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CREACIÓN DE DERECHO DE ATENCIÓN PREFERENTE EN SALUD


El señor MONTES (Presidente).- Proyecto, iniciado en moción de los Senadores señor Girardi, señoras Goic y Van Rysselberghe y señores Chahuán y Quinteros, en primer trámite constitucional, que modifica la ley N° 20.584 a fin de crear el derecho a la atención preferente, con informe de la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.156-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señor Girardi, señoras Goic y Van Rysselberghe y señores Chahuán y Quinteros):
En primer trámite: sesión 60ª, en 16 de octubre de 2018 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Salud: sesión 75ª, en 11 de diciembre de 2018.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El objetivo de esta iniciativa es propender a garantizar que toda mujer mayor de 60 años y hombre mayor de 65 años, así como las personas en situación de discapacidad, tengan derecho a ser atendidos preferente y oportunamente por cualquier tipo de prestador de acciones de salud, sea público o privado.
La Comisión de Salud discutió este proyecto en general y en particular, por ser de artículo único; lo aprobó en general por la unanimidad de sus miembros presentes (Senadores señora Goic y señores Girardi y Quinteros), y en particular, por la unanimidad de sus miembros presentes (Senadores señora Goic y señores Chahuán, Girardi y Quinteros).
El texto que se propone aprobar se consigna en las páginas 12 y 13 del informe y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
Nada más, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Gracias, señor Secretario.
En discusión general y particular a la vez.
Tiene la palabra el Presidente de la Comisión de Salud, Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, en muchos países del resto del mundo la atención de los adultos mayores es objeto de una clara preferencia, no solo en los aspectos vinculados con la salud: también se los respeta.
¿Por qué iniciamos este proyecto de ley? Porque en la mayoría de los hospitales públicos -esto se dio a conocer en un reportaje que se difundió en distintos medios de comunicación- el promedio que debe esperar la gente solo para obtener un medicamento es de tres horas. Hay casos de personas de 90, de 100 años, sobre todo mujeres, que han debido permanecer en ellos hasta cinco horas: llegan a las siete de la mañana y les entregan sus medicamentos a la una de la tarde.
Pero eso no es todo.
Las personas deben ir a los centros hospitalarios y esperar tres a cuatro horas solo para que les den la receta. Luego tienen que volver otro día -porque los remedios tampoco se los dan el mismo día- y permanecer ahí por tres o cuatro horas para recibir el medicamento.
Yo considero que eso es un atentado a la dignidad de los seres humanos (hombres o mujeres), de cualquier ciudadano o ciudadana. Y es más grave cuando se trata de mayores de edad.
Aquello no solo ocurre respecto a los medicamentos.
Si Sus Señorías concurren a cualquier hospital público e ingresan, por ejemplo, al sector donde se toman exámenes de sangre, se darán cuenta de que hay filas interminables ahí, y no se aplica ningún tipo de criterio para dar prioridad de atención a los adultos mayores.
Muchas veces los adultos mayores que concurren a los hospitales para hacerse algún examen, aparte tener una longevidad importante, están enfermos (diabetes, cáncer, en fin); o sea, son personas que se hallan en una situación vulnerable, de sufrimiento.
Entonces, es dramático que en esas condiciones tengan que llegar a las siete de la mañana al hospital para obtener un número a fin de ser atendidos. Porque si bien los citan para ver al doctor o para hacerse un examen, la atención tiene que ver con la hora de llegada y con el número que les tocó. A veces, asisten a las seis y media de la mañana para, si tienen número, ser atendidos cuatro a cinco horas después.
Por lo tanto, esta iniciativa apunta a un derecho humano fundamental, a que en los sistemas de salud, públicos o privados, exista sentido común y se respete a los adultos mayores -lamentablemente, debemos establecerlo por ley, pues de lo contrario no va a funcionar-, para que sean atendidos preferentemente; se habilite una fila especial para ellos, en fin.
