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PROHIBICIÓN DE USO DE LEÑA EN REGIÓN METROPOLITANA


El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica el Código Sanitario para prohibir el uso de leña y otros derivados de la madera o de la biomasa en la Región Metropolitana, con segundo informe de la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.180-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción del Senador señor Girardi):
En primer trámite: sesión 33ª, en 8 de julio de 2015 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Salud: sesión 40ª, en 22 de agosto de 2017.
Salud (segundo): sesión 15ª, en 15 de mayo de 2018.
Discusión:
Sesiones 66ª, en 28 de noviembre de 2017 (queda para segunda discusión); 68ª, en 29 de noviembre de 2017 (se aprueba en general).
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La iniciativa se discutió y se aprobó en general en sesión de 29 de noviembre de 2017, y cuenta con un segundo informe de la Comisión de Salud que deja constancia, para los efectos reglamentarios, de que no hay artículos que no hayan sido objeto de indicaciones ni de modificaciones.
La Comisión efectuó una enmienda al proyecto de ley aprobado en general, la cual fue acordada por unanimidad, por lo que debe ser votada sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnarla o existieren indicaciones renovadas.
Sus Señorías tienen en sus escritorios un boletín comparado en que se transcriben la modificación introducida por la Comisión de Salud y el texto como quedaría de aprobarse.
Nada más, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Gracias, señor Secretario.
Corresponde la discusión particular del proyecto. ¿Le parece a la Sala abrir la votación? Si alguien quiere hacer uso de la palabra para fundamentar su posición tiene los minutos que corresponden.
Acordado.
En votación la enmienda propuesta por la Comisión de Salud.
--(Durante la votación).
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Aravena.


La señora ARAVENA.- Señor Presidente, los estudios en que se basa el proyecto de ley presentado por el Senador señor Girardi se refieren a los efectos de la contaminación atmosférica en la salud de la población, y son irrebatibles.
Lo que es discutible, en mi opinión, es la solución que se está dando al problema, ya que por muchos años fueron las fuentes móviles y la industria las responsables de la contaminación, y nadie pensó en prohibirlas, aun cuando cada vez fallecían y se enfermaban más y más personas.
¿Cómo se produjo el cambio?
Se invirtió en mejorar los combustibles, en reducir los niveles de azufre y en promover el mejoramiento tecnológico del transporte público. Hoy el estándar es Euro 6, de muy bajas emisiones, y nadie pensó en eliminarlo.
Lo mismo esperamos que se haga con la leña: que se declare combustible y que se establezcan estándares de calidad que promuevan el desarrollo tecnológico, dado que hoy estamos utilizándola tal cual la utilizó el hombre primitivo, y la estamos responsabilizando de la crisis ambiental que se vive en la Región Metropolitana, condenándola a una mala fama que, en mi opinión, no le hace justicia.
Como país, necesitamos reconocer y regular la leña como combustible de modo general y orgánico, pues este problema, que afecta a la Región Metropolitana, es aún mucho más grave en las regiones del sur, y principalmente en La Araucanía. En realidad, abarca a todo el sur de Chile, y ha sido la misma ciudadanía, en el caso de mi Región, la que se ha organizado, en conjunto con la academia, para establecer, por ejemplo, estándares de calidad.
Es urgente una política pública a nivel nacional y no realizar un nuevo parche legislativo ante una necesidad que existe.
Desde luego, no podemos sino agradecer que el Senador Girardi haya puesto el tema en discusión. Pero cabe hacer presente que, como sostiene la Universidad Católica de Temuco, sobre la base de varios estudios de legislación comparada, países como Finlandia, Dinamarca, España, Suecia, contrariamente a lo que dispone este proyecto de ley, generan una matriz energética en base a la biomasa forestal, y en el caso de este último, Suecia, desde el año 2005 se utiliza en un cien por ciento como fuente de calefacción.
Entonces, ¿será el momento de que Chile siga dependiendo de los combustibles fósiles, o nos hacemos cargo de la independencia energética y empezamos a trabajar los bosques de manera más regulada?
Aprobar el proyecto dejaría por sentado que la leña es mala por esencia, y la verdad es que no podemos reducir un problema mayor y de urgencia nacional a etiquetar los bosques como la energía contaminante, en circunstancias de que, si queremos avanzar, debemos mejorar estándares en construcción, en equipamiento para la calefacción y, también, en la humedad de la leña, entre otros.
Voy a rechazar esta iniciativa porque creo que así se da pie a que Chile legisle sobre la leña como combustible, dado que es la matriz energética principal, en un ochenta por ciento, desde la Novena Región al sur. Por lo tanto, no podemos desconocer que se usa -y culturalmente se va a seguir usando-, no obstante lo cual hoy día no tiene ningún tipo de regulación.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi, autor de la moción.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, este proyecto tiene que ver con la realidad de cada territorio, de cada cuenca.
En esta materia tenemos un problema que afecta a los habitantes de Santiago, particularmente a las personas de menores recursos.
La mitad del PM2.5, que es el contaminante que mata -el contaminante que causa infarto, el que produce neumonía, ese que es tan pequeño que entra no solo en la vía aérea, sino también en la sanguínea-, es producido por la leña.
A diferencia de lo que ocurre en algunas regiones, la leña en Santiago es un commodity que se usa en los sectores de altos ingresos. La gente de las comunas más pobres de la Capital no usa leña, sino parafina, porque la primera es más cara, razón por la cual se emplea más bien en las áreas de mayores ingresos.
Además, lo que propongo está contemplado en el Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica para la Región Metropolitana, por cuanto la única manera de poder enfrentar los problemas de salud es disminuyendo la contaminación. Por eso se han tomado medidas como la restricción vehicular y el fomento al transporte público, entre otras.
Por lo tanto, la iniciativa busca poner freno a uno de los principales problemas que afectan la salud y la vida de las personas. Hay una relación directa entre el aumento del PM2.5 y el incremento de los infartos en Santiago. Vivimos sistemáticamente con niveles altísimos de PM2.5. Y el drama es que la contaminación no es equitativa: se produce, fundamentalmente, por la combustión de los autos y la leña en la zona oriente, pero se desplaza a las comunas más pobres, que son las que se ven más afectadas.
Si ustedes ven las comunas que son declaradas en emergencia o preemergencia ambiental, notarán que siempre son de la zona sur o poniente de Santiago (Cerro Navia, Pudahuel). Nunca o rara vez he visto una emergencia o preemergencia por niveles elevados de contaminación para Vitacura, Las Condes, Providencia o Lo Barnechea.
Por lo tanto, la medida propuesta en el proyecto es de sentido social y sanitario. Y se establece solo para la Región Metropolitana.
Yo fui uno de los que impulsaron la declaración de zonas saturadas en La Araucanía, cuando nadie quería hacer algo. Fui muchas veces para allá. Claro, esa región tiene un componente distinto. Una parte muy relevante de su contaminación, como ocurre en la mayoría de las ciudades al sur de Santiago, se genera por el PM2.5 y el uso de la leña, pero esto último tiene un sentido cultural mucho más complejo.
