien puso empuje y convicción.
Cuando hace tan solo 48 horas se daba a conocer el Presupuesto y la Primera Mandataria consignaba una expansión de 3,9 por ciento del gasto público, bueno, eso es muy consistente con lo que hoy día estamos haciendo, con las prioridades fijadas en la materia. A ello obedece que desee subrayar el papel del Ejecutivo.
También quiero realzar la labor del Senado, que está despachando un proyecto de carácter histórico.
Antes de referirme al pronunciamiento de la Comisión Mixta pondré de relieve el trabajo desarrollado por la Secretaría de la Comisión de Educación, lo que permitió discutir de manera oportuna e informada el texto. Conviene que en la Versión Oficial quede consignado el desempeño de Francisco Vives, de Javier Tobar, de Diana Robles y de todo ese equipo.
Respecto del carácter histórico que señalo, insisto en que hoy día no tenemos un sistema, sino un modelo fracasado. Quienes criticaban al comienzo la iniciativa trataban de convencernos de que en el mundo había otros modelos parecidos al chileno. La verdad es que todo lo aplicado en materia de educación es una anomalía.
Cuando hace tres años se empezó a discutir la reforma educacional, había quienes expresaban, en este mismo Hemiciclo, que se iban a cerrar colegios y vendrían las siete plagas. Y se preguntaba cuándo se llegaría a la sala de clase y se impactaría en la calidad y el aprendizaje de los estudiantes. Bueno, este es el momento.
Entonces, me extraña escuchar aquí algunos planteamientos de Senadores de las bancas del frente, los que incluso toman distancia del propio líder de ese sector, el ex Presidente Piñera, quien en 2011 también hizo un intento de desmunicipalizar.
Este es el tercero.
A propósito de los pésimos resultados que se aseguraban al iniciarse la reforma educacional, quisiera consignar que el sesenta por ciento de los colegios ya se ha traspasado hoy día a la condición de ser sin fines de lucro.
En la Región de La Araucanía, ningún establecimiento se acogió a la modalidad de particular pagado, a pesar de que algunos anunciaron que iban a hacerlo.
O sea, no se cerró ningún plantel de enseñanza, a diferencia de lo que vaticinaban majaderamente algunos integrantes de las bancas del frente.
En cuanto al proceso de admisión, parlamentarios hacían referencia hasta hace poco tiempo a la famosa "tómbola". Me gustaría que observaran lo que está ocurriendo en mil 200 puntos de atención en todo Chile. En cinco regiones donde el proceso se inició hace menos de una semana, el setenta por ciento de las familias ya están postulando, con altos niveles de satisfacción.
Y eso es lo que acá se demonizaba.
El anuncio hecho hace pocos días por la Presidenta de la República en el sentido de que dos millones 800 mil niños van a estudiar gratis el próximo año obedece a que hemos eliminado el copago.
De esa manera hemos venido avanzando durante todo el tiempo.
Con relación al proyecto, en particular, y al trabajo de la Comisión Mixta, lo central es que por fin vamos a contar con un sistema. En la actualidad hay 345 distintos, cada uno con sus propios estándares y sin los incentivos adecuados para un buen funcionamiento.
Algunos municipios -deben de ser veinte o treinta- pueden cumplir hoy día, en efecto, con los requisitos necesarios y seguir por un tiempo más, eventualmente, a cargo de la educación en su territorio. No obstante, en la discusión y el trabajo de la Comisión Mixta no advierto ningún precepto en que se establezca la coexistencia de dos modelos diferentes. Aquí no van a funcionar.
Por lo tanto, más allá de desearles éxito a esas municipalidades y que lo sigan haciendo bien en tanto no se lleve a cabo el traspaso a los servicios locales, en especial a los cuatro que parten, la recomendación es continuar poniendo todo el empeño posible, no endeudar más a sus corporaciones y aplicar todos los procedimientos necesarios para mejorar la calidad.
Hubiéramos querido un plazo más reducido. Sin embargo, se estableció el año 2030, como máximo. Me parece, al igual que el Honorable señor Montes, que gran parte de los procesos se verificarán mucho antes. Creo que el Consejo de Evaluación fue un aporte importante introducido por el Senado, en su conjunto, en la tramitación.