Yo he sido testigo presencial, tengo la documentación y los videos respectivos, de un hecho que ocurrió en determinado hospital, en que había una persona de 103 años que llevaba esperando cinco horas para ser atendida.
Hay centros de salud en que el tiempo de espera es mucho mayor. Por ejemplo, si ustedes van al hospital Sótero del Río, verán que la situación allí es realmente dramática y lamentable.
Ello, por lo demás, se vincula con aspectos que no son atribuibles a un solo gobierno, pues se trata de infraestructura obsoleta, donde existe poca posibilidad de tener mayor cantidad de funcionarios. Sin embargo, debemos resolver este problema, porque es totalmente inaceptable en el siglo XXI.
Yo soy partidario de que, una vez que el médico entregue la receta, los medicamentos sean enviados a la casa del paciente. Porque, por ejemplo, algunas personas tienen que venir de Melipilla, o de Alhué ¡solo a buscar un medicamento al hospital San Juan de Dios...! ¡Eso es inentendible! ¡Salir de Alhué a las cuatro de la mañana para ir al hospital San Juan de Dios, que está en Santiago, y hacer una fila de cuatro horas solo para buscar un medicamento es algo insostenible hoy día, no resiste mayor análisis!
Por eso, los miembros de la Comisión de Salud presentamos este proyecto, el cual, por lo demás, fue aprobado por unanimidad.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Habría acuerdo de la Sala para abrir la votación?
Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, estamos ante a un proyecto de ley que responde a una situación dramática: hoy día, los adultos mayores esperan hasta ocho horas para que se les entregue un medicamento en los hospitales de nuestro país.
Por eso es tan importante esta iniciativa. Además, fue una de las materias que pudimos incorporar en el Acuerdo Nacional por una Salud Digna y Oportuna en que trabaja la Comisión Asesora Presidencial que convocó el Presidente Piñera para generar la revolución en la salud que tanto se requiere.
Una de las cuestiones elementales de la iniciativa se relaciona con la atención preferente de las personas mayores. Hay que dejar de hablar de "adultos mayores" y comenzar a referirse a "personas mayores". Ello, para armonizar nuestro léxico a la terminología empleada por los tratados internacionales en la materia.
En ese contexto, hemos planteado, por ejemplo, el despacho de los medicamentos al domicilio de la persona mayor, o a la farmacia más próxima a él; o bien, descentralizar la entrega mediante el sistema de courier.
Todo eso quedó establecido en el documento que la Comisión Asesora Presidencial le presentó al Ministro de Salud, y esperamos que el Presidente Piñera lo reciba a comienzos de marzo.
De otro lado, es necesario entender que, dados los tiempos de respuesta del sistema público en lo relativo a interconsultas con especialistas o a intervenciones quirúrgicas (muchas exceden de los 350 días, o están dentro de ese rango), debe fijarse una política para que a lo menos las personas mayores puedan atenderse de manera preferente.
Por ello, los miembros de la Comisión de Salud acogimos el criterio de crear conciencia sobre esa realidad.
Hoy día en los hospitales, en los CESFAM, en los CECOF vemos cómo las personas mayores deben soportar largas esperas; incluso algunas llegan a las cinco o seis de la mañana para pedir una hora.
Por esa razón es tan relevante darles mayores facilidades.
El Ministro de Salud nos planteó la necesidad de avanzar en un hospital digital. Ciertamente, se trata de una cuestión importante, urgente.
Señor Presidente, quiero contarle nuestra experiencia en el hospital Jean y Marie Thierry, donde conseguimos, a través de nuestra fundación, que los enfermos crónicos no tengan que volver a controlarse al CESFAM, sino que lo puedan hacer en forma electrónica. Por ejemplo, tomarse la presión; realizarse un examen de glicemia, en fin. Así, el Jean y Marie Thierry sabrá efectivamente las condiciones en que se encuentran esos pacientes.
