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PROHIBICIÓN DE PROPAGANDA DESTINADA A DIFUNDIR IMAGEN DE SERVIDORES PÚBLICOS Y AUTORIDADES


El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en moción del Senador señor Navarro, que prohíbe la propaganda destinada a difundir la imagen de las personas que indica, con informe de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.
--Los antecedentes sobre el proyecto (5.588-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción del Senador señor Navarro):
En primer trámite: sesión 76ª, en 18 de diciembre de 2007 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Gobierno, Descentralización y Regionalización: sesión 13ª, en 8 de mayo de 2018.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El principal objetivo del proyecto es impedir que los servidores públicos y las autoridades se atribuyan obras o acciones de carácter público como propias.
La Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización discutió este proyecto solamente en general y rechazó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros (Senadores señora Ebensperger y señores Araya, Bianchi, Galilea y Quinteros).
Cabe tener presente que los números 1 y 2 del artículo único tienen el carácter de normas orgánicas constitucionales, por lo que requieren 25 votos favorables para su aprobación.
El texto que se propone rechazar en general se transcribe en la página 6 del primer informe de la Comisión y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se abrirá la votación.
Acordado.
En votación el informe de la Comisión de Gobierno.
Señores Senadores, la situación es la siguiente.
Aquellos que están de acuerdo con la proposición que formula la Comisión de Gobierno deben votar que sí; quienes no lo estén tienen que pronunciarse en contra.
La totalidad de los miembros de la Comisión -repito- rechazó la iniciativa en comento.
En consecuencia, quienes estén de acuerdo con el rechazo unánime que la Comisión dio al proyecto tienen que votar a favor en esta oportunidad.
--(Durante la votación).
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Araya, Presidente de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.


El señor ARAYA.- Señor Presidente, simplemente deseo explicar que la Comisión de Gobierno fue de la tesis de rechazar el proyecto, principalmente, por dos razones.
En primer lugar, esta iniciativa fue presentada con anterioridad a una serie de modificaciones que se realizaron en materia tanto de control del gasto electoral como en el ámbito de la ley de elecciones.
En segundo término, atendidos los últimos dictámenes que ha emitido la Contraloría General de la República, se ha estado regulando permanentemente, previo a cada proceso electoral, la publicidad que pueden realizar el Gobierno central, los gobiernos regionales y los municipios.
En virtud de ello, la Comisión estimó que el proyecto no se condice con la legislación que tenemos hoy día en materia de gasto electoral y de normas de probidad ni tampoco con los dictámenes que ha emitido la Contraloría General de la República.
Por esas razones, fuimos de la tesis de rechazar el proyecto en su totalidad.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Me imagino que el Senador señor Navarro defenderá su proyecto.
Por lo tanto, en el tiempo de la fundamentación del voto, tiene la palabra el autor de la iniciativa, Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, creo que la Comisión de Gobierno, siempre de buena fe y con buenas intenciones, ha hecho una interpretación más bien mezquina y reducida del proyecto.
Lo que esta iniciativa busca es que la propaganda, cualquiera sea el medio para su difusión, pagada con recursos públicos o privados, se ejerza sin mencionar el nombre, la imagen ni la voz del funcionario público que pueda ser el titular, de manera transitoria, de una obra.
¡Las obras financiadas por el Estado las hace el Estado de Chile!
¿Pero qué sucede hoy día? Digámoslo francamente: los diarios de los municipios están plagados de obras financiadas por el Fisco y con las fotos del respectivo alcalde. Basta contarlas: hay 58 fotos ¡y 60 del alcalde...!
¡Las obras las hace el Estado de Chile!
Y esto no solo en materia de elecciones. El proyecto de ley pretende establecer que, en ningún caso, una obra pública financiada por el Estado pueda ser difundida como propaganda e incluir nombres e imágenes de ciertas autoridades.
Yo a veces veo gigantografías: "El Metro en Recoleta". Y ahí aparecía la foto del alcalde anunciando la extensión del Metro hacia Recoleta.
Debo recordar que el Metro fue financiado por todos los chilenos, particularmente por los habitantes de regiones.
¡El 60 por ciento de los chilenos vive en regiones, paga sus impuestos y, al final, la extensión del Metro era voceada por un alcalde!
