“La ciencia debe permear toda la educación. Entender que sólo se vincula con la economía es no comprender el desarrollo”

Hacer un llamado al Ejecutivo para que se comprometa a enviar a la brevedad al Congreso Nacional un proyecto de ley que cree un Ministerio de Ciencia y Tecnología y una Subsecretaría de Educación Superior fue una de las conclusiones a las que llegó la Comisión de Desafíos del Futuro en su última sesión.

En la ocasión los senadores de esta instancia recibieron a dos de los integrantes de la Comisión Asesora Presidencial sobre Institucionalidad en Ciencia, Tecnología e Innovación, conformada en enero pasado. La idea fue revisar las conclusiones de este grupo a fin de consensuar los requerimientos mínimos que debería tener una institucionalidad en la materia.

El presidente de la Comisión del Futuro, senador Guido Girardi comentó que escucharon la exposición del ingeniero Bruno Philippi y el economista Hernán Cheyre, presidente y secretario ejecutivo de la Comisión Asesora, respectivamente, quienes coincidieron en el diagnóstico que van venido haciendo los parlamentarios respecto a la utilidad de situar a la ciencia en el mapa de las prioridades país.

El senador Girardi explicó que “es imprescindible contar con una institucional para la ciencia, puesto que ésta está presente en todo. No entender eso, es dar la espalda al desarrollo y eso es lo que está haciendo Chile. No podemos seguir entendiendo que la ciencia sólo está al servicio de la economía”.

Comentó que entre los acuerdos alcanzados en la sesión estuvo terminar con la compartimentación de la educación que separa la ciencia del resto de la enseñanza. El parlamentario planteó que se requiere introducir los temas asociados a ésta desde la educación preescolar.

Por su parte, el senador Francisco Chahuán, también integrante de esta instancia, manifestó que existe total acuerdo respecto a la urgencia de generar un Ministerio de Ciencia y Tecnología y una subsecretaría que la vincule con lo educacional.

“Es importante saber si existe voluntad política del gobierno para avanzar en esa dirección. Esto tiene un sentido de urgencia y lo hemos planteado así. Aspiramos a que la inversión en ciencia y tecnología llegue a lo menos a un 1% del Producto Interno Bruto (PIB), pero si no existe voluntad del Ejecutivo de enviar un proyecto de ley en esa dirección, poco se puede hacer”, aclaró.

En mayo pasado, la citada Comisión Asesor entregó un informe que fue analizado en la última sesión de la Comisión del Futuro. De acuerdo al texto, se advierte un ordenamiento institucional disperso y fragmentado en materia de Ciencia y Tecnología, careciéndose de una estructura que conduzca a un esquema coherente de toma de decisiones, compatible con un buen uso de los recursos públicos y privados.

El informe resalta la falta de coordinación existente entre las instituciones y agencias vinculadas a la ciencia, a la formación de capital humano avanzado y al mejoramiento de la productividad de la economía. Por ello recomienda generar un nuevo ministerio que asuma en forma directa el diseño y la elaboración de las políticas de ciencia, tecnología e innovación, pero en el cual esté incluida también la educación superior.

Hubo consenso en la Comisión Asesora en cuanto a la importancia de mantener articulada la cadena de desarrollo de la que forman parte la educación superior, la ciencia, la tecnología y la innovación, en atención a la interacción que tiene lugar entre cada una de estas actividades y los agentes públicos y privados que participan en el proceso.