¡Eso es cambiar la vida de las personas! ¡Eso es evitar que las personas mayores deban trasladarse para realizarse el control del adulto sano!
Además, el mencionado sistema entrega información en línea, que permite saber si la persona ha retirado o no sus medicamentos.
¡A eso nos referimos cuando hablamos de un avance significativo en salud! ¡A eso nos referimos con la revolución en salud, que le va a transformar la vida a la gente!
Por de pronto, debemos apuntar a que las personas mayores ya no tengan que despertarse a las cinco de la mañana para ir al hospital a hacer una fila con el fin de obtener un número que les permita ser atendidas.
Por eso, el Senador Girardi, con quien acudimos permanentemente a los hospitales de nuestra región; las Senadoras Goic y Van Rysselberghe; el Senador Quinteros, y quien habla consideramos que este proyecto es de la mayor importancia, es de urgencia nacional, pues el derecho a la atención preferente para las personas mayores es fundamental.
De igual forma, quienes integramos la Comisión Especial del Adulto Mayor también lo estimamos de la mayor relevancia.
En tal sentido, le pedimos a la Sala que le dé su aprobación.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, habiendo escuchado las intervenciones de los Senadores Girardi y Chahuán, me resulta difícil no intervenir en la línea de lo que aquí se ha anunciado.
Yo recién conversé con el señor Ministro, y le manifesté que le haría llegar en algún momento un proyecto de ley que hace algunos años desarrollé, el cual creaba la figura del químico-farmacéutico on line para lugares distantes.
Eso es lo que viene.
Así como hoy día se habla del hospital digital, del hospital en línea, bueno, el químico-farmacéutico on line pretende favorecer de mejor manera la entrega de medicamentos, la presencia de farmacias en lugares apartados.
Ahora bien, quiero felicitar a los autores de esta iniciativa, mediante la cual toda persona mayor de 60 años o en situación de discapacidad tendrá derecho a ser atendido preferente y oportunamente por cualquier prestador de salud, sea público o privado, con el fin de facilitar su acceso a las acciones de salud.
¡Eso es humanizar la salud! ¡Eso es poner en primer lugar a las personas!
La Región de Magallanes, que me honro en representar, exhibe las mismas dificultades que señalaron otros señores Senadores respecto de sus territorios.
Una persona mayor o en situación de discapacidad debe viajar desde Tierra del Fuego a Punta Arenas, desde Williams a Punta Arenas, desde Puerto Natales a Punta Arenas para ser atendido por un especialista. En esas localidades no existen ese tipo de médicos. Y la mayoría de las veces debe desplazarse más de 200 kilómetros, con todo el sacrificio que ello conlleva, con lo riguroso que resulta en la época de invierno (nieve, bajas temperaturas, condiciones climáticas muy adversas), para que el médico le diga que no la puede atender en ese momento. Y esa persona debe esperar varios meses más para volver a intentar que el doctor la pueda recibir.
Entonces, con mucha fuerza, obviamente, voto a favor de este proyecto de ley, porque recoge la humanización de la salud; es decir, la salud al servicio de las personas, más aún, cuando se trata de gente mayor o en situación de discapacidad.
Lo que mencionó el Senador Girardi es cierto: las personas mayores deben esperar tres a seis horas para ser atendidas en un hospital. Eso lo hemos comprobado personalmente.
Por eso, nos hace un tremendo sentido pronunciarnos a favor de esta iniciativa, para comenzar a darles dignidad en el trato en materia de salud a las personas mayores, a las personas con algún grado de discapacidad fundamentalmente en la Región de Magallanes, donde el clima se torna muy adverso para ir a citas médicas en los centros de atención hospitalaria, donde deben esperar varias horas para que al final les digan que no las pueden atender.
El hecho de que ahora tengan la posibilidad de atenderse de manera prioritaria va en la línea de estructurar medidas que permitan darles dignidad en la atención de salud (mañana será en otras áreas, como vivienda, en fin) y resolver un problema que viven a diario.
