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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 370ª
Sesión 6ª, en miércoles 6 de abril de 2022
Especial
(Celebrada presencial y telemáticamente, de 12:13 a 14:41)
PRESIDENCIA DE SEÑOR ÁLVARO ELIZALDE SOTO, PRESIDENTE, Y
SEÑORA LUZ EBENSPERGER ORREGO, VICEPRESIDENTA
SECRETARIOS, EL SEÑOR RAÚL GUZMÁN URIBE, TITULAR,
Y EL SEÑOR ROBERTO BUSTOS LATORRE, ACCIDENTAL
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron presencialmente las señoras y los señores:
--Allende Bussi, Isabel
--Aravena Acuña, Carmen Gloria
--Araya Guerrero, Pedro
--Bianchi Retamales, Karim
--Campillai Rojas, Fabiola
--Carvajal Ambiado, Loreto
--Castro González, Juan Luis
--Castro Prieto, Juan
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Cruz-Coke Carvallo, Luciano
--De Urresti Longton, Alfonso
--Durana Semir, José Miguel
--Ebensperger Orrego, Luz
--Edwards Silva, Rojo
--Elizalde Soto, Álvaro
--Espinoza Sandoval, Fidel
--Flores García, Iván
--Gahona Salazar, Sergio
--Galilea Vial, Rodrigo
--García Ruminot, José
--Gatica Bertin, María José
--Huenchumilla Jaramillo, Francisco
--Insulza Salinas, José Miguel
--Kast Sommerhoff, Felipe
--Keitel Bianchi, Sebastián
--Kusanovic Glusevic, Alejandro
--Kuschel Silva, Carlos Ignacio
--Lagos Weber, Ricardo
--Latorre Riveros, Juan Ignacio
--Macaya Danús, Javier
--Moreira Barros, Iván
--Núñez Arancibia, Daniel
--Núñez Urrutia, Paulina
--Órdenes Neira, Ximena
--Ossandón Irarrázabal, Manuel José
--Pascual Grau, Claudia
--Prohens Espinosa, Rafael
--Pugh Olavarría, Kenneth
--Quintana Leal, Jaime
--Rincón González, Ximena
--Saavedra Chandía, Gastón
--Sandoval Plaza, David
--Sanhueza Dueñas, Gustavo
--Sepúlveda Orbenes, Alejandra
--Soria Quiroga, Jorge
--Van Rysselberghe Herrera, Enrique
--Velásquez Núñez, Esteban
--Walker Prieto, Matías
Concurrieron, además, la Ministra del Interior y Seguridad Pública, señora Izkia Siches Pastén; el Ministro Secretario General de la Presidencia, señor Giorgio Jackson Drago, y la Ministra de Desarrollo Social y Familia, señora Jeanette Vega Morales.
Asimismo, se encontraban presentes el Subsecretario del Interior y Seguridad Pública, señor Manuel Monsalve Benavides; los Gobernadores Regionales del Biobío, señor Rodrigo Díaz Wörner, y de La Araucanía, señor Luciano Rivas Stepke, y, telemáticamente, la Vicepresidenta de la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag), señora Yasna Navarrete Gutiérrez.
Actuaron de Secretario General el señor Raúl Guzmán Uribe, y de Secretario General accidental y Prosecretario, el señor Roberto Bustos Latorre.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 12:13, en presencia de 22 señoras Senadoras y señores Senadores.

El señor ELIZALDE (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA


SITUACIÓN DE VIOLENCIA EN MACROZONA SUR Y MEDIDAS GUBERNATIVAS ADOPTADAS AL RESPECTO

El señor GUZMÁN (Secretario General).- Buenos días, se ha citado a esta sesión especial para el día de hoy, de 12 a 14 horas, en razón de la solicitud formulada por los Comités de los partidos Renovación Nacional e Independientes, Unión Demócrata Independiente, Partido Republicano y Partido Demócrata Cristiano, con el objeto de tratar la situación de violencia en la macrozona sur y las decisiones que está tomando o tomará el Gobierno del Presidente Gabriel Boric al respecto.
A efectos de esta sesión, los Comités parlamentarios han acordado invitar a la señora Ministra del Interior y Seguridad Pública, señora Izkia Siches Pastén; a la señora Ministra de Desarrollo Social y Familia, señora Jeanette Vega Morales; al Gobernador Regional de La Araucanía, señor Luciano Rivas Stepke y al Gobernador Regional del Biobío, señor Rodrigo Díaz Wörner. Igualmente, se invitó a la señora Yasna Navarrete Gutiérrez, Vicepresidenta de la Asociación de Contratistas Forestales, Acoforag, quien se encuentra participando de manera remota y telemática en esta sesión.
Para el desarrollo de la presente sesión se otorgarán cinco minutos a algún Senador o Senadora de los Comités que solicitaron esta sesión. Posteriormente, se otorgará tiempo a las autoridades invitadas para que expongan lo pertinente con relación a las materias que se discutan y luego harán uso de la palabra las señoras Senadoras y los señores Senadores en representación de sus respectivos Comités y dentro de los tiempos de Incidentes para cada uno de estos.
Al efecto, el Partido Renovación Nacional e Independientes informó que, sin perjuicio del uso de la palabra que haga algún Senador o Senadora para dar inicio a esta sesión, intervendrán las Senadoras señora María José Gatica por tres minutos, el Senador señor José García Ruminot por tres minutos, la Senadora Carmen Gloria Aravena por tres minutos, el Senador señor Manuel José Ossandón por tres minutos y el Senador señor Francisco Chahuán por dos minutos.
En el Partido Unión Demócrata Independiente, también, sin perjuicio de la intervención o uso de la palabra que haga el Senador o Senadora en razón de haber solicitado esta sesión especial, intervendrán el Senador señor Javier Macaya por cuatro minutos, el Senador señor Enrique Van Rysselberghe por cuatro minutos y el Senador señor Juan Antonio Coloma por tres minutos.
Del Partido Comité Evópoli informaron que harán uso de la palabra el Senador señor Kast por dos minutos y el Senador señor Keitel por dos minutos.
Se solicita a los restantes Comités que hagan llegar a la Mesa los nombres de las Senadoras o Senadores que intervendrán por sus Comités y la respectiva distribución de tiempo al efecto.
Es todo, señor Presidente.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Vamos a solicitar la autorización de la Sala para que ingrese el Subsecretario del Interior.
¿Habría acuerdo?
(El señor Presidente hace sonar la campanilla en señal de acuerdo).
Acordado.
Entonces puede ingresar el Subsecretario Monsalve.

El señor GUZMÁN (Secretario General).- De los Comités que han solicitado la realización de esta sesión especial, Partido Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional, Republicano y Demócrata Cristiano, se pueden inscribir los Senadores que lo estimen pertinente para hacer uso de los primeros cinco minutos del encuadre.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Les agradecería que informaran a la Mesa quiénes van a hablar por los Comités al inicio de la sesión.
No nos estamos refiriendo a los que se inscribieron para hablar por sus respectivos Comités, sino de los Senadores de los Comités que hicieron la presentación de la solicitud para esta audiencia especial.
Estamos hablando de cinco minutos para todos. Entonces, si pudiera hablar uno o como máximo dos Senadores. ¿Nos podrían informar quién va a hacer uso de la palabra?

El señor MOREIRA.- ¡Yo ya estoy inscrito!

El señor ELIZALDE (Presidente).- ¿Senador Moreira?
Sí, perdón.
Insisto. Voy a hacer la aclaración. No estamos hablando de quiénes van a hacer uso de la palabra por sus Comités de acuerdo a los tiempos que ha planteado el Secretario, sino de quiénes van a hacer uso de los primeros cinco minutos de los Comités que realizaron la solicitud de esta sesión.
Entonces, yo veo al Senador Luciano Cruz-Coke y al Senador Moreira levantando la mano para estos primeros cinco minutos.
¿Les parece dos minutos y medio para cada uno y después se hace el uso correspondiente?

El señor MOREIRA.- ¡Cómo dos minutos! ¡Son cinco minutos para cada uno!

El señor ELIZALDE (Presidente).- Me informan que los Comités que pidieron esta sesión son la UDI, Renovación Nacional, la Democracia Cristiana y Republicanos. Por tanto, solo integrantes de esos Comités pueden hacer uso de estos cinco minutos.
Les agradecería que nos informaran qué Senadores van a hacer uso de la palabra por estos cinco minutos.
Estamos hablando de cinco minutos en total. Lo óptimo habría sido que se pusieran de acuerdo en un solo Senador.

El señor MOREIRA.- ¿Cinco minutos en total, para todos?

El señor ELIZALDE (Presidente).- Sí, porque es la primera presentación. Después hablan los Ministros y luego los Comités de acuerdo a sus tiempos.
Está la Senadora Gatica. ¿Sobre este punto?
El Senador Edwards y el Senador Moreira.
Siendo tres los intervinientes, le vamos a dar dos minutos a cada uno para el inicio, porque -insisto- son cinco minutos para las bancadas que solicitaron esta sesión especial.
Después, Senador Moreira, usted está inscrito para hablar además por su bancada, y se le va a respetar ese tiempo.
Senador Moreira, tiene la palabra.

El señor MOREIRA.- Presidente, como yo tengo tres minutos como bancada -habíamos entendido mal- y nos van a entregar dos minutos, yo quiero proponer que hable mis cinco de corrido, porque en dos minutos nada puedo decir. O sea, yo hablo los dos minutos como convocante a esta sesión y tres minutos conforme a lo acordado para las bancadas.
El Senador Coloma no va a hablar los tres minutos, los voy a hablar yo. Sí, porque no alcanzo en dos minutos; el Secretario me había dicho otra cosa.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Vamos a hacer lo siguiente.
Le vamos a dar cinco minutos al Senador Moreira, cinco minutos a la Senadora Gatica y tres minutos al Senador Edwards, para iniciar la sesión, pero posteriormente no van a poder hablar. Es la única manera de solucionar este asunto.
Y de los cinco minutos, se le van a descontar tres a la bancada de la UDI, tres a la bancada de RN, y el Partido Republicano no va a tener derecho a una nueva intervención. Me parece una solución ecuánime para que puedan hablar de corrido, sin interrupciones.
¿Les parece? ¿Habría acuerdo?
--Así se acuerda.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Entonces, parte el Senador Moreira, cinco minutos; después la Senadora Gatica, cinco minutos, y, en tercer lugar, el Senador Edwards, tres minutos.
Senador Moreira, tiene la palabra.

El señor MOREIRA.- Gracias, Presidente.
Viene muy sonriente, parece, de su viaje al exterior. ¡Qué bueno que venga así: sonriente y alegre...!
Saludo a las Ministras y los Ministros.
Y vamos al grano altiro, fuerte y claro.
La Araucanía vive en el dolor, vive en la noche de la incertidumbre y la desesperanza y vive con la desilusión de las promesas hechas y no cumplidas, con la desazón de no tener certeza alguna, excepto que la noche sigue.
Como decía John Updike: "No puedes cambiar todo en una noche, pero una noche puede cambiarlo todo".
Por eso, desde la UDI hemos pedido esta sesión especial, porque nosotros como bancada de Senadores queremos representar a los miles de chilenos y, en especial, a las víctimas, quienes necesitan saber ¿qué va a hacer el Gobierno?
Quieren ver esperanza donde hoy solo observan incertidumbre, porque esas víctimas han despertado una mañana sin sus casas, sin sus autos, sin un familiar o un ser querido. Y, lamentablemente, esto no ha podido ser solucionado.
Por cierto, para que quede absolutamente claro respecto a mis críticas, yo ni nadie puede pedirle, ni menos exigirle al Gobierno que resuelva en un mes los problemas. Los diferentes gobiernos, incluyendo mi Gobierno (los dos períodos de Sebastián Piñera), tampoco pudieron resolverlo. Pero si bien no le podemos exigir al nuevo Gobierno que resuelvan en el corto plazo lo que otros no han podido solucionar en décadas, sí le podemos exigir al Gobierno una explicación, una explicación sobre su estrategia, si es que tiene una, y que de no estar listos esos planes, no se profundice, ni se siga agravando el problema.
Por eso queremos preguntarle al Gobierno, por intermedio de la señora Ministra del Interior, qué medidas va a tomar para garantizar la seguridad de las personas y bienes en la macrozona sur, ya que al anunciarse que no renovarían el estado de excepción, dijeron que presentarían un plan.
Ministra, desde que se terminó el estado de excepción ya van a lo menos siete atentados. ¿Con quién quiere dialogar para lograr la paz, Ministra? ¿Quiénes son sus interlocutores y en qué términos se pretende buscar ese diálogo? ¿Bajo qué parámetros?
En su viaje a Temucuicui, ¿cuál era su intención? ¿Cuál es la política del Estado para enfrentar a grupos armados? ¿Cómo pretende este Gobierno dialogar cuando esos grupos le apuntan con un fusil y la balean? ¿Qué antecedentes tiene el Gobierno de la relación entre la violencia y los antecedentes con el narcotráfico y el robo de madera?
Ministra, le pido por favor que nos dé hoy día una respuesta definitiva. ¡Sí! Una respuesta definitiva: ¿El Gobierno considera que los atentados en La Araucanía son terrorismo o no? La pregunta es muy simple: sí o no.
¡Eso es lo que queremos escuchar del Gobierno!
¿Qué tiene que pasar para que el Gobierno califique como terrorismo los ataques indiscriminados contra la población civil? ¿Por qué tanto complejo en llamar las cosas por su nombre? ¡Terrorismo es la palabra!
Y, finalmente, Ministra, ¿cómo se va a reparar a las víctimas inocentes de la violencia? Porque hasta hoy ¡estamos preocupados! El Gobierno del Presidente Boric nos ha mostrado su plan de acción para enfrentar la violencia que sacude a la macrozona.
El Estado parece desbordado y ausente en algunas zonas de La Araucanía, porque ¡sí! el nombre de la región es La Araucanía, no el Wallmapu. El Gobierno parece más preocupado de defender el uso de este invento, antes que querellarse contra quienes dispararon frente a la comitiva de usted, Ministra. El no haberse querellado claramente es inconducente, es peligroso, es una mala señal para los violentistas y terroristas.
Queremos saber con claridad las prioridades del Gobierno, porque los chilenos desean conocerlas, y con certeza, qué van a hacer.
Cuando más oscura es la noche, más brillantes son las estrellas, más cercano está Dios.
He dicho.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Pide la palabra la Senadora Gatica hasta por cinco minutos.

La señora GATICA.- Señor Presidente, he pedido esta sesión especial pensando en mi región, y agradezco a los Senadores que me apoyaron en esta petición. Lo hago porque estoy convencida de que todos debemos aportar en la búsqueda de una solución por la paz.
Conozco a La Araucanía de fondo. Soy de la Región de Los Ríos, y puedo decir con responsabilidad y conocimiento que la inmensa mayoría de las comunidades mapuches son personas de paz, de trabajo, de esfuerzo y profundamente respetuosas.
Hoy nos olvidamos de que Chile es un país profundamente mestizo. En mi caso estoy orgullosa de la cueca y también del purrún. Hoy nos quieren pintar un país dividido, siendo que a la mayoría de los chilenos nos corre sangre mapuche. Somos mestizos, algunos más que otros, pero mestizos, al fin y al cabo.
Quiero escuchar al Gobierno, y escucharnos de verdad. Saber cuál es la estrategia que tienen delineada para enfrentar este nuevo período sin estado de excepción de por medio.
Hay un sinfín de hechos violentos ocurridos recientemente en La Araucanía, pero el Gobierno se ha negado a interponer querellas. Por el atentado de Contulmo se querellaron apenas por un incendio -¡incendio!-, siendo que sacaron a los habitantes con armas, se cortaron caminos, hubo una planificación con intención de aterrorizar a los vecinos, y para el Gobierno esto es un simple incendio. Pero déjenme decirles una cosa, Ministros presentes: para las víctimas ¡es terrorismo!
Hace dos semanas en una comuna de la Región de Los Ríos, a horas de la madrugada, sacaron encañonado a un trabajador de su hogar, quemaron su casa y su auto, que se había comprado con el 10 por ciento. Y del Gobierno solo hay silencio.
Por otro lado, tenemos el ejemplo de una comunidad mapuche, en la costa de Valdivia, que por desconocimiento no pagaron sus contribuciones en los años ochenta y el terreno fue rematado. Hoy están en proceso judicial porque los quieren sacar de su terreno. Siento yo que esta es una injusticia completa y una deuda pendiente que hoy día tenemos con nuestro pueblo mapuche. Pero ningún hecho justifica la violencia que se está viviendo hoy.
Por lo mismo, es tan importante para mí que le cuenten a todos los que somos representantes elegidos por la ciudadanía qué es lo que vamos a hacer, qué medidas se están tomando, cómo vamos a enfrentar la crisis que viven hoy estas regiones.
La decisión de levantar el estado de excepción requiere respuestas en las regiones y respuestas claras, y no tanto por nosotros que estamos cómodamente aquí sentados, sino por todas las víctimas que siguen esperando algo tan básico en una democracia, como es el derecho a la seguridad.
Por su intermedio, Presidente, le digo a la Ministra Izkia Siches, con mucho respeto, de mujer a mujer: lo que hizo al intentar ingresar a la comunidad de Temucuicui sin tomar los resguardos necesarios no fue responsable, sino improvisado, porque se pusieron en peligro usted, su cargo, y también sus funcionarios y la instancia del diálogo que hoy día están promoviendo.
No querellarse en contra de los responsables de los disparos fue, además, una señal de debilidad. Un país que no respeta el Estado de derecho difícilmente va a poder avanzar con el diálogo; y esto, paralelamente con el progreso.
Los invito a ir a La Araucanía. Les aseguro que los van a tratar mucho mejor que cuando fueron al Wallmapu.
Muchas gracias.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senadora Gatica.
Tiene la palabra el Senador Edwards.

