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Comienza el análisis del marco regulatorio para el Convenio Internacional para la Protección de Obtenciones de Vegetales

La Comisión de Agricultura escuchó diversas posturas sobre el proyecto de ley que regula los derechos sobre obtenciones vegetales y que nace como la ley que sustentará el UPOV de 1991, del cual Chile es adherente.

20 de junio de 2013

Imagen foto_00000002La Comisión de Agricultura comenzó a analizar en general el proyecto de ley que regula derechos sobre obtenciones vegetales y deroga ley N° 19.342, que se encuentra en su segundo trámite constitucional -y que complementa  el Convenio Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales, UPOV ´91, ratificado por el Congreso- para lo cual escuchó las posturas de diversos actores –a favor y en contra- del mensaje, tal como lo informó el presidente de la Comisión, senador Hernán Larraín: “Hemos escuchado una gama muy amplia de exposiciones que nos va permitir formarnos un juicio sobre esta inactiva”.

 

El parlamentario explicó que el proyecto nace como el marco regulatorio que “falta para el convenio que ya aprobó el Congreso y que tienen que ver  con la necesidad de una ley para hacerlo ejecutable, esto es un proyecto necesario, porque de lo contrario el marco regulatorio que ya tenemos aprobado no podría aplicarse”.

 

Postura similar es la que expresó el senador  José García Ruminot, “lo que estamos haciendo hoy día es cómo ese convenio internacional se hace realidad en nuestro país, para eso necesitamos esta ley”.

 

En definitiva, el proyecto plantea la protección de los obtentores vegetales, de tal manera que el proceso de investigación y desarrollo de nuevas variedades vegetales esté protegido, conforme al derecho de propiedad que está reconocido internacionalmente  y, además, instituye el derecho de los productores de guardar sus propias semillas para poder ocuparlas en procesos siguientes.

 

DISCUSIÓN

 

Una de las exposiciones estuvo a cargo de la directora de Asuntos Económicos Multilaterales de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON), Ana Novik, quien respaldó que esta legislación es vital para poder implementar el Convenio Internacional para la Protección de Obtenciones de Vegetales, que ratificó el Congreso Nacional.

 

“Esto responde a convenios y estándares internacionales  que, además, están incorporados en nuestros convenios como los Tratados de Libre Comercio con Japón, Estados Unidos y Unión Europea”, señaló y agregó que, “hay mucha discusión ideológica de los genéticamente modificados, pero son cosas distintas, paralelas, porque o si no, no se explica que la Unión Europea tenga UPOV 91 y también posea  una posición fuerte frente a los temas transgénicos; entonces hay que desideologizar esta discusión para poder ver y discutir el proyecto por su propio mérito”, argumentó.

 

Postura disímil fue la expuesta por Iván Santandreu, representante de Chile Sin Transgénicos quien señaló que, a su juicio, el proyecto tiene falencias, “con un caris que busca fomentar la investigación y la competitividad; pero cuando uno lo  analiza se da cuenta que se basa en darle mayor poder a grandes corporaciones, para extenderles los derechos de propiedad de registro de ciertas semillas y variedades”.

 

Esto, agregó propiciará que “habrán pocos actores en la agricultura, con grandes poderes; que venderán sus productos al precio que quieran y de la calidad que quieran, sin ningún contrapeso. Aquí están los derechos para las grandes corporaciones v/s el privilegio del agricultor, que ya ni siquiera es un derecho, pero el agricultor tiene derechos ancestrales sobre su tierra y producción y este proyecto busca, incluso, penalizar derechos ancestrales como el guardar la semilla, intercambiarla, extiende los períodos de registro, de manera que favorece a grandes corporaciones y en ningún caso están pensando para la agricultura chilena”.

 

INSTRUMENTO INTERNACIONAL

 

Cabe recordar que la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales, UPOV, es una organización de carácter intergubernamental, de la que Chile es parte desde 1996.  Dicha Unión, fue establecida en el año 1961 por el Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales.

 

En esa línea, el Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (Convenio UPOV) es un acuerdo internacional que data de 1961, el cual ha sido modificado en tres oportunidades: 10 de noviembre de 1972, 23 de octubre de 1978 y 19 de marzo de 1991.

 

A la fecha, 43 de los 67 miembros de UPOV han adherido al Acta de 1991, encontrándose entre sus miembros países tan diversos como Australia, Albania, China, Corea, Finlandia, Italia, Jordania, Marruecos, Turquía, Singapur y Vietnam y en 2011 la Sala del Senado aprobó el proyecto de acuerdo UPOV ´91.

 

Durante la sesión la comisión escuchó, entre otros, las exposiciones del Subsecretario de Agricultura, Álvaro Cruzat; del director Nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Pedro Bustos; la directora de Asuntos Económicos Multilaterales de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales, Ana Novik; del director Nacional del Instituto Nacional de Propiedad Industria, Maximiliano Santracruz; del vicepresidente del Movimiento Unitario Campesino y Etnias de Chile, Orlando Contreras; del representante de Chile Sin Transgénicos, Iván Santandreu; y del gerente ejecutivo de la Asociación de Productores de Semillas, Mario Schindler.

 

En las próximas sesiones continuarán escuchando a más actores involucrados en la materia.

 

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