Dios nos da la vida y sólo Dios puede quitarla

Recuerdo las palabras del Presidente del Departamento de Ética del Colegio de Médicos de Chile, Julio Montt Momberg, quien participó en la Comisión de salud del Senado.

El profesional precisó que el organismo que dirige se ve enfrentado permanentemente a problemas derivados de las situaciones planteadas en los 3 proyectos de ley que despenaliza el aborto terapéutico. El actual código de ética, modificado en el 2004, no contempla entre sus disposiciones algún artículo sobre el aborto; el artículo 8vo del citado código establece el respeto a la vida desde su inicio hasta su término, sin embargo, estima que nadie está en condiciones de definir con certeza cuando se inicia la vida.

En relación al aborto terapéutico señaló que es preferible no usar esos términos, por cuanto la primera palabra se relaciona con el fin de la vida y la segunda se relaciona con hacer los esfuerzos necesarios para sanar a alguien. Tienen sentidos contrapuestos y por eso estimó que es más propio hablar de interrupción del embarazo.

Continúo citando las palabras del doctor, quien señala que "en la práctica, cuando se debe realizar un acto médico que esté en arriesgo la vida de la madre, en ese caso, lo fundamental es salvar la vida de la madre, y si por esa acción muere el feto es producto de un acto médico beneficioso para la mujer. Antiguamente, frente a una patología de la madre, se recomendaba el aborto, pero en la actualidad dado el desarrollo de la medicina, la mayoría de esas patologías pueden ser tratadas sin dañar el feto. En relación con el aborto eugenésico, que se práctica cuando el feto presenta graves problemas genéticos, -según palabras Presidente del Departamento de Ética del Colegio de Médicos de Chile-  es una situación que se produce en muy pocos casos y por lo general se interrumpe el embarazo como es el caso de la anencefalia. Terminó señalando que hoy día existen en la práctica médica y en la legislación nacional suficientes medios para solucionar los problemas que se presentan sin necesidad de una nueva ley; resaltó la labor de los comités de ética en la solución de este tipo de problemas ya que la bioética proporciona metodología y herramientas para reflexionar sobre estos temas y otro tanto se puede decirse sobre el control ético que podría ejercer el colegio médico, finalizó el doctor Montt Momberg, Presidente del Departamento de ética del Colegio de Médicos de Chile.

Las palabras del doctor tienen todavía mucho más fuerza porque fue diputado demócrata cristiano, durante dos períodos y fue Ministro de Salud del Presidente Patricio Aylwin durante los años 92 al 94; por lo tanto, no se trata de la opinión de una persona que es un médico de gran prestigio, sino también la persona que ha ocupado altos cargos en la administración del Estado y particularmente, en la administración del sistema público de salud.

En segundo lugar, entiendo que estos tres proyectos son inconstitucionales; nuestro ordenamiento constitucional en su artículo 19 señala que la Constitución asegura a todas las personas el derecho a la vida y a la integridad física y síquica de la persona. La Ley protege la vida del que está por nacer y por lo tanto, aun cuando estos proyectos se llegaran a aprobar la interrupción del embarazo va a ser siempre un acto contrario a la Constitución.

La tramitación que está haciendo el Senado de estos proyectos manifiestamente inconstitucionales obedece a una interpretación equivocada de nuestro ordenamiento constitucional y por lo tanto hago reserva de constitucionalidad de estos tres proyectos.

Para mí la vida humana tiene un valor superior y es fruto de una decisión superior que los humanos no podemos cambiar. El Australiano Nick Vujicic nació sin brazos, sin piernas, y si se le hubiese hecho durante el embarazo una ecografía, a lo mejor, algún médico podría haber dicho entonces que era un feto no viable, practiquemos el aborto. Pero veamos el talento que es hoy este joven que recorre el mundo dando testimonio de su amor por la vida y de su amor a Dios por haberle permitido vivir bajo las circunstancias difíciles en las que él nació.

Mi voto en contra es fruto de mis convicciones cristianas, Dios nos da la vida y sólo Dios puede quitarla.