El señor EDWARDS.- Gracias, Presidente.
Quiero saludar a los Ministros presentes; a los gobernadores. Se agradece su presencia.
Ministra, yo le voy a pedir por un minuto que se ponga en los zapatos de que sea su casa la que quemaron, donde vive su hija, donde el árbol en el cual ella se columpia sea sujeto de permanentes disparos, o que sea suyo el animal al que le cortaron la cabeza, lo estacaron y se lo pusieron afuera de la casa; que sea su madre a la que violentaron en la garita rural esperando por el transporte público.
¿Alguna vez, Ministra -y yo le pregunto también al Subsecretario-, ha recibido una llamada de un amigo, de una persona por la cual usted tenga sentimientos, en la mitad de la noche desesperado porque le están quemando la casa?

El señor ELIZALDE (Presidente).- Las interpelaciones se deben hacer a través de la Presidencia, Senador.

El señor EDWARDS.- Presidente, por su intermedio le quiero preguntar a la Ministra si ha recibido una llamada en la mitad de la noche de una persona desesperada diciéndole: "¡Me están quemando la casa; me están sacando!".
Usted probablemente sabe también que ha habido bastantes violaciones, que ni siquiera se conocen, porque no se denuncian; o se ha enterado del caso de personas que deben aguantar que otro, un tercero, esté viviendo en su casa, a vista y paciencia, sin tener dónde quedarse.
Yo le quiero decir, Ministra, que la acción del Gobierno en materia de seguridad ha sido errática e ineficaz; y dado el silencio del Presidente, lo considero hasta indolente, porque no ha mencionado suficientemente esta materia.
Así ha sido la gestión en el ámbito de la seguridad.
A solo días de iniciar su gestión como Ministra todos sabemos lo que pasó en su primera actividad. Pero usted no entabló ninguna querella, según yo sé. Cuando un funcionario público está en conocimiento de un acto como ese lo menos que puede hacer es querellarse.
Habló del Wallmapu, lo que creó hasta un problema diplomático. Falsamente comentó que existían supuestos presos políticos. Habría que, entonces, juzgar a quienes apresaron a personas por cómo piensan.
Concedieron libertad dominical a asesinos condenados por quemar vivos a una pareja de adultos mayores, con solamente dos años cumplidos de una pena de dieciocho.
Yo le pregunto, por su intermedio, Presidente: ¿Pensaría lo mismo si esas personas que quemaron vivas fueran sus familiares?
¡Esas son señales de pura impunidad!
Asimismo, quiero decirle que no se renueva por motivos ideológicos el estado de excepción. Le pido que se preocupe del sufrimiento que hay detrás de las víctimas; que se recompense a las víctimas, incluidas las víctimas mapuches; que los juicios sean sacados de la región; que se otorguen las facultades que las policías perfectamente podrían tener, como entregas vigiladas o agentes encubiertos. Y, por último, Ministra, dialogar, dialogar y dialogar.
La Araucanía es una región... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa)... que requiere apoyo, al igual que el pueblo mapuche; pero nunca con los violentos que han hecho sufrir tanto a tanta gente. Yo la invito a acercarse a esas personas para que conozca el sufrimiento que han tenido que vivir por tantos años, décadas en algunos casos.
Muchas gracias.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Ahora vamos a darles la palabra a los representantes del Gobierno.
En primer lugar, a la Ministra del Interior, Izkia Siches.

La señora SICHES (Ministra del Interior y Seguridad Pública).- Muy buenas tardes a todos y a todas, Senadores y Senadoras, y también -por su intermedio, Presidente-, a los señores gobernadores y a la representante de las forestales, que entiendo está conectada.
El Presidente nos ha encomendado, no solo a mí, sino también a nuestro Subsecretario y a los distintos Ministros y Ministras, tomarnos esta tarea con mucha seriedad e intentar ir a los asuntos de fondo.
Para ello es necesario recordar que este es un conflicto centenario que lamentablemente no hemos podido abordar como Estado, donde la distancia y la profundidad de la crisis no solo no se han resuelto, sino que desde nuestra perspectiva se han agudizado.
Tal como mencionaba -por su intermedio, Presidente- el Senador Edwards, efectivamente la situación de violencia que vivimos en el territorio de La Araucanía, Biobío, Los Lagos y Los Ríos, o, como es reconocido por sus comunidades, el Wallmapu, ha tenido también el componente de la violencia del Estado y su completa ausencia en materia de políticas públicas para revertir cuestiones como la pobreza.
Más adelante les vamos a compartir esta presentación. Pero ustedes podrán ver que los indicadores de las regiones donde existe más permanencia de población mapuche, como La Araucanía, muestran cifras de pobreza abismantes dentro de las medias nacionales.
Así también, desde el 2017 hasta el 2020, no solamente no hemos resuelto ese problema, sino que lo hemos seguido profundizando, aumentando la pobreza por ingreso y la pobreza extrema en esos territorios.
Por cierto, estamos frente a un Estado que no ha logrado ser lo suficientemente eficiente. Y las Regiones del Biobío, de La Araucanía y de Los Ríos son las más golpeadas.
Quiero rescatar uno de los últimos esfuerzos que se hizo dentro del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Y me refiero al del entonces Ministro Alfredo Moreno. Él encabezó una estrategia de diálogos que fue transversalmente valorada; pero, lamentablemente, en relación con los distintos hechos de violencia que se produjeron, el Gobierno se centró nuevamente en una respuesta policial y militar.
Pero miremos lo que ha pasado.
El 2013 teníamos en promedio alrededor de trecientos eventos de violencia, según los datos de Carabineros en todo el territorio de Wallmapu. Eso ha crecido más de un 400 por ciento: de 305 hemos pasado a más de 1.700 hechos de violencia. Evidentemente, este es un récord histórico que, tal como usted ha señalado, Senador -por su intermedio, Presidente-, nos duele, nos preocupa. Y creemos que esto no solamente lo podemos resolver como Gobierno: necesitamos resolverlo como Estado, con todos los Poderes del Estado, pero también con decisión y convicción acerca de soluciones que son de fondo, no para la galería, no titulares, no medidas que ya han fracasado.
Si miramos los hechos: tuvimos la muerte de Camilo Catrillanca el 2018; la consulta indígena fallida del 2019; el incendio de la Municipalidad de Curacautín; la muerte de Pablo Marchant, y distintos eventos. En esto, claramente en lo que sí podemos estar de acuerdo es en que no estamos logrando revertir la ola de violencia.
Si nos vamos un poco más atrás, observaremos que la curva va en ascenso, y no solamente en ascenso: es casi exponencial desde la vuelta a la democracia.
Quiero saludar al Senador Huenchumilla en el esfuerzo que también lideró dentro de los Gobiernos de la Concertación para poder avanzar en esta materia.
Pero no son solo los datos de Carabineros: es también parte, por ejemplo, del informe de las multigremiales, en que los eventos de violencia han aumentado, y no estamos avanzando en resolver aquello.
Por eso quiero invitar a todos y a todas quienes están en esta sesión -por su intermedio, Presidente- a tener un diagnóstico común, a asumir la realidad.
La agenda centrada en esta respuesta policial está fracasando y nos está haciendo naufragar y tener muchas más víctimas de violencia, tanto mapuches como no mapuches.
En relación con la violencia, los resultados sociales y económicos en este territorio se han deteriorado preocupantemente en los últimos años. Y si no tenemos una política diferente desde el conjunto del Estado, y ello incluye a los Senadores y Senadoras -por su intermedio, Presidente-, podemos esperar que esa tendencia siga al alza.
La preocupación de nuestro Gobierno no es solamente lo que ocurre hoy día: estamos mal, pero lo que más nos preocupa es que podemos estar aún peor. Observamos, al visualizar cómo se han dado estos conflictos en otros territorios, que cuando los Estados han desoído estas luces de alarma el problema se ha profundizado. Y esto el día de mañana puede no solo ser una violencia rural, sino que también puede llegar a las ciudades; no solo ser de grupos pequeños, sino también masificarse y seguir profundizándose en nuestro país, como ha pasado en otros territorios del mundo.
¿Qué ocurre con esos niños y niñas mapuches que se crían en un Estado militarizado, en donde no hay soluciones de diálogo ni respuestas de los Poderes establecidos en una vía democrática? Esos niños van a ser los próximos guerreros, los próximos weichafe que van a seguir agudizando el conflicto que vivimos en La Araucanía. Y ese, desde nuestra perspectiva, para todos quienes participamos del debate público, es el imperativo moral número uno: resolver el conflicto de fondo. ¡No más víctimas mapuches y no mapuches! ¡No más violencia!
Pero eso no se soluciona por las vías que hemos tomado, y creo que ello es ya patente.
En esa misma línea, desde nuestro diagnóstico queremos invitar a todos a partir del hecho de que este conflicto tiene raíces políticas.
Distintos veedores internacionales han planteado la paupérrima política que mantiene nuestro Estado con nuestros pueblos originarios, y particularmente estamos en deuda con esta zona. Esa es una herida abierta que se puede seguir profundizando tanto en nuestro Estado como en nuestra participación en todas las políticas públicas.
Pobreza, desigualdad, discriminación, ineficiencia del Estado son catalizadores de violencia.
La gravedad de esta crisis obliga no solamente al gobierno de turno, sino que a todo el Estado -y quiero ser reiterativa en esto-, a todos los actores que participamos, a no perder la ventana de oportunidad de hacer algo distinto. Pero no podemos hacer esto solos y no se va a resolver únicamente en este Gobierno; sin embargo, estamos convencidos de poner la primera piedra sobre esfuerzos que vienen de antaño, tomando los aciertos y también los errores cometidos para avanzar reiterada y reforzadamente hacia donde es factible alcanzar una solución a este problema.
Evidentemente, esto tiene una dimensión territorial, y la Ministra Vega va a abordar aquello; pero es algo que hay que discutir. Sin embargo, lo que ocurrió en el último Gobierno, donde vimos una subejecución presupuestaria en materia territorial, da cuenta de la falta de respuesta del Estado.
¿Qué ocurrió en el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera? El 2019, de 74 mil millones se ejecutaron 50 mil; el 2020, de 76 mil millones se ejecutaron 18 mil; el 2021, de 63 mil millones se ejecutaron 39 mil.
Este es el instrumento que el Estado les dio a los pueblos originarios para avanzar en recuperación territorial, y aquí se abandonó una política pública. Eso también deslegitima las respuestas del Estado y aumenta las heridas en torno a ello.
¿Qué hemos estado mirando? ¿Qué han hecho países que se han enfrentado a estos desafíos y han tenido buenos resultados?
Miramos a Canadá, miramos a Colombia, miramos a Nueva Zelanda, que han llevado a cabo procesos que no son sencillos, fáciles ni rápidos.
Quiero ser muy honesta con el Senado -por su intermedio, Presidente-, en cuanto a que necesitamos hacer un trabajo real. Eso requiere convicción y no peleas espurias por términos o por cualidades jurídicas en un problema que precisa la voluntad política de todos los actores. Si ni nosotros nos ponemos de acuerdo en que esta es la senda para disminuir la violencia, bueno, lo más probable es que van a llegar dos o tres gobiernos más antes de que las soluciones reales se empiecen a construir en nuestro país.
Y en esa línea, viendo las experiencias internacionales, hemos planteado cinco aristas.
Primero, una Comisión para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico del Conflicto Intercultural, que se pone sobre los hombros de lo que fue la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato, del Gobierno de la Concertación, algo muy valorado, pero donde el nuevo trato al parecer no llegó.
Ahí -por su intermedio, Presidente-, tal como mencionaba usted, Senador, reconocer a las víctimas mapuches y no mapuches; construir un relato común como país de lo que ocurre en este territorio es vital para poder avanzar.
Obviamente, uno esperaría terminar esta fase para progresar en los diálogos; pero por lo que ustedes conocen, por la violencia de la zona, necesitamos tener un trabajo en paralelo.
Por eso hemos y estamos organizando diálogos y acuerdos territoriales, porque sabemos que el territorio es muy diverso; que las autoridades ancestrales tienen distintas reparticiones, para poder encontrarnos gente de la industria, mapuches y no mapuches, distintas autoridades, gobernadores, alcaldes, e ir resolviendo sobre el particular.
Hay lugares del territorio donde el problema es de fácil resolución; en algunos ello no es así, y en otros claramente nos va a costar mucho más. Pero el avanzar por esta vía democrática es una decisión política no solo necesaria, sino responsable y real, en el sentido de hacernos cargo del momento que atraviesa nuestro país.
Si nosotros les demostramos a quienes hoy día han optado por la violencia política, pero también a aquellos que observan y solidarizan con esa vía, que no hay alternativas desde el Poder establecido, bueno, estaremos destinados a fracasar y a que la violencia que hoy estamos observando e intentando enfrentar se siga profundizando.
Para ello nosotros ya hemos sostenido conversaciones con todo el sistema de Naciones Unidas, porque necesitamos una mirada desde la FAO, desde la OIT, desde las entidades de derechos humanos a fin de, acompañados -porque así se han hecho los procesos en otros países-, contar con un proceso serio que recupere las confianzas y nos permita volver a encontrarnos con nuestros pueblos originarios.
En lo que respecta a la Conadi, la Ministra Vega va a profundizar, porque efectivamente tenemos un déficit y debemos pensar cómo resolver en materia territorial. Pero el problema no es solo de territorio. Hay muchas falencias de las capacidades del Estado en el ámbito educacional; de cosmovisión; cómo les quitamos el mapuzungun a nuestros niños y niñas indígenas que se involucran en las escuelas nacionales. Y esa es una latencia y una demora en la deuda del Estado chileno, así también en materia intercultural sanitaria.
Pero, obviamente, también nos hacemos cargo de la seguridad. Y me acompaña nuestro Subsecretario Monsalve.
Nosotros hemos ido a la zona. Él ha estado permanentemente trabajando en redistribución de la fuerza; coordinación; montar mesas con PDI, Fiscalía y Carabineros; aumentar las capacidades de los equipos blindados, e incrementar el presupuesto para tener más de estos equipos, que no existen en el territorio para Carabineros, porque también nos preocupa la salud de nuestros carabineros y carabineras: no queremos más heridos, no queremos más muertos, no queremos más violencia; así como en acciones preventivas que nos permitan, de la mano de los derechos humanos, corregir lo que está pasando.
Por último, existe una herida abierta entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche. ¡Los resultados son los peores de los últimos cincuenta años! La crisis tiene una magnitud que requiere una respuesta del Poder establecido, y se precisa apoyo internacional para avanzar.
Esto no lo podemos hacer solos; necesitamos la colaboración de todos los actores del mundo público. No podemos quedarnos en el mismo punto en que nos hemos mantenido frente a este tema.
Espero que salgamos de las peleas pequeñas; espero que salgamos de cómo calificamos uno u otro; espero que nos hagamos cargo del problema de fondo.
Por su intermedio, Presidente, invitamos a todos los Senadores y Senadoras a participar de la construcción de una nueva época y de una nueva era en la relación de Chile con sus pueblos originarios, y particularmente, con el pueblo mapuche.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Ministra.
Tiene la palabra la Ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega.