A veces también escucho que los municipios invitan a fiestas populares los días domingo. ¡Y el alcalde es el locutor!
Por lo tanto, tenemos que despersonalizar estas situaciones y garantizar que la contribución que hacen todos los chilenos, mediante los respectivos fondos públicos, no se convierta en propiedad de ningún funcionario público ni de ninguna autoridad.
Algunos parlamentarios difunden determinadas obras -un puente, un camino- y existen placas en muchos lugares, financiadas con platas del Estado, que contienen el nombre del Senador o Diputado que gestionó los recursos.
En consecuencia, nosotros proponemos mediante este proyecto que ninguna propaganda pueda incluir nombres, voces o símbolos que establezcan promoción personalizada de un sujeto en particular.
¡Eso es muy sano, señor Presidente! Y no debe limitarse solo a las elecciones. Está claro que estas se encuentran reguladas, y de manera excesiva, en mi opinión. Debiéramos sacar muchas lecciones de lo difícil que es hacer cumplir la Ley de Propaganda Electoral tal como está establecida, pues la gran mayoría de las multas que se cursaron a los partidos obedecen al desconocimiento de sus candidatos.
Por lo tanto, queremos enfrentar la situación de manera permanente. Se modifica la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado; no estamos regulando lo que concierne a la propaganda solo durante época de elecciones. Esperamos que sea una regulación permanente -¡permanente!-, para que, en ningún caso, las obras públicas puedan ser personalizadas.
Este proyecto incluye, por cierto, al Presidente de la República, a los intendentes y gobernadores regionales, a los alcaldes, a los concejales y a los parlamentarios.
No parece adecuado que muchas obras públicas se personalicen en circunstancias de que han sido construidas con dineros pagados por el Estado. Y opino lo mismo en el caso de que hayan sido cubiertas por privados. Porque dependerá, entonces, de si un alcalde, un señor Senador, un señor Diputado o un señor gobernador dispone de los recursos necesarios para ellas, y se dirá que el nuevo puente en Coihaique, el nuevo puente en el Biobío, la nueva carretera en Antofagasta forman parte de su propaganda.
Creo que eso vulnera los derechos de los ciudadanos, cuyo mérito es proporcionar estos recursos.
Por lo tanto, asimilar la legislación solo a épocas electorales no me parece adecuado.
Y tampoco considero sano que en una democracia como la nuestra -imperfecta, que estamos construyendo de modo permanente- se permita que obras levantadas con recursos públicos se personalicen, como lo hacen numerosos alcaldes -¡para qué decirles!-, mediante sus carteles y sus propagandas.
Por eso, esta modificación no recae solo en la ley No 18.700, sino que aspira a enfrentar la situación de manera permanente.
Pienso que el proyecto va a contribuir a que el Estado efectivamente recobre su función.
Finalmente, quiero agregar, en los 29 segundos que me restan, que cuando uno asiste a las cuentas públicas de los alcaldes la verdad es que en ningún caso ellos indican que determinada obra es del Ministerio de Educación, del de Obras Públicas o del Gobierno.
Creo que no contribuye a la formación ciudadana el no saber quién financia esas obras. Por eso la gente desconfía: porque cuando le muestran determinados logros, estos tienen una atribución personalizada.
Eso es un mal antecedente.
En consecuencia, voy a votar a favor, y pido que se reconsidere la decisión. Mejoremos el texto de la iniciativa, si quieren.
Pero una legislación de esta naturaleza no solamente tiene que abarcar épocas electorales; debe ser de manera permanente, para que...
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Concluyó su tiempo.
Señor Senador, yo entiendo que usted quiera votar a favor de su proyecto. Sin embargo, en esta oportunidad tiene que pronunciarse en contra para que sea aprobado, pues viene con informe negativo de la Comisión.
Entonces, su voto debiera ser al revés.
El señor NAVARRO.- Perfecto, señor Presidente.
¿Me concede un minuto más, por favor?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Solo unos segundos, señor Senador.
El señor NAVARRO.- Gracias, señor Presidente.
Por último, solo quiero advertir de que una de las críticas principales que se hace a la política y a todo tipo de autoridades es la de apropiarse de cosas que no les pertenecen.
Creo que este es un proyecto de sanidad, de cercanía y de respeto a la ciudadanía.
Invito a los señores Senadores a pensar al respecto.