Voto a favor.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- En Chile, señor Presidente, según cifras del Servicio Nacional del Adulto Mayor, hay alrededor de 2,8 millones de adultos mayores. Y para el año 2025 se espera que el porcentaje sea de 20 por ciento de toda la población; vale decir, casi 4 millones de personas.
El envejecimiento activo implica que no exista solamente inclusión en materia laboral, sino que en todos los ámbitos de la sociedad.
Por otro lado, las personas con discapacidad son alrededor de 2,5 millones; casi la misma cantidad de adultos mayores.
Entonces, consagrar en la ley el derecho preferente de los adultos mayores y de las personas con discapacidad sobre la atención de salud es un buen aporte a la legislación nacional, toda vez que son los usuarios más frecuentes del sistema de salud, tanto público como privado.
Tener el derecho
preferente para tomar horas médicas en consultorios y hospitales, para retirar recetas y medicamentos son situaciones que actualmente dependen de la voluntad del personal de salud, pero que no es necesariamente una norma legal.
Con este proyecto, tanto los centros de salud familiar como los hospitales de mayor complejidad deberán adoptar los protocolos necesarios para que esta normativa sea cumplida por parte del prestador de servicios de salud.
Este debe ser un principio que guíe toda la atención de salud: las personas con mayores necesidades claramente requieren mayores atenciones.
Enhorabuena, los temas importantes sobre adultos mayores se visibilizan cada vez más. Se creó en el Senado la Comisión Especial del Adulto Mayor. De esta manera, los diferentes efectos que tiene el envejecimiento de las personas en las políticas públicas podrán ser abordados con mayor especificidad.
Señor Presidente, nuestro sistema de salud tiene problemas de fondo, que requieren reformas complejas para ser abordados. Sin embargo, es posible avanzar desde ya en cambios de este tipo, que, si bien son simples, las personas valoran altamente.
Estas normas contribuyen al cambio cultural; a modificar el pensamiento y el paradigma sobre la atención preferente; a entender que adultos mayores y personas con discapacidad simplemente no pueden esperar durante largas horas o llegar en la madrugada para tomar una hora médica.
¡Paremos con los abusos a los más necesitados! La atención preferente no puede quedar al arbitrio de la sola voluntad de las personas.
Por eso, voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Harboe.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, deseo felicitar a los autores de la moción, porque se hace cargo de un tema extremadamente cotidiano: las largas esperas de los adultos y las adultas mayores en diferentes consultorios de salud, en hospitales públicos, pero también en consultas privadas.
Tenemos un tremendo problema: nuestro sistema de salud llega permanentemente tarde. Pero cuando se trata de adultos mayores, esto se vuelve aún más grave, porque tienen menos tiempo para esperar y su condición de salud es mucho más frágil.
Por eso, considero que el proyecto apunta en la dirección correcta al establecer la obligación de todos los establecimientos de salud de otorgar atención preferente a los adultos mayores y a las adultas mayores.
Como se señala en la iniciativa: "Toda persona mayor de 60 años, como también toda persona en situación de discapacidad, tendrá derecho a ser atendido preferente y oportunamente por cualquier prestador de acciones de salud, sea público o privado, con el fin de facilitar su acceso a las acciones de salud".
Luego, el proyecto distingue entre los casos de consulta de salud o de solicitud de medicamentos.
Esta normativa es muy importante, pues impone un estándar de atención a los prestadores públicos y a los privados y evita que adultos y adultas mayores deban exponerse a largas esperas en los consultorios para el solo efecto de retirar sus medicamentos o ser atendidos en una consulta.
Reitero: es muy relevante esta iniciativa.
Señor Presidente, actualmente, en la Región de Ñuble hay cerca de 70 mil adultos mayores, de más de 60 años. En Biobío tenemos una cifra superior a los 100 mil adultos mayores.