La señora VEGA (Ministra de Desarrollo Social y Familia).- Muchas gracias, Presidente.
Por su intermedio, quiero saludar a los Senadores y Senadoras, y también a los gobernadores que participan en esta sesión.
Deseo referirme a un nodo central del problema que tenemos como Estado con los pueblos originarios y que tiene que ver con el funcionamiento de la institucionalidad vigente, pues, de acuerdo a la Ley Indígena, este tiene la responsabilidad del desarrollo indígena en el país.
En primer lugar, debo decirles que la Conadi es una institución compuesta por el Consejo Nacional de Pueblos Originarios, integrado por dieciséis miembros, el cual, según la ley, tiene un rol importante en la conducción, incluyendo la discusión del presupuesto. Desafortunadamente, este no ha sido el caso desde la perspectiva histórica, y en general, los consejeros son citados un par de veces al año para cumplir con el requisito desde el punto de vista formal, pero no han tenido mucha injerencia en las definiciones de la Corporación.
El presupuesto anual, como ustedes pueden ver, no es muy abultado, y se utiliza fundamentalmente en tres fondos: Fondo de Tierras y Aguas, Fondo de Desarrollo y Fondo de Cultura.
En este momento, puedo contarles y recordarles que más de 4 millones de personas en el país pertenecen a alguno de los diez pueblos indígenas, equivalentes, aproximadamente, al 20 por ciento de la población nacional total.
La Conadi tiene extensión territorial. Hay oficinas en todo Chile. Las oficinas nacionales están fundamentalmente en Temuco, y las oficinas más grandes, en general, están en la zona sur. Esto históricamente ha sido así, dado que el pueblo mapuche es el que tiene más población en el país. Sin embargo, sus necesidades no son necesariamente las mismas que las de otros pueblos. Están claramente definidas. Por ejemplo, en el norte está todo el tema de las necesidades de agua; en Rapa Nui, todo el tema de su condición insular, etcétera, etcétera.
Del presupuesto de 116 mil millones, la gran mayoría va al Fondo de Tierras y Aguas, que es el que se encarga, por una parte, de comprar tierras a nombre de las comunidades, y por otra, de generar apoyos para que exista agua, saneamiento básico, entre otras cosas.
El Fondo de Tierras y Aguas, como acabo de decir, se utiliza fundamentalmente para la adquisición de tierras, pero también para regularizar títulos, derechos reales de uso y goce, a fin de generar obras de captación de aguas, de riego y pozos, y también, en los últimos años, con el objeto de generar digitalización y apoyo para el acceso digital de todas las personas en áreas rurales.
Esta imagen corresponde a las tierras que han sido históricamente entregadas. Al 2022, tenemos 297 mil hectáreas adquiridas y entregadas a las comunidades, con una inversión histórica de alrededor de 510 mil millones de pesos.
El Fondo de Desarrollo Indígena está fundamentalmente orientado a las dimensiones económica, cultural, ambiental y política, y a apoyar proyectos de alto impacto; por ejemplo, de energías renovables no convencionales, fruticultura y turismo. Es un fondo dedicado más bien a innovación.
El Fondo de Cultura y Educación, bastante escuálido, como ustedes pueden ver, se utiliza esencialmente en actividades relacionadas con la cultura (mujeres, medicina, historia y patrimonio) y con la educación (lenguas, educación intercultural bilingüe, y aquí también aparecen las becas y los hogares, como subsidios).
Esto ya lo mostró la Ministra del Interior. Solamente les quiero recordar que el cuadro refleja la ejecución presupuestaria de los últimos períodos. La verdad es que el 2019 y el 2020 fueron años con una extremadamente baja ejecución presupuestaria, lo mismo que el 2021.
En la ejecución presupuestaria de tierras por subtítulo se dan dos fenómenos. El primero es la disminución efectiva de los gastos para la compra de tierras. Pero hay un segundo fenómeno que tiene que ver con cuál es la relación entre la compra de tierras por el artículo 20, letra a), y la compra de tierras por el artículo 20, letra b).
¿Qué son estos artículos? Son los que facultan a la Conadi para comprar tierras: el 20, letra a), fundamentalmente a familias e individuos, y el 20, letra b), fundamentalmente a comunidades.
Fíjense ustedes que el mayor impacto se ha dado a través de la compra de tierras por el artículo 20, letra b), y que ha aumentado de manera proporcional la compra de tierras por el artículo 20, letra a). ¿Por qué es importante esto? Porque es una visión de cómo se resuelve el problema.
La visión de comprar tierras a las familias o a los individuos es "pan para hoy día y hambre para mañana", porque las poblaciones, sobre todo mapuche, funcionan como comunidades. Con ello no solamente hacemos daño desde la perspectiva de la visión de los pueblos originarios, sino que además generamos aún más conflicto al venderles a familias o individuos terrenos que son reclamados por las comunidades.
Aquí ha habido un problema de conducción, que desafortunadamente tenemos que revertir, dado lo que hemos encontrado.
Fíjense ustedes: desde el Gobierno de Frei, calculamos cuánto se ha invertido y el número de familias. Yo creo que, si ustedes se toman un tiempo para mirar esta tabla, verán que ella habla por sí misma respecto a cuál ha sido la eficiencia en el uso de los recursos, considerando la cantidad de familias que han resultado beneficiadas.
Hicimos un tremendo esfuerzo para poder presentarnos hoy día con datos, porque, cuando llegamos, nos encontramos con que no los había. Lo que hicimos fue llevar a cabo el trabajo, bastante difícil, de recopilar toda la información que existía en la Conadi: en carpetas, en las distintas oficinas, sin ningún sistema informático. Durante este mes realizamos el trabajo de recopilar toda esa información para saber cuál es la situación real.
¿Qué muestra la situación real? En primer lugar, en la tabla superior, a la izquierda, que la mayor cantidad de solicitudes actualmente en Conadi corresponde a las provincias de Malleco y Cautín. Fíjense ustedes que hay 926 solicitudes que en estos momentos se hallan encoladas en la institución en distintas etapas de tramitación, algunas de ellas con más de veinte años desde que los antecedentes fueron presentados. De estas solicitudes, en la mitad de los casos los antecedentes no están completos en la entrada. Sin embargo, las comunidades o no han sido notificadas que tienen que volver a presentar los antecedentes, o han sido notificadas formalmente por escrito, cuando la cultura mapuche es, evidentemente, una cultura oral. Jamás se las ha llamado por teléfono, y por lo tanto muchas de estas familias no tienen idea de aquello.
Arriba, a la derecha, se muestra cuántas hectáreas están en proceso. Si ustedes se fijan, son 297 mil, la misma cantidad, aproximada, que se han entregado históricamente durante todo el período de entrega de tierras. Por lo tanto, en estos momentos nos queda al menos la mitad de lo solicitado, más todo lo que todavía no ha sido ingresado a Conadi.
Desde el punto de vista de los procesos, aquí hay un informe que muestra un poco la trazabilidad. El proceso contempla, primero, un informe social; segundo, un informe ocupacional; tercero, un informe antropológico; cuarto, un informe jurídico, y quinto, un informe jurídico-administrativo. De ahí la solicitud va a la oficina del director, para la aplicabilidad; luego pasa a negociarse con los vendedores; después se hace una licitación, se solicitan ofertas, y finalmente se compra.
Si ustedes ven el cuadro, comprobarán que el principal problema está en el informe antropológico y en los informes jurídicos, donde las solicitudes están más encoladas. Tenemos ahí un problema serio que tenemos que abordar, porque, si no lo hacemos, vamos a seguir con el conflicto vigente.
En cuanto a las reclamaciones en fase final, 30 se hallan en la fase final del proceso; fíjense en esto: 16 años promedio desde la reclamación; 10 años promedio desde la aplicabilidad, esto es, después del proceso que les mencioné antes; 203 hectáreas en promedio por reclamación; también figuran el valor promedio de las tasaciones y la oferta promedio de los propietarios.
Esa es la situación que tenemos; eso es lo que les pasa a las familias y a las comunidades: tienen que esperar 16 años promedio desde que reclaman las tierras, y luego de eso, 10 años promedio.
¡Veintiséis años promedio!
Esa es la respuesta del Estado de Chile a sus comunidades en este momento.
Esto es lo que yo les quería presentar, señoras y señores Senadores, recordándoles solamente que la tercer área, luego del área de compra de tierras de la agenda que tenemos para abarcar el problema, es la del trabajo y la coordinación interministerial, porque este no es solo un problema de tierras; es asimismo un problema que tiene que ver con escuelas, con la existencia de establecimientos de salud, con que haya apoyo para una agricultura que sea sustentable, con obras públicas, como caminos, APR, etcétera, y también, por cierto, con tierras y seguridad, que es lo que nos convoca hoy día.
Para tal efecto, hemos generado una coordinación interministerial en la cual vamos a seguir trabajando, como Gobierno, en paralelo con los diálogos territoriales, a fin de ir resolviendo los problemas en la misma medida en que se vayan presentando.
Esto es lo que les quería plantear, por su intermedio, Presidente.
Muchas gracias por su atención.

El señor ELIZALDE (Presidente).- A usted, Ministra.
Vamos a seguir con los invitados a esta sesión, así que le vamos a dar la palabra al Gobernador de la Región del Biobío.

El señor DÍAZ (Gobernador del Biobío).- Muchas gracias, Presidente.
Por su intermedio, agradezco la invitación que se nos ha extendido a participar en esta reunión especial.
Aprovecho de presentar un poco la Región del Biobío, porque en muchos discursos nacionales -sé que no es el caso de este- se plantea que el problema es de La Araucanía, y la verdad es que el problema excede a La Araucanía: está en cuatro regiones. En el caso de la que me corresponde representar, está presente en la provincia de Biobío y en la provincia de Arauco. Lo digo porque, cuando se tomó la decisión de constituir una macrozona policial, por ejemplo, hace ya varios años, no estaba contemplada la provincia de Biobío.
Efectivamente, tenemos un problema real, que en general se enfrenta centralmente y noticiosamente de la misma forma.
Los habitantes de la Región del Biobío somos casi 1 millón 600 mil personas. Poco más del 91 por ciento no somos de ascendencia indígena. Podremos ser mestizos, a lo mejor, pero la población indígena de la región es levemente superior al 8 por ciento.
Por eso, cuando tuve la oportunidad de asistir a una reunión de trabajo a la que gentilmente me invitó la Ministra del Interior, le señalé a ella que nosotros no somos Wallmapu: somos la Región del Biobío. Y no lo digo por hacer un punto político, sino porque creo que necesitamos tener un espacio -tampoco somos macrozona; lo quiero decir con todas sus letras-, un espacio de diálogo donde nos podamos encontrar. Y ahí me pliego al espíritu de lo que le escuché como presentación al Gobierno.
Durante el mandato del Presidente Piñera, cuando a mí me tocó trabajar de gobernador, y durante la Administración del Presidente Boric, he tenido una sola posición con respecto a la situación que vivimos: necesitamos diálogo político para solucionar los problemas de fondo que afectan a nuestra región, y necesitamos seguridad. ¡Las dos cosas! Son dos pies firmes en los que nos tenemos que parar. Y diría que también necesitamos una profunda empatía con las personas que están sufriendo, con las personas que lo están pasando muy mal, de izquierda y de derecha, mapuches y personas que llegaron como colonos. Porque es efectivo: este es un conflicto que tiene algo más de cien años y que están viviendo y sufriendo personas que están muy atemorizadas.
Hoy, ¡hoy!, Cañete, una de las ciudades más importantes de la región, está detenida, está parada. Los niños no van al colegio, los funcionarios judiciales están con medidas de resguardo, los consultorios... ¡Está parado Cañete! ¡Para qué decirles Contulmo!
Entonces, creemos que es imprescindible avanzar.
Desde nuestro punto de vista, como gobierno regional, tomamos la decisión de crear la Unidad de Pueblos Originarios, dirigida por Gloria Callupe Rain, quien durante los últimos meses se ha dedicado a realizar un profundo despliegue territorial para tener diálogo con todo tipo de comunidades.
Hemos recibido a gente que está muy asustada. Estoy pensando en población lafkenche, también en población pehuenche.
Hemos conversado y recibido a las víctimas de la violencia, muchas de las cuales son mapuches; hemos conversado con gente del mundo del trabajo, con las organizaciones sindicales del mundo forestal.
Les quiero decir algo respecto del mundo forestal, porque hace unos días -ayer creo que fue- leí la declaración de un Diputado, bastante brillante, que no comparto, pues dice que hay que sacar al sector forestal.
Hace algunos años se eliminó en la Región del Biobío el carbón, donde trabajaban del orden de 10 mil personas. Hasta el día de hoy tenemos casi 20 mil personas trabajando en programas de empleo de emergencia. ¿Se imaginan lo que significaría que desaparecieran los alrededor de 100 mil puestos de trabajo que aporta el sector forestal a la región? Si solo lo comparáramos con la experiencia del carbón, sería un desastre, un desastre que nadie podría creer.
Por lo tanto, coincido con lo que plantea la Ministra del Interior. Por lo menos en el Biobío nosotros creemos que lo que se debe hacer es poner la pelota en la tierra y conversar con menos consignas de política nacional y con más aterrizaje y empatía hacia las personas que ahí vivimos.
Frente a los hechos de violencia que hemos sufrido este año, que ya llevan varias muertes y bastantes lesionados -una diferencia sustantiva con lo que ocurría antes, cuando lo que había eran camiones o casas destruidas-, hemos tomado la decisión de impulsar, desde el Gobierno regional, un programa de parlamento. Lo vamos a hacer porque estamos convencidos, y si nos tenemos que encontrar con el Gobierno de Chile, lo vamos a hacer.
Valoramos también el requerimiento que hemos tenido de apoyar en seguridad. Vamos a apoyar las iniciativas que nos ha pedido el Gobierno para comprar camionetas para Carabineros y para la PDI. Creemos que se debe reforzar el equipamiento para la Fiscalía, para el Ministerio Público, con el propósito de que llegue a tiempo a atender a las personas y hacer las investigaciones del caso.
Queremos pedirles, estimadas autoridades de Gobierno, que tengamos sectorialistas especializados en el Ministerio de Desarrollo Social para trabajar las temáticas indígenas, con el fin de que el objetivo que ustedes plantean, de activar el Estado, sea eficaz.
Igualmente tenemos que decirle, querida Ministra de Desarrollo Social, que hay una cifra negra, porque hay personas que no están contabilizadas en lo que usted plantea. Hay personas que, estando en condición de usurpación, no aparecen en el catálogo, y hay comunidades que, habiendo decidido no recorrer el camino institucional, tampoco están contabilizadas.
Por lo tanto, con humildad les pido explorar otras vías. ¿Como cuáles? La expropiación por causa de utilidad pública, por ejemplo, podría ayudarnos a solucionar algunos problemas. Doy un ejemplo. Estoy disponible para trabajar con el Gobierno.
Termino diciendo que creo en el diálogo; que apoyo el que se utilicen veedores internacionales; que vamos a apoyar, como Gobierno regional, todas las medidas, y les pido que protejamos a todas las personas que están sufriendo... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa)... hay que sacarlas ahora de donde están viviendo porque, si no, van a terminar muertas o lesionadas.
Gracias.

El señor ELIZALDE (Presidente).- A usted, Gobernador Rodrigo Díaz.
Le damos la palabra, a continuación, al Gobernador de la Región de La Araucanía, Luciano Rivas.

