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Inteligencia Artificial y neuroderechos: la protección de nuestro cerebro podría quedar consagrado en la Constitución

En el marco de los avances científicos y tecnológicos está cada día más cerca la posibilidad de utilizar datos neuronales, por lo tanto, a través del Congreso Futuro se trabaja en un piloto para reconocer este patrimonio como un nuevo derecho humano en Chile y también para que la ONU los reconozca como tal.

28 de mayo de 2019

Imagen foto_00000011“En el ámbito de la inteligencia artificial (IA) están ocurriendo los avances más acelerados de la ciencia y la tecnología. Ya estamos en una frontera donde es posible trasmitir cerebro a cerebro pensamientos, emociones, recuerdos, pero también descifrar lo está pensando o conectarse a un cerebro planetario global”, dijo el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión de Desafíos de Futuro.

Agregó que “esto se podría usar con fines benéficos en casos de Alzheimer o enfermedades neurodegenerativas, pero ¿qué pasa con la autonomía de los seres humanos si está expuesto a que otros sepan que emociones tienes o le introduzcan pensamientos u odios que no son de él?”.

Por estas razones, afirmó que “la Comisión Desafío del Futuro, junto con la Universidad Católica hemos decidido apoyar la propuesta del profesor Rafael Yuste -para que los neuroderechos sean un nuevo derecho humano- y elaboraremos un proyecto de reforma constitucional que así lo establezca”.

 

Asimismo señaló que realizarán gestiones con el Vaticano y la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, para que así se consagre a nivel mundial.

 

Rafael Yuste es un destacado neurocientífico coordinador del proyecto BRAIN sobre el cableado del cerebro humano y a partir de ahora colaborará en la elaboración de una reforma constitucional que consagre la protección de los neuroderechos, surgidos a partir del impacto de la ciencia, la tecnología y especialmente la inteligencia artificial (IA).

 

El senador Girardi dijo que en Chile haremos el primer piloto para mostrar que es posible regular esta potente tecnología que puede ser muy peligrosa si no va acompañada de la ética. Si no hacemos esto, la humanidad está amenazada. Hoy a través de la big data ya se puede predecir lo que las personas van a decidir y sus emociones”.

 

Y concluyó afirmando que “queremos que haya una indemnidad y una autonomía de los cerebros de los seres humanos, porque es el desafío más importante de la humanidad y que orgullo que se esté abordando desde Chile”.

 

NEURODATOS OTRO ÓRGANO HUMANO

 

Rafael Yuste agradeció que “el Senado y la Universidad Católica lideren la alerta al mundo sobre estos problemas sin resolver, que son las implicaciones sociales de la neurotecnología y de la IA (…) esto trasciende a la ciencia y va abarcar cada vez más a la sociedad. Tenemos que decidir qué tipo de sociedad y de seres humanos queremos ser en el futuro”.

 

Agregó que “vamos definir por primera vez en la historia el concepto datos neuronales -lo que legalmente no se ha hecho nunca- pues son distintos a los datos normales, porque están basados en la actividad cerebral de las personas.  Queremos que estos neurodatos sean definidos como un órgano del cuerpo,  no físico sino que mental y sería el más importante de todos los órganos porque es el cual nos define como somos”.

 

Y finalizó señalando que “si esto se puede hacer en Chile y se pueden definir los neurodatos desde un punto de vista legal, habrá una línea que no se puede cruzar porque quedarían establecidos como los órganos se pueden donar y recibir con fines médicos o altruista, pero no comerciales”. 

 

ESFUERZO INTERDISCIPLINARIO

 

En tanto el rector Ignacio Sánchez dijo que “agradezco al Congreso Futuro por darnos la oportunidad de organizar en nuestra universidad un simposio con el profesor Yuste junto a académicos de las facultades de Derecho, Medicina, Ciencias Sociales, Escuela de Sicología en un diálogo interdisciplinario muy importante para la flexión de este tema en el país”.

 

Y agregó “esto tiene repercusiones en todos los ámbitos y que mejor que las universidades con una gama amplia de saberes y académicos en todas estas áreas, como para abordar y colaborar en conjunto con el gobierno y el Parlamento para crear esta plataforma de discusión y análisis”. 

 

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