El proyecto va en beneficio directo de todas aquellas mujeres y aquellos hombres mayores de 60 años. Por tanto, votaré a favor para que este proyecto tenga una pronta tramitación, se transforme en ley y se consagre un nuevo derecho para nuestros adultos y adultas mayores.
Evidentemente, nos queda pendiente lo que dice relación con el sistema de pensiones. Y espero que prontamente tengamos la posibilidad de discutir una reforma para dotar a nuestros adultos y adultas mayores de pensiones distintas de las actuales, que no alcanzan ni siquiera para cubrir el costo de los medicamentos.
Voto a favor de este nuevo derecho de acceso preferente a la salud para adultos y adultas mayores.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, sin duda, uno se alegra de sobremanera cuando las personas mayores se transforman en el centro y en la urgencia de diferentes políticas sobre mejoramiento de sus condiciones, su inclusión y su calidad de vida.
Nuestro país suscribió la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Y, tras reuniones que hemos sostenido como Comisión Especial con el Ejecutivo, se nos ha anunciado la presentación, durante el curso de 2019, de la Ley Integral del Adulto Mayor, que consagrará este derecho y otros tantos que legítimamente tienen las personas mayores.
Cuesta acostumbrarse al cambio de nomenclatura. No debiéramos referirnos a los "adultos mayores", sino que a "personas mayores". Esta es la forma en que debemos expresarnos cuando nos referimos a este segmento etario.
Nos alegramos también de que el Senado haya entendido la relevancia de estos 3,5 millones de chilenos mayores de 60 años. Incluso, se encuentra en tabla una iniciativa bien sencilla, que establece el concepto de la "cuarta edad", que dice relación con la prioridad que significa hacernos cargo de esta realidad.
Cuando hablamos de "personas mayores" nos estamos refiriendo a nuestros padres, a nuestras madres, a nuestros ascendientes directos, y no a nombres genéricos. Aludimos a personas. Estamos hablando de dimensión humana, de un concepto real.
Evidentemente, uno se alegra y agradece a los Senadores autores de la iniciativa, que apunta fundamentalmente a tres aspectos muy sencillos en los cuales se les debe prestar una atención preferente a las personas mayores:
I. Si se trata de una consulta de salud.
II. Si se trata de solicitud de medicamentos.
III. Si se trata de toma de exámenes o procedimientos médicos más complejos.
Es algo obvio, natural y absolutamente razonable.
Bien han señalado algunos parlamentarios lo que significa desplazarse para muchas personas mayores. Y esto adquiere especial sentido cuando hablamos de regiones, de comunidades, de sectores rurales o de regiones aisladas, de grandes extensiones. Aquí se mencionaron algunos casos. Desde Cochrane a la capital de la Región de Aisén hay 320 kilómetros de separación; y en la capital de la Región, obviamente, están los centros de mayor complejidad para la atención.
Además, uno se alegra de que el Ministerio de Salud comprenda que debemos avanzar en esta línea: las unidades geriátricas, tanto ambulatorias como agudas, que se pretende crear en todas las regiones de nuestro país; los centros de la memoria, con tres proyectos pilotos en Santiago, Concepción y Punta Arenas, que esperamos prontamente se extiendan a todas las regiones de Chile.
Sin duda, los 3,5 millones de chilenos y chilenas que conforman el segmento de las personas mayores de nuestro país verán en este proyecto una acción concreta de inclusión, atención y prioridad.
Votamos absolutamente a favor, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Muñoz.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, me sumo a la valoración realizada por los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra a esta iniciativa tan importante para las personas mayores de nuestro país, y sobre todo de regiones como la de Coquimbo, que tiene más de 150 mil adultos mayores, y que refleja a una de las regiones con mayor población en este tramo de edad.
Además, deseo señalar que esta es una gran ayuda para miles de adultos mayores de las zonas rurales.
