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  Chilenos quieren soluciones concretas porque la emergencia no ha concluido

  Por Jorge Pizarro, Presidente del Senado

7 de mayo de 2010

Hace dos semanas, el Presidente Sebastián Piñera decretó que la emergencia ocasionada por el terremoto y maremoto del 27 de febrero había concluido. Este miércoles se puso a llover desde la Región de Valparaíso al sur y quedó clarísimo que su decreto de nada sirvió, al menos así ocurrió para San Isidro y también para las miles de familias de las regiones más afectadas por la catástrofe.
Seamos serios. Una emergencia no se termina por decreto presidencial. La emergencia se acabará cuando no haya ningún chileno y ninguna chilena sufriendo como lo hemos visto en las últimas horas en Talcahuano, Dichato, Talca, Curicó, Lota, y otras comunas del sur del país.
Son todavía muchos los compatriotas que perdieron sus casas que aún permanecen en carpas y en precarias condiciones. Ellos lo están pasando muy mal.
Lamentablemente, esta realidad no hace sino confirmarnos que el plan de reconstrucción del gobierno está literalmente "haciendo agua". Digo lamentable porque se trata de seres humanos, de personas comunes y corrientes y de niños que ayer soportaron la lluvia y ahora deberán soportar el frío.
En momentos tan dramáticos no se les debe mentir a los chilenos. Exigimos  que se den a conocer públicamente las listas de las familias que han recibido mediaguas del gobierno. Y también que se les exija a los diferentes proveedores a quienes se les está comprando, que las que entreguen sean de calidad, que no se filtren con una lluvia de regular intensidad como la vivida.
Los chilenos no queremos más puestas en escena ni anuncios vacíos y rimbombantes de parte del gobierno. Queremos soluciones concretas. Como dijo el padre Felipe Berríos, ¿otra cosa sería si los chilenos trabajaran como hablan'.
Lo que está claro es que no se han logrado las metas, que la emergencia no ha concluido y que hay que trabajar para que en este invierno las familias vean que se está actuando con eficiencia y solidaridad.
Hace un par de semanas pude visitar junto a un grupo de senadores la comuna de Talcahuano y vimos en terreno la gravedad de los daños y escuchamos cara a cara las necesidades de la gente.
De ese viaje nos quedamos con varias ideas en la retina. La primera: es imperiosa la coordinación. No puede ser que las gobernaciones e Intendencias instalen mediaguas donde se les ocurra sin conversar con los municipios y sin revisar los catastros recogidos por la autoridad local, ya que son éstos últimos los que están con la gente, los que reciben día a día el clamor ciudadano.
La segunda, que la planificación es básica, porque en los campamentos hay que dejar los espacios suficientes de terreno para la conexión a las redes sanitarias o de electricidad. En muchos casos ello no está ocurriendo lo que hace avizorar problemas futuros.
La tercera idea, que es imprescindible conseguir nuevos terrenos para instalar a los afectados. Los municipios ya usaron los que tenían y por eso ahora es clave que las autoridades del Ministerio de la Vivienda, a través del SERVIU, de Bienes Nacionales e incluso de algunas ramas de las Fuerzas Armadas, en varios casos, agilicen esta entrega.
Queremos que las autoridades, partiendo por mismo Presidente de la República, los ministros, los intendentes, los gobernadores etc...dejen la soberbia de lado y acepten la ayuda de todos los chilenos, de los alcaldes fundamentalmente, de los parlamentarios, de las organizaciones de la comunidad y también de las instituciones privadas, sin cuoteos ni listas negras. No tengamos miedo de escuchar, ya que sólo así el actuar será más eficiente, más efectivo y más humano.

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