Por eso, la presente iniciativa de ley propone una restricción solo para Santiago, porque en dicha ciudad la leña no es el principal elemento para cocinar o calefaccionarse. De hecho, es usada por una cantidad muy pequeña de personas, que son las de más altos ingresos.
La gente no puede vivir en el infierno. Pienso en los niveles de contaminación en La Araucanía, que llegan a 800 microgramos de PM2.5 por metro cúbico. ¡Son realmente letales! Muchas personas van a morir, y esas muertes son evitables. ¡Lo mismo pasa en Coihaique! Pero vamos a tener que adoptar una solución en algún momento: reemplazar la leña por gas, o instalar grandes centrales que quemen leña para luego distribuir calor por cañería.
Son temas que hay que abordar.
Sin embargo, seguir exponiendo a la población al infierno de la contaminación es algo inaceptable ética y moralmente.
Ahora bien, este proyecto no hace referencia a otras regiones, pues entendemos que son distintas. Solo restringe, por una cuestión de responsabilidad sanitaria, el uso de la leña. Y propone que su aplicación sea progresiva. Incluso, deja fuera a las comunas propiamente rurales de la Región Metropolitana, aunque sí incluye, por ejemplo, a San Bernardo, que registra altísimos niveles de contaminación, siendo los pobres los más afectados.
Esta iniciativa cuenta con el respaldo no solamente de los Ministerios de Salud y del Medio Ambiente, que son las instituciones que deben velar por la vida y la salud de las personas, sino también de muchos parlamentarios, entre ellos los diputados y diputadas de esas zonas.
Por ello, le pido a esta Sala que apruebe esta propuesta legislativa.
Además, el proyecto no afecta el uso de los pellets; solo está dirigido al empleo de la leña. Ello, porque entendemos que los pellets todavía pueden ser una alternativa de menor contaminación.
Quiero recordar, finalmente, que las estufas de doble cámara que funcionan con leña, aunque sean de doble cámara, son grandes emisores de contaminación.
En consecuencia, señor Presidente, solicito a la Sala apoyar esta iniciativa.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, tal como lo plantearon la Senadora Aravena y el Senador Girardi, los problemas de contaminación son distintos en cada una de las cuencas, en cada una de las regiones.
Dicho eso, hago presente que en las zonas contaminadas existen planes de prevención y descontaminación atmosférica, los cuales establecen medidas específicas para cada región y comuna.
El plan definido para la zona A de la Región Metropolitana, conformada por la provincia de Santiago y las comunas de Puente Alto y San Bernardo, que es la misma área establecida en este proyecto de ley, dispone lo mismo que este: eliminar la leña como combustible. De hecho, se prohíbe el uso de calefactores y cocinas a leña, pellets y otros derivados de la madera. A partir de dicho plan, no se autoriza, en definitiva, el empleo de leña, carbón vegetal y derivados de la madera para calefaccionar.
Por lo tanto, señor Presidente, cabe preguntarse: ¿por qué se necesita esta iniciativa de ley? ¿Cuál es la razón de plantearla si hoy día el referido plan de descontaminación establece el mismo contenido para Santiago y se aplica en la zona A de la Capital, que es justo el área que propone abarcar el proyecto?
No se entiende, señor Presidente, por qué esta propuesta legislativa es necesaria. Hoy día lo planteado ya opera en la Región Metropolitana. ¡Está prohibido el uso de la leña! Y de hecho es fiscalizado por la Seremía de Salud, para asegurar que efectivamente se cumpla.
¿Para qué necesitamos entonces este proyecto de ley?
Miro esto con preocupación. ¿Por qué? Porque, cuando se presenta una iniciativa para lograr algo que ya está establecido mediante un plan específico para la misma zona -pese a hacerse cargo de que cada región es distinta-, uno dice: "Okay, lo que se quiere es prohibir, a través de un cuerpo legal, el uso de la leña como forma de calefacción, comenzando por la Región Metropolitana".
Y ahí viene el problema: si se empieza a prohibir por ley la utilización de leña para calefaccionar viviendas en determinados lugares, es posible que después se vaya avanzando hacia el sur de nuestro país con la misma medida.
La leña en sí no es el problema: es el tipo de leña; es la zona en que se utiliza, y es el tipo de tecnología que se emplea. ¡No es la leña en sí! Sin embargo, la iniciativa considera a la leña en sí como el problema. Y creo que la situación sería compleja para ciertas regiones si siguiéramos avanzando con este tipo de legislación hacia otros lugares, más aún si consideramos que el proyecto es absolutamente innecesario. ¿Por qué? Porque esta materia se regula hoy a través de planes de prevención y descontaminación atmosférica que ya varias regiones de nuestro país tienen y que establecen lo necesario y específico para cada una de las zonas afectadas.
¿Y qué es lo necesario y específico para la Región Metropolitana, en particular para su zona A (provincia de Santiago y comunas de Puente Alto y San Bernardo)? Que no se use leña. ¡Hoy día no se autoriza la utilización de leña en esa área! O sea, estamos legislando de manera absolutamente innecesaria. Y entonces uno empieza a pensar que quizá lo que se busca es prohibir el empleo de leña como sistema de calefacción, lo cual puede ser un problema para otras regiones del país.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, creo que todos quedamos con una tremenda deuda -¡tremenda!- al no haber avanzado en declarar la leña como combustible y no fijar una política nacional a partir de la cual las regiones puedan, efectivamente, abrir el debate acerca de cómo usar combustible menos contaminante.
Según un reciente estudio publicado, vivimos en un país donde varias de nuestras ciudades -Coihaique, Temuco, Rancagua- están entre las tres cuencas más contaminadas del planeta. Y ello tiene que ver con realidades geográficas, con realidades de ventilación, con realidades muy nuestras.
Es cierto que necesitamos ciertas definiciones legislativas que permitan que los planes de descontaminación de cada cuenca puedan actuar de mejor forma.
Es evidente la razón por la cual el Senador Girardi ha presentado esta inquietud. Está pensando en el bien común, en la salud de las personas, en el PM2.5, en los más afectados. Pero creo que en este debate debemos generar las condiciones para ver cómo la gente se puede calefaccionar de forma sustentable en el tiempo y determinar cuáles son las políticas públicas que permiten viabilizar aquello sin que se transforme en una situación que discrimine por el bolsillo.
Estoy seguro de que muchas familias usarían gas en vez de leña si este estuviera cerca de sus casas y contaran con recursos para comprar calefactores no tan caros. La gente no usa ciertos productos porque quiera, sino porque son aquellos para los cuales les alcanza el bolsillo. Y es algo que también tenemos que abordar.
En mi opinión, hay muchas personas de ingresos mayores. El Senador Girardi tiene un punto de vista distinto: dice que la gente de altos ingresos es la que usa leña en la Región Metropolitana. Yo no tengo la convicción de que aquello sea tan generalizado como Su Señoría indica. Es probable que haya sido así años atrás, cuando comenzaron a comprar calefactores marca Bosca de dos cámaras. Pero las personas de mayores ingresos han podido evolucionar para calefaccionarse con gas. El problema es que otros no han tenido esa posibilidad.