Yo presenté este proyecto porque no estoy de acuerdo con que las autoridades personalicen y se atribuyan obras que son financiadas con los impuestos de todos los chilenos.
Eso no es bueno, señor Presidente.
No ganamos ninguna estrellita rechazando esta iniciativa, pues me parece que está bien encaminada en la línea de recuperar la fe y la confianza en los servidores públicos y en sus autoridades.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- ¡Usted no se cansa de defender su proyecto, señor Senador...!
Eso está muy bien.
Tiene la palabra la Senadora señora Ebensperger.


La señora EBENSPERGER.- Señor Presidente, en la Comisión de Gobierno voté en contra del proyecto porque me parece que no corresponde.
Como indicó el Senador Navarro, nadie quiere que con fondos públicos determinada autoridad se haga propaganda personal.
Sin embargo, esa materia está total y completamente reglamentada. Y la Contraloría lo ha hecho a través de un lato número de dictámenes.
A mí me parece tremendamente injusto que las personas y las autoridades que han gestionado esas obras públicas -los propios alcaldes, los concejales, los intendentes, los futuros gobernadores regionales, los cores, incluso algunos parlamentarios- no puedan dar a conocer el día de mañana el trabajo que han desarrollado detrás de ellas.
Si bien las obras públicas son financiadas con recursos del Estado, no se construyen por sí solas, sino que hay autoridades que deben gestionarlas para que ellas se ejecuten.
Esta idea va en la misma lógica de lo que comentábamos unos momentos atrás -y permítame la comparación, señor Presidente-, cuando aprobamos en general un proyecto de ley mediante el cual queremos incorporar el nombre de los parlamentarios que han promocionado determinada moción.
Entonces, no veo por qué no podrían hacer lo mismo aquellas autoridades que han originado ciertas obras públicas, que han tenido la idea o que han gestionado ante las diferentes autoridades para que ellas se concreten, negándoles la posibilidad de demostrar el trabajo que han hecho.
Por eso, señor Presidente, en la Comisión voté en contra del proyecto y en la Sala respaldaré dicha determinación.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, cuando se inauguran obras públicas, las cuales se realizan con recursos fiscales que el Congreso Nacional aprueba en la Ley de Presupuestos sobre la base del proyecto presentado por el Ejecutivo, considero raro (en esto excluyo a los Presidentes de la República, pues me parece bien que las iniciativas emblemáticas o históricas que impulsan durante su gobierno sean reconocidas) que de repente -sé que es más cómodo no decir lo que voy a señalar- en cada una de ellas se disputen espacios para placas grandes con los nombre de, por ejemplo, treinta personas, entre las cuales figuran no solo el intendente, los consejeros regionales de diversas zonas, en fin, sino ¡hasta el secretario del CORE...!
Quizás deberíamos hacer un debate sobre la trascendencia de la acción pública, señor Presidente.
Yo siento que a veces se exagera la nota. Pienso que hay excesos. Y probablemente son esos excesos los que generen tal reacción.
Se podrá buscar la mejor forma de verificar, validar cierto tipo de situaciones. Pero -repito- estimo que se comete un exceso. Porque hemos visto también hechos que no creo que correspondan a la vida republicana. Por ejemplo, que -discúlpenme: no quiero que se entienda como una crítica a la actual Administración; lo habrán hecho la anterior y las precedentes- un gobierno recién asumido esté poniendo placas respecto de obras que partieron hace dos años (porque la construcción de algunas obras públicas demora muchos años).
Considero que esta especie de disputa en torno a quién pone el letrero -lo digo honestamente- no le hace bien a la república.
Son los gobiernos regionales, el Gobierno de Chile, el Estado quienes, con recursos de todos los ciudadanos, van impulsando acciones.
Opino que el extremo en que hemos caído como sociedad no es del todo bueno.
No tengo problemas con la trascendencia, con la valoración de la función pública. Sin embargo, creo que la situación a que hemos llegado es absolutamente excesiva.
Por eso, yo voy a votar a favor de la idea de legislar. Pienso que debemos profundizar un poco el debate.
Tampoco se trata de ser mezquino con personas que cumplen funciones públicas. Pero creo que la situación actual de cierta desregulación excesiva ha llevado a la pelea de los letreros a límites inconvenientes.