En definitiva, vamos a disponer por primera vez de un sistema altamente evaluable, exigente, en el que la única preocupación de la institucionalidad, de la Dirección de Educación Pública, de los setenta servicios locales, será impartir enseñanza de buena calidad.
Entiendo que el Ministerio ya está estudiando otros modelos de gestión que han sido exitosos en el mundo, para que las entidades que van a proveer educación pública justamente lo hagan de la mejor manera.
A mi juicio, el esfuerzo de todo el Senado debiera estar puesto en cómo acompañar a los organismos que van a ser los primeros en desmunicipalizar en cuatro regiones distintas, con realidades diferentes, con dispersión geográfica, con estudiantes muy vulnerables y, desde luego, con algunos municipios bastante endeudados. La transición también se tiene que hacer cargo de ello, para que los servicios locales que se vayan incorporando paulatinamente lo hagan sin deuda.
En consecuencia, juzgo que este es un día histórico para el país, para los estudiantes. Creo que en estos 37 años se desmanteló la educación pública. Si bien algunos han hecho referencia a un carácter mixto, la verdad es que se ha aplicado un sistema en el que lo público ha corrido claramente en desventaja y donde los incentivos han apuntado, incluso hasta hace poco tiempo, a hacer negocios con la enseñanza, con los recursos destinados a los niños. Estimo que se da un paso tremendamente importante, porque estamos poniendo término a un período de 37 años en que se descuidó a los escolares y se privilegió al proveedor, a quien podía incluso hacer negocios -repito- en este ámbito.
Hoy día es otro el país, afortunadamente. Estos asuntos ya no se discuten. Felizmente, ya nadie defiende lo indefendible. Y estamos transitando a un sistema por el cual el mundo seguramente nos va a observar y del que podremos sentirnos orgullosos, porque estamos haciendo lo mejor por los escolares de Chile.
He dicho.
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El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Doy la bienvenida a la delegación del Colegio del Sagrado Corazón, Monjas Inglesas, de la Región Metropolitana.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Han tenido lugar las intervenciones contempladas en el acuerdo de Comités. Así que les pido a los señores Senadores que lo cumplan para el efecto de avanzar en el tratamiento del resto de los proyectos en tabla.
De todas maneras, les daré la palabra a los dos inscritos que quedan.
El señor QUINTEROS.- Entonces, ¡para qué hay acuerdos!
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Se toman justamente para hacer más ejecutiva nuestra labor.
Puede intervenir el Honorable señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, en todo caso, entiendo que ello no puede afectar nuestro derecho a fundar el voto. Eso es lo que hacemos en este momento. No estamos ocupando tiempo de debate.
En discusiones anteriores manifesté mi preocupación por el artículo trigésimo cuarto transitorio, que disponía el pago de las deudas que pudieran tener los municipios, luego de lo cual se iba a descontar del Fondo Común Municipal en un año.
Yo señalé que eso era extraordinariamente riesgoso; que podía significar que los servicios municipales no se materializaran, y que íbamos a tener una enorme cantidad de problemas.
En la Región de La Araucanía son cinco los municipios que van a partir con este sistema: Nueva Imperial, Carahue, Puerto Saavedra, Toltén, Teodoro Schmidt.
Por lo tanto, quiero reconocer que para mí es muy importante que este tema se haya resuelto de manera distinta, porque aquí se está diciendo que esas deudas primero se descontarán del Fondo de Apoyo a la Educación Pública y, en lo que falte, del Fondo Común Municipal, pero no en un año, sino en lo que sea necesario. Se van a fijar las cuotas para que eso no impacte en el buen funcionamiento de los otros servicios municipales.
Es una manera muy muy razonable de legislar, de hacer las cosas.
Por eso voy a sumar mi voto favorable. Porque la carga financiera que esto iba a representar para los municipios y el riesgo para el buen funcionamiento de los otros servicios municipales eran muy muy grandes.
