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  Construir una sociedad distinta

  Por Juan Antonio Coloma, senador por la Región del Maule

19 de mayo de 2011

ImagenRespecto del rol que nuestro país ha jugado en esta misión internacional, donde ha enviado tropas a Haití, no soy optimista. Estoy conciente que nuestras Fuerzas Armadas chilenas han tenido un despliegue muy notable dentro de la MINUSTAH, y que ha habido una garantía de seguridad relevante, pero no creo que se pueda sostener que la misión ha sido un éxito.

 

Esto, porque los organismos internacionales han señalado que Haití se encuentra aún con más complejidades que hace cinco o seis años atrás y así también lo insinúa el informe de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional.

 

En él, se explica que la ayuda internacional ha sido menguada por parte de los países desarrollados, que pareciera que a esta altura son buenos para convocar, pero no para ayudar en los momentos decisivos.

 

Valorando el tremendo esfuerzo que han hecho las Fuerzas Armadas, el rol que tiene que hacer Chile es ser complementario con otro tipo de actividades. La idea es que nuestro país, ayude a construir una sociedad distinta respecto de algo que internacionalmente se considera casi como un Estado fallido.

 

Cuando las fuerzas chilenas fueron requeridas en el 2004, para evitar el  genocidio en Haití, fue porque se aseguró que en seis meses más habría una tranquilidad en la zona, y las Fuerzas Armadas chilenas podrían regresar sin problema.

 

No obstante, se solicitó posteriormente una extensión del plazo para avanzar, extender o permitir el acceso a la democracia. En ese momento había un proceso electoral que estaba en situación de complejidad, en la cual ganó el Presidente Préval.

 

Así, la prórroga de estadía fue por diversos motivos, para avanzar en la institucionalidad de dicho país, para consolidarla y, para ser franco, hoy es casi porque no hay otra alternativa.

 

El trabajo desplegado por las Naciones Unidas ha sido claramente insuficiente, tanto respecto de su orientación como por su contenido, por razones que  tienen que ver con el tipo de cooperación y la visualización interna de las tropas en dicho país.

 

Con todo, apoyo que nuestras tropas continúen en Haití, pero es necesario reconfigurar, en forma paulatina el uso de esta fuerza; colaborar a que se cambie el Capítulo VII al VI, en que el MINUSTAH empiece a funcionar, lo que es algo complejo, porque hay un riesgo por el menor uso de la fuerza.

 

No obstante, creo  al mismo tiempo, que es más profundo e importante, apoyar para que se establezca una institucionalidad diferente y este 15 de julio, será un día muy relevante para estos efectos donde se tomará una decisión conjunta.

 

La mantención permanente de este estado de cosas no es buena ni para Haití ni para el mundo, y por supuesto, para Chile. Es fundamental repensar a fondo la forma de cooperar con dicho país.

 

Porque no basta sentir que se cumple la tarea simplemente porque hay militares, que dicho sea de paso están exponiendo sus vidas.

 

El tema es complejo, pero haciendo fe en lo que nos planteó el Ministro de Relaciones Exteriores y el Ministro de Defensa en cuanto a este nuevo espíritu y ambiente que debería generar las relaciones con dicho país, apoyé la permanencia de nuestras tropas en Haití con la convicción que esto no serán sólo palabras.

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