Señor Presidente, más allá de este proyecto puntual, que no resuelve la situación, tenemos demasiadas cuencas donde personas de esfuerzo y de trabajo tienen dramáticos problemas respiratorios en invierno y donde los niños y los adultos mayores son los más vulnerables, los más afectados. Estoy seguro de que los Senadores que representan a las Regiones de Aisén, de La Araucanía, y los que representamos a la Región de O'Higgins sabemos que hay zonas en nuestros territorios que están muy afectadas.
En cuanto a prohibir solo la leña, tengo una duda. No sé si la leña está prohibida en el plan de descontaminación de la Región Metropolitana. Hay un debate sobre si es así o no. Y también está el problema respecto de cuándo la vamos a calificar como combustible para que alguien la pueda fiscalizar.
Creo que este debate es muy oportuno, señor Presidente.
Por sus ideas matrices, no podemos presentar ciertas indicaciones al proyecto, el cual está dirigido, según entiendo, exclusivamente a la Región Metropolitana. Por tanto, si quisiéramos abordar en él materias relacionadas con el resto del territorio nacional quedaríamos fuera de sus ideas matrices.
Por eso, me siento llamado a abstenerme en esta votación. Comparto que hay que hacer algo, también en la Región Metropolitana, pero son demasiadas las cuencas del país que están sufriendo la misma o una peor situación. En la Región de O'Higgins hay 17 comunas afectadas por estar ubicadas en una cuenca tremendamente contaminada. Se habla de Rancagua porque es aquella que posee una estación de medición, a diferencia de las otras 16, que, por tanto, no tienen indicadores. Pero, si uno sube un cerro, verá que la nube café es parejita en toda la cuenca. Y estoy seguro de que esto pasa también en los entornos de Temuco, porque la afectada no es la ciudad de Temuco, sino las comunas y el territorio en general.
En consecuencia, señor Presidente, agradezco que el Senador Girardi haya traído este tema para su debate en la Sala, pero creo que entre todos deberíamos buscar la forma de abordar el problema, que es un poco mayor, en un ámbito donde tenemos un déficit muy grande.
He dicho.

El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Hago presente a Sus Señorías que estoy viendo que las abstenciones van a influir en el resultado, por lo que lo más probable es que haya que volver a votar una vez terminada la presente votación. Y si se repite la situación, las abstenciones, como ustedes saben, se sumarán a la mayoría.
En seguida, se encuentra anotada para intervenir la Senadora señora Órdenes.

La señora ÓRDENES.- Señor Presidente, primero quiero valorar esta iniciativa, porque hoy día, si hay un problema que afecta a distintos territorios, en especial a algunas regiones, como la de Aisén, en la ciudad de Coihaique, es la contaminación ambiental. Es una situación que está afectando la salud de millones de chilenos y chilenas.
Cada territorio tiene una particularidad. Y el plan de descontaminación ambiental de la Región Metropolitana entiendo que ya prohíbe el uso de leña, aunque de manera estacional. Y lo que se estaría haciendo ahora es establecer la prohibición en forma permanente. En todo caso, sería una entre varias medidas de gestión que se sumarían para enfrentar episodios críticos.
Sin embargo, no podemos aparecer indiferentes frente a un tema tan importante, no solo para la Región Metropolitana, sino para todo el país.
Cada territorio tiene sus particularidades. Por eso se formulan planes de descontaminación ambiental para cada una de las ciudades declaradas zonas saturadas.
Por lo tanto, frente a una medida de esta naturaleza, obviamente que hay que revisar los tiempos, la oportunidad, y si es conveniente o no para una región o una ciudad específica.
A mi juicio, en el caso de la Región Metropolitana se ha avanzado de manera significativa. La solución a su problema de contaminación no está constituida solamente por esta única medida, pero la considero un avance. En el sur hemos hecho otros esfuerzos: aislación térmica; sobre todo, educación ambiental, una de las variables más importantes hoy día, y que la gestión de episodios críticos efectivamente vaya acompañada, al final del día, de las fuentes de calefacción. Es el caso de Coihaique, la ciudad más contaminada de América y una de las 140 más contaminadas del mundo y frente a la cual no podemos permanecer indiferentes.
Pongo énfasis en que no se trata solo de una medida. Y por eso valoro la que plantea el proyecto, que considero atingente a lo que ocurre en la Región Metropolitana. En Aisén tendremos otros tiempos, lo mismo que en Temuco, para enfrentar esta problemática, porque ahí el principal agente contaminante es justamente la calefacción a partir de la leña. Evidentemente, hoy día no están las condiciones para prohibir su uso en esos territorios, pero creo que sí se dan en otros. Y por eso valoro la medida.
Voy a votar a favor, señor Presidente, aunque pienso que los grandes instrumentos de gestión ambiental que tenemos son los PDA. El último Gobierno elaboró catorce. Y habrá que avanzar para tener fuentes de calefacción que sean limpias, seguras y eficientes. En el sur de Chile claramente habrá que ir reemplazando la leña, pero ello será gradual, con tiempo. Es el desafío que tenemos.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Señora Senadora, espero que el gas de Magallanes llegue a Coihaique, ya que es una de las maneras más inmediatas para descontaminar.
A continuación, tiene la palabra el Senador señor Galilea.


El señor GALILEA.- Señor Presidente, el proyecto de ley que nos ocupa cuenta, naturalmente, con toda la simpatía en términos de los objetivos que están en juego, como es la descontaminación de nuestras ciudades.
Sin embargo, a mí me parece muy poco prolijo hacerlo a través de una ley. Prohibir la leña por ley para determinadas comunas y provincias no conversa en absoluto con el resto de la legislación ambiental del país.
El propio Código Sanitario, en el artículo que se pretende modificar, establece que es un reglamento el que deberá disponer las medidas para la conservación y pureza del aire, etcétera.
Si observamos, además, cómo se ha avanzado en esta materia, comprobaremos que es el Ministerio del Medio Ambiente el que debe dar el primer paso, declarando un lugar como zona saturada. Y para ello se requiere que las ciudades, al menos las más importantes, vayan contando con estaciones de monitoreo que miden el material particulado, ya sea de PM10 o de PM2.5. Como fuere, tiene que haber, de acuerdo a la ley, una norma declaratoria de zona saturada.
Una vez que se hace eso, señor Presidente, lo que corresponde es establecer un plan de descontaminación atmosférica. Y es el propio Ministerio del Medio Ambiente el que, a través de dicho plan, en el que participan muchísima gente y numerosas instituciones, decreta medidas, que pueden ir desde prohibir completamente la leña hasta prohibir solo la leña húmeda y pedir que se use aquella que cumpla con ciertas normas chilenas: por ejemplo, máximo de 25 por ciento de humedad. También es posible que se determine que la combustión lenta sobre la base de leña solo sea factible de usar en ciertos horarios. O sea, se puede decir un montón de cosas que son móviles y que, naturalmente, van cambiando en el tiempo.
Entonces, tratar de establecer este tipo de prohibiciones vía ley, cuando lo lógico es hacerlo por reglamento, dado que todo nuestro ordenamiento ambiental así lo consagra, me parece una equivocación.