Creo que se recogió y arregló bien el punto en la Comisión Mixta. Eso va a significar que los cinco municipios de la Región de La Araucanía que entran en este sistema, que son municipios precarios, de recursos muy muy limitados, van a poder hacerlo con mucha mayor tranquilidad.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, quiero sumarme a las palabras de felicitación a la señora Ministra de Educación, a las Subsecretarias Valentina Quiroga y María Isabel Díaz, a los asesores, al señor Roco, a todo el personal del Ministerio, así como a nuestro actual Ministro de la SEGPRES, el señor Gabriel de la Fuente.
Se ha hecho un esfuerzo grande, y ha habido bastante diálogo.
Hay que destacar que es un momento importante. Es un hito poder recuperar una educación pública que claramente se nos había ido de las manos, que había quedado postergada y demasiado invisibilizada. Era necesario hacer una reforma tan profunda como esta.
No sé si somos capaces hoy día de tomar conciencia de la magnitud de este desafío. Nosotros mismos no nos damos cuenta de lo que puede significar en los años que vendrán.
Pero lo importante es decir, por fin: "Queremos que haya una educación pública; que ahora apunte a la meta de la calidad, y que no quede sometida a ciertas arbitrariedades que hoy día por desgracia ocurren".
Algunos municipios han hecho una buena gestión, pero otros, ya sea porque no estuvo entre sus prioridades o porque no tuvieron las condiciones, no fueron capaces de ello.
Nuestros niños no pueden quedar expuestos a ese tipo de situaciones.
Valoro, y por supuesto que apoyo, esta iniciativa. Me siento enormemente contenta de este avance.
Tiene un mérito incluso el que se lleve a cabo con cierta gradualidad, porque el cambio es demasiado trascendente, demasiado importante, demasiado grande. Probablemente requeríamos esa gradualidad. Pero debe quedar claro que al 2030 tendrán que estar todos estos nuevos servicios locales de educación.
Además, esperamos una activa participación de los padres y apoderados, de los consejos escolares; y también, por cierto, de la Dirección Nacional de Educación Pública, que deberá velar por que realmente haya buenos programas y educación de calidad.
Señor Presidente, esta iniciativa es muy importante, pero la reforma educacional de la Presidenta Bachelet es incluso mayor.
¡Cómo no decir en esta Sala lo que significa tener ya más de 257 mil alumnos que no van a pagar por su educación superior! Y la Presidenta ha propuesto en el Presupuesto 2018 llegar al 60 por ciento más vulnerable. Es decir, más de 300 mil familias no tendrán que endeudarse para lograr que sus hijos puedan estudiar.
Francamente, es algo digno, meritorio, que todos debiéramos apoyar.
Resulta incomprensible que un ex Presidente, actual candidato, lamentablemente diga que no quiere ir más allá del 50 por ciento. ¡Profundo error que afecta directamente a las familias más vulnerables, que por primera vez tienen el privilegio, el orgullo, la posibilidad de enviar a un hijo a la educación superior!
¡Cómo no decir que tenemos dos millones 800 mil familias que hoy día no pagarán el copago, que van a verse liberadas! Ellas podrán escoger el colegio que consideren adecuado para sus hijos, y no a la inversa. En adelante, no se las discriminará en función del dinero.
¡Cómo no decir que nuestros profesores tienen menos carga lectiva! ¡Cómo no reconocer que un número importante de ellos -al menos 100 mil- tendrá un 30 por ciento de mejoramiento en sus remuneraciones!
Y podría seguir expresando el compromiso que tiene la Presidenta de llegar a más de 70 mil ofertas de la educación preescolar, que es tan importante, porque ahí se inicia verdaderamente la formación, la posibilidad de mejores condiciones para el futuro aprendizaje.
Señor Presidente, lo quiero decir con todas sus letras: un gran legado que va a dejar la Presidenta Bachelet se llama "Educación".
Este país tendrá que reconocer que hemos logrado cambiar el concepto de "educación" como un bien de mercado (las familias solo podían educar hasta donde les llegaba el bolsillo) para pasar a entenderla como un derecho que debe estar garantizado.
