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Política exterior de Chile: ¿Cambió la estrategia del gobierno?

En sesión especial, senadores de distintos sectores expusieron en profundidad sus críticas, reflexiones y análisis sobre el rol de Chile en el concierto mundial y regional, el desarrollo del multilateralismo y la política de suscripción de acuerdos y tratados internacionales.

4 de abril de 2019

Imagen foto_00000010Con un llamado a cuidar las instituciones y mantener el diálogo constructivo culminó la sesión especial convocada para analizar la política exterior de Chile. En la oportunidad, senadores de todos los sectores expusieron en profundidad y en el marco de “un debate republicano” sus críticas, reflexiones y análisis sobre lo que ha sido la conducción de los asuntos de política de exterior en el último año y medio y lo que se consideran como bases permanentes.

En la sesión especial hicieron uso de la palabra los senadores José Miguel Insulza, Alejandro Guillier, Ricardo Lagos Weber, Iván Moreira, Francisco Chahuán, Jorge Pizarro, Juan Ignacio Latorre, Manuel José Ossandón, Alejandro Navarro, Juan Antonio Coloma y el senador Andrés Allamand. Además del Canciller, Roberto Ampuero.

 

Desde la oposición surgieron los cuestionamientos más enfáticos en orden a lamentar que el gobierno del Presidente Piñera “haya introducido por primera vez desde el retorno de la democracia, la decisión de llevar los temas de política exterior a la política doméstica”.

 

Asimismo, acusaron una “improvisación y falta de coherencia en el respeto de los principios de la política exterior”, al restarse en el último momento de la suscripción de pactos como el de Escazú y el migratorio, y por otro, promoviendo acuerdos comerciales”.

 

Sin embargo, el punto más controvertido fue el rol del Presidente en la crisis de Venezuela, donde se acusó de estar “interviniendo en asuntos de otros Estados” y advirtieron el riesgo de seguir las tendencias de los “nacionalismos y populismos” que están imponiendo algunas potencias tanto en la región como a nivel mundial.

 

Desde la otra vereda, los senadores de gobierno aseguraron que “detrás de las críticas y visiones apocalípticas” de la oposición se esconde una “estrategia política de desprestigio del Presidente de la República y su gobierno”.

 

Imagen foto_00000012La mayoría compartió los principios permanentes de la política exterior de Chile, pero aclararon “que es el Presidente el que la conduce” y constaron que “el Jefe de Estado cambió, ya no gobierna la oposición”, por lo tanto, tiene todo el derecho de imprimir sus propios análisis y convicciones, en especial en materia de “condena a las violaciones de los derechos humanos y la existencia de dictaduras antidemocráticas en la región”.

 

Agregaron que “Prosur no es un club de países derechistas “y más bien aplaudieron “la proactividad y el liderazgo del Presidente en la región”, aunque fuera una apuesta arriesgada.

En la misma línea, el canciller Roberto Ampuero precisó que "un elemento son los principios fundamentales que rigen nuestra política exterior, que nos inspiran y también los pilares que marcan nuestra política exterior de Estado; pero otra cosa son los énfasis que cada Gobierno da a la hora de ejecutar la política exterior". 

PRINCIPIOS, TRADICIONES Y MATICES

 

INSULZA

“Nuestra política exterior es unitaria, de principios, y no se basa en la conveniencia política inmediata, sino en el interés nacional…. Cada cual puede juzgar si los hechos de los últimos meses respetan estos principios… todo habla de improvisación, populismo y poco respeto por las bases fundamentales de nuestra política exterior. Aún es tiempo de volver atrás y retomar los principios que han fundamentado una política exterior exitosa. Que no se vea más a Chile sentado junto a las fuerzas del nacional populismo que abominan del multilateralismo, del Derecho Internacional y la paz”.

 

GUILLIER

“El Gobierno del Presidente Piñera ha roto una tradición al situar nuestra política exterior dentro de los vaivenes de la política interna, que les hemos reprochado históricamente a los vecinos. También ha cruzado una línea peligrosa que solo puede sumar conflictividad a una sociedad chilena de por sí hoy más compleja.

 

LAGOS WEBER

“Es un hecho que lo que ha ocurrido en Chile es que ha habido un cambio en la política exterior. Podemos discutir, podemos tener diferencias respecto a si ha sido un paso positivo o negativo, pero creo que no hay dos opiniones que ha habido un cambio en la política exterior chilena… Organizamos la COP 25, pero rechazamos el pacto de Escazú. Decimos que el multilateralismo es importante y el pacto global de migraciones lo rechazamos, a última hora y de la forma en que se hizo”.