Por lo demás, existen distintas condiciones en la leña: está la leña húmeda, pero muy distinta es la leña seca, cuyos porcentajes de humedad no son mayores al 25 por ciento, y que tiene una eficiencia calórica no tan distinta del pellet, que nace de la misma madera.
Por lo tanto, creo que la ley en proyecto se involucra en cuestiones que, de acuerdo a la propia legislación vigente, corresponden a materias de reglamento, a planes de descontaminación, a normas sobre previa declaratoria de zonas saturadas. Se trata de asuntos respecto a los cuales debe resolver el Ministerio del Medio Ambiente, junto con las demás instituciones que participan en este ámbito.
En consecuencia, señor Presidente, estimo que lo correcto es rechazar el proyecto, no por la finalidad que persigue, sino porque no está bien localizado dentro de nuestro ordenamiento jurídico.
Muchas gracias.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, entiendo que esta moción nace el 2015, previo a la dictación del decreto que establece el Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica de la Región Metropolitana, lo cual se realizó recién en noviembre del año 2017. Puede ser que el desfase entre la moción y dicho plan de descontaminación haya tenido su origen en alguna motivación interesante en cuanto al efecto que eventualmente generará la leña en la calefacción y, fundamentalmente, en la contaminación de la provincia de Santiago y de las dos comunas a que hace mención el proyecto.
Como bien señalaba la Senadora Ena von Baer, efectivamente, en el plan de descontaminación hay una repetición exacta en relación con la zona a la cual se hace referencia, y se prohíbe expresamente el uso de leña con ciertas características en el mismo territorio a que alude esta iniciativa.
Probablemente, la diferencia de tiempo entre el 2015, fecha de la moción, y el 2017, fecha del plan de descontaminación, ha provocado este desfase. Estoy tratando de entender el sentido del proyecto.
Sin embargo, es pertinente señalar que, en el caso de la matriz energética de nuestro país, el 30 por ciento es prácticamente leña. Esto habla un poco también de que a veces los niveles de desarrollo de nuestro país en determinadas áreas se mantienen con ciertos atrasos, lo que no se condice con lo que sucede en muchos otros países, donde esta situación hace tiempo que está superada.
En este mismo contexto, es dable expresar que desde O'Higgins hasta Aisén, por mencionar algunas cifras, de acuerdo a un informe de política de uso de leña y sus derivados para calefacción, que editó el propio Gobierno de Chile, el 81 por ciento utilizado en calefacción -¡el 81 por ciento!- es leña, el 9 por ciento es gas natural, el 5 por ciento es parafina, el 4 por ciento es gas licuado y el resto deriva de la utilización de otras alternativas.
Lo anterior nos pone ante una realidad en la cual evidentemente tenemos urgencia en avanzar, en desarrollar, en corregir.
Ahora bien, en lo atinente a las aprensiones o dudas que pudieran surgir, en cuanto a que el día de mañana se escale en otras circunstancias, debo decir que me quedo con el informe final elaborado por la propia Contraloría General de la República, relacionado con el análisis de los planes de descontaminación de nuestro país. Respecto de los quince o catorce planes de descontaminación en que se avanzó en los gobiernos pasados, la conclusión de dicho organismo es dramática, puesto que en definitiva señala -y esto corresponde a una exposición que hizo el propio Contralor en la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados- que los planes de descontaminación no están cumpliendo el objeto para el cual fueron diseñados, que es descontaminar.
Así lo indica la Contraloría General de la República, y -reitero- está en la presentación que realizó el Contralor en dicha instancia el año pasado. Por lo demás, hay un informe escrito sobre el particular.
Por consiguiente, aquello nos sitúa -como bien se ha manifestado acá- en la línea de determinar hacia dónde debemos mirar para, en definitiva, resolver los problemas de contaminación que presentan nuestras ciudades o avanzar en ello.
Para qué decir las ciudades que tenemos cerca, como Santiago y Rancagua. Al sur están Osorno, Temuco, Coihaique, las cuales, como se ha manifestado aquí, son ciudades con niveles de contaminación que simplemente baten todos los récords.
Por eso, el proyecto en sí pareciera estar un poco desacoplado con los plazos, con los tiempos y, fundamentalmente, con los planes.
Sin embargo, es preciso señalar aquí que la mayoría de los planes de descontaminación contienen medidas lógicas tradicionales en su diseño, pero, desgraciadamente, no están yendo al fondo del asunto para resolver los problemas de contaminación.
Pienso que en ese sentido es necesario llevar a cabo un debate bastante más extenso, mayor, y respecto de lo cual en esta Sala se ha hecho presente que es necesario avanzar.
Por tales motivos, señor Presidente, yo por lo menos votaré en contra de este proyecto.
Muchas gracias.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Ossandón.


El señor OSSANDÓN.- Señor Presidente, deseo manifestar que me voy a inhabilitar porque hay parientes míos que están metidos en el negocio de las estufas y en todo lo relacionado con ello.
Por tanto, le pido que borre mi abstención porque usted acaba de explicar que las abstenciones se suman a la mayoría, y yo estoy inhabilitado para participar en este debate.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Usted ha sido muy claro, señor Senador. Como tiene familiares que están involucrados en el tema, ¿quiere que eliminemos su abstención?
El señor OSSANDÓN.- Sí, señor Presidente, porque no puedo participar en esta votación. Por ende, me voy a inhabilitar.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Bien, Su Señoría.
A continuación, tiene la palabra el Honorable señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, a mí me ha hecho fuerza la línea argumental que se ha planteado respecto de cómo este tipo de temas, que son de interés, se deben resolver vía planes ambientales o de descontaminación, en función de cada realidad local, y no instalarse en la lógica de la ley.
Sé que el autor de la moción, el Senador Girardi, la presentó con buen espíritu. Pero fíjese el efecto que genera: habrá de entenderse que el día de mañana cualquier restricción en esta materia tendrá que ser por ley.
Por cierto, aquí lo que se está haciendo es sacar del ámbito reglamentario, de la potestad ejecutiva, este tipo de acciones y se las deriva al legislador, lo cual va a tener repercusiones, porque, obviamente, el día de mañana, en cualquier otra región en que la autoridad se plantee algún tipo de restricción, un ciudadano perfectamente podrá decir que eso se debe hacer mediante una ley, pues por algo se ha pretendido cambiar la forma de asumir esta tarea al ámbito legislativo. Pero, por algún motivo, la actual normativa, o las actuales restricciones, o los actuales planes ambientales no fueron entregados al legislador, sino a la autoridad pertinente de cada lugar.
Entonces, aquí lo que se está haciendo -yo entiendo el espíritu- no es resolver un problema o generar una prohibición, sino decir que este tipo de prohibiciones se hace por ley. Y, en verdad, señor Presidente, quienes representamos a las distintas regiones sabemos que eso no debería ser así.