Eso es exactamente lo que nos hemos propuesto.
Lo quiero decir con todas sus letras esta tarde: siento un tremendo orgullo por lo que la Jefa de Estado ha hecho en educación. Hemos dado pasos sustantivos.
Reitero que este será uno de los legados más importantes del Gobierno encabezado por la Presidenta Bachelet.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Lily Pérez.


La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, votando a favor de este informe de Comisión Mixta, quisiera decir que cambios de esta envergadura, que son tan profundos, hay que hacerlos con plazos, de a poco; evaluando en el camino si las cosas se están haciendo bien. Cuando los cambios son tan macizos y de fondo, deben efectuarse gradualmente.
Sin embargo, debió haberse procedido de la misma forma en el caso de la educación particular subvencionada. Se debió poner todo el corazón y la fuerza en mejorar nuestra educación pública, pero sin necesidad de afectar esa otra modalidad de educación, pues es donde, al igual que en la educación pública, está el corazón de la movilidad social; está el corazón de nuestra clase media; está el corazón de la gente que quiere, como padres, como familia, tener una gran influencia, y trabajar con los colegios.
No veo por qué había que afectar nuestra educación particular subvencionada para lograr el éxito de la educación pública. No eran excluyentes. El Gobierno debió haberse jugado en esta línea, y no haber estado en contra de la educación particular subvencionada.
Dicho eso, señor Presidente, y votando a favor, porque los países van cumpliendo ciclos, a mí me hubiera gustado que este cambio hubiese sido voluntario, ya que efectivamente hay municipios que hacen bien la pega.
El señor ALLAMAND.- ¡Es voluntario!
La señora PÉREZ (doña Lily).- Sí, pero llegará a un punto en que no lo va a ser. En la medida en que tengamos la gradualidad cumplida, van a estar todos en la educación pública.
Lo que me importa es que no haya diferencias dependiendo de quién esté al mando del municipio; si hay un buen o un mal alcalde.
Por ejemplo, cuando un actual Senador dirigía la Municipalidad de Puente Alto uno podía decir: "Bueno, a lo mejor las cosas andan bien". Pero no todos pueden estar dependiendo de si hay un buen alcalde que haga la pega. Tiene que existir igualdad en esta materia.
Así debemos empezar a equilibrar la educación pública.
Por eso, voto a favor con entusiasmo; porque creo que ya se cumplió un ciclo. Cuando las cosas ya no funcionan, hay que hacer un cambio profundo. Y me alegro de que ese cambio profundo se esté haciendo de esta forma.
Reitero: solo lamento que no se haya procedido igual en el caso de la educación particular subvencionada. Porque ahí se generó un daño a esta última, sobre todo en los plazos y en la forma como se la afectó financiera, administrativa y educativamente a través de la implementación de la Ley de Inclusión Escolar. Compartiendo el objetivo de esa normativa, pienso que la manera y los plazos en que se echó a andar y a rodar han generado, al final, un perjuicio a nuestra educación.
Con todo, señor Presidente, voto con entusiasmo a favor de esta reforma al sistema de educación pública.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, haber llegado al fin de la municipalización, después de su implementación dura en los ochenta, es un triunfo de la racionalidad, es un triunfo de una mirada sobre las cosas que tiene una perspectiva de cambios.
¡Esta es una ley revolucionaria! ¡Estos son cambios revolucionarios en educación!
Yo lo dije el 2006: "Chile requiere cambios revolucionarios". Entre ellos consideraba el fin de la municipalización, puesto que en verdad los alcaldes y el sistema ¡no lo habían hecho bien! Y los perjudicados eran cientos de miles o millones de estudiantes en Chile, de los más vulnerables.
Porque el sistema perverso lo que hizo fue dejar a los estudiantes más vulnerables, con más problemas, en el sector municipalizado, llevando la crema al sector particular subvencionado.
Y recuerdo los debates que tuvimos al interior del Partido Socialista por los años 2003, 2004, donde había alcaldes que defendían la municipalización producto de que los DAEM permitían contratar dos mil, tres mil personas, lo que los ponía en una situación de gran control político.
