Actuar con ponderación

Las cartas están echadas y el presupuesto 2012 está despachado, por lo mismo, el gobierno debe cumplir su palabra e iniciar el debate. No obstante, es fundamental avanzar en la discusión de una reestructuración tributaria, pensando en que el país sea el principal beneficiado, y actuando con seriedad, tanto en La Moneda y como en el Congreso Nacional, donde el denominador común, debe ser la ponderación y el desarrollo de políticas públicas transparentes.

Porque es un tema sensible y que tiene muchas repercusiones en el desarrollo del país, la reforma tributaria se ha transformado en un desafío, donde debe estar clara que la premisa: ingresos permanentes para gastos permanentes.

Y una gran reforma educacional necesita una política pública de largo plazo y financiada, como se hizo en el gobierno de la Presidenta Bachelet con la Reforma Previsional.

Además, es necesario hacer una reestructuración general de todos los impuestos y al mismo tiempo, una cosa que es muy importante: que se genere una fórmula de simplificación y que esté su entendimiento al alcance de todo el mundo, ya sea del ciudadano, del emprendedor o del mediano empresario.

Las políticas de gobierno requieren estudios profundos para cambiar lo que está mal y perfeccionar lo que está funcionando correctamente. En esa línea, creo que el impuesto a las personas es sumamente alto y se debiese revisar.

No obstante, el Gobierno debiese actuar hoy, enviando un proyecto que mantenga el impuesto a las empresas en el 20%, porque creo que es posible y serviría para solventar los mayores gastos que van a existir con la implementación de los programas aprobados en el presupuesto.

Asimismo, es fundamental que las reglas del juego sean muy claras, de tal manera de proteger el desarrollo del país, las inversiones y el crecimiento.

Un nuevo pacto fiscal requiere un estudio de envergadura, que debe ser claro, transparente y con participación de técnicos y naturalmente del parlamento.

Es evidente que tenemos un proceso electoral muy cerca y la reforma tributaria se puede tomar como caballito de batalla por algún sector o partido político, por ello, el Gobierno debe tomar definiciones, debe actuar, porque es un tema serio y delicado que hay que tratarlo con ponderación.

Los impuestos en Chile son un gran aporte para el país, porque existe la cultura tributaria. Y esa situación nos prestigia.  Sin embargo, hay que generar políticas que terminen con las desigualdades y las necesidades en educación, por la misma razón, los ingresos deben ser permanentes y no ocasionales.