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Aprueban iniciativa que otorga nacionalidad por gracia al sacerdote John Barber Vanston

Así lo informó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, senador Juan Pablo Letelier, quien destacó el “espíritu misionero” del sacerdote estadounidense que lleva más de 50 años en Chile.

24 de enero de 2013

Un fuerte respaldo otorgó la Comisión de Derechos Humanos al proyecto, en segundo trámite, que otorga nacionalidad chilena, por especial gracia, al Padre John Eugene Barber Vanston. Con ello, el texto legal, que fue originado por un grupo de diputados, quedó en condiciones de ser remitido a la Sala de Senado para su votación.

 

Imagen foto_00000020Así lo señaló el presidente de la instancia, senador Juan Pablo Letelier quien agregó que “se trata de un sacerdote jesuita norteamericano, con  más de 81 años de edad. Es necesario destacar que John Barber lleva más de 50 años en nuestro país, con una entrega y una dedicación extraordinaria a lo que es educación, tanto en Osorno como en Antofagasta; él es una persona que ha entregado lo mejor de sí”.

 

En ese sentido, el parlamentario comentó que “Barber vive hoy en la Región Metropolitana, específicamente, en la Estación Central, donde realiza su actividad pastoral. En reconocimiento a este gran esfuerzo, nosotros hemos ratificado un proyecto que presentó la Cámara de Diputados para entregarle la nacionalidad por gracia”.

 

En lo esencial, el texto legal argumenta que la nacionalidad chilena, por especial gracia, al Padre John Eugene Barber Vanston es por “una vida dedicada a materializar el espíritu misionero en nuestro país, por las huellas que su obra educativa y de promoción cultural ha dejado tanto en el norte como en el sur de Chile; y por ser un modelo de virtud digno de ser seguido por las generaciones venideras”.

  

Agrega que “él ha promovido la solidaridad y la justicia con los más necesitados, compartiendo durante mucho tiempo buena parte de sus privaciones. Asimismo, ha promovido la cultura chilena, especialmente en su faceta artístico-religiosa, alentando las manifestaciones de fervor popular arraigadas en el norte del país y además, erigiéndose como un modelo a seguir por una vida de virtudes puestas al servicio del prójimo”.

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