Educación Cívica y Juntas de Vecinos.

Los medios de comunicación masiva han hecho despertar al ciudadano común y corriente de su pasividad y sensación  de que había que acatar lo que otros decidieran por él y que nada podía hacer para cambiar su suerte.

Este despertar ha sido aprovechado por  algunos para dirigir sus inquietudes en protestas, en su mayoría  violentas.

La mayor parte de la gente  es absolutamente ignorante en materia de educación cívica, no sabe cómo está estructurado el Estado y qué parte de él es cada ciudadano (los ciudadanos son la razón de ser del Estado), ni por qué vías legales puede hacer valer su opinión, sus necesidades o sus perspectivas.

Aparte de la necesidad de mayor instrucción cívica y obligatoria, se debería empezar por dar más importancia a las Juntas de Vecinos, que son las que están más cerca de las carencias y necesidades de  la gente y llevan sus inquietudes al Municipio, el que después de escucharlas, catalogar su importancia y determinar a qué repartición pública le correspondería darle solución (Municipio, Ministerios de Salud, de Obras Públicas, de  Educación, etc.) y en coordinación con las otras autoridades de la ciudad, zona o región gestionarían la solución del problema, dando a conocer periódicamente en qué etapa  de solución esta su petición para que la ciudadanía se sienta escuchada y su impaciencia no termine en protesta callejera con destrucción, detenidos y heridos.

Marta Fernández