Hay situaciones ambientales distintas en muchas regiones del país que pueden exigir restricciones de esta naturaleza. Además, las condiciones van cambiando: no ocurre lo mismo en todas las épocas del año, ni es lo mismo la leña certificada que aquella que no lo es. En este sentido, es dable destacar el esfuerzo realizado por el Gobierno anterior y la presente Administración por avanzar hacia la certificación de la leña.
No obstante, es harto complejo lo que se hace aquí: se genera una prohibición, que no es lo mismo.
En consecuencia, señor Presidente, más allá del buen ánimo, del buen espíritu, considero que los efectos de una legislación de esta naturaleza, en caso de aprobarse el proyecto, serán muy complejos, sea para las señales ambientales que se quiere dar a lo largo del país o para elevar al ámbito legislativo temas que se relacionan con las lógicas ambientales de cada región.
Por eso, señor Presidente -algo de esto debatimos en la discusión en general-, creo que la solución que se ha planteado finalmente va a complejizar la lucha a favor del medio ambiente más que a facilitarla.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Solicito la venia de la Sala para que en algunos minutos más me reemplace en la testera el Honorable señor De Urresti.
El señor COLOMA.- ¡Pero el Senador de Urresti no está en el Hemiciclo!
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Ha comunicado que viene en un par de minutos.
¿Habría acuerdo?
La señora RINCÓN.- ¡Sí, señor Presidente!
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Muchas gracias.
Acordado.
Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.


El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, yo también me inhabilito en este proyecto.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Se dejará constancia de ello, señor Senador.
--Pasa a dirigir la sesión el Honorable señor De Urresti, en calidad de Presidente accidental.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, está claro que la contaminación atmosférica, y particularmente por material particulado (PM10, PM2.5), ha sido una preocupación central durante las últimas décadas.
Debemos recordar que, a principios de los noventa, esta situación hizo insostenible la vida en Santiago. Hubo restricciones en las clases de Educación Física porque el aire se volvía irrespirable.
En definitiva, las características de la cuenca de Santiago, que impiden la entrada de los vientos provenientes de la costa, generan una condición de microclima, que se ha visto agravada por la deforestación del piedemonte en las zonas cordilleranas.
La Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados elaboró hace exactamente 18 años un informe sobre la gradiente del aumento de las temperaturas producto de la deforestación del piedemonte.
A lo anterior se suma el permanente incremento de la población de la Región Metropolitana, que es de cien mil personas cada tres años -¡ese es el ritmo de crecimiento de la concentración urbana!-, además de la expansión del parque vehicular, que se ha duplicado en los últimos 18 años.
Todo ello provoca que la contaminación siga empeorando.
A mí parecer, las restricciones deben apuntar a disminuir las emisiones (muchas empresas han tenido que intercambiar o remplazar su tipo de emisión y también se han sacado taxis de circulación), y esa disminución sistemática debería ser parte de un informe del Ministerio del Medio Ambiente y de la Superintendencia del ramo.
¡No hay nadie en la Sala que pueda referirse a este tema!
La moción que nos plantea el Senador Girardi, que busca prohibir mediante una ley el uso de leña en la Región Metropolitana, sin perjuicio de las facultades que posee la autoridad para establecer prohibición o restricción administrativa, me parece adecuada.
¡Aquí se ha actuado con lentitud!
Algunos dicen que hay menos preemergencias que antes, y esto significa que la calidad del aire ha mejorado.
El plan de descontaminación -no recuerdo precisamente el monto- conlleva un gasto elevadísimo. Y yo esperaba la presencia de la Ministra del Medio Ambiente, Marcela Cubillos. No sé si este proyecto se puso sobre tabla, como tampoco si el Ejecutivo tuvo posibilidad de participar en su discusión.
Creo que es innegable la necesidad de un pronunciamiento de parte de la autoridad medioambiental.
Y si hay restricción, mi preocupación apunta a la zona sur, a Chillán, que también es una ciudad altamente contaminada, y a las comunas rurales.
¿Cómo lo enfrentarán las personas de escasos recursos?
La solución es el gas. Sin embargo, existen severas limitaciones debido a su costo tanto en la zona sur de Santiago como en Temuco, y particularmente en Chillán.
Creo que abrir el debate sobre restricciones al uso de leña da cuenta de que los esfuerzos que se han hecho por parte del Estado en materia de leña seca para incentivar su consumo y financiar el mejoramiento de las tecnologías en este ámbito han de ser evaluadas.
Señor Presidente, soy partidario del proyecto, pero creo que habría sido muy importante contar con la opinión de la Ministra del Medio Ambiente, de la Superintendencia del Medio Ambiente y de los organismos encargados de generar condiciones en lo que se ha llamado "las restricciones parciales a la utilización de leña en el sur del país", que se relacionan con el secado.
La leña húmeda es la que produce mayores emisiones. Una leña seca certificada puede ser utilizada sin problemas, como se ha venido propiciando por parte del Gobierno.
El resultado de ese proceso no está a la vista. Me habría gustado tenerlo presente. Espero contar con mayor información de parte del Gobierno, y particularmente del Ministerio del Medio Ambiente.
Este proyecto puede ser objeto de indicaciones que lo perfeccionen. Pero comparto plenamente su idea matriz, y, por tanto, voto a favor.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el señor Secretario.
Terminada la votación.


El señor LABBÉ (Secretario General).- Resultado de la votación: a favor de la enmienda propuesta por la Comisión de Salud, 15 votos; en contra, 7; 11 abstenciones y un pareo.
Votaron por la afirmativa la señora Órdenes y los señores Araya, Bianchi, Chahuán, De Urresti, Elizalde, Girardi, Harboe, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Navarro, Quintana y Soria.
Votaron por la negativa las señoras Aravena, Ebensperger y Von Baer y los señores Castro, Coloma, Galilea y Sandoval.
Se abstuvieron las señoras Provoste, Rincón y Van Rysselberghe y los señores Allamand, Durana, García, Huenchumilla, Kast, Pérez Varela, Prohens y Pugh.
No votó, por estar pareado, el señor Ossandón.
El señor LABBÉ (Secretario General).- En consecuencia, de acuerdo con el artículo 178 del Reglamento, influyendo las abstenciones en que no se resuelva la proposición, corresponde efectuar de inmediato una segunda votación.
Quienes se abstuvieron pueden optar por alguna de las dos opciones existentes: votar a favor o en contra.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- En votación.
--(Durante la votación).
El señor NAVARRO.- ¿Puede repetir el resultado, señor Presidente?
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- El resultado fue: 15 votos a favor, 7 votos en contra, 11 abstenciones y un pareo.
El señor GIRARDI.- Deseo intervenir, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- ¿Punto de Reglamento, Senador señor Girardi?
El señor GIRARDI.- No, señor Presidente. Quiero fundamentar mi voto.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, me parece relevante argumentar respecto a cómo una parte de este Senado renuncia a su potestad normativa.
Estos son temas que de verdad sí requieren leyes, porque aquí lo que está en juego es la vida y la salud de las personas.
¡Claro! Las normativas son para los temas económicos, para los temas tributarios; pero cuando se trata de la vida y de la salud de las personas estas entran en competencia con la defensa de una cultura desarrollista y se produce una colisión que evidentemente da cuenta de que la jerarquía o la importancia de la vida y de la salud de las personas está en un rango que no se encuentra equiparado a la común convicción acerca de qué se debe legislar por la vía de las leyes y qué se hace por la vía de reglamento.
