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  Colectores solares y energía residencial

  Por Baldo Prokurica, senador por la Región de Atacama

24 de junio de 2010

Nuestro país posee una situación singular: por un lado presenta los índices de radiación solar másImagen altos del mundo, incluso superiores a las que se registran en el Desierto del Sahara y, por otro lado, según la última encuesta CASEN, el 40% de los hogares de nuestro país no tienen agua caliente.

A fines del año pasado, se legisló con el propósito de combinar estas dos singulares características de nuestro país y, se estableció un subsidio que permitirá la instalación de paneles solares en inmuebles residenciales para obtener agua caliente, la que perfectamente puede ser utilizada en la ducha y cocina o en sistemas de calefacción.

Estos beneficios prontamente entrarán en vigencia, permitiendo subsidiar hasta el 100% del costo total los paneles solares, en el caso de viviendas nuevas de hasta 2.000 UF, beneficio que disminuirá gradualmente para casas de hasta 4.500 UF.

La aplicación de estos subsidios presenta, a lo menos, cuatro grandes beneficios: Primero, implicará una mejora sustancial en la calidad de vida de un número importante de familias chilenas que carecen de agua caliente y de un sistema óptimo de calefacción. Se espera que con la utilización de los paneles solares, se pueda cubrir hasta el 50% de las necesidades energéticas de un hogar.

En segundo término, permitirá diversificar la matríz energética; Tercero, significará ocupar las ventajas comparativas respecto al modo de utilizar la radiación solar, principalmente desde Arica a Concepción; y, Cuarto, representa una forma de proteger el medio ambiente, evitando la emisión de unos 378 kg de CO2.

En los próximos días solicitaré que estos beneficios se extiendan a las viviendas usadas, correspondientes a las familias beneficiarias de los subsidios habitacionales otorgados por el Ministerio de Vivienda.

Estas familias, que con gran esfuerzo lograron reunir el dinero requerido para obtener una casa propia, son las que engrosan, en gran parte, el 40% de hogares que, a lo largo del país carecen de agua caliente.

Si queremos lograr salir del estancamiento, crecer y entrar al selecto grupo de países desarrollados, resulta necesario, a mi juicio, entregar a dichas familias los mecanismos para satisfacer las necesidades más básicas.

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