El señor RIVAS (Gobernador de La Araucanía).- Muchas gracias, Presidente.
Senadores y Senadoras presentes, estimadas Ministras, Subsecretario, Gobernador del Biobío.
Por su intermedio, Presidente, quiero traer a esta sesión la voz de las siguientes personas:
Alex Lemun, Juan Collihuín, Matías Catrileo, Jaime Mendoza, Hugo Albornoz, Héctor Gallardo Aillapán, Osvaldo Zapata, Werner Luchsinger, Vivianne Mackay, Álex Gutiérrez, Víctor Neira, Mariano Guzmán, Sonia González, Osvaldo Antilef, José Retamal, Camilo Catrillanca, Jorge Marimán, Matías Cariqueo, Jorge Maulén, Matías Novoa Badilla, Eloida Aguayo, Eleodoro Raiman, Juan Barrios, Moisés Orellana, Francisco Millalén, Pedro Cabrera, Eugenio Nain Caniumil, Pablo Burgos, José Cuevas, Francisco Benavides, Edgardo Mardones, Orwal Casanova, Luis Morales, Henry Millanao Cañuta, Eudocio Vidal Pedreros, Rocío Fuentealba, Eduardo Candia, Hernán Allendes, Cristián Pincheira, Jordan Liempi, César Millahual, Joel Ovalle, Gastón Aravena, Cristóbal Aravena, Edgardo Huenteo, Benjamín Bustos, Alejandro Carrasco, Jorge Huenteo, Daniel Sánchez y Manuel González Troncoso.
Leo sus nombres con respeto, con honestidad y con dolor. Todos ellos, chilenos mapuches y no mapuches, han muerto a causa de la violencia irracional que vivimos en el sur del país.
Por eso traigo a este Honorable Senado un solo mensaje: las vidas no tienen ideologías. No importa su origen, no importa su etnia, no importa su color o identificación política: todas las vidas son sagradas.
Ninguna causa puede ser tan legítima como para justificar la pérdida de vidas inocentes.
A todos ellos, en nombre de sus hijos, hijas, padres, hermanos y seres queridos; en nombre de Lidia, mamá de Benjamín Bustos, con quien nos pudimos reunir junto al Subsecretario, les digo que los extrañamos: el dolor de sus familias es también nuestro dolor.
Hoy no voy a hablar de culpables, no apuntaré a nadie con el dedo. Llevo poco tiempo en política, pero este período me ha servido para aprender que esa no es la forma, que las costumbres de la vieja política deben cambiar, porque ellas nos han llevado a este profundo fracaso. Nuestros hijos, nuestras hijas y la gente que represento en La Araucanía, personas de esfuerzo, chilenos mapuches y no mapuches, merecen algo mejor.
Creo, y lo he sostenido una y otra vez, que esto no se trata de un problema político: es una crisis humanitaria. Una crisis que suma más de tres mil quinientos atentados desde que comenzó, en la que se ha asesinado a medio centenar de personas y se ha torturado brutalmente; en la que muchos han visto arder sus hogares y familias completas han debido desplazarse, y donde son miles aquellos que viven con miedo de transitar libres por los caminos de nuestra patria.
Este es nuestro dolor. Solucionarlo debe ser una cuestión de principios, sin importar de qué color sea el Gobierno de turno.
Sin paz no hay democracia, y puede no haber futuro.
El sur de Chile quiere y necesita escuchar que se puede detener el terror, que se puede encontrar la paz y la reconciliación definitiva en nuestras tierras. Ha llegado el momento de curar las heridas, el momento de salvar los abismos que nos han dividido, el momento de construir la paz verdadera, y que nunca nada ni nadie vuelva a dividirnos.
En esta misión, el Congreso Nacional tiene la oportunidad de cumplir un rol histórico. Para que exista paz y justicia para todos, debemos unirnos como nunca lo hemos hecho. Es hora de cambiar los paradigmas: se requiere de un diálogo abierto, en donde los líderes estemos a la altura de lo que necesita Chile. Las soluciones ideológicas partidistas no sirven.
Y ese camino del diálogo es el que hemos seguido en La Araucanía: hace pocas semanas, en un hecho inédito, veintiséis de los treinta y dos alcaldes de la Región le enviamos una carta abierta al Presidente de la República Gabriel Boric. Y este 13 de abril, junto a todos los alcaldes de la Región, hemos convocado a la primera Cumbre por la Paz, donde propondremos soluciones concretas al país.
Desde esta premisa, que ha dominado todo mi accionar político, debemos tener la valentía de reconocer que han ocurrido hechos graves de abuso policial y que debemos condenarlos para que nunca más se repitan, pero también tenemos que condenar y hablar sobre el terrorismo, sin temor a enojar a alguien o a algún partido.
Terrorismo es por definición la creación y explotación deliberada del miedo a través de la violencia o la amenaza en búsqueda de un cambio político.
Eso es lo que vivimos en el sur, ¿o alguien tiene alguna duda?
En tal sentido, quiero manifestar los principios en los que todas las autoridades de la Región de La Araucanía -¡todas!, sin importar su color político- estamos de acuerdo:

1.- La Araucanía quiere y necesita escuchar que el Gobierno utilizará todas las herramientas del Estado para alcanzar la paz, encontrar la reconciliación y detener a los grupos que infunden miedo y terror en nuestra Región. La paz primero, límites políticos en segundo lugar.
No basta con palabras ni buenas intenciones: necesitamos soluciones concretas. Desde que se terminó el estado de emergencia los atentados se han duplicado.

2.- Que las decisiones siempre se tomarán en coordinación con quienes vivimos en el territorio.
Somos la única región que ha consultado abiertamente a todos sus ciudadanos. En noviembre de 2021, más de 140 mil personas se pronunciaron y pidieron mayor seguridad. Por favor, consideren la voz de quienes vivimos a diario el miedo y el terror en la Región.

3.- Que las soluciones deban basarse en los principios de reciprocidad, donde se respeten los derechos de todas y todos. Para la paz, nadie puede estar por encima de nadie.

4.- Que, independiente del mecanismo, deba garantizarse la seguridad de todos los habitantes de la Región. El diálogo debe desarrollarse con seguridad democrática.
5-. Que se repare a las víctimas. El Estado tiene la obligación de reparar a quienes han padecido por un conflicto que hace mucho tiempo debió solucionarse.
Por último, no puede existir paz duradera sin bienestar social y económico. Esta crisis nos ha convertido en una de las regiones con mayor pobreza y desigualdad de Chile. Necesitamos un plan de salvataje, donde el crecimiento económico y la inversión social sean el eje de la restauración regional.
A través de este Senado, me dirijo a mi Región y a mi país con la sinceridad y determinación que exige nuestra actual situación. Estamos en una crisis, quizás una de las más importantes de nuestra historia, y por eso nuestra patria nos reclama soluciones efectivas y no partidistas.
A todas y todos les digo con firmeza que estoy decidido a buscar la paz, cueste lo que cueste. Como Gobernador, mi compromiso es mantener nuestra casa segura, en paz, en tranquilidad y con bienestar.
De todos ustedes depende que este sea un momento de esperanza y oportunidad tanto para el pueblo chileno como para el pueblo mapuche. Por nuestros hijos, por los hijos de las personas que han sido víctimas de este conflicto, por las próximas generaciones, hagámoslo juntos.
Y, por último -por su intermedio, señor Presidente-, quiero decirle a la Ministra Siches que la Región que represento se llama "Araucanía" y que ahí viven araucanos de distintos orígenes, mapuches y no mapuches, no se llama "Wallmapu".
No impongamos conceptos desde Santiago, conceptos que nos dividen, en un ejemplo más de que el centralismo a veces no nos ayuda y nos tiene así.
Muchas gracias, estimado Presidente.
(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Gobernador Luciano Rivas.
Tiene la palabra la señora Yasna Navarrete Gutiérrez, Vicepresidenta de la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag).
Señora Navarrete, usted está conectada telemáticamente.

La señora NAVARRETE (Vicepresidenta de Asociación de Contratistas Forestales).- Así es.
¿Me escuchan?

El señor ELIZALDE (Presidente).- La escuchamos perfectamente.

La señora NAVARRETE (Vicepresidenta de Asociación de Contratistas Forestales).- Muchas gracias, Presidente.
Está bien mi categorización como Vicepresidenta, sobre todo en un rubro que generalmente es de varones. Pero, en esta ocasión, también me gustaría hablar un poco de mi historia, porque no solo es un tema de la forestal el que hemos vivido.
Quiero dar las gracias por la oportunidad de poder representar a las víctimas de La Araucanía y también, en este momento, de Arauco.
Mi nombre es Yasna Navarrete, soy araucana, y orgullosamente araucana; tengo dos hijos, que en algún grado son de la etnia mapuche, y estoy esperando una bebé, razón por la cual no estoy presencialmente allá, en el Senado.
Quiero contarles un poco de mi historia familiar: provengo de alrededor de cuatro generaciones que vivieron en la Región de La Araucanía, en el sector y comuna de Collipulli, donde se ha suscitado violencia a lo largo de muchos años.
Quiero decirles que mi origen es muy humilde. Mis abuelitos, por ambos lados, eran analfabetos; mi padre y mi madre tienen octavo básico, y con mucho orgullo y con mucho sacrificio soy la primera generación que logra llegar a la universidad.
Nosotros no somos latifundistas. Y me molesta mucho que hablen de "colonos", "latifundistas", porque somos personas que surgimos a raíz de la agricultura y también del rubro forestal. Y en esto represento a mucha gente, porque no puede ser que, por tratar de progresar, seamos considerados colonos. O sea, ¿las personas pobres de esta Región estábamos destinadas a ser pobres y a no tener acceso a la educación? Eso no me parece.
Ese es un primer punto.
Nosotros, como familia, hemos sido afectados por el terrorismo a partir del año 1997, poco después de que quemaran mi primer equipo de trabajo.
Nuestro origen es la agricultura; partimos en ese rubro acá, en nuestra zona, así que también puedo hablar con respecto a ese ámbito, pero hoy día lamentablemente tenemos todos los campos tomados y no hay títulos de merced que avalen tal situación. Estábamos dispuestos a vender, pero ni siquiera existe esa opción para nosotros; no hay nada que avale la ocupación y tampoco se han hecho solicitudes formales a la Conadi.
Represento al área agrícola y también al área forestal, pero no soy representante a las forestales, como decía aquí la Ministra. Las forestales son originalmente dos y significan tremendos patrimonios; nosotros somos contratistas forestales. Quiero aclarar algo: las grandes empresas no tienen mano de obra laborando en los bosques; los contratistas forestales, que somos emprendedores que hemos logrado surgir en ciertas regiones, ponemos a los trabajadores.
La Región de La Araucanía, especialmente, y la provincia de Arauco sustentan su desarrollo en el rubro forestal. No sé qué tanto desconocimiento hay para llegar a señalar que el rubro debería desaparecer. Eso no puede ocurrir: con la materia prima que producimos se sustentan y se generan las fibras con que después las grandes industrias fabrican el papel tisú, los paños para nuestros bebés, las mascarillas, etcétera.
Entonces, antes de hablar con tanta liviandad de algo que nos afecta, deberían informarse un poco mejor.
Lo otro que les quería mencionar es que, a partir del año 2018, luego de que muere Catrillanca, nuestra vida cambia. Hemos sido presas de innumerables atentados y nuestra empresa familiar, la más grande que hay en Collipulli, estuvo a punto de quebrar. Aquí no hay mucho de qué vivir, existen grandes niveles de pobreza. Y esa pobreza se ha encrudecido en la medida en que la violencia ha aumentado. Por eso, comparto lo que dicen algunos Senadores y los gobernadores que intervinieron: aquí se necesita seguridad.
Les voy a comentar algo bien curioso. A nosotros nos habían quemado treinta equipos de trabajo en total, por lo que ya no podíamos continuar operando, pero nuestros propios trabajadores se tomaron la Ruta 5 Sur para defendernos. ¡Eso no lo había visto nunca! Y nos decían: "Jefa, Jefe no se rindan, nosotros vamos a hacer algo; el Estado tiene que intervenir". Porque lo único que ellos no querían era perder su fuente laboral, porque saben que aquí no hay más de qué vivir... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor ELIZALDE (Presidente).- Señora Navarrete, acordamos darles cinco minutos a cada uno de los invitados: a los gobernadores y a usted. Entonces, le vamos a conceder un minuto adicional para que pueda concluir su intervención. En este momento no la estamos escuchando.
¿Puede hablar para comprobar que la escuchamos, señora Navarrete?

La señora NAVARRETE (Vicepresidenta de Asociación de Contratistas Forestales).- ¿Ahora sí?

El señor ELIZALDE (Presidente).- Sí.
Tiene un minuto más.

La señora NAVARRETE (Vicepresidenta de Asociación de Contratistas Forestales).- Yo quisiera que se pusieran en nuestro lugar.
Nosotros tenemos hijos, aquí no es solo el pobre niño mapuche que sufre violencia. Mis hijos deben usar chalecos antibalas (a la señora Navarrete se le quiebra la voz con la emoción). ¿Ustedes encuentran normal esa situación para niños de nueve y cuatro años? El mayor tiene la instrucción de tomar al pequeñito y tirarse al suelo. ¿Ustedes creen que eso es vida?
Y hablo no solamente en representación mía, sino para que sepan que aquí sufre gente mapuche y no mapuche que no halla qué hacer, que ni siquiera se atreve a mencionar los temas que les están ocurriendo. Nosotros, aunque hemos recibido amenazas de secuestro, nos hemos atrevido a hablar, pero hay mucha gente silente que vive cada día en el dolor y el terror.
Entonces, les pido que, por favor, se pongan la manito en el corazón y se preocupen hoy de las víctimas. Y que cuando quieran realizar estos diálogos consideren a todos los sectores, sobre todo a los sectores que vivimos el día a día en el campo y en la ciudad.
También me ha tocado a mí como madre retirar a mi hijo de la escuela. ¿Por qué? Porque supuestamente una... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor ELIZALDE (Presidente).- Le damos un poco más de tiempo, señora Navarrete.

La señora NAVARRETE (Vicepresidenta de Asociación de Contratistas Forestales).- Ya.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Ahora sí la escuchamos.

La señora NAVARRETE (Vicepresidenta de Asociación de Contratistas Forestales).- Y veía a todos los niños llorando. Y esos niños van a crecer. En este punto la Ministra mencionaba: "van a ser los próximos guerreros". ¿Ustedes creen que los menores que han sufrido la violencia por parte de terroristas no van a asumir ese papel? Aquí hay niños mapuches y no mapuches; esto no se relaciona con una etnia determinada. Llevamos una vida entera de mestizaje y jamás vi diferencia entre ellos. La diferencia se aprecia desde las visiones políticas.
Yo los invitaría a separar la paja del trigo; aquí hay que dialogar con todos. Pero, ¡por favor!, separen a los terroristas de las comunidades y de la gente común, que solo queremos vivir y trabajar en paz.
Esa es mi intervención.
Muchas gracias por la oportunidad.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, señora Navarrete.
Entonces, comenzamos con las intervenciones de los distintos Senadores y Senadoras sobre esta materia.
Dejo con la palabra a la Senadora Ximena Rincón, por cuatro minutos.

La señora RINCÓN.- Gracias, Presidente.
Soy parte, junto a mi camarada Iván Flores, del grupo de solicitantes de esta sesión especial porque, a pesar del término de los estados de excepción, compartimos con mis colegas la preocupación constante por el bienestar de todas y todos los habitantes del territorio.
Saludo a la Ministra del Interior, Izkia Siches; a la Ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega; al Subsecretario Manuel Monsalve y al Ministro Giorgio Jackson, que andaba por ahí. Y de manera especial a los Gobernadores del Biobío, Rodrigo Díaz, y de La Araucanía, Luciano Rivas, que hoy nos acompañan en esta sesión.
No voy a repasar la situación histórica y el contexto que nos ha llevado a esta escalada de violencia y de descontento en el territorio, ya que a ello se han dedicado sendas páginas, columnas y libros de personas, sin duda, mucho más expertas que esta Senadora.
Pero sí pienso que es urgente y necesario, estimado Presidente, abordar los preocupantes hechos de violencia y también el abandono que ha tenido el Estado -y lo remarco: el Estado- en dicho territorio. Diez prórrogas y más de ciento cincuenta días de estado de excepción fue la fórmula que el Gobierno anterior utilizó para administrar la crisis y no experimentar un problema mayor al final de su mandato. Hicimos el punto una y otra vez cuando se extendía el estado de excepción y decíamos: no es la solución.
Para nosotros, el Gobierno anterior, a pesar de haber manifestado la intención de resolver, en parte, el conflicto a través del fallido Plan Araucanía, no fue capaz de identificar los nudos más críticos del problema y cayó nuevamente en la trampa típica de las administraciones que toman sus decisiones en Santiago: no escuchar al territorio. El desenlace era la crónica de una muerte anunciada: una escalada de violencia, de atentados y una inseguridad generalizada que perjudicó el desarrollo de la zona y, más importante aún, afectó la tranquilidad y la paz de las personas.
Lo hemos dicho antes: una sociedad no crece en el caos. Asegurar medidas rápidas y urgentes que restablezcan la seguridad de todas y todos los habitantes del territorio es un deber del Estado -y perdonen que remarque: del Estado- que no puede ser eludido. Y por ello necesitamos conocer cuál es el plan que la Administración del Presidente Gabriel Boric tiene contemplado para la zona, a fin de poder cooperar y apoyar con iniciativas de mediano y largo plazo que les devuelvan a los habitantes de la zona la calidad de vida y la seguridad que merecen; y, obviamente, estaremos vigilantes para advertir dónde hay espacios de mejora o rectificación.
Somos responsables como Estado de no haber escuchado activamente las demandas de todos los actores involucrados y solo haber atendido a algunos, y también de haber aceptado soluciones pensadas desde la Capital, que no eran las que esperaban las comunidades ni los habitantes en las regiones.
El abandono que ha demostrado el Estado de Chile en la macrozona sur se manifiesta en un sentido de desesperanza y, en casos extremos, en actos de violencia.
Hoy -y voy a concluir aquí para permitir que mi colega Iván Flores pueda intervenir- la Ministra señalaba que es necesario escuchar, trabajar en el territorio, y considerar la experiencia internacional, porque muchos países han enfrentado situaciones como la nuestra y lo han hecho bien, y creo que eso es importante.
Los gobernadores han hablado de que tenemos que ser transversales y estar unidos para encontrar la solución. No más diagnósticos ya realizados: ¡vamos a la solución! Y todos apoyemos las propuestas; no nos mantengamos en nuestras trincheras acusando o defendiendo al pasado Gobierno de lo que ahí ha ocurrido. Levantemos soluciones... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa).
Como lo ha mencionado el Senador y colega Francisco Huenchumilla, hay que entender que "la violencia es el síntoma, los problemas de fondo en el mundo rural e indígena de La Araucanía son la pobreza, la precariedad, el abandono y un problema territorial no resuelto; eso es el germen de todo este problema.
"La región necesita soluciones. Tenemos un largo historial de promesas incumplidas, planes de desarrollo que no llegan a nada, que hacen que la gente ya desconfíe de las promesas de los gobiernos y eso solo exacerba los ánimos" (24 de junio de 2020).
Gracias, Presidente.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Fidel Espinoza, por dos minutos.