¡Este es un tema real!
Una de las principales causas de muerte en la Región Metropolitana es la contaminación, pues el PM2.5 está permanentemente alto debido a una falacia que tenemos instaurada: la norma de PM2.5 que se usa en la capital es de 65 microgramos. La norma internacional propuesta por la Organización Mundial de la Salud es de 25 microgramos. Es decir, cuando casi se triplica lo que dice la ciencia respecto a dónde empiezan los daños, que van a influir en infartos, accidentes vasculares, arritmias, neumonías y bronquitis obstructivas, particularmente en niños y adultos mayores, recién en ese momento se dice "En Santiago empezó la contaminación".
Este es un problema de gran importancia.
Necesitamos instrumentos que logren evitar que muchas personas vean dañada su salud o mueran cada vez que se supere la norma de PM2.5. Existe un riesgo de que haya individuos que se hospitalicen, mueran o sufran situaciones dramáticas desde el punto de vista de la salud y de la economía del país.
Entonces, es bien incomprensible que no exista apoyo para una norma que busca hacerse cargo de un problema puntual de la Región Metropolitana, para una norma que ha sido apoyada por el Ministerio de Salud y por el anterior Ministerio del Medio Ambiente.
No sé cuál será la postura de la actual Cartera, pero la anterior, que sí tenía un compromiso claro y evidente, respaldó este proyecto. De hecho, presentó indicaciones.
Entonces, aquí hay falta de interés, falta de convicción en lo que respecta a usar instrumentos como las leyes para defender lo más importante: la vida y la salud de las personas.
Acá se necesita una normativa, porque es la única manera de dar una señal clara y de avanzar en la materia. Porque aquí hay intereses económicos, y las empresas podrían recurrir en contra de los reglamentos, pues se estaría afectando una actividad económica. Esto, porque dicha actividad, vinculada con la leña, perjudica la salud de las personas.
Insisto: en Santiago la leña la consumen los ricos, y los pobres sufren los efectos.
¡Aquello me importa!
¡Me importa que sea así!
¡Me importa la desigualdad!
¡Me importa que haya 300 por ciento más de infartos en Cerro Navia que en Vitacura! Y ello se produce precisamente por ese tipo de situaciones.
El Senado tiene hoy día la posibilidad de hacerse cargo de este problema, pero prefiere mirar hacia el techo, realizar una discusión formal y decir: "Estamos de acuerdo; pero dejemos esto al reglamento".
Desde mi punto de vista, acá hay una discusión valórica acerca de qué es importante, qué es accesorio, y de qué manera se deben enfrentar estas situaciones.
Por eso, señor Presidente, me parece relevante este debate.
Yo tengo una cultura ecologista, defensora del medioambiente. Y ella no es de ahora, sino de toda la vida. Me tocó ser Director del Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente y tuve que enfrentar problemas relacionados con la contaminación: por ejemplo, cerrar industrias, obligarlas a instalar filtros, en fin.
Pero de qué sirve que a las empresas, que desarrollan diversas actividades económicas, las hayamos obligado a gastar millones y millones de dólares si ahora, con el uso de la leña, todo lo que fue ganancia en materia ambiental se va a tirar al tarro de la basura.
A mi juicio, esta es una situación tremendamente injusta con quienes han debido hacer un esfuerzo, con aquellos que han tenido que someterse a normas estrictas, por cuanto el uso de la leña va a terminar erosionando y menoscabando políticas que buscan defender la salud y la vida de la población.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, este no es un debate menor. Nadie puede oponerse a que tengamos aires más limpios y condiciones más adecuadas de salud en nuestra población.
Ayer, a raíz de la discusión del proyecto de ley que disminuye el límite de velocidad máxima de 60 a 50 kilómetros por hora en zonas urbanas, conocimos un informe del Gobierno que señalaba que la principal causa de muerte en Chile tiene que ver con los accidentes de tránsito, y no con el uso de la leña.
La verdad es que me encantaría que trajéramos a la vista del Parlamento los datos y las cifras reales.
No puedo permitir, señor Presidente, que un colega sostenga que quienes tenemos dudas razonables respecto de los fundamentos de la iniciativa que nos ocupa estamos amparando o cuidando a los ricos.
No lo acepto, porque ello no se condice con mi trayectoria. Y podría dar innumerables ejemplos de cuál ha sido mi conducta tanto en el ámbito legislativo cuanto en el de mi vida.
Yo no uso calefacción a leña en mis oficinas; tampoco lo hago en mi casa en la Región del Maule, ni menos en Santiago.
Pero ese no es el punto.
El punto acá es que seamos serios. Porque, en verdad, ser populistas y realizar discursos que venden en la opinión pública no cuesta mucho.
Seamos serios para el momento en que debemos legislar.
Entiendo el ánimo que hay detrás del autor de este proyecto. Pero creo que no podemos dejar todo en manos del legislador cuando hay ordenamientos jurídicos a los que tenemos que dar vida.
Hoy día se trata de la Región Metropolitana; mañana será la del Maule.
En el Maule tenemos altos niveles de contaminación en áreas que todavía no han sido intervenidas.
Durante el Gobierno anterior se hizo un tremendo trabajo para que no tuviéramos zonas saturadas. Y puedo dar testimonio de aquello.
Todavía nos falta Linares.
Podría citar otros ejemplos respecto del resto de nuestro país. Pero esto no es a goteos, señor Presidente.
Invito al Senador Girardi a que hagamos una discusión integral en Chile sobre el problema de la contaminación, pero no solo enfocado a la Región Metropolitana. Y que lo realicemos, además, de acuerdo con los estándares que hoy día conocemos desde el punto de vista tecnológico, técnico y de la información necesaria para tomar buenas decisiones.
Señor Presidente, no acepto que se me acuse a mí, o a cualquiera de nuestros colegas, de estar amparando a los ricos. No es esa mi forma de actuar. No lo he hecho nunca, ni lo haré ahora.
Exijo seriedad en el tratamiento legislativo que damos a estas materias en el Parlamento. Porque si no, al final del día, lo único que tendremos será la denostación entre nosotros.
Entonces, ¡qué podemos esperar del resto de la ciudadanía!
No lo acepto, señor Presidente.
Por eso, voto en contra de este proyecto de ley.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, comparto lo que acaba de manifestar la Senadora que me antecedió en el uso de la palabra. Y no siempre pensamos parecido con Su Señoría.
Por intermedio de la Mesa, quiero pedirle al Senador Girardi que terminemos con esto de dividir todas las cosas entre buenos y malos, ¡sobre todo cuando él siempre se coloca en el lado de los buenos...!
Aquí ha habido un debate serio, y se han planteado dos cuestiones importantes.
Primero, cuál es el instrumento más adecuado para enfrentar el problema de la contaminación, asumiendo que Chile es un país diverso.
Acá se produce una gran contradicción.