 

MOREIRA

“Digamos las cosas como son: aquí hay una discusión política y bastante apocalíptica de parte de la Nueva Mayoría. Aquí no se ha roto ninguna tradición. Por supuesto que hay cambios, hay matices distintos porque cada Gobierno, su Presidente, es el que conduce las relaciones exteriores. Quiero señalar que con respecto al Pacto Migratorio, Escazú y lo que va a ser la COP25 si el Gobierno estima que hay algo que no va en beneficio para el país, el Presidente está en todo su derecho de cambiar de opinión cuando lo estime conveniente. Porque estamos gobernando nosotros, no lo está haciendo la Nueva Mayoría”.

 

POLÍTICA EXTERNA E INTERNA

 

CHAHUÁN

“Se ha quebrado, con una tradición de hacer de la política de relaciones exteriores una política de Estado. Y resulta evidente, al escuchar a algunos senadores de oposición, como, finalmente, tratan de hacer una política interna respecto de aquellos temas. El Presidente ha basado su acción en materia de política exterior sobre los ejes que han sido tradicionalmente esa política. Por supuesto, el respeto al Derecho Internacional, el respeto a la soberanía y la intangibilidad de los tratados, a la solución pacífica de las controversias, al apego a los instrumentos jurídicos que regulan las relaciones internacionales, a la democracia y los derechos humanos”.

 

PIZARRO

“Creo que la preocupación está dada porque hay una secuencia de decisiones, o de opiniones, o de hechos que van marcando un cambio importante en lo que ha sido el manejo de la política exterior de nuestro país. Y esa secuencia es la que empieza a generar la preocupación que motivó esta conversación, este diálogo. Lo que a uno le nace como lógico y natural es pensar que aquí hay una mezcla de improvisación y también una mezcla de una visión más ideológica”.

 

LATORRE

“Debemos situar la política exterior en el contexto en que se ha desarrollado en los últimos años el sistema internacional: representantes de diferentes sectores políticos disienten del multilateralismo, propugnando discursos populistas de corte nacionalista. Estos discursos son una respuesta a una globalización que fortaleció el libre comercio sin estructuras de gobernanza, privilegiando a multinacionales y al sistema financiero, en detrimento de los sectores mayoritarios de la población”.

OSSANDÓN

“A mi juicio estamos frente a un tema político. Se habla mucho de la política internacional y de que esto no debe mezclarse con la política interna. Y lo que aquí se ha hecho, y hemos visto, es que el problema es interno. Claramente, hemos visto cómo ex cancilleres y personeros de la ex Nueva Mayoría han reclamado porque ellos estiman un cambio de rumbo en la política exterior. También han hablado -y aquí mismo lo han hecho- de populismo, de improvisación. Pero la verdad es que estos comentarios, claramente, son parte de una estrategia política”.

 

NAVARRO

“Lo único rescatable de esta situación es que Chile requiere terminar con la monarquía presidencial. El Senado y el Parlamento requieren ser parte de la política exterior. Ya no más una política exterior dirigida por una sola persona bajo su propia conducta. Chile requiere tener un debate más amplio para saber cómo nos relacionamos con el mundo, que no es solo para el comercio, sino también por los valores”.

 

COLOMA

“Lo concreto es que lo que aquí se está intentando hacer por parte de la oposición es crear un clima completamente artificial en materia exterior. Aquí se quiere decir que hay un antes y un después y que, de pronto, porque se iluminaron algunos senadores, la política exterior de Chile, que ha sido exitosa, pasa a ser un fracaso, porque algunos lo determinaron. Acusan al Gobierno de que aquí se ha abandonado el multilateralismo, como si lo óptimo fuera aprobar todos los tratados posibles”.

 

ALLAMAND

“Creo que ha quedado más que de manifiesto que habría sido un error gigantesco seguir las orientaciones que plantea la oposición en política exterior: no habríamos reconocido a Juan Guaidó como Presidente encargado de Venezuela; no estaríamos como estamos en Nicaragua; no estaríamos como estamos en el Grupo de Lima; no estaríamos como estamos impulsando Prosur y no habríamos densificado nuestra relación con Brasil. Entonces, ¿quién en definitiva se aparta de los verdaderos propósitos de la política exterior chilena?

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