He sido testigo en los distintos CESFAM o consultorios de cómo los adultos mayores llegan a este tipo de establecimientos a muy tempranas horas, en la mañana, para acceder a un número -hacen una fila interminable- que solo les entrega la posibilidad de tener una cita para el doctor en una o dos semanas posteriores.
Es lamentable cómo en invierno y en verano hombres y mujeres de avanzada edad están expuestos a solicitar atención con estos establecimientos atiborrados de personas haciendo filas, aguardando el número, con la esperanza de obtener atención de un especialista o de un médico general.
Sumado a aquello, muchas veces se les entrega el número después de hacer largas filas, y luego de largos días de espera, cuando llega el momento de la atención, el médico o el especialista no aparece en el recinto de atención de salud.
Espero que la ley en proyecto tenga el imperativo de operación y gestión en los distintos centros de salud a lo largo de nuestro país, porque puede convertirse en un mandato que finalmente no se implemente, no se concrete y puede suceder que no se elaboren los protocolos, que no haya procedimientos establecidos para llevarlo a cabo.
Por lo tanto, vamos a estar atentos en las distintas regiones, comunas y provincias para que este mandato, que hoy día estamos estableciendo a través de una ley, se haga realidad en los diferentes centros de atención de salud de nuestro país.
Voto a favor, señor Presidente, con mucho entusiasmo, pues estamos saldando una deuda con todos los adultos mayores de nuestro país.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, aquí han expresado con mucha claridad los colegas Senadores la importancia de algo que parece tan sencillo y tan obvio.
No sé si requeríamos una ley, pero pienso que esta iniciativa es sumamente necesaria, porque si tuviésemos un sistema más armónico y una mirada de sociedad mucho más equilibrada y respetuosa, no necesitaríamos darles a nuestros adultos mayores esta garantía de manera especial. Sin embargo, como la salud es un derecho humano vital y no siempre está garantizado ese acceso libre e igualitario, se hace imprescindible promover proyectos como el que nos ocupa.
¿Por qué? Porque tenemos que reforzar la atención preferencial para nuestros adultos mayores y discapacitados, dadas las condiciones especiales que reúnen.
Desde luego, votaré a favor del proyecto y lo apoyaré por todo lo que ya se ha explicado: las largas colas, las dificultades de acceso, las distancias, el hecho de tener que llegar a primerísima hora a un recinto hospitalario y no siempre conseguir un número o, a veces, simplemente encontrarse con que el especialista no llegó.
Además, debemos considerar que hoy día el 16 por ciento de nuestra población es adulta mayor, y no falta mucho tiempo más para que lleguemos al 20 por ciento, que es lo que se calcula de aquí al 2030, fácilmente.
Por lo tanto, debemos ir pensando cada vez más en políticas coherentes que se hagan cargo de esa realidad.
Pero, aparte de hablar de las complicaciones de salud de aquellas personas que requieren, más que nunca, intervenciones quirúrgicas o toma de exámenes, quiero referirme específicamente a las personas discapacitadas.
Cabe recordar que Chile suscribió la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que otorga las directrices y principios para que las instituciones colaboren con este grupo.
Cotidianamente, todavía nos encontramos con discriminación; con obstáculos; con el no respeto a los estacionamientos preferentes; con la prohibición de ingreso de perros guía a los restoranes; con la falta de acceso universal; con que se siguen construyendo edificios públicos y privados a los cuales es imposible acceder para una persona que carezca de movilidad propia.
Por lo tanto, quiero llamar la atención al respecto, porque también es otra deuda.
No se trata solo de nuestros adultos mayores, sino también de nuestros discapacitados, por los cuales todavía como sociedad no hemos hecho lo suficiente y necesario para tratarlos con dignidad e igualdad de derechos.
Por eso he querido hacer este llamado de atención, porque todo esto parte por un cambio cultural.
¡Cuántas veces hemos visto que no se respetan ni siquiera los estacionamientos para mujeres embarazadas, discapacitados o adultos mayores!