El Senador Girardi plantea que las cuencas son diferentes y da para el caso de Santiago una solución mediante este proyecto de ley. Pero -y este es el segundo punto-, elevada a rango de ley la prohibición para algunos sectores de la Capital, no es legítimo que en otras regiones se proceda por la vía reglamentaria.
Entonces, aquí se han instalado dos temas serios. A algunos esto les podrá gustar o no.
Hemos sido testigos -y esto es completamente transversal- de la presencia de autoridades, como algunos intendentes, quienes han ejercido un papel activo en la materia. De manera que no puedo decir que acá haya habido desidia. Todo lo contrario: ha existido interés, se ha hecho un esfuerzo.
Es así como en gobiernos anteriores hemos sido parte del cambio de calefactores; colaboramos, a propósito de la Ley de Presupuestos, con distintas innovaciones que se introdujeron para generar un medioambiente libre de contaminación o, al menos, para enfrentar los nuevos sistemas que hoy nos amenazan.
Pero de ahí a decir que quien vota en contra de este proyecto es un mal chileno hay una distancia sideral, hay una diferencia brutal y una connotación moral inaceptable.
Aquello querría decir que los catones son quienes van a mandar respecto de lo que uno puede pensar.
Lo digo bien seriamente: este es un cambio estructural en cuanto a la forma de asumir prohibiciones en este caso limitado a algunos lugares de la Capital. Porque si Sus Señorías se fijan en la redacción de la norma pertinente, verán que esto no se refiere a toda la Región Metropolitana.
En verdad, no me parece aceptable el planteamiento que se ha formulado acá. Creo que quien no está de acuerdo con el Senador Girardi no comete un pecado, ni tampoco será condenado al infierno. Ello, porque a todos nos asiste el derecho a tener una visión distinta y, sobre todo, argumentada.
Por eso, y con más fuerza que antes, voto que no.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, voto en contra sin afán de defender a ningún sector económico privilegiado de nuestro país.
Si los mismos argumentos que expresó el Senador Girardi -por su intermedio, señor Presidente- los aplicáramos en mi Región, tendría que requerirle al Gobierno, o presentar una moción, que prohíba el consumo de leña en ella. Esto, porque -como bien señaló la Senadora Órdenes- tenemos la ciudad más contaminada de Chile.
Cuando Su Señoría se refiere a la norma internacional que rige para el material particulado, que es de 25 microgramos por metro cúbico de PM2.5 y que fue establecida por la Organización Mundial de la Salud, debo decir que en la ciudad de Coihaique, donde se concentra más del cincuenta por ciento de los habitantes de la Región de Aisén, la gente vive respirando más de 50 microgramos por metro cúbico de PM2.5 durante todo el año, con un peak que ha alcanzado los 740 microgramos por metro cúbico.
¿Qué significa eso, señor Presidente? Que la mitad de la Región de Aisén vive literalmente en un cenicero, o en un tubo de escape. Ese es el equivalente.
Por lo tanto, para resguardar la salud de la población en mi Región, tendríamos que, utilizando el mismo procedimiento que ahora se propone respecto de algunos lugares de Santiago, dictar una ley que prohíba el uso de la leña.
Pero en una región donde además tenemos condiciones climáticas totalmente distintas (10, 12, 15 grados bajo cero de temperatura), es difícil plantearle una cosa así a la gente, más aún si no tenemos instrumentos alternativos que nos den una salida para resolver el problema de fondo.
Por eso, señor Presidente, más que establecer una ley, debemos hacernos cargo de los planes de prevención y descontaminación, que son instrumentos de gestión ambiental que contienen las medidas necesarias para recuperar la calidad del aire: mejoramiento del tipo de leña, aislación térmica de las viviendas, cambio de calefactores, educación ambiental local, en fin.
Lamentablemente, el impacto que han tenido estos planes en la descontaminación no ha sido el esperado. Las medidas no son suficientes. Estamos tratando de tapar el sol con un dedo.
¿Qué debemos hacer en estos casos? Obviamente, mejorar, perfeccionar, cambiar sustantivamente los planes de descontaminación.
Por lo tanto, creo que la ley en proyecto no es la vía para resolver el problema de la contaminación. Porque si aplicara esa misma normativa, ante la señal que nos pone el Senador Girardi, automáticamente tendría que presentar una moción para prohibir también el uso de la leña en mi Región.
Pero ello no es aplicable; no lo podría realizar, por más que quisiera.
Por eso, señor Presidente, no defiendo, ni protejo, ni resguardo ningún interés económico.
Me parece que el canal para resolver esta situación es perfeccionar lo que tenemos.
Ahora bien, la iniciativa que nos ocupa -tal como lo señaló el Senador Coloma- apunta a una parte de la Región Metropolitana: a la provincia de Santiago, más las comunas de Puente Alto y de San Bernardo.
Entonces, ¿en el resto de las comunas no hay contaminación? ¿Es la leña la causa fundamental de la contaminación en la Región Metropolitana?
En mi Región, sin duda que sí.
Por ello -reitero-, voto en contra, pues estimo que debemos realizar una discusión amplia y profunda al objeto de que los planes de descontaminación no sean solo un documento que quede en los libros de todas las oficinas.
Queremos instrumentos eficientes. Los que tenemos hoy día no lo son. Y así lo señaló la propia Contraloría General de la República, por cuanto no resuelven el problema de fondo.
Acá no voto por algún interés, sino simplemente porque creo que para llegar al fondo de este asunto debemos perfeccionar sustantivamente los actuales planes de descontaminación que existen en nuestro país.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Huenchumilla.


El señor HUENCHUMILLA.- Señor Presidente, no pensaba hacer uso de la palabra ahora. Pero, después de escuchar al Senador Girardi, me parece pertinente explicar brevemente por qué no estoy de acuerdo con esta iniciativa.
Un proyecto de ley puede tener la mejor intención del mundo. Y yo estoy de acuerdo con eso. De manera que suscribo el propósito que persigue esta iniciativa.
Mis dudas van por otro lado. Porque no sé si se está planteando bien un proyecto como este.
O sea, puedo compartir sus objetivos; pero yo me pregunto si para cumplirlos estamos haciendo una buena iniciativa.
Fíjese, señor Presidente, que en materia ambiental -porque de eso se trata esto-, al establecer esta prohibición, estamos sacando la leña del comercio humano y prohibiendo su compraventa en Santiago.
Entonces, desconozco si eso puede sentar un precedente para más adelante. Porque yo me pregunto lo siguiente: ¿Podríamos decir por ley -siguiendo la misma lógica de este proyecto- que prohibimos, por ejemplo, la circulación de los autos por la Alameda? ¿Podemos determinar la prohibición absoluta de comercialización de un producto?
La legislación ambiental señala que se pueden establecer restricciones específicas en la ley respecto de algo.
Por lo tanto, si tuviéramos una redacción diferente a los términos absolutos en que viene planteada esta moción, a lo mejor podríamos estar de acuerdo.
Ese es mi punto. Porque, tal como se ha dicho acá, vamos a seguir legislando respecto de esta y otras materias.
Aquí no logra convencerme la técnica jurídica que se contiene en los objetivos que persigue el proyecto del Senador Girardi.
