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"¿Qué significa vivir en campamentos?: sin agua para asearse y pozos negros que se rebalsan en el patio donde juegan los niños"

Este fue parte del descarnado análisis y las precariedades descritas por el capellán la Fundación Techo-Chile, quien dio a conocer ante la Comisión de Vivienda el nuevo catastro de campamentos que aumentó en más de 11 mil familias, en relación a 2011.

11 de septiembre de 2016

"Trabajo intersectorial" fue un concepto clave en la Comisión de Vivienda y Urbanismo, cuyos integrantes conocieron el nuevo catastro de la Fundación Techo-Chile, que revela un aumento, en relación a los datos del 2011, en más de 11 mil familias, lo que se traduce en 38.700 familias que están viviendo en campamentos a lo largo de Chile.  

 

CONTINUANDO TRABAJO

 

A juicio del presidente de la instancia parlamentaria, senador Eugenio Tuma, "nuestro país ha tenido un intenso trabajo e instrumentos eficaces para dotar a muchas familias sin vivienda para que tengan un techo propio, pero todavía nos queda muchísimo por hacer, porque las familias no han tenido la información, o porque no ha habido terrenos en determinados territorios para construir el subsidio, o por las razones más variadas".

 

Al respecto, el legislador indicó que es clave un trabajo intersectorial, "no todo recae en Vivienda. La gente llega a campamentos por razones de violencia familiar, por falta de trabajo, por educación, por falta de ingreso, por aislamiento, migración, es un tema que escapa al Ministerio de Vivienda (…) Así que esta es la continuidad de muchas etapas de lo que estamos haciendo y es un buen aporte el de la Fundación-Techo para seguir buscando fórmulas".

 

"Estamos frente a un desafío no resuelto, nos vamos a volver a reunir como Comisión para escuchar la estrategia del Ministerio para ver cómo vamos reduciendo el déficit de viviendas, pero también vamos a hacer acciones con el Ministerio del Interior, con objeto de conocer, por ejemplo, políticas en materia de migración, y qué es lo que vamos a hacer; creo que hay que seguir abriendo las puertas para que quienes vienen a Chile puedan ser regulados y crear políticas públicas para atender sus demandas y las de muchos chilenos, creando más y mejores instrumentos", adelantó el senador.

 

SITUACIÓN DE PRECARIEDAD

 

Con los datos a la vista, el capellán Juan Cristóbal Beytía de la Fundación Techo-Chile manifestó que se plantearon, además de las cifras, 4 puntos básicos: "nos interesa que exista alguna política que vaya más allá de los gobiernos sobre cómo abordar el problema de los campamentos en particular y entendemos que esta tiene que ser una política intersectorial"; tenemos que ver cuáles van a hacer nuestras estrategias para aumentar la tasa de salida de los campamentos; ver cómo podemos mejorar las intervenciones para que menos familias entren a los campamentos; y ver cómo podemos acercar la política pública, sobre todo la política social a los campamentos. Hoy existen muchos programas del gobierno que no están llegando y podríamos efectivamente facilitar su llegada".

 

Imagen foto_00000003El capellán añadió que la realidad es que un 25% de los niños que viven en campamentos no tiene educación preescolar "y eso los pone inmediatamente en desventaja con el resto de los niños del país; vemos también que hay un 66% de los adultos que no han terminado su enseñanza media, entonces la oportunidades laborales se restringen".

 

La Región que posee más campamentos es la de Valparaíso, seguida por la del Biobío, pero las regiones que más crecen en campamentos son la de Tarapacá y de Atacama, que según los datos de Techo-Chile, han duplicado la cantidad de familias en campamentos y la Región de Antofagasta ha multiplicado por 5 las familias en campamentos. 

 

En la misma línea, se detalló que en Antofagasta y Tarapacá hay una gran presencia de migrantes, "y hay que ver cómo las incorporamos a la sociedad", señaló el representante de la Fundación.

 

¿QUÉ SIGNIFICA VIVIR EN UN CAMPAMENTO?

 

"Es importante que nos vayamos sensibilizando. A veces la gente piensa que vivir en campamentos es fácil y vivir en estos lugares es una forma de aprovecharse de la política pública.

 

Pero vivir en campamento significa no contar con agua potable, sobre todo en el norte, que dependen de un camión aljibes. Significa no contar con agua para asearse, que es algo tan común en la mayoría de los chilenos. Significa que las conexiones eléctricas son irregulares y eso implica que en casas con material ligero, el peligro de que la gente muera por incendio es cierto; también el 91% de estas familias no tienen conexión regulada a alcantarillado y eso significa que como tienen pozos negros, en invierno -cuando se rebalsan- todos los desperdicios quedan ahí, en el patio donde van a jugar los niños al día siguiente.  Eso es vivir en un campamento.

 

Entonces, todo lo que podamos hacer para apoyar a esas familias a que salgan de esa pobreza es importante que lo hagamos".

 

¿CUÁLES SON LAS PROPUESTAS QUE SE PUEDEN HACER CON LOS DATOS DE ESTE CATASTRO?

 

"Es a bien groso modo, aclara el capellán. Primero, ver cómo podemos agilizar los procesos del Ministerio de Vivienda para que la política pública pueda llegar, tenemos una dificultad en el norte con la disponibilidad y el precio de los terrenos, los costos de la construcción también en el norte son altos, entonces se dificulta que el Estado pueda construir viviendas sociales, ese es una cosa en la que podríamos tratar de avenar

 

Lo otro, es ver el proceso que hace que una familia llegue a campamentarse, el proceso y allí hay varios factores, sobre todo vulnerabilidad laboral, escolar, porque están allegados. Si nosotros pudiéramos, también con las políticas públicas, abordar esos fenómenos, tal vez disminuiríamos las familias que entran a vivir a campamentos

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