Para eso está el momento de las cuentas públicas de determinados actores, quienes podrán informar qué hacen con los recursos, que no son de ellos, sino de todos los ciudadanos. No son del Presidente, del Intendente o del CORE: ¡es plata de todos los chilenos!
Ahora, señor Presidente, yo tengo la convicción -y termino aquí- de que esto se encuentra asociado con la modificación de la Ley de Gobiernos Regionales; específicamente, con lo que votan los consejeros.
A mí no me parece correcto que los CORE estén instalados en las diferentes comunas, inviten a la ciudadanía y digan: "Nosotros les vamos a aprobar el nuevo proyecto de agua potable rural". Y la comunidad, ¡feliz! Pero, en verdad, es plata del Ministerio de Obras Públicas. Y si él tiene las provisiones de recursos necesarias la obra se financiará en un año o en el siguiente.
Por eso es necesario cambiar las normas del gobierno regional, al objeto de que apruebe partidas y no proyectos.
Lo dejo planteado, señor Presidente.
Voy a aprobar la idea de legislar. Creo que requerimos mayor transparencia en el accionar y evitar los excesos en ciertas normas.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Reitero que quienes quieren apoyar el proyecto -me dirijo especialmente al Senador señor Navarro- deben votar en contra, pues la Comisión de Gobierno rechazó la idea de legislar.
Tiene la palabra el Honorable señor Kast.


El señor KAST.- Señor Presidente, primero deseo valorar el espíritu del proyecto.
Comparto lo que decía recién el Senador Letelier, y no solo en los casos a que él se refirió. Porque en muchas ocasiones, cuando ve carteles del MOP en las orillas de los caminos, uno siente que ello, en vez de contribuir a prestigiar la forma como funciona el aparato público, la desprestigia.
Ahora, hay otra cuestión compleja.
En efecto, hemos visto lo que ocurre en numerosos comités de viviendas: villas enteras tienen nombres de ciertas autoridades políticas...
El señor NAVARRO.- Vivas.
El señor KAST.-... que están vivas. De hecho, se encuentran inauguradas y tiene el nombre de un político.
¡Es increíble!
Y aquello, con recursos de todos los chilenos, Ministerio de Vivienda, concursos, en fin.
Eso también tiene mucho que ver con la manera en que prestigiamos la labor política.
¡Y los nombres de las villas quedan eternamente!
Ahora, si pusieran el nombre de una persona fallecida que fue muy importante y que inspira a los pobladores, no habría ningún problema.
Sin embargo, claramente, el nivel de clientelismo que se genera con aquel tipo de actos es tremendo.
Por lo tanto, valoro el espíritu del proyecto.
Pero, sí -tal vez el Senador Navarro pueda aclarar el punto-, siento que esta iniciativa, como está escrita, presenta riesgos.
Me explico.
Si eventualmente algún parlamentario promoviera una acción gubernativa e hiciera publicidad diciendo "Me parece excelente que el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera" -en su momento, el de Michelle Bachelet- "esté inaugurando este camino", conforme a este proyecto esa acción podría no ser permitida.
Entonces, esta iniciativa, teniendo una buena inspiración en la línea en que hemos conversado, se halla redactada de una manera que no me convence, pues en la práctica podría llevar a silenciarnos casi por completo en nuestro propósito de festejar una obra pública de cualquier actor político, porque de hacerlo estaríamos incumpliendo el espíritu de la ley en proyecto, que procura que eso no ocurra.
Valoro el espíritu de la iniciativa del Senador Navarro, pero creo que la redacción puede llevarnos a cometer acciones incorrectas.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, intervengo solo por una cuestión de coherencia.
Habiendo votado a favor de la iniciativa que posibilita poner en el decreto promulgatorio de una ley el nombre de los autores del proyecto pertinente, me parecería completamente absurdo negar ahora la factibilidad de que, por ejemplo, una empresa, una calle, en fin, llevara el nombre de alguien en razón de que ello sería visto como propaganda.
En el norte hay un mineral llamado "Radomiro Tomic". Yo creo que es un nombre justo, ya que se trata de una persona que luchó toda su vida por llevar adelante determinada política del cobre, la que se refleja en esa mina.
