Cobro de estacionamientos: una solución armónica

El proyecto que acabamos de aprobar en el Senado y que regula el cobro del servicio de parquímetros y estacionamientos, es una muestra del buen trabajo legislativo que realizamos en Comisión, porque si comparamos la versión que vino de la Cámara de Diputados, con la que aprobamos, se puede ver que hemos armonizado de buena manera una muy legítima inquietud ciudadana en cuanto a cómo se regulan y cómo se cobran los precios del servicio que, a esta altura, son indispensables.

El tema de automóvil no es un tema de lujo hoy día. Ir o no a un mall no es un tema lujo, es un tema de ocurrencia diaria. Y creo que el proyecto original estaba concebido, desde mi perspectiva, en una lógica antilibertaria y antiemprendimiento.

Establecía obligaciones de la forma de cobrar; establecía espacios de gratuidad sin reflexionar si eso iba a incentivar o desincentivar la construcción de estacionamiento; formas de cobrar fijas, únicas, lo que, en el fondo, era una fijación de precios que no tiene nada que ver con el concepto de emprendimiento que yo creo y que hemos situado, en los últimos años, como uno de los ejes de desarrollo en Chile.

El nuevo articulado del proyecto contiene una fórmula ingeniosa de resolver el tema, donde se abren dos modalidades:

-El cobro por minuto efectivo de uso, prohibiendo el cobro por un tiempo mayor o,

-El cobro por tramo de tiempo vencido, no por tramo como ocurre hoy día.

Hoy día se da esta doble opción;  las dos me parecen legítimas. Y que se opte: o por minuto efectivo o por tramo, donde bajo ninguna circunstancia se aproxime la tarifa al alza.

Las reglas de juego están claras.

Cada uno mirará, en ese escenario, que es lo que va a hacer. Pero no partir de la presunción de que si uno no alcanza a comprar el espacio tiene que pagar por el espacio hasta el final.

Me parece que el tema vencido es mucho más razonable, donde se faculta a fijar período de uso del servicio sin cobro.

Asimismo, en caso de pérdida se pide que de manera fehaciente se acredite el tiempo efectivo del uso de servicio y no se haga una cuenta por el máximo que suele  hacer, cuando sucede este tipo de situaciones.

Algo bien importante es la responsabilidad de los perjuicios que se producen en un establecimiento pagado, por hurtos o robos que ocurren.

Por lo tanto, creo que esto es una fórmula virtuosa de enfrentar un tema de la modernidad.

Pero ¿cómo la hacemos para que existan más alternativas?

Ahí podemos tener una  discusión. Algunos pueden querer que no haya estacionamientos para desincentivar el uso del automóvil. Por otro lado, es una realidad mundial que es difícil de cambiar, y no parece tan justo hacerlo por esta vía lo que pasa a ser una situación de necesidad.

Hay aquí, entonces, una lógica de decir: “Aquí vamos a estimular que se pueda progresar, que pueda haber más facilidades a los usuarios, pero vamos a armonizar con un sentido de justicia en los cobros”. Y es mucho más justo cobrar por un minuto efectivo de uso o por tiempo vencido.

Y creo que el actual esquema que existe, claramente insuficiente, es el que ha generado los problemas.

Entonces, aquí es el círculo virtuoso de ir a favor de la ciudadanía, pero ir también a favor del emprendimiento; no cortar alas de libertad, no caer en la tentación fácil de pedir la gratuidad ajena, ni tampoco pedir la cosa fácil de precio en un tipo de negocio que, a diferencia de otros, no está cercano a ningún grado de monopolio, sino que hay una oferta muy amplia.