El señor ESPINOZA.- Muchas gracias, Presidente.
Quiero saludar a las señoras Ministras, a los tres colegas Subsecretarios y a quienes los acompañan, y a los Gobernadores.
Señor Presidente, aquí se ha dicho reiteradamente: "Esta es una herida abierta entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche".
Estamos hablando de una zona que ha sido testigo en los últimos meses y años de hechos horrorosos, delincuenciales, terroristas también, por qué no decirlo, en donde el narcotráfico -sabemos- se ha metido de manera sostenida.
Como socialista, condeno todo tipo de acto terrorista, provenga de donde provenga, como también condeno aquella famosa Operación Huracán, en donde se pretendió vincular de manera injusta a dirigentes de nuestro pueblo mapuche en situaciones gravísimas. Un hecho vergonzoso que nos debe, por cierto, abochornar a todos.
Pero, así como condeno eso, también condeno crímenes, como el del matrimonio Luchsinger-Mackay y tantos otros que han ocurrido.
Los servicios de inteligencia, señor Presidente, en este país han sido un fracaso, transversalmente, en todos los gobiernos. ¿Cuántos millones, señora Ministra Izkia Siches, se gastan en inteligencia en este país, para que se fracase tan estrepitosamente y no se pueda combatir de dónde provienen estos grupos que ponen en serio riesgo no solo a la población de esas regiones, sino también a las personas que habitan en otras regiones y que deben pasar por La Araucanía: nuestros camioneros, la gente que se transporta en buses y el ciudadano común y corriente?
Pero, señor Presidente, no puedo dejar pasar algo a mi juicio inaceptable que ha ocurrido en esta Sala el día de hoy. No pueden venir algunos a rasgar vestiduras como aquí se ha hecho.
La Real Academia Española dice que una persona caradura es desvergonzada... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa).
Lo repito.
La Real Academia Española dice que una persona caradura es desvergonzada, fresca y una serie de otros calificativos. Y aquí hubo un colega que hoy día hizo todo eso: el señor Rojo Edwards.
El 5 de marzo del 2021 el mismo Rojo Edwards, con el candidato presidencial de la Ultraderecha, José Antonio Kast, fueron a La Moneda y le dijeron al Presidente Piñera que su Gobierno había sido un fracaso estrepitoso en este tema, que le falló a millones de chilenos -así decían en una carta que le dejaron-, que confiaron en su capacidad y los había traicionado.
Entonces, desde ese punto de vista, debiéramos tener un poquito de pudor cuando queramos echarle la culpa de estos problemas a un Gobierno que lleva treinta días y que, con sus aciertos o con las dificultades que pueda enfrentar, lo debemos dejar que actúe y presente su plan. Y lo evaluaremos después de tres, cuatro años, ojalá con buenos resultados para Chile.
He dicho.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora Carmen Gloria Aravena, por tres minutos.

La señora ARAVENA.- Gracias, Presidente.
La verdad es que, habiendo escuchado con mucho respeto a todos los intervinientes, principalmente a los representantes del Gobierno, que hoy día saludo, quedo preocupada. Y quedo preocupada porque, a pesar de que el diálogo -y coincido en ello- es muy importante, también lo es con quién dialogamos.
Soy de La Araucanía, y como muchos no me quiero ir de mi región. Quiero seguir viviendo ahí, igual como lo hicieron mis abuelos. Pero no vivo en el Wallmapu, sino en La Araucanía, y, a pesar de que pueda ser algo semántico, no lo es.
Y por su intermedio, Presidente, a la señora Ministra, este es un tema complejo. Nos ofende -y lo digo sinceramente-, porque somos mapuches y no mapuches quienes vivimos en La Araucanía, en el Biobío, pero no en el Wallmapu.
Eso lo que está generando es mucha división y separatismo. Ya sabemos lo que ocurre en los países cuando esto se genera, y cuando además un Gobierno lo avala es aún más grave.
Con respecto a la pobreza de la que hablaban nuestra Ministra y la Subsecretaria, les quiero decir que gran parte del problema de la falta de ejecución presupuestaria dice relación con que las licitaciones de caminos, de construcciones, de APR y de abasto de agua no se pudieron hacer porque las empresas no quieren trabajar en la Región de La Araucanía. Le puedo dar ejemplos concretos, Ministra, de alcaldes que no pudieron ejecutar sus dineros porque no encontraron personas que quisieran trabajar ahí. Y ese es un problema de inseguridad.
Y lo otro que me preocupa muchísimo es lo planteado hoy día con relación a un conflicto que tiene cientos de años. ¡No! El conflicto armado, el terrorismo, del cual tampoco habló el Gobierno, tiene una existencia de veinticuatro años. Ese primer día, en Lumaco, hace veinticuatro años, se quemó un camión, y ahí partió la desgracia de La Araucanía.
Y en ese contexto, las cosas hay que decirlas: "Wallmapu" no es una palabra que nosotros en La Araucanía reconozcamos, y la verdad es que yo me siento tremendamente ofendida, al igual que muchos habitantes de La Araucanía también, porque no queremos vivir separados, queremos vivir unidos.
No se puede, de una u otra manera, decir que en La Araucanía hay Estado de derecho. Usted, Ministra -por su intermedio, Presidente-, y también el Subsecretario lo vivieron. Existe una situación imposible, ya lo dijeron muchos de los que expusieron acá. En mi opinión no se puede dialogar con terroristas ni con narcos. Hay una idealización del conflicto. No son soñadores haciendo una revolución; están matando con absoluta impunidad. Y eso hay que decirlo con todas sus letras.
Por eso, yo los invito a conocer a miles y cientos de dirigentes, hombres y mujeres mapuches, que están trabajando por su comunidad y que no amparan este conflicto. No confundamos. Este no es un conflicto mapuche, sino un conflicto entre el crimen organizado y los habitantes de La Araucanía, que es algo muy distinto.
Ya lo han... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa).
Solo un minuto.
Ya lo ha dicho incluso el Poder Judicial. El año pasado el Ministro de la Corte Suprema Arturo Prado Puga constató que ya es muy difícil incluso seguir procesos en tribunales producto de la violencia.
No nos engañemos.
Todos queremos que esto se solucione, pero cuando no llamamos a las cosas por su nombre, cuando no queremos reconocer el problema que hay, y cuando apoyamos la insurrección y el separatismo, estamos olvidando a una región que tiene un millón de habitantes y que espera una solución.
Muchas gracias.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senadora Aravena.
Tiene la palabra el Senador Sebastián Keitel hasta por dos minutos.

El señor KEITEL.- Gracias, Presidente.
No es casualidad el ataque que sufrió la Ministra Siches. Tampoco es casualidad el ataque que en las afueras de la comuna de Cañete sufrió el Subsecretario Monsalve. Justamente ese día yo estaba en la Municipalidad de Cañete, junto con los alcaldes de Contulmo y de Tirúa, y tuve que salir escoltado, arrancando como un verdadero delincuente, cuando los delincuentes estaban afuera prendiendo fogatas, haciendo barricadas, provocando disturbios.
No es casualidad la quema de hogares, de iglesias, de camiones, de maquinaria.
No es casualidad el asesinato de personas inocentes.
No es casualidad, porque esto pasa todos los días en la provincia de Arauco, en la provincia del Biobío, en la Región de La Araucanía, en la Región de Los Ríos.
Es impresentable e inaceptable que el Gobierno no tome cartas en el asunto y no ponga las querellas que debe interponer. ¿Qué mensaje le estamos dando a la ciudadanía? ¿Qué mensaje se les está dando a las personas que viven en las respectivas regiones? El mensaje es claro: "Hagan lo que quieran".
Este grupo de narcoterroristas -y digo "narcoterroristas" porque son grupos de terroristas que se financian con el narcotráfico, con el robo de leña- no representan a los mapuches ni a nuestros pueblos originarios. No se sigan escondiendo detrás de ellos, porque no los representan.
Hay una forma y un fondo.
Claramente, el fondo lo entendemos y hay que solucionar el problema que tienen hoy día nuestros pueblos originarios. Pero hay una forma, y la forma de este Gobierno es intentar sentarse a negociar, a conversar, a dialogar con terroristas. En este país no hay que negociar con los terroristas. Hay que solucionar los problemas.
¡Paz para el Biobío!
¡Paz para La Araucanía!
¡Paz para todo Chile!

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, Senador.
Tiene la palabra la Senadora Campillai por dos minutos.

La señora CAMPILLAI.- Buenas tardes, a todas las autoridades de Gobierno que hoy están acá.
En verdad este es un conflicto tremendo.
Pero, por intermedio de usted, señora Presidenta, le hablaré al señor Rojo Edwards.
Quiero decirle que es muy fácil criticar al Gobierno a cuatro semanas desde que asumió el mando de nuestro país. ¡Es superfácil!
Y a la vez quiero pedirle que, si tiene críticas, también dé soluciones, porque si tenemos las ganas de criticar al Gobierno, también debemos tener las ganas de que este conflicto se solucione, y no criticar, criticar, criticar.
Nosotros lo que queremos es paz para nuestro sur de Chile, paz para nuestro país, que vemos que día a día se cae a pedazos, porque no somos capaces de dialogar, porque ante un conflicto lo primero que hacemos es tirar a Carabineros a la calle, a militares en nuestro sur de Chile, también en el norte, y no somos capaces de proponer otras soluciones.
Yo sé que este Gobierno lleva poco, pero también sé y tengo fe en que va a haber una solución; en que lo que están haciendo hoy la señora Izkia y el Subsecretario, quienes viajaron al sur de Chile para dialogar, está bien.
El Subsecretario dijo -y creo haberlo escuchado- que el Gobierno iba a seguir por la vía del diálogo. Y eso es lo que necesitamos. No necesitamos más guerra, no necesitamos más conflicto; necesitamos soluciones, necesitamos paz.
Y nosotros, los Senadores, tenemos que ser capaces de unirnos para proponer soluciones, no críticas. Y si somos capaces de criticar, también tenemos que ser capaces de hablar y de dar soluciones para ayudar al Gobierno a resolver este conflicto en el sur de Chile, para que nuestros niños mapuches y no mapuches, nuestras mujeres mapuches y no mapuches, y nuestras familias del sur de Chile, puedan vivir en paz de una vez por todas.
No se ha hecho nada por ellos y este conflicto sigue creciendo.
Les pido la paz y que seamos capaces de trabajar todos juntos, no tan solo el Ejecutivo, sino que también el resto de los Poderes del Estado.
Muchas gracias.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, Senadora.
Tiene la palabra el Senador Macaya, por cuatro minutos.

El señor MACAYA.- Gracias, Presidenta.
Saludo a las autoridades que nos acompañan: Ministros, Subsecretarios, particularmente a los Gobernadores, pues no tengo duda alguna de que son quienes más entienden este problema. Y me parece importante aprovechar esta visita al Congreso para conversar con las autoridades, con los Ministros, fundamentalmente porque aquí hay harto discurso político, pero lo que viven ustedes allá -y lo mencionaron- es la realidad, es terrorismo puro y duro, como dijo el Gobernador del Biobío hace unos días.
Para no repetir cosas que todos sabemos, como que la situación de La Araucanía es probablemente el principal dolor de Chile hoy día y que se trata de una situación muy compleja, creo que a lo que tenemos que abocarnos en este Senado es a remarcar la actitud con que el Estado debe enfrentar el tema. Pero obviamente si el Estado lo hace con arrogancia y poniendo el foco en el lugar equivocado, estamos destinados a fracasar.
Pienso que en estas últimas semanas el Estado, representado por el actual Gobierno, ha incurrido en cierta arrogancia, aunque, por el bien de Chile, todavía estamos a tiempo de corregirla.
El Gobierno ha intentado hacer ver que estamos en un conflicto entre el Estado de Chile y los pueblos originarios. A mi juicio eso no es efectivo.
También el Gobierno ha hecho ver que solamente ellos son capaces de conversar con los distintos grupos que conviven en la zona, queriendo quizá denostar lo que se ha hecho en años anteriores y buscando dar cierta cátedra de cómo se hacen las cosas.
Creo que esa es la misma arrogancia que cometió un Gobierno anterior cuando dijo que en veinte días hizo lo que no se había hecho en veinte años. Eso es un error y no es la manera de abordar este tipo de conflictos.
Quienes ayer cuestionaban la presentación de querellas hoy día las presentan, a pesar de que no lo hacen calificando de terrorismo lo que es terrorismo puro y duro, como dijo el Gobernador del Biobío.
Quienes señalaban hace algunos días que el único camino era el diálogo, hoy día también advierten que ese diálogo no puede ser bajo amenazas.
En fin.
Hay muchas frases para la galería, con acusaciones de por medio y críticas bien despiadadas contra el Gobierno pasado, pero me parece que hoy día se han dado cuenta de la complejidad que implica abordar este tema.
El Gobierno decidió, por razones simbólicas -como le gusta decir a un sector del Oficialismo-, más que por razones fundadas, no extender el estado de excepción en la macrozona sur, y se perdió con ello una oportunidad de demostrar empatía con la enorme mayoría de los hombres y mujeres que viven en esa zona de nuestro país.
Quizá la señal más equivocada, además, en estos veintiún días que llevamos de mandato es no querellarse por la balacera con la que fue recibida usted, Ministra -por su intermedio, Presidente-, camino a Temucuicui. No necesito explicar en esta Sala el mensaje que se entrega con esa señal.
Por eso, esperamos que el Gobierno, particularmente el Ministerio del Interior, que está a cargo de la seguridad, cumpla con el Estado de derecho en todo el territorio y envíe las señales y los mensajes correctos, como el que mandó el Subsecretario Monsalve cuando dijo que no había presos políticos, sino condenados por los tribunales por cometer delitos; o como el que el mismo Subsecretario dio el domingo pasado, cuando aseguró que bajo amenaza no se dialoga, o la precisión y el lenguaje que ocupó, como mencioné, el Gobernador del Biobío, a propósito del tema de Contulmo, cuando habló de terrorismo puro y duro.
Por eso, algunas medidas concretas que proponemos dicen relación con una estrategia de seguridad, medidas, plazos, métricas. Pero esa estrategia hay que dibujarla, escribirla y llegar a un consenso, como al que llamaba la Senadora Campillai.
En ese consenso no se puede criminalizar ni estigmatizar al pueblo mapuche. Y lo decía: este no es un conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche. Esa estigmatización incluye errores y, como apareció en una columna del historiador Sergio Villalobos, que hoy día fue acá mencionada, es negativa para el pueblo mapuche.
Este conflicto no es un problema entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche -y yo no descarto que sea útil llamar e incluir instituciones como las Naciones Unidas para fomentar el diálogo-, pero acá hay un diálogo bien avanzado, un diálogo que emanó de rectores de las universidades, del difunto obispo de La Araucanía, y que puede servir de base para lo que se está construyendo.
Es muy importante ocupar insumos en los que ya se avanzó.
Para ir terminando, Presidenta, me parece necesario poner urgencia a proyectos sobre seguridad que forman parte de la agenda legislativa de La Araucanía. No se puede seguir avalando la impunidad y es imprescindible querellarse no solamente por uno, sino por los más de veinte atentados y hechos de violencia que se han materializado en la macrozona. Y el beneficio a los asesinos del matrimonio Luchsinger-Mackay es una señal inaceptable y una mala decisión.
Por eso, es falso que el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado sean un conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche. La única crisis real es de seguridad, ante la cual las víctimas son familias mapuches y no mapuches, y los victimarios son los terroristas, narcotraficantes y delincuentes.
La situación de la macrozona sur requiere altura de miras, un compromiso de todos los sectores, pero con todas sus aristas, sin simplismos, sin falsos atajos, privilegiando la paz y particularmente, primero que nada, a las víctimas.
Gracias, Presidenta.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- A usted, Senador.
Tiene la palabra el Senador Gastón Saavedra, por cuatro minutos.

