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Desigualdad educacional

27 de enero de 2015

Todos nacemos diferentes: con diferentes capacidades, aptitudes, inteligencia, condiciones físicas o talentos

Cada niño  debería tener, desde su nacimiento, a su lado a alguien que le ayude a desarrollar sus capacidades, ya sea su madre con los conocimientos necesarios para hacerlo (adquiridos  en el colegio, en cursos durante el  embarazo, etc.) o las personas que tienen responsabilidad sobre ellos y que deben estar suficientemente preparadas y conscientes de que esa etapa es de suma importancia para el desarrollo posterior de los niños a su cargo y que, por lo tanto, su responsabilidad es muy grande.

 

En la etapa siguiente (jardín infantil  y kínder) el personal especializado debe procurar  inculcar (con tecnología y amor) hábitos: aseo, orden, cuidado de los útiles y del medio ambiente, así como  valores, respeto a las personas (tías o compañeros) trabajo en equipo, solidaridad etc.

 

Es en esa  importante etapa de la vida, en que los niños son como esponjas que todo lo absorben,  donde se puede nivelar  a los niños nacidos en “desventaja” respecto de los más favorecidos  y prepararlos para ingresar a la educación primaria  en igualdad de condiciones.

 

En mi concepto, la Reforma Educacional debería comenzar por la preparación de todo el personal involucrado en la formación de los niños desde su nacimiento hasta entregarlos a la sociedad como ciudadanos  bien formados, capacitados para hacerse cargo de su destino y útiles a la Patria.

 

La carrera docente debería ser dignificada por la importancia que tiene en la preparación de los futuros ciudadanos, con mayores exigencias para el ingreso a ella, mejores expectativas  de desarrollo y condiciones de trabajo, salarios justos y planes de estudios de acuerdo a las necesidades actuales del país y, me atrevería a decir, “incorporando todos los adelantos tecnológicos existentes en la actualidad,  a las que son tan proclive los niños  y aprovechables en la transmisión de conocimientos”; así le quedaría a los profesores más tiempo para conocer a sus alumnos, sus aptitudes,  gustos y capacidades para orientarlos en la elección de sus estudios post enseñanza obligatoria ya sea como profesionles, técnicos, oficios o de obra de mano especializada (tan necesaria actualmente) para que ellos no se comprometan  con carreras para las cuales no tiene capacidades y terminar defraudado.

 

Todos los niños deben ser preparados para ser parte  del desarrollo del país; ninguno puede ser excluido. La capacitación es la única herramienta para terminar con la desigualdad.

 

Sé que no estoy diciendo nada nuevo,pero no se saca nada con tener mucho dinero para la educación si no se invierte en lo primordial.

 

Marta Fernández

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