Yo solo lamento que nos hayamos demorado tanto tiempo en esto -no sé cómo va a votar la Derecha, señor Presidente; al parecer, se pronunciará en contra-; hubiera querido una implementación mucho más rápida, que no fuese tan gradual hasta el 2025, extensible hasta el 2030. Pero la experiencia nos demuestra que estos cambios deben hacerse con la más absoluta responsabilidad.
Están presentes acá el Ministro Eyzaguirre y la Ministra Delpiano. Cuando en el año 70 se intentó implementar la ENU -yo estaba en octavo básico; tenía un gran profesor que se llamaba Stalin Vera y una profesora de Biología, de nombre Gladys Vallet, quien hoy día es una médico cirujano muy destacada-, ese debate nunca pasó más allá del titular: "Esta reforma tiene por objeto crear el hombre nuevo".
Hasta ahí llegó el debate de la ENU, que extendía hasta el noveno año el ciclo básico y establecía una fuerte preeminencia de la educación técnico-profesional. Pero eso se politizó, se ideologizó.
Acá ha ocurrido algo similar: se ha ideologizado al "dios mercado", al que no quiero reemplazar por el "dios Estado", sino por un sistema que dé garantías de que los más vulnerables tendrán la misma oportunidad que los niños de familias de mayores ingresos. O sea, queremos una educación pública y de calidad que permita mayor igualdad.
¡No hay otra posibilidad de mayor igualdad en Chile, que es el país con más desigualdad de la OCDE!
¡Chile es un país desigual!
El problema de Chile no es la extrema pobreza, sino la extrema riqueza. Y yo opto por la extrema justicia social de una educación que permita que un hijo de obrero llegue a ser Presidente de la República; que cualquier chileno pueda acceder, según su mérito y su capacidad, a los cargos que la nación, la vida, el Estado o la sociedad le brinden. Lo importante es que no esté predeterminada su condición social por la cuna en que nació.
Y, Ministra Delpiano, espero que esta nueva educación pueda generar aquello: ¡mayor igualdad de oportunidades en base al mérito, al valor de cada cual, en un sistema que no discrimine!
Por cierto, tuvimos posibilidad de conocer la educación de Finlandia, la mejor del mundo (neoliberal), y la educación de Cuba, la mejor de nuestra región (socialista). Se trata de dos sistemas de enseñanza.
Ahora bien, señor Presidente, señora Ministra, señor Ministro, lo principal son los profesores. Y esta reforma se mete al aula, ¡se mete al elemento esencial, que es clave del éxito de todas las reformas educacionales de los países con mejores estándares en esta materia, sean neoliberales o socialistas! ¡El aula y los profesores!
¿Qué nos decían en Finlandia, después de muchas horas de debate? "La clave está en los profesores". ¡La clave está en los profesores! Una reforma que no incorpore la posibilidad de tener un profundo cambio en los docentes no va a ser una reforma propiamente tal. Y siento que esta sí cumple con ello, aunque se va a tardar. Mi temor es que pueda llegar un gobierno que quiera destruirla. No sé si la hemos blindado lo suficiente.
En ese sentido, señor Presidente, solo le quiero decir a Sebastián Piñera y a su intento de echar abajo la gratuidad que el pueblo la va a defender en la calle. ¡Que no se atreva a echar abajo la gratuidad! Es una conquista de los estudiantes que marcharon el 2006; no estaba en la agenda. ¡Los estudiantes secundarios adelantaron por la izquierda a la política!
Por eso, voto a favor.
¡Viva la educación pública de calidad!
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Harboe.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero saludar a la señora Ministra de Educación y a todo su equipo, a las Subsecretarias, a los asesores, porque considero que siempre es importante reconocer cuando se tiene la capacidad de pensar en temas más allá de la contingencia.
Pensar en la educación en serio, crear un sistema de enseñanza me parece que es una tremenda responsabilidad. Y lo que está haciendo hoy día el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet es volver a crearlo, terminar con una educación de clase que segrega a un millón 400 mil escolares en nuestro país, niñas y niños, muchos de ellos condenados a tener educación de mala calidad, por falta de una política pública y de un sistema.