El señor SAAVEDRA.- Gracias, Presidenta.
No es un misterio que el conflicto en La Araucanía trasciende los últimos gobiernos y no podemos seguir centrándonos en los incumplimientos del Estado durante el último tiempo.
Y quiero mencionar lo que ocurrió en mi región con el Parlamento de Tapihue. Ese parlamento fue acordado entre el Estado chileno y el pueblo mapuche. Pero lo incumplimos.
Luego, allí queda como parte del hábito y las costumbres del pueblo mapuche el diálogo. Y eso es lo que tenemos que rescatar, más allá de las querellas personales y políticas que podemos aquí establecer. Tenemos que rescatar lo valioso de esa historia.
Por lo tanto, cuando el Gobernador Díaz, de mi región, reclama diálogo y seguridad, ese es el camino.
Pero quiero agregar algo: el robo de madera también se sirve de la comercialización y la exportación. Por tanto, ¿en qué parte entra la institucionalidad pública para fiscalizar esa situación? ¿En dónde está el Servicio de Impuestos Internos? ¿En dónde está la Dirección de Aduanas? ¿En dónde están aquellos que fiscalizan las exportaciones? Esa madera se roba y se exporta. Por lo tanto, debe aplicarse allí lo que el Código Penal establece.
Luego están las otras actividades, y hay que decirlas por su nombre. Hay actividades terroristas que no debemos dejar pasar, y hay actividades de narcotráfico que hoy día tienen controlados territorios y tienen afectadas las poblaciones de al menos las siete comunas de la provincia de Arauco.
Junto con ello, está también el ámbito político-ideológico de aquel proyecto que tienen algunos para el control territorial de la zona. Eso debe recibir un tratamiento distinto.
Mi propuesta es acá que el esfuerzo, señora Ministra del Interior -por su intermedio, Presidenta-, debe apuntar a construir un espacio de encuentro y de diálogo entre todos y todas en el territorio de la Región del Biobío, y en la Novena Región, para el abordaje de este problema en términos integrales.
No cabe solo la represión o la aplicación de la fuerza. Porque lo que ocurrió a contar del año 2017 y hasta el 2021 es que los actos violentistas aumentaron en 400 por ciento. Eso debe darnos una clara señal de que la aplicación de las medidas de fuerza ¡no resuelve el problema!
Tenemos que generar obras de confianza.
No pueden seguir esperando los niños de Antioquía que su escuela se vuelva a construir. Llevan dos años en clases en galpones y en casas de los padres y apoderados.
Eso habla, entonces, de que no lo hemos abordado en términos serios; no hemos reinstalado el Estado para dar cumplimiento a las demandas principales de la población, en este caso, de Arauco.
No podemos seguir manteniendo el triste récord del 17 por ciento de pobreza sin dar soluciones de carácter integral. Porque lo que quiere la ciudadanía es que el Estado actúe en términos integrales para resolver los problemas de vivienda. ¡Son 200 los campamentos que existen en Arauco! Y eso no podemos mantenerlo.
Quienes viven allí, en esa condición, quieren una respuesta pronta y urgente de nosotros, los actores políticos, para enfrentar de buena forma, y en términos unitarios, algo que el Estado ha dañado... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se reactiva por indicación de la Mesa).
Quiero terminar diciendo que en la historia el diálogo ha sido la forma de encuentro y de solución de controversias. En este caso, recuperemos esa historia del parlamento de Tapihue, que nos entregó -reitero- el camino de encuentro a partir de la capacidad de diálogo del pueblo mapuche, y al mismo tiempo de aquellos que fueron capaces de juntar a tres mil loncos y sus organizaciones para lograr un acuerdo que hasta el día de hoy esperan que se cumpla.
He dicho, Presidenta.
Muchas gracias.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, Senador.
Tiene la palabra el Senador Quintana, por siete minutos.

El señor QUINTANA.- Muchas gracias, Presidenta.
Yo quisiera, en primer lugar, valorar este diálogo. A veces uno tiene prejuicios con este tipo de convocatorias. Pero creo que mientras más diálogo, mientras más instancias como esta tengamos, ayuda. En ningún caso va a dificultar más las cosas. Tenemos que derribar prejuicios, pero también hacer esfuerzos por establecer bases mínimas en este Senado.
Porque, como lo ha dicho muchas veces mi colega Huenchumilla, el conflicto es político. ¡Es político! Yo agregaría que también es histórico.
Por eso, me preocupa cuando una de las Senadoras convocantes a esta sesión inicia su intervención señalando textual: "No me voy a referir al tema histórico que acompaña a este conflicto". Bueno, ¡es que eso es parte del problema! Parte del problema es no entender que este es un conflicto histórico, de raíces profundas, en donde todos los actores que estamos aquí -aprovecho de saludar a las Ministras, a los Ministros, a los Subsecretarios, a los señores Gobernadores Regionales también- somos parte del Estado, y este es un conflicto con el Estado.
¿Que hay violencia? ¡Sin duda! En esta Sala sé que no hay nadie que avale los hechos de violencia. Por eso, quiero, en primer lugar, empatizar con las víctimas contemporáneas de este conflicto que han hablado hoy día; insisto, víctimas contemporáneas, de lado y lado. Porque también hay víctimas históricas en este conflicto que comenzó, como decían Senadores de distintos sectores -y eso sí lo valoro-, hace 160 años.
Pero ¿qué hacemos, entonces?
Porque si un Senador hoy día cita a don Sergio Villalobos, ¡por favor!, eso es insistir en el conflicto.
Uno aquí tiene dos alternativas: o buscamos establecer bases mínimas de entendimiento, lo que va a permitir resolver temas -lo conversaba con el Senador Insulza, que preside la Comisión de Seguridad-, como la discusión en seguridad; o bien queremos esta sesión solo para mantener el conflicto. Porque es probable que haya actores radicalizados a los que les conviene mantener un conflicto. Hay actores políticos que, no sé, citan a Villalobos y no citan a Marimán, o a tantos actores que hay, historiadores mapuche y no mapuche, con una perspectiva de hacerse cargo de lo que fue un genocidio en ese territorio, y solo nos queremos quedar en los últimos veinte años.
Ahora, si nos queremos quedar en los últimos veinte o treinta años, como deseemos verlo, daría un mensaje para el Ejecutivo. Este es un Gobierno que recién lleva menos de treinta días. Por tanto, es bueno mirar qué ha pasado en Chile, cómo los distintos gobiernos han abordado este conflicto.
Ha habido gobiernos, fundamentalmente de la Concertación, que lo han abordado desde una perspectiva de desarrollo. Bien, porque es una región pobre, donde el Estado llegó setenta años más tarde, y había que hacerlo. Pero se quedaron solo en eso, solo en el desarrollo, sin entender que hay una mirada de una cosmovisión de un pueblo.
Por otro lado, ha habido gobiernos de Derecha, fundamentalmente los últimos doce años, que lo han abordado desde una perspectiva punitiva, criminalizante, de mano dura, mano dura que nunca llega, porque nunca ha llegado en el mundo. Porque es fácil levantar un discurso de mano dura, como lo hacen algunos sectores. Es fácil poner a la policía, primero, como si tuviéramos la mejor policía del mundo. Pero tenemos serios problemas estructurales con la policía, que datan desde hace 95 años, cuando se crea Carabineros, cuando se fusiona la policía fiscal con el Cuerpo de Carabineros o el Cuerpo de Gendarmes, y termina con una estructura militar. Eso no significa vestirnos de este uniforme: estructura militar. Ahí está parte de la raíz del conflicto. Y tenemos hoy día montajes, lógicas que no son las de una policía preventiva. Todos quisiéramos tener una policía eficaz, pero no la tenemos.
Entonces, en eso nos hemos movido, en esas lógicas, que algunos de los actores no quieren ver.
Es fundamental que los gobernadores, junto con la enorme responsabilidad que tienen de inversión pública, también vean la raíz histórica que tiene este conflicto.
Ahora, ha habido excepciones también. Aquí no hay solo una realidad binaria donde uno lo ha hecho de una forma y otro, de otra. El Gobierno del Presidente Aylwin efectivamente estableció un diálogo absolutamente necesario, como fue el acuerdo de Nueva Imperial del 89; el Gobierno del Presidente Lagos estableció el acuerdo Verdad y Nuevo Trato, que todo el mundo reconoce. El problema es que no hubo continuidad de esos procesos.
Por eso, es válido que escuchemos a este Gobierno que recién parte. Pero, insisto, sin prejuicios.
Porque cuando aquí alguien dice: "No hagamos una discusión semántica", critican a la Ministra Siches por hablar de "Wallmapu". ¡En buena hora habla del Wallmapu! ¿O le vamos a prohibir a los investigadores, a los académicos, al propio pueblo mapuche que hablen de "Wallmapu"?
Algunos incluso quisieron establecer un problema, a propósito de la visita -exitosa, ¡qué duda cabe!, y reconocida por todo el mundo- del Presidente Boric a Argentina, con el término "Wallmapu". ¡Absurdo! ¡Pero si fue el propio Presidente Piñera, se nos olvida, quien el 8 de septiembre de 2020 crea, a propósito del conflicto y la violencia que tenemos, el Comité Wallmapu! Y dice textualmente: "Este será permanente y será a nivel del Consejo COVID; será tan importante, y semanal, como este". ¡El Presidente Piñera! ¡Y miren el escándalo que algunos trataron de hacer!
Claro, alguien podría decir: también nos violenta, a propósito de la semántica, esta creación del concepto de "macrozona sur", que algunos elevan con una tremenda liviandad, aunque les molesta el término "Wallmapu". La macrozona sur está asociada solo a violencia, muerte, quema.
Eso, díganme, señores gobernadores, ¿ayuda a la región? ¿En qué sentido ayuda a esos territorios hablar de la "macrozona sur"?
Eso significa simplemente ahondar en la estigmatización.
Entonces, claramente todos tenemos que hacernos cargo de los temas de seguridad, ¡si son reales! Pero, por favor, asociar el robo de madera y el narcotráfico al pueblo mapuche, como lo han hecho algunos colegas acá, ¿es realmente pensar en la solución?
Es bueno también escuchar la mirada de todos los Senadores, también de los Diputados, que representamos ese territorio, sus puntos de vista, aunque las mejores estadísticas las tiene la autoridad de Interior, con quienes no he conversado en estos treinta días.
Respecto al narcotráfico, creo que la Región de La Araucanía debe de estar en el ranking nacional en el séptimo u octavo lugar, o tal vez más abajo. Entonces, como que el problema del narcotráfico está asociado al conflicto, eso es la negación de esto. Y la verdad es que hemos tenido mucha negación de este conflicto, durante mucho tiempo.
Bueno, dentro de las excepciones, porque dije que hay algunas en los gobiernos de la Concertación, también las hubo en el Gobierno del Presidente Piñera. Lo del Wallmapu es una. También, a propósito del terrorismo, la Ley Antiterrorista, que si hoy día es ineficaz es por los cambios propuestos por el Presidente Piñera el año 2011.
Simplemente lo dejo ahí porque este Senado tiene el deber de hacer una ponderación real de los hechos si realmente queremos solución.
Yo de verdad confío en algunas herramientas con las que este Congreso pueda contribuir en materias de seguridad. Entre otras, la discusión del Ministerio de Seguridad Pública. Porque aquí no hay prevención; no nos estamos anticipando.
Por eso, es muy importante el despliegue de los Ministros a las regiones del sur. Pero con tiempo, no a la rápida, no para la foto. No, con tiempo; escuchar realmente; entender una problemática que hemos tenido invisibilizada durante muchos años.
Gracias, Presidenta.

La señora EBENSPERGER (Vicepresidenta).- Gracias, Senador.
Tiene la palabra el Senador García Ruminot, por tres minutos.

El señor GARCÍA.- Muchas gracias, señora Presidenta.
Saludo a la señora Ministra del Interior, a la señora Ministra de Desarrollo Social y Familia, al Subsecretario del Interior y a los Gobernadores de La Araucanía y del Biobío.
Ministra, he escuchado con la mayor atención su intervención. Y créame que acepto su invitación a que tengamos un diagnóstico compartido. Tengo clarísimo que, si cada uno de nosotros seguimos ceñidos a nuestras respectivas miradas, no resolveremos la difícil situación que se vive en las regiones del sur y particularmente en la Región de La Araucanía.
Pero precisamente porque necesitamos tener un diagnóstico compartido, Ministra, echo de menos en sus palabras un reconocimiento al hecho de que hay grupos violentistas y paramilitares operando en el sur.
Usted no tuvo ninguna palabra para señalar que ellos son una parte muy muy importante del problema. Y que, como se trata de grupos violentos, delictuales que, en mi opinión, desarrollan narcotráfico, crimen organizado, robo de madera, finalmente, para encubrir todas estas acciones, lo hacen a través de una supuesta defensa de nuestro pueblo mapuche.
Ahí tengo otra discrepancia. ¡Si este no es un conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche! Lo decía muy bien la Senadora Carmen Gloria Aravena: nosotros trabajamos todos los días con dirigentes mapuches, lo hacemos bien y procuramos llevar desarrollo a todo el territorio.
Entonces, no es verdad que este es un conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche. Si fuera así, ¿cómo se explica que muchas de las víctimas son precisamente mapuches? Me parece que hay un diagnóstico equivocado.
Pero, así y todo, Ministra, concuerdo en que tenemos que ponernos de acuerdo en un diagnóstico y en las acciones que debemos llevar adelante.
Y dentro de ellas, por supuesto, está el tema de la seguridad, de proteger a las personas, de entregarles una garantía constitucional: el derecho a la seguridad, el derecho a desarrollar su vida diaria con normalidad, con tranquilidad.
Le recuerdo que usted es la Ministra del Interior y Seguridad Pública. Téngalo siempre presente.
Escuché también con la mayor atención la intervención de la Ministra de Desarrollo Social y Familia.
Ministra, estoy muy de acuerdo en que tenemos que revisar las distintas políticas en favor de nuestros pueblos originarios, y particularmente de nuestro pueblo mapuche. Pero tampoco pensemos que todo se soluciona con la compra de tierras.
Mire, hay mucha tierra comprada y muchos recursos fiscales invertidos en ello. Y no por esa razón las familias están viviendo mejor. Hay mucha tierra abandonada, que salió del círculo productivo y que hoy día está simplemente sin ocuparse. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, a una comunidad de Traiguén le entregamos tierra en Lonquimay y a una comunidad de Lonquimay le entregamos tierra en Renaico. Simplemente estoy caricaturizando la situación.
Entonces, ¿cómo se trasladan las familias de un lugar a otro? ¡Es imposible! La política de tierras tiene que estar acompañada del desarrollo, de los recursos técnicos, de los recursos financieros, para que puedan trabajar la tierra y vivir mejor.
Finalmente, Ministra Izkia Siches, yo destaco de su intervención el reconocimiento que hizo del trabajo del ex Ministro Alfredo Moreno. ¿Y sabe por qué lo destaco? Porque hay una serie de elementos, de modificaciones a la Ley Indígena. ¡No la echemos en saco roto! ¡Modificaciones a la Ley Indígena! Las familias indígenas, las familias mapuches quieren título individual de dominio, mayoritariamente, buscan ser dueños y dejarles a sus hijos y nietos lo que ha sido la herencia de sus familias.
Así que pongámonos de acuerdo, trabajemos todos juntos; y, como se ha dicho reiteradamente, seamos constructores de la paz.
Muchas gracias.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senador García.
Tiene la palabra el Senador Flores, hasta por dos minutos.