Quizás podríamos buscar un acuerdo en la Comisión, al objeto de encontrar una redacción más adecuada para esta norma y que cumpla con los propósitos de esta iniciativa. Pero los términos categóricos en que viene redactada me merecen muchas dudas.
Señor Presidente, todos fuimos elegidos para llevar a cabo determinados propósitos políticos. Sin embargo, para cumplirlos debemos hacerlo con la rigurosidad correspondiente.
Ese al menos es mi parecer.
Así que lamento mucho no apoyar este proyecto con la redacción propuesta.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, estamos frente a una disyuntiva mayor, que tiene componentes técnicos, jurídicos, pero también éticos.
Si el Senado -no será la primera vez- determina que esta no es la mejor manera para legislar sobre esta materia -porque esto debe hacerse por la vía reglamentaria, no por ley, por la implicancia jurídico-legislativa que tiene-, entonces cuál es la respuesta que le debemos dar a la gente que sufre lo que ha señalado el Senador Girardi.
Porque, al parecer, cuando hablamos de contaminación atmosférica se tocan intereses económicos.
Yo no quiero hacer ninguna acusación en particular. Solo digo que hace 18 años una Comisión especial de la Cámara de Diputados generó una investigación en la que más de 70 académicos de todas las universidades (cientistas, especialistas, en fin) dijeron: "¡No más crecimiento en Santiago; debemos congelar el crecimiento industrial y poblacional en la Capital!".
Y los cerros de Santiago se siguen llenado de familias acomodadas. La Región Metropolitana se ha densificado en más de siete millones de habitantes. Porque hay un gran negocio inmobiliario en Santiago.
Señor Presidente, cada vez que hablamos de regulaciones se toca algún interés.
¿Queremos establecer restricción vehicular? No. Y la asociación de empresas que venden automóviles viene para acá y hace el lobby respectivo.
¿Queremos fijar limitaciones en torno al desarrollo habitacional al objeto de parar la densificación? Ahí aparecen las inmobiliarias para hacer el lobby pertinente.
¿Queremos detener el flujo de profesionales hacia la Región Metropolitana porque en ella hay mejores oportunidades; porque el agua es más barata; porque se pagan mejores sueldos? Todo ello se ve impedido.
Nuestro país está atrofiado: el cuarenta por ciento de los chilenos vive en el dos por ciento del territorio nacional que representa la Región Metropolitana; y el sesenta por ciento de nuestros compatriotas lo hace en el noventa y ocho por ciento restante.
Señor Presidente, lo planteado por el Senador Girardi abre un debate necesario.
Si esta materia es tan importante para el Gobierno y para los parlamentarios oficialistas, la Ministra Marcela Cubillos tendría que estar acá, en la Sala; debiera generarse un debate con el Ejecutivo; habría que escuchar qué quiere hacer frente al problema de la contaminación.
Porque este Gobierno no tiene agenda en materia medioambiental.
Yo pregunto cuál es el programa del Presidente Sebastián Piñera sobre el particular.
¡No hay plan! ¡No existe programa de Gobierno, señor Presidente!
Parece todo de big data; parece que todo se encuentra reducido a cómo viene la mano y a qué podemos hacer al respecto.
Si tuvieran un programa de ejecución de tareas, de objetivos en materia medioambiental, uno podría saber qué se va a hacer en cuatro años. Y contarían con nuestro apoyo como lo han tenido siempre en este ámbito.
Hay indefinición, incertidumbre, pues desconocemos qué va a ocurrir acá.
Pero yo sí sé lo que ha pasado en la Región del Biobío: se retiró el plan de descontaminación en Los Ángeles, concordado con todas las empresas: IANSA, en fin.
Debido a la presión ciudadana se repuso.
Pero el plan intercomunal de descontaminación del Gran Concepción todavía no se restablece.
Le pregunté al Intendente de la Región del Biobío, Jorge Ulloa, por qué se sacó dicho plan, que incluye a la comuna de Coronel, una de las zonas de sacrificio ambiental más duras de nuestro país, debido a la contaminación atmosférica, de suelo y de aguas por metales pesados.
¡No sabemos por qué se retiró dicho plan!
Entonces, la prohibición del uso de la leña en la Región Metropolitana constituye una herramienta para bajar los índices de contaminación atmosférica, para proteger la vida de las personas y propiciar que vivan más años.
Si no hay alternativas, deberemos iniciar un nuevo camino.
Ya lo dije: voté a favor de esta iniciativa.
Espero informes del Ministerio del Medio Ambiente y de la Superintendencia. Porque con el proyecto aprobado podemos decir: "El Gobierno presentó la mejor iniciativa; por lo tanto, o la fusionamos o nos vamos por el proyecto que planteó el Ejecutivo".
Pero no tener nada nos deja un poquito en la indefensión y en la inacción.
Por eso, señor Presidente, voy a pronunciarme a favor, pero teniendo en cuenta que no estamos ante la mejor solución: es lo que podemos hacer desde el punto de vista de las facultades legislativas del Senado.
Voto que sí nuevamente.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Terminada la votación.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Resultado de la votación: 13 votos a favor de la enmienda que propuso la Comisión; 14 en contra; una abstención, y un pareo.
Votaron por la negativa las señoras Aravena, Ebensperger, Rincón y Von Baer y los señores Allamand, Castro, Coloma, Durana, Galilea, Huenchumilla, Kast, Prohens, Pugh y Sandoval.
Votaron por la afirmativa las señoras Muñoz y Órdenes y los señores De Urresti, Elizalde, Girardi, Harboe, Insulza, Lagos, Latorre, Letelier, Navarro, Quintana y Soria.
Se abstuvo la señora Provoste.
No votó, por estar pareado, el señor Pérez Varela.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Conforme al Reglamento, en la segunda votación las abstenciones se suman a la proposición que obtuvo mayoría.
En tal virtud, los votos en contra son 15, y los afirmativos, 13.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Ello implica que la enmienda sugerida por la Comisión de Salud fue rechazada.
--Queda rechazada.

El señor LABBÉ (Secretario General).- Por consiguiente, corresponde votar el texto que el Senado aprobó en general, que aparece en la segunda columna del boletín comparado.
El señor GIRARDI.- Solicito segunda discusión.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Tiene la palabra el señor Secretario, quien dará una explicación.
El señor LABBÉ (Secretario General).- En este caso, señor Presidente, corresponde pedir aplazamiento de la votación.
Porque el inciso final del artículo 124 del Reglamento dice: "Ante el rechazo de una proposición de la Comisión," -es lo que sucede en esta oportunidad- "se someterá a votación la disposición contenida en el texto aprobado en general, en cuanto sea pertinente.".
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- Es lo que está en la segunda columna del comparado.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Por tanto, el Senador señor Girardi debe solicitar, no segunda discusión, sino aplazamiento de la votación, el que sí corresponde.
El señor DE URRESTI (Presidente accidental).- ¿Le parece, Su Señoría?
El señor GIRARDI.- Conforme, señor Presidente. -Queda aplazada la votación del texto que el Senado aprobó en general.