En consecuencia, vamos a apoyar este proyecto de ley votándolo a favor, pero a la vez hacemos un llamado a la reflexión como sociedad en el sentido de cuánto estamos dispuestos a cambiar culturalmente; cómo vamos educando a nuestros hijos, cómo los socializamos para brindar el respeto y la dignidad que merecen adultos mayores y discapacitados.
Voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, me sumo al apoyo que se ha brindado a esta iniciativa, que avanza en la línea de otorgar derechos efectivos a los adultos mayores.
Crear el derecho a la atención preferente viene a consagrar algo que debiera ser natural, pero que muchas veces no se cumple. Desgraciadamente, en los servicios de salud a veces prima más la velocidad en la atención, la cobertura o, simplemente, el orden de llegada, y la atención preferente pasa a ser un resabio, una sobreatención o una particularidad de determinados recintos.
Si nosotros lo establecemos como derecho mediante la incorporación en el artículo 6 de la ley Nº 20.584, sin lugar a dudas, mejora la situación y se genera un cambio cultural.
La entrega de números para la asignación de días y la atención prioritaria de consultas de salud o para el retiro de recetas, medicamentos o alimentos es una situación cotidiana que muchas veces los sistemas computacionales o la propia atención no cubren en su particularidad.
La Región de Los Ríos está dentro de las tres regiones del país con mayor cantidad de adultos mayores, y el país avanza a pasos agigantados a una alta concentración de este grupo de población.
Si nosotros no hacemos una focalización, si no consagramos con efectividad este tipo de derechos y no impregnamos en este ámbito a los servicios de salud y a todas las instancias a las que concurren los adultos mayores, claramente nos encontraremos con una brecha enorme.
Por lo tanto, es un avance para reconocer la importancia de los adultos mayores el contar con el derecho preferente a la atención de salud.
Además de ello, me parece sumamente importante -el Ministro de Salud y algunas autoridades de Gobierno estaban acá presentes- que el Ejecutivo pueda prestar su patrocinio a otra iniciativa.
Si estamos hablando de una preocupación preferente por los adultos mayores, quiero recordar que existe en la Cámara de Diputados hace largo tiempo un proyecto que consagra el derecho constitucional -lo incorporamos dentro del artículo 19 de la Carta Fundamental- a una vejez digna.
Si nosotros contáramos con una norma constitucional que asegurara la protección del adulto mayor y el derecho a una vejez digna en todos sus aspectos, como el derecho a atención -lo estamos consagrando hoy-, a una pensión, a un trato y una vida dignas una vez terminado el período laboral, claramente iremos cambiando nuestra legislación, lo cual va a impregnar a los municipios y a las distintas instituciones.
Por eso, felicito que estemos debatiendo esta iniciativa. Le damos todo nuestro respaldo -no me cabe duda de que su aprobación será unánime-. Pero es importante que el Ministerio de Desarrollo Social, el Gobierno y las distintas instancias que lideran estas materias -la Primera Dama también ha impulsado avances en ese sentido- mantengan diferentes líneas de acción: derecho preferente a la salud; derecho constitucional a una vejez digna, y reforma efectiva a las pensiones, pues no sacamos nada con garantizar atención preferente en una fila o a la hora de entregar medicamentos si las jubilaciones siguen siendo paupérrimas y ni siquiera alcanzan para terminar el mes.
Entonces, vamos a apoyar completamente esta iniciativa.
Sabemos que quedan temas pendientes.
Por eso, mientras se implementa la ley, deben dictarse protocolos en los distintos servicios de salud para lograr una plena aplicación, no solo de una ley, sino también de una cultura que asegure la preferencia a nuestros adultos mayores a la hora de concurrir a los establecimientos de salud.
Voto a favor, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (33 votos favorables) y, por no haber sido objeto de indicaciones, queda también aprobado en particular y despachado en este trámite.
Votaron las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz y Órdenes y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, García-Huidobro, Girardi, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quinteros, Sandoval y Soria.