El señor FLORES.- Muchas gracias, Presidente.
Quiero saludar a las y los Ministros presentes en la Sala.
Creo que en este punto debemos convenir que este no es solamente un problema de seguridad y convivencia social pura y llana; este no es solamente un problema de pobreza, de marginación o de discriminación.
Hoy este problema debe ser enfrentado desde las consecuencias y los errores cometidos una y otra vez: desde el desconocimiento, desde la soberbia, desde la displicencia, desde los montajes o desde la falta de empatía y no entender las posturas y los dolores de unos y otros.
El problema que tenemos en varias regiones, para no hablar de "macrozona", es complejo, multisectorial, multifactorial, integral y requiere respuestas integrales e integradas, que obligan a tener una mirada tan profunda como las raíces y errores que se han cometido por falta de conocimiento, de capacidad.
Por eso me opuse sistemáticamente al estado de excepción, porque entendía que esa no era la solución. Probablemente era una parte de ella, en una circunstancia y en un momento preciso.
Todo esto obliga a dar respuestas amplias, iniciadas desde el diálogo político, con voluntad, honestidad, claridad, transparencia y asertividad.
Esto obliga, primero, a recuperar la credibilidad institucional para dar respuestas globales al dolor y al temor de todos los habitantes de esta región. También obliga a cambiar la percepción desde el centralismo, la forma tradicional de enfrentar los problemas y verlos con los ojos que también miran desde otra cosmovisión. Obliga a transitar desde las respuestas individuales a las globales y escuchar e integrar a todas y todos, sin olvidar que el problema de fondo y de origen es la falta de respuesta al pueblo originario, pero que también ha venido transitando a permitir el ingreso de la violencia, de la sordera, del crimen organizado y del narcotráfico. Sin embargo, no hay que olvidar que el problema es la incapacidad de relacionarse de una manera distinta con un pueblo que reclama y que todavía tiene dolores a flor de piel.
La única manera de aislar la parte distinta al problema original es entender que tenemos una dificultad para administrar el conflicto y responder ante una deficiencia de acción política.
Yo espero honestamente, Presidente, que esta no sea una sesión más. Si no, escuchemos el silencio del Senador Huenchumilla.
Me gustaría que esto sea un punto de encuentro para empezar a transitar hacia una solución de verdad, que nos la creamos toda y en la que colaboremos todos.
Espero que este sea un punto de inicio, donde se hayan escuchado las distintas posturas, que de verdad son representativas de lo que nos duele a todos.
Gracias, Presidente.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Tiene la palabra el Diputado Van Rysselberghe, hasta por cuatro minutos... Perdón, ¡el Senador! ¡Bienvenido al Senado, Senador Van Rysselberghe!
Vamos a pedir una prórroga de la hora hasta que terminen de intervenir todos los parlamentarios que se han inscrito para hacer uso de la palabra.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Ahora sí, Senador Van Rysselberghe.

El señor VAN RYSSELBERGHE.- Muchas gracias, Presidente.
En primer lugar, quiero saludar, por su intermedio, a nuestra Ministra del Interior, Izkia Siches; a su Subsecretario, Manuel Monsalve; a nuestra Ministra de Desarrollo Social, Jeannette Vega, y muy especialmente a los Gobernadores Regionales que nos acompañan: del Biobío, Rodrigo Díaz, y de La Araucanía, Luciano Rivas.
Presidente, tal como lo indica la citación enviada, esta sesión especial tiene por objeto tratar la situación de violencia en la macrozona sur y las decisiones que está tomando o tomará el Gobierno del Presidente Boric al respecto.
Entonces, al momento de preparar mi intervención, Presidente, comencé a revisar las medidas concretas que el Gobierno ha tomado o enunciado para la macrozona sur en estos veinticinco días que lleva en el poder, y el resultado fue el siguiente.
-Fin al estado de excepción en la macrozona sur, con lo que las Fuerzas Armadas terminaron su colaboración para mantener el orden y la seguridad de los vecinos, aumentando así su sensación de desamparo.
-Una fallida visita de la Ministra del Interior a la comunidad de Temucuicui, producto de manifestaciones violentas de grupos radicalizados.
-Una fallida visita del Subsecretario del Interior a la comuna de Cañete, producto de toma y cortes de caminos por parte de grupos radicalizados.
-Y lo que resulta más llamativo. El Gobierno ha presentado solo una querella por delitos comunes, correspondiente al atentado del viernes pasado en Contulmo, donde se quemaron dieciocho viviendas y dos vehículos, pero no ha presentado ninguna acción judicial por otros cerca de veinte atentados incendiarios que en estos veinticinco días, Presidente, desde que este Gobierno asumió, se han registrado en la Región de La Araucanía y en la provincia de Arauco.
En conclusión, Presidente, lo que el Ejecutivo ha realizado en estos veinticinco días no parece muy auspicioso en cuanto a mejorar la seguridad y la tranquilidad de los habitantes de la macrozona, sino que, por el contrario, solo ha profundizado la sensación de abandono o inseguridad que viven desde hace años los vecinos de este sector del país.
Probablemente, Presidente, el Gobierno nos responderá -y lo ha señalado- que ellos quieren privilegiar el diálogo, que es necesario entablar una negociación política con las comunidades más radicalizadas para por fin lograr un acuerdo de paz.
Ante esas propuestas, Presidente, nuestro sector no se opone y consideramos que son necesarias y cuentan con nuestro apoyo. Pero seamos realistas: el diálogo y la negociación política son iniciativas de largo plazo. En el caso de Colombia, el Estado estuvo más de veinte años dialogando con las FARC antes de llegar a un acuerdo de paz.
Lo que necesitamos hoy es que el Gobierno, junto con comprometerse al diálogo, presente a las comunidades afectadas un plan integral de prevención de delitos y anuncie medidas concretas para mejorar la percepción de seguridad de los habitantes de la macrozona sur.
En resumen, Presidente, en la provincia del Biobío necesitamos que el Gobierno actúe ahora.
Porque el problema que viven los habitantes de la Región de La Araucanía y la provincia de Arauco es concreto, es real y es de todos los días. Viven con miedo, con angustia de ser atacados cuando van a trabajar, de que sus viviendas sean incendiadas o que sus lugares de trabajo o vehículos sean incendiados y queden así sin empleo.
En conclusión, Presidente, le planteo al Gobierno que si quiere más diálogo, entonces cuenta con nuestro apoyo; si desea una negociación política para llegar a acuerdos con todos los actores de la macrozona sur que aseguren la paz y la desarticulación de los grupos violentistas, también cuenta con nuestro apoyo.
Pero también le digo al Gobierno -por su intermedio, Presidente- que requerimos acciones concretas ahora. Necesitamos que el Gobierno anuncie un plan real y concreto de seguridad para la macrozona, de manera de que sus habitantes mantengan la esperanza de que pueden vivir en paz y con seguridad.
Hasta el momento, Presidente, y luego de veinticinco días de Gobierno, nuestras autoridades no se han manifestado sobre el último punto. En este sentido, espero que esta sesión especial sea la ocasión para que el Ejecutivo se comprometa con la seguridad y la tranquilidad de los habitantes de la Región de La Araucanía y la provincia del Biobío.
Finalmente -y por su intermedio, Presidente-, quiero aprovechar esta sesión especial para volver a solicitar o sugerirle a la Ministra del Interior que se realice una consulta ciudadana en la Región de La Araucanía y la provincia de Arauco, como parte del proceso de diálogo amplio que se quiere establecer con la zona afectada. De esta forma, los vecinos de esas comunas podrán manifestarse libre y voluntariamente sobre la necesidad de una medida real y concreta, como lo es el estado de excepción constitucional en la macrozona, y serán ellos quienes expresen si esta medida ayuda o no a mejorar su calidad de vida, la seguridad de sus familias y la estabilidad laboral.
Muchas gracias, Presidente.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senador.
Tiene la palabra ahora la Senadora Claudia Pascual, hasta por dos minutos.

La señora PASCUAL.- Gracias, Presidente.
Quiero sumarme muy rápidamente al saludo a las dos Ministras, al Subsecretario y a los dos Gobernadores presentes.
Deseo partir también comentando lo difícil que es asumir una intervención en estas temáticas, que son tan complejas y de tan larga data. Porque, efectivamente, como dijo el Senador Quintana, esto es un conflicto histórico y no solo político.
Quiero también sumarme al reconocimiento que ha hecho el Gobernador de la Novena Región respecto de las víctimas.
Es histórico el conflicto del Estado chileno con el pueblo mapuche. Y yo puedo entender que se dificulte su entendimiento por el grado de agudización en el marco de los últimos treinta años. Pero no se puede desconocer la histórica y maltratada relación que ha tenido el Estado de Chile con los pueblos originarios en general y muy en particular con el pueblo mapuche.
Presidente, la mal llamada "pacificación de la Araucanía", que de pacífica no tuvo nada, fue tremendamente violenta con nuestros pueblos originarios, en particular con el pueblo mapuche.
Tampoco era lo correcto abordar este tema como lo hicieron, por ejemplo, desde visiones que a mí me convocan, como son las progresistas y de Izquierda, que a fines de los años sesenta y principios de los años setenta trataron de resolver toda la situación del pueblo mapuche considerándolos campesinos exclusivamente, despojándolos de la cosmovisión y de todo el ámbito cultural.
Lo mismo sucedió con la contrarreforma agraria de la dictadura, que introdujo -lo dijo aquí el Senador García Ruminot- el título de dominio individual, desarmando la noción de comunidades, de las comunidades agrícolas de la Cuarta Región y las mapuches. También de las comunidades diaguitas, por ejemplo.
La situación... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa).
Un minuto, Presidente, voy a terminar.
También tenemos la expansión de la industria forestal, que no ha convivido con un desarrollo económico ni medioambiental sustentable y, peor aún, ha sido absolutamente conflictiva con las comunidades mapuches.
La no resolución del conflicto solo trae pobreza y exclusión; redunda en la violencia para las comunidades y también para las personas no mapuches, para todos y todas.
Hay una falta de reconocimiento de la plurinacionalidad y la pluriculturalidad y de los errores y los horrores que ha cometido el Estado. Quiero aquí saludar el acto de humildad del Senador Huenchumilla cuando era Intendente, a propósito de esta solicitud de disculpas estatales.
Todo lo mencionado ha impedido un camino de paz y de desarrollo económico para las comunidades mapuches y para todas las personas que viven en la Octava, en la Novena, en la Décima y en la Decimocuarta Región.
Esto requiere también la investigación y aclaración de situaciones tan graves como el robo de madera; el asalto y la quema de camiones o de inmuebles, como son viviendas particulares o iglesias; pero también... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa)
... la represión indiscriminada a las comunidades mapuches; el asesinato de mapuches, víctimas mapuches y no mapuches; los montajes encabezados por Carabineros, como el caso Huracán y las operaciones de obstrucción a la justicia; la investigación de los delitos de narcotráfico, pero sin hacer causa-efecto de que todo el narcotráfico en la zona está vinculado a las comunidades mapuches. Esto último es estigmatizar, ya lo dijo el Senador Quintana.
La respuesta policial y militar solo ha exacerbado el conflicto.
Quiero respaldar no solo la estrategia de diálogo -y con esto termino- que nos presenta el Gobierno, sino también el diálogo que lleve al reconocimiento del otro, de la otra, hacia todas partes; la estrategia que lleve a soluciones de desarrollo económico, político, cultural y social para todas y para todos.
Deseo también respaldar la paz, pero la paz con justicia social, la paz con reconocimiento de los pueblos originarios y del pueblo mapuche, la paz con el reconocimiento del otro, de la otra y del otre... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor ELIZALDE (Presidente).- ¿Concluyó?

La señora PASCUAL.- Sí. No sé si me escuchó el final, pero sí.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Si quiere, tiene quince segundos para cerrar, Senadora.

La señora PASCUAL.- Solo decía que la paz con el reconocimiento del otro, de la otra y del otre, hacia todos los sectores y actores que están involucrados.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senadora Pascual.
Voy a dar el orden de los inscritos en atención a que se pidió la prórroga de la sesión.
A continuación, va a hacer uso de la palabra el Senador Ossandón; después, los Senadores Insulza, Chahuán, Velásquez y Kast. Con eso concluiríamos la sesión.
Además, el Senador Edwards ha pedido un minuto al final, como fue interpelado por el Senador Espinoza, para responderle.
Y, por cierto, va a terminar la Ministra, para que pueda dar respuesta a lo que han planteado Senadoras y Senadores en el transcurso de la sesión.
Entonces, ahora tiene la palabra el Senador Ossandón, hasta por tres minutos.

El señor OSSANDÓN.- Gracias, Presidente.
Primero, quiero saludar a las dos Ministras y al Subsecretario.
Tenía un discurso armado, pero la verdad es que me impresiona cómo muchos de nuestros colegas se echan la culpa entre unos y otros y ensuciamos el tema.
Aquí la cosa es clara: se necesita diálogo, pero un diálogo con respeto; que se haga, además, sobre la base de la libertad, y que realmente rechace la violencia en todo sentido, porque no se puede dialogar ni con presiones ni con amenazas.
Lo único que yo le pediría al Gobierno es que nos mostrara cuál es su ruta, su camino, porque hemos visto un poco de falta de planificación en las visitas que hemos observado. A lo mejor hay exceso de confianza o piensan que este es un problema político de las Izquierdas y las Derechas y creen que vamos a ir a algún lugar y que nos van a recibir con los brazos abiertos, y, por el contrario, nos reciben a balazos, porque ahí hay gente que no quiere dialogar.
Termino diciendo que todo este ambiente negativo nos hace mal. Y de alguna manera tenemos que ponernos las pilas de una vez por todas para buscar un resultado real, porque este es un fracaso del Estado de muchos años.
Aprovecho también de enganchar con lo que dijo ayer -creo- el Presidente Boric al referirse a la discusión constitucional. Señaló que estaba preocupado por el proceso y planteó una diferencia clara con la vocera Vallejo, quien culpó a la Derecha. Sostuvo el Presidente: "Las dudas no pueden ser ignoradas y la responsabilidad no es comunicacional solamente".
En estos primeros días de Gobierno yo los llamo a promover la misma receta de casi todos los discursos del Presidente, que son maravillosos. Él dijo que la Constitución no debía tener vencidos ni vencedores, que debía escucharse a todo el mundo. Sin embargo, vemos que su gente, sus huestes, hacen todo lo contrario.
Entonces, apliquemos esa misma lógica del discurso del Presidente Boric al problema de La Araucanía, porque ahí existen problemas políticos, como siempre ha dicho el Senador Huenchumilla, pero también existe delincuencia. Y eso hay que atacarlo con mano firme.
Muchas gracias, Presidente.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senador Ossandón.
Tiene la palabra el Senador Insulza, hasta por dos minutos.

El señor INSULZA.- Gracias, Presidente.
Primero que nada, quiero agradecer a las Ministras por sus presentaciones, sobre todo porque de alguna manera han creado un clima de diálogo, cosa que no ocurre habitualmente cuando hablamos de estos temas en este Senado, pues nos tratamos bastante duro.
Ahora, para mí el diálogo se da entre gente que tiene discrepancias. Así que yo estoy a favor del diálogo, pero no con que se diga: "No si no hacen esto; no si no hacen esto otro". La verdad es que eso no es diálogo. Nunca me ha gustado la frase, que se usa mucho: "Yo no voy a dialogar mientras no depongan su actitud". Si precisamente porque no deponen su actitud es que necesitamos dialogar; por eso necesitamos conversar y hablar con todos.
Quiero refutar la idea de que el conflicto no tiene su origen en una acción concreta del Estado de Chile para expandirse después de 1860. ¡Esa es la historia, es una realidad!, como lo dice la Senadora Pascual. A uno puede gustarle o no lo que había antes; puede decir que efectivamente ahí no había Estado, que había bastante bandidaje, que había otro montón de cosas. Pero el Estado de Chile decidió pacificar la Araucanía y lo intentó tres veces en el curso de veintitrés años, en un proceso que fue encabezado por don Cornelio Saavedra. Hubo guerra y murió mucha gente, mucha más que la que ha muerto ahora, entre paréntesis, con mucha más violencia.
Por lo tanto, reconozcamos que debemos aprender también de nuestra historia. El pueblo mapuche fue violentado en sus derechos. ¡Esa es la realidad! Ahora, en un momento particular de la historia capitalista de Chile, todo lo que se quiera, pero necesariamente hoy debemos reponer de alguna manera lo que allí ocurrió. Y eso es lo que se busca con la política que se está tratando de seguir.
Yo creo que eso se está tratando de seguir hace tiempo, desde el Gobierno del Presidente Aylwin por lo menos. Pero no hemos tenido éxito. Debemos buscar otros caminos, que en ningún caso signifiquen una guerra, ¡por Dios! ¡Si ya tuvimos guerra! Tuvimos tres guerras. Repito: las guerras de la Araucanía duraron veintitrés años... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo)... -si me permite veinte segundos más- (se vuelve a activar el micrófono por indicación de la Mesa)... y no fuimos capaces de resolverlo.
Por lo tanto, debemos seguir intentando, y sobre la base del diálogo. ¡Y del diálogo con todos! Porque, a pesar de lo que se diga acá, ciertamente existe una urgencia por seguridad en La Araucanía, y yo lo reconozco. La gente tiene urgencia de que le protejan sus cosas, etcétera. Pero, asimismo, el Estado de Chile tiene la urgencia porque tiene la obligación de resguardar la vida, de investigar y de hacer justicia. Y, además, debe tratar también de hacer todo ello al menor costo posible.
Presidente, termino agradeciéndole a la Senadora Gatica, por haber recordado que Chile es un país de raza mestiza. Esa es la mayoría del país, descendientes de personas que estaban todas antes del 1700. Yo no he tenido nunca un antepasado que haya llegado a este país después de eso. Y, por lo tanto, me siento muy reconocido por lo que ella dijo. Creo que es la primera vez que se reconoce algo así: Chile es un país mestizo y ese mestizaje también hay que hacerlo valer en algún momento, cuando hablamos de la raza chilena.
Gracias, Presidente.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senador Insulza.
Tiene la palabra el Senador Chahuán, hasta por dos minutos.