No es justo que un niño o una niña nacidos en una comuna liderada por un mal alcalde tengan que pagar las consecuencias en un elemento tan importante de movilidad social y de formación como es la educación.
Es legítimo que un buen o mal alcalde haga bien o mal el aseo y ornato de su comuna, pero no es justo que la principal herramienta de movilidad social -la educación- sea gestionada por un mal edil. De ahí que estimo que es tremendamente relevante la creación de este sistema educacional, el cual va a permitir que los colegios operen en red, potenciando cada una de las virtudes que unos u otros tengan y superando en conjunto las limitaciones o los déficits que presenten.
Este sistema educacional, como se planteaba, recoge también las experiencias internacionales, el reconocimiento a la comunidad educativa y al consejo de profesores. En efecto, se le otorga a este último un rol importante: aprobar el reglamento de educación, de aprendizaje de cada establecimiento; participar en la elaboración del reglamento de convivencia escolar. Es decir, se le reconoce al cuerpo docente, al consejo de profesores un rol más allá del eminentemente lectivo, el cual tiene que ver con la conformación de una comunidad escolar.
Es cierto, señor Presidente, que a algunos nos habría gustado que la implementación fuera más rápida. Pero no es fácil cambiar un modelo que se instaló en Chile hace 37 años. No es fácil hacerlo porque un error puede significar la afectación de la calidad de la educación de miles de jóvenes, de niños y niñas. No podemos cometerlo. Como legisladoras y legisladores estamos llamados a mantener la prudencia y a hacer bien las cosas.
Muchos de los Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra entraron en el fondo del proyecto. Yo quiero reivindicar un asunto de forma: la capacidad del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet de llegar a acuerdos.
En Chile, durante los últimos años, algunos nos han querido convencer de que llegar a acuerdos es una mala forma de administrar. No obstante, yo reivindico los acuerdos. Estimo que debemos volver a tener la capacidad de sentarnos y pensar en Chile, con nuestros matices y nuestras diferencias, pero con un objetivo central.
A mi juicio, esta iniciativa se traducirá en un cambio muy importante en el sistema educacional de nuestro país y -lo que es más relevante- va a significar un mejoramiento de la calidad de la enseñanza. Nos permitirá concentrarnos a todos en mejorar la calidad cuando el sistema educacional se preocupe de las condiciones de infraestructura, de la situación laboral de la comunidad educativa. Y no me refiero solo a los profesores, sino también a los asistentes de la educación y a las condiciones especiales que se lograron finalmente para los funcionarios de las direcciones de educación municipal, quienes cumplen una labor muy encomiable en todo el país.
Señor Presidente, reitero mis agradecimientos y felicitaciones al Gobierno de la Presidenta Bachelet por este gran logro y por la capacidad de haber alcanzado un acuerdo que nos va a permitir decir, con mucha fortaleza y con mucho orgullo, que hemos terminado con una educación de clase y estamos iniciando un sistema educacional que hará posible dar una mayor movilidad social a nuestros jóvenes.
Muchas gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra.


La señora DELPIANO (Ministra de Educación).- Señor Presidente, por su intermedio deseo saludar a cada uno de los Senadores y Senadoras, a todo el personal y a quienes se encuentran de visita en esta Corporación.
En primer lugar, quiero señalar que este proyecto de ley ingresó al Congreso hace dos años y que su tramitación no ha estado exenta de dificultades pero sí plagada de un esfuerzo conjunto por dialogar, por buscar acuerdos, por escuchar a los distintos sectores, a fin de ver de qué manera era posible sacar adelante una iniciativa central dentro de la reforma educativa impulsada por la Presidenta Bachelet y que viene a complementar otros esfuerzos.
En efecto, es difícil ver este proyecto solo, en sí mismo, sin asociarlo al trabajo en materia de carrera docente que se ha realizado con los profesores; al gran esfuerzo efectuado en educación parvularia, para garantizar que los niños desarrollen sus talentos desde la más tierna infancia; a la ley de inclusión, en plena instalación en este momento en nuestro país, y a tantas otras iniciativas que hemos desarrollado y discutido en forma conjunta.
