Clúster científico regional

Creo que ha llegado el momento de hablar de un Clúster Científico Regional.

Todo el potencial de desarrollo de los distintos tipos de energías, que de a poco está consolidando a nuestra región, como el proyecto de paneles solares en el desierto; el desarrollo astronómico, con la instalación del Radio Telescopio ALMA, el centro de observación de Cerro Paranal, y el Telescopio óptico infrarrojo E-ELT en Cerro Armazones.

El fuerte impulso que ha tenido el turismo de intereses especiales. El desarrollo del trabajo cultural, antropológico, arqueológico, científico, biotecnológico, entre muchas otras materias, impulsado por la Universidad de Antofagasta y Universidad Católica del Norte, ha sido más que destacable.

Académicos, científicos y estudiantes, han construido en pocos años, un meticuloso trabajo de generación de conocimiento. Lo importantes ahora es, cómo transmitirlo y cómo utilizarlo.

Hay un desafío mayor para las pequeñas empresas. Cómo adecuamos nuestro giro comercial, para satisfacer las necesidades técnicas, tanto en insumos y mantención, que requieren todos estos procesos del cual estamos siendo testigos, para dar un giro en cuanto, a no sólo entregar mano de obra para extender construcciones de faenas mineras, o prestar servicios menores para algún requerimiento de seguridad, transporte o colaciones.

Por el contrario, el desafío de las pymes, es cómo capacitar a sus trabajadores, para entregarles competencias y hacerse cargo de todos estos proyectos científicos y tecnológicos.

Para este desarrollo del Clúster Científico Regional, debemos enfocar nuestra mirada al tipo y calidad de educación, además del aprendizaje y competencias que nuestros niños y jóvenes, están adquiriendo en las salas de clases.

También es un desafío para los establecimientos educativos y profesores, dar un giro en la mirada. No basta con seguir entregando información bajo procesos repetitivos. Tenemos que aprender a construir y transmitir conocimiento.

¿Seguiremos licenciando universitarios para seguir saturando el mercado con más profesionales, que trabajan en cualquier cosa, menos en lo que estudiaron o, realmente impulsaremos a nuestros jóvenes a interesarse por otras disciplinas?

¿Seguiremos limitando las carreras técnicas sólo a la minería y a la prestación de servicios? ¿Seguiremos exportando materia prima, como cables de cobre, para que regresen convertidos en celulares o televisores?.

¿Realmente estamos pensando en el futuro de nuestras generaciones que deberán vincularse con la ciencia y tecnología que se desarrolla en nuestro norte de Chile?