El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, yo quisiera -por su intermedio- hacer un llamado a la Ministra del Interior y Seguridad Pública. Cuando ocurre un hecho lamentable como un atentado que impide que una delegación ministerial llegue a Temucuicui, ¡hay que presentar la querella y la denuncia, porque es una señal política, más allá de la denuncia de oficio!
En segundo término, es importante que se haga un distingo respecto de la deuda que el Estado de Chile tiene con los pueblos originarios.
Yo quiero pedirle a la Ministra del Interior -por su intermedio, Presidente- que les ponga urgencia a los siguientes proyectos de ley presentados en este Congreso, y de los que soy autor: uno, reconocimiento constitucional de los pueblos originarios; dos, reconocimiento de las lenguas de los pueblos originarios como lenguas oficiales de Chile; tres, reconocimiento de las prácticas ancestrales de los pueblos originarios. Se trata de tres proyectos. Y un cuarto logramos sacarlo adelante, después de mucho andar, que es el Día de los Pueblos Originarios.
¡La deuda que el Estado de Chile tiene con los pueblos originarios es enorme!
Pero una cosa distinta es no hablar de la violencia, de los grupos armados organizados y del narcoterrorismo que se ha instalado en la zona.
Entonces, tenemos que ser capaces de respetar y de convivir en dos regiones del país que hoy día están pasándolo mal.
Quiero felicitar al Subsecretario del Interior, que ha dispuesto, para acelerar el proceso, que la entrega de vehículos en la zona se haga a través de los gobiernos regionales. Eso es una hoja de ruta.
¿Qué le queremos pedir a la Ministra? Primero, que haya un informe mensual de Carabineros y de la PDI por hechos de violencia rural en la macrozona sur, para no confundirlos con los delitos comunes.
Segundo, un informe mensual de Carabineros y la PDI por detenidos en el contexto... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa)...
Tercero, un informe mensual del Ministerio del Interior y Seguridad Pública acerca de las querellas presentadas en el contexto de violencia rural en la macrozona sur, con reserva de aquellos aspectos de datos sensibles o que afectan la investigación.
Cuarto, un informe mensual del Ministerio del Interior y Seguridad Pública con montos y beneficios otorgados a víctimas de violencia rural en la macrozona sur, con el Senado como destinatario.
Quinto, un informe mensual del Ministerio de Desarrollo Social y Familia con montos, beneficios y personas favoridas en virtud del artículo 20, literales a) y b), de la ley N° 19.253, que establece normas sobre protección, fomento y desarrollo de los pueblos indígenas y crea la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena. Y adicionalmente a aquello, las normas referidas al Fondo de Tierras y Aguas Indígenas.
Quiero pedirle, además, que se haga una evaluación respecto a la política de entrega de tierras, que tengamos la posibilidad de ir evaluando cómo marcha eso.
¡Por supuesto que estamos todos disponibles para el diálogo!
La Región de La Araucanía es mi segunda región. Yo tengo contacto permanente con las comunidades mapuches y también tengo residencia en la zona. Por eso logramos que cuatro de nuestras querellas fueran admitidas a tramitación por parte de la fiscalía regional.
Y quiero decirles que tenemos un problema. El fiscal regional, que está haciendo la pega, Ministra -por su intermedio, Presidente-, cuenta con solo dos fiscales a cargo de la unidad de los delitos de alta complejidad. ¡Así es imposible! El propio fiscal regional dijo: "Yo no mando a mis fiscales al lugar de los hechos, porque temo por la vida de ellos".
Por eso, le sugerimos dos propuestas adicionales.
Uno, que los fiscales que investiguen sean de una región contigua, porque hay miedo.
Dos, que los tribunales de justicia sean los de una región contigua y no los de la propia región, para que haya prosecución en la acción penal.
Muchas gracias.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senador Chahuán.
Tiene la palabra el Senador Velásquez, hasta por dos minutos.

El señor VELÁSQUEZ.- Gracias, Presidente.
Quizás en cada uno de los mensajes que hemos escuchado desde hace ya un buen rato se encuentran las razones por las cuales no hemos llegado al fondo y que por tanto tiempo no se haya abordado de la mejor forma la situación. ¡Porque tenemos puntos de vista diferentes! Pero, a la vez, aparecen interesantes y esenciales reflexiones, que en gran medida guardan relación con lo que aquí se ha planteado.
A través de usted, Presidente, quisiera expresar a la Ministra que las estrategias y los pilares descritos me parece que se pueden mantener durante todo el período en que el Gobierno del Presidente Boric intente consolidarlos. Y espero que se profundicen.
Yo diría que los ejes de esta estrategia representan, en gran medida, los distintos alcances y soluciones que este propio Senado ha indicado. Cuando hablamos de una Comisión para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico, sin duda que ahí profundizaremos lo que a nosotros nos parece y que acá, en gran medida, el Senador Quintana describió muy bien.
Los diálogos. Que no se renuncie nunca al diálogo, en ningún momento en este espacio y en todos. Los acuerdos territoriales los sentimos desde el norte, y es difícil llegar con un tema del norte, a veces, a estos espacios políticos.
Cuando hablamos de mejorar la eficiencia de la Conadi, claro que sí, porque también entendemos que en algunas ocasiones hay despilfarro de plata. Ahí está la historia en el mundo civil y en el mundo uniformado. Me parece bien plantear aquello.
Pero lo importante es que no se queda solo en eso la propuesta. Por eso es que se habla de una agenda interministerial, porque se trata de buscar una forma integral de abordar el tema. Entonces llegamos a la educación en sus diversas manifestaciones, al ámbito de la cultura. Creo que esa es la integralidad que esta estrategia destaca muy bien, y de ahí... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa).
Reitero: a no renunciar a estos diálogos.
Y finalmente la seguridad. Acá se dijo, probablemente de manera escasa, pero se extraña a veces la inteligencia policial. Son tan de sentido común algunos elementos en los cuales no se llega a la investigación a fondo, en fin, alguna instancia no desarrolla su trabajo como corresponde.
Porque tampoco seamos ingenuos, Presidente, estas son las primeras semillas, pero tenemos que respaldarlas, sin duda, porque la inclusión y el reconocimiento requieren de largo tiempo y de otras voluntades. Eso es parte de la historia que a lo mejor muchos de nosotros no vamos a ver.
Gracias, Presidente.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Gracias, Senador Velásquez.
Finalmente tiene la palabra el Senador Kast.

El señor KAST.- Gracias, Presidente.
Saludo a las dos Ministras, Subsecretarios y a los Gobernadores aquí presentes.
Primero, por su intermedio, Presidente, a la Ministra, ella nombró a dos personas que efectivamente fueron asesinadas: a Pablo Marchant y a Camilo Catrillanca. Desgraciadamente, no mencionó a las otras cuarenta y ocho personas que también han sido asesinadas. Y creo que es bien importante en esto entender, como bien decían los dos gobernadores, que enfrentamos hoy día un grito desesperado de paz. A La Araucanía y al Biobío no les interesa el estado de emergencia, a las víctimas no les interesa cuál sea el método. Lo que les interesa es vivir en paz. Y lo cierto es que no hemos encontrado en el Gobierno actual ninguna propuesta, ningún camino serio.
Y cuando algunos dicen acá: "La violencia no es el síntoma, sino que la violencia en el fondo es la causa", justamente esa es la verdad. La violencia es la causa de lo que estamos viviendo. Y no me vengan a decir a mí que es el pueblo mapuche. De hecho, yo me alegro de que el Senador Quintana diga que asociar el robo de madera con el pueblo mapuche es una injusticia, me alegra que el Senador Quintana diga que asociar el narcotráfico con el pueblo mapuche es una injusticia. Yo les quiero decir: asociar el terrorismo con el pueblo mapuche es una injusticia. Los terroristas son simplemente terroristas y no representan al pueblo mapuche, que es tremendamente maravilloso y pacífico.
Por lo tanto, lo grave es por qué no hemos solucionado el problema en décadas. Porque siempre, desde Santiago, la política comete el mismo error. Dicen: "Hay un problema político". No, ¡son dos problemas políticos y no los mezclemos! Cada vez que asociamos al pueblo mapuche con el terrorismo le hacemos un flaco favor al pueblo mapuche y les hacemos un tremendo favor a los terroristas. Y aquí tenemos que dialogar con el pueblo mapuche. De hecho, con el Senador Huenchumilla tenemos una propuesta para hacernos cargo del tema de las tierras en forma estructural, bien hecha, no como hoy día, en donde el que más violencia hace muchas veces se queda con las tierras. Hagamos aquello. Hagámonos cargo efectivamente de las tierras. Pero en materia de narcotráfico, en materia de terrorismo, no tengamos dos voces. Por eso da angustia cuando este Gobierno no escucha la Región de La Araucanía.
El gobernador está acá. El gobernador junto con todos los alcaldes hizo una consulta ciudadana donde incluso votaron más personas que para la elección de gobernadores, donde votaron más personas pidiendo el estado de emergencia que los que votaron por el Presidente Boric. Entonces, cuando se habla de "descentralizar Chile" y hay una Región que lo hace en forma autónoma y la ciudadanía habla, este Gobierno le da la espalda.
Yo desafío, por su intermedio, Presidente, a la Ministra de Interior. ¿Ustedes creen en el diálogo? ¿Creen en la democracia? La invito a que haga un plebiscito. Consulte al Biobío, consulte a La Araucanía si quieren o no el estado de emergencia.
Y ojalá que muestren un plan, porque efectivamente, hoy día necesitamos paz. Y esto no es en contra del pueblo mapuche. Al contrario, el pueblo mapuche sufre porque, como bien se dijo acá, somos... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa).
Como bien se dijo acá, somos mestizos, somos una nación donde hay diversidad. Y, por lo tanto, el fracaso de la política se produce cuando se valida la violencia. Esa es la verdad. La política está para evitar la violencia; si no, es la ley de la selva. Y nosotros estamos llamados a decir que toleramos todo, toda la diversidad de opiniones, todo el pluralismo. Y aquí en este Senado se ve esa diversidad. Pero lo que no toleramos es la violencia. Entonces, cuando aquí se dice: "Voy a dialogar", ¿qué sienten las comunidades mapuches pacíficas cuando con ellas no dialogan y la primera señal es ir a dialogar con quienes sí ocupan la violencia? Es la misma angustia que sienten cuando les entregan tierras a quienes ocupan la violencia y no van a visitar a las víctimas.
Así que cuente con nosotros, cuente con Evópoli. Queremos sacar adelante a la Región. Ojalá que le vaya muy bien a usted, Ministra. Pero siempre entendiendo que hay dos problemas: el terrorismo es uno y el pueblo mapuche es otro desafío. Y mezclarlos es un grave error que nos ha llevado al fracaso.
Gracias, Presidente.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Senador Edwards, le vamos a dar un minuto porque fue mencionado por el Senador Espinoza.

El señor EDWARDS.- Presidente, en mi primera intervención acá, en el Senado, usted me emplazó porque utilicé la expresión "acta de rendición". Y en esta sesión especial usted me interrumpió porque le hablé a la Ministra no por su intermedio.
La verdad es que yo quiero decirle a usted, Presidente, con mucho respeto, que, si quiere liderar esta Corporación de manera ecuánime, más allá de lo que haya dicho el Senador Espinoza -si fue una insolencia o no, la verdad es que no me importa; no entendí la crítica, además, porque creo que fue más una demostración de coherencia-, creo que usted debió haber aplicado el mismo criterio que aplicó conmigo las dos veces.
Para que las reglas se respeten, Presidente, creo que tienen que ser para todos y no solamente para la Oposición. Hay cierto lenguaje que usted no tolera, bueno, ese lenguaje tampoco tiene que tolerarlo cuando viene de personas que son de su partido.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Yo entendía que usted iba a hacer referencia a la intervención del Senador Espinoza. Pero entiendo que se refiere a la vez que yo solicité que la interpelación la hiciera a través de la Mesa. Así que aclaro el punto.
Si usted se siente ofendido, no fue mi intención. Simplemente la práctica aquí es que las interpelaciones se realizan a través de la Mesa, precisamente para evitar que se genere un ánimo. El Reglamento en eso es muy sabio: que se genere un "ánimo" en donde al final terminemos peleados por temas adjetivos y no sustantivos.
Así que, en ese sentido, le pido disculpas si usted siente que mis palabras no fueron las adecuadas.
Le voy a dar la palabra entonces, para terminar, a la Ministra del Interior.

La señora SICHES (Ministra del Interior y Seguridad Pública).- Gracias, Presidente.
Por su intermedio, a los Senadores y las Senadoras, primero, agradecer esta instancia junto a la Ministra Vega y al Subsecretario Manuel Monsalve.
Creemos que ha sido una instancia muy valiosa.
Vuelvo a saludar a los Gobernadores de Biobío y La Araucanía.
Me quedo con algunos mensajes y sensaciones de lo que ha sido esta sesión. Lo primero, creo que estamos todos de acuerdo en que queremos la paz y el término de la violencia en el territorio.
Lo segundo es que enfrentamos un desafío muy complejo, que lo más probable es que no vamos a resolver solo como Gobierno, sino que necesitamos alinear a los distintos Poderes del Estado, a las distintas capacidades y a las distintas miradas.
Pero sí creo que es necesario constatar que no tenemos un diagnóstico común y eso es esencial para poder delinear las estrategias. Y me parece que vamos a tener que trabajar profundamente en ello para, evidentemente, empezar a tener resultados y trabajar en conjunto, porque ya se ha señalado acá: necesitamos a todos y todas.
Pero sí quiero ser muy honesta, por su intermedio, Presidente, en que no me pidan los señores Senadores y Senadoras hacer lo mismo que hizo el Gobierno de Sebastián Piñera, porque aumentaron 400 por ciento, ¡400 por ciento! ¡400 por ciento! los hechos de violencia en el territorio.
Algo estamos haciendo mal. No podemos seguir haciendo lo mismo. Y sí esperaría que eso fuera un consenso de este Senado, con la relevancia que tiene esta Corporación para nuestro país, para decirle a la ciudadanía hacia dónde debemos avanzar. Me hago cargo de las solicitudes y requerimientos de todos los Senadores y las Senadoras en materia de seguridad.
Y por eso que me acompaña nuestro Subsecretario, Manuel Monsalve, quien ha estado abocado en esta tarea de darles todas las condiciones a nuestras policías para prevenir y perseguir el crimen organizado, para prevenir y perseguir los eventos de violencia. Porque quiero reiterar: nuestro Gobierno quiere avanzar en materia de paz; quiere avanzar en instalar los primeros pilares para construir un camino que nos permita ir resolviendo los problemas.
En todo eso estamos absolutamente disponibles en trabajar con todos los actores, con actores internacionales que nos permitan ponernos de acuerdo quizá en ello que todavía no hemos resuelto, y también con las autoridades locales, con los Senadores y las Senadoras, parlamentarios en general, alcaldes.
Pero, sin duda, nuestro compromiso es con empezar a delinear un camino común, a lograr resultados positivos. De igual modo, esperamos participar en los diálogos por la paz del gobernador, en los encuentros que están haciendo los alcaldes. ¡Todos los esfuerzos son importantes para nosotros!
Además, esperamos que las acciones preventivas de nuestras policías, siempre con respeto a los derechos humanos, nos permitan empezar a construir un nuevo escenario para el territorio.
Muchas gracias.

El señor ELIZALDE (Presidente).- Bueno, agradecemos a todos los invitados que participaron en esta sesión. Por cierto, a las Ministras del Interior y de Desarrollo Social; a los Gobernadores de las regiones del Biobío y de La Araucanía, y a la señora Navarrete, quien nos acompañó telemáticamente.

Habiéndose cumplido el objetivo de la sesión, esta se levanta.
--Se levantó a las 14:41.
Mario Inostroza Sepúlveda
Jefe de la Redacción suplente