A mi entender, impedir que el decreto promulgatorio de la ley lleve el nombre del autor del proyecto respectivo es tan absurdo como determinar que constituye propaganda el hecho de difundir el nombre de una persona que tuvo que ver con la realización de cierta obra.
Por supuesto, siempre puede haber exageraciones.
En la lucha política, a veces muchos dicen "Yo hice esto", "Yo hice esto otro". Pero la restricción de la libertad de expresión no es la forma de avanzar en la democracia.
Voto a favor del informe de la Comisión de Gobierno.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, en más de una ocasión he acompañado al Senador Navarro en sus propuestas porque es una persona -lo digo de verdad, estimado colega- bien trabajadora.
El señor KAST.- ¡Claro...!
El señor LAGOS.- ¡No se rían!
Los Senadores, sobre todo los nuevos, no cachan todo lo que trabaja el colega Navarro.
Sin embargo, tengo un problema de fondo con esta iniciativa.
Porque dice: "... se atribuyan obras públicas, proyectos o los resultados de acciones de carácter público.".
¡Eso comprende todo!
Imagino que aquí estaba detrás algo parecido a "Usted no se puede achacar la construcción del puente Caucau" (¡por si alguien quiere atribuírsela...!).
La verdad es que incluso eso me parece injusto.
Algunos empujamos aquí el túnel a baja altura entre nuestra Región y Argentina.
Si algún día esa obra fuera realidad, a mí me gustaría que se dijera quiénes la empujaron.
Ahora, de llegar a hacerse todo lo que el Senador Soria quiere en materias de conectividad, ¡que al menos un pedacito del camino se denomine "Carretera Soria"!
El problema no son el nombre ni la propaganda, sino quién estuvo detrás de la obra.
Yo trabajé en el sector público, y fui parte de los acuerdos de libre comercio, para bien o para mal.
A mí me gusta decir que participé en la integración de Chile. No fui el único; no me atribuyo esta condición.
Aquí -estoy hablando de mi Región-, Placilla quiere ser comuna, y somos varios los que estamos empujando la idea.
¡Cómo va a ser propaganda señalar que empujamos algo que quieren los ciudadanos!
Ahora, lo que ya me parece el colmo es que ni siquiera se permite el pago con recursos privados. O sea, los privados no pueden organizarse para destacar que determinados Senadores o Senadoras o Consejeros Regionales empujaron una iniciativa.
Con ese criterio -para desatar la polémica completa-, quienes estaban en contra de la interrupción del embarazo en tres causales no podían hacer propaganda en contra de aquellos que votaron a favor.
Entonces, Alejandro, yo siento...
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Diríjase a la Mesa, señor Senador.
El señor LAGOS.- Perdón, Su Señoría. Pero en este minuto está tan íntima la sesión -por decirlo de alguna forma- que uno tiende a conversar como lo hace en el living de la casa.
Señor Presidente, entiendo que la idea es tratar de no atribuirse la ejecución de obras públicas.
Estimo, sí -escuché al Senador Letelier-, que efectivamente hay un problema con aquellos que deciden proyecto a proyecto y gustan de identificar cada uno de ellos con su persona.
Por eso, considero que en el caso de los gobiernos regionales deberíamos cambiar el sistema y tener un marco general de presupuesto, en vez de que los consejeros regionales estén votando proyecto a proyecto.
Quizá eso podría evitar lo que está planteando el Senador Navarro, a quien menciono por intermedio de la Mesa.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor NAVARRO.- Pido la palabra, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- No, Su Señoría. Usted ya fundo el votó.
El señor NAVARRO.- ¡Es que fui interpelado!
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- No, señor Senador: fue un coloquio.
La Mesa estima que no hubo una interpelación, Su Señoría. Incluso, el Senador señor Lagos le habló a usted con mucho afecto. Y luego se dirigió a la Mesa.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el informe de la Comisión de Gobierno, que rechaza en general el proyecto (21 votos contra 5).
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Órdenes, Rincón y Von Baer y los señores Araya, Castro, Coloma, Durana, Galilea, García-Huidobro, Harboe, Insulza, Kast, Lagos, Ossandón, Pizarro, Prohens, Pugh, Sandoval y Soria.
Votaron por la negativa la señora Provoste y los señores Elizalde, Huenchumilla, Letelier y Navarro.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Se deja constancia de la intención de voto favorable del Senador señor Chahuán.