En nombre del Ejecutivo y también en nombre de todos mis colegas y del grupo del Ministerio de Educación a cargo de llevar adelante este proyecto, quiero agradecer, de verdad, el esfuerzo de cada uno de los Senadores y materializarlo en los equipos de Educación y de Hacienda de la Cámara Alta con los cuales trabajamos más en profundidad la iniciativa.
Agradezco sobremanera el apoyo de cada uno de los Senadores, que vieron claramente que era posible, a partir del texto original y a través de un esfuerzo colegislativo -que es lo que realmente corresponde-, buscar acuerdos que permitieran tener ojalá una política de Estado en materia de educación, tema que, sin lugar a dudas, le importa a todo el mundo y en el cual todas las personas se sienten un poco expertas. Es difícil encontrar otro tan transversal en el que cada uno tenga una opinión. Todos hemos vivido el sistema educativo; aún lo estamos viviendo; tenemos puntos de comparación y tenemos anhelos y sueños respecto de cómo debiese ser.
Estoy convencida, señor Presidente, de que Chile será mejor mañana que hoy a partir de haber realizado un esfuerzo conjunto por recuperar algo que no debimos haber perdido nunca. Y me refiero no solo a la cobertura de la educación pública, sino también a su calidad. Ella marcó un estándar y fue motivo de orgullo para nuestro país. Incluso los colegios particulares pagados se sometían en el pasado a la fiscalización y vigilancia del sistema público.
A la gente más joven le cuesta entender esto.
¿En qué minuto se nos derrumbó? ¿En qué minuto se nos vino abajo? ¡Cómo permitimos un sistema ordenado estructuralmente casi por casta, donde el que tenía 20 mil pesos más podía separarse del que tenía 20 mil pesos menos, cuando los niños se reparten los talentos en forma equitativa, estadísticamente, representativamente, etcétera!
Creo que los pasos que estamos dando hoy, levantando la educación pública, mientras instalamos de la mejor manera posible la educación inclusiva en el país, nos garantizan, junto a la carrera docente y al gran volumen que viene con formación parvularia de calidad, un sistema educativo que, como tal, asegure dar un salto no solo en la calidad de la atención a cada uno de nuestros niños, sino también en la sumatoria de ellos, teniendo un país mejor preparado, que desarrolla sus talentos y que permite movilidad social para salir de la pobreza.
Aquí ya lo han dicho muchos Senadores. Efectivamente, este es un hito histórico. Para el Ministerio de Educación, que en este período ha sacado adelante cerca de 30 iniciativas, esta es, realmente, una de esas leyes que movilizan el alma, señor Presidente, que dan sentido, tanto a las vidas colectivas como a las vidas individuales, y que hacen que salir a trabajar cada mañana tenga un propósito.
Entre todos estamos cumpliendo un sueño que creo que compartimos: que Chile sea mejor.
Estoy segura y convencida, y pido a los parlamentarios su confianza en que así será, de que este proyecto constituye una gran oportunidad. Sé que algunos todavía piensan que los municipios -los pocos que tienen la posibilidad de hacerlo bien, porque este ya no es un tema de voluntad, sino de posibilidad de hacerlo bien- son la fórmula definitiva.
Me parece que la evaluación que se realice del proyecto demostrará que, efectivamente, un trabajo en red, un trabajo sistémico, etcétera, da mejores opciones para la cuestión de fondo: mejorar la calidad de la educación que reciben los niños y las niñas a lo largo de todo nuestro territorio.
Agradezco al Senado esta oportunidad.
Seguiremos trabajando en el resto de los proyectos para que la reforma educacional sea verdaderamente una realidad, desde la cuna hasta la educación superior.
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el informe de la Comisión Mixta (34 votos a favor), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional requerido, y el proyecto queda despachado en este trámite.
Votaron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Lagos, Letelier, Matta, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Pido a los señores Senadores retirar los lienzos que han desplegado.