Evalúan fórmula para constituir Dirección de Ética y Transparencia Parlamentaria en el Congreso

Un acabado estudio respecto de la integración y atribuciones que tendría la nueva Dirección de Ética y Transparencia que se pretende crear en el marco de la actualización de los cambios a la Ley Orgánica del Congreso, está realizando la Comisión Especial de Probidad y Transparencia del Senado.  Cabe recordar que el citado proyecto forma parte de la denominada Agenda de Probidad y busca elevar los estándares de probidad y transparencia del Parlamento.

Según explicó el presidente de la instancia legislativa, senador Ignacio Walker, la idea que se está discutiendo es crear una Dirección de Ética y Transparencia Parlamentaria, que sea común para las dos ramas del Congreso y que trabaje en colaboración con las actuales Comisiones de Ética que existen en el Senado y en la Cámara de Diputados.

“Estamos discutiendo que junto con las Comisiones de Ética que existen en cada cámara y que estamos reforzando y fortaleciendo, exista una Dirección de Ética y Transparencia externa a la Cámara de Diputados y al Senado que tenga una mirada desde fuera en términos de probidad y transparencia”, señaló el senador Walker.

Agregó que se está analizando que sean miembros externos, seleccionados por el sistema de  Alta Dirección Pública y que las comisiones de ética en forma conjuntan propongan a las respectivas salas los integrantes. Precisó que los integrantes “no son parlamentarios y complementan la acción que realizan las Comisiones de Ética de la Cámara y del Senado que están compuestas por parlamentarios…se trata de una mirada externa pero que la decisión final esté en las Comisiones de Ética”.

La fórmula sobre la que se está trabajando establece que la Dirección estará integrada por tres directores, de entre los cuales se elegirá un presidente. Asimismo, señala que no podrán integrar la Dirección quienes se hayan desempeñado como parlamentarios o lobistas en los últimos cuatro años. Tampoco podrán integrar la Dirección aquellos contra quienes se ha formalizado una investigación penal en curso, o quienes hayan sido condenados por cualquier delito dentro de los últimos cuatro años.

Asimismo, se propone que los directores sean profesionales con más de diez años de experiencia, que se hayan destacado en actividades profesionales, de servicio público o académicas, relacionadas con las materias de ética, probidad o transparencia. Al menos uno de los directores deberá ser abogado.

También se plantea que duren seis años en sus cargos y se renueven por parcialidades, no pudiendo ser reelegidos en caso que hubieren desempeñado un periodo completo.

Durante la sesión, la Comisión escuchó los planteamientos del senador Hernán Larraín, quien preside el Grupo Bicameral de Transparencia del Congreso y también encabeza la Comisión de Ética del Senado y que ha realizado un importante trabajo con el PNUD en esta materia.