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  El Gobierno perdió una oportunidad

  Por Andrés Zaldívar, senador por la Región del Maule

2 de diciembre de 2011

ImagenEl proyecto de Presupuestos presentado por el Gobierno en materia de Educación era insuficiente, ya que solo reflejaba un incremento de un 7,2%, y con los recursos que se destinaban a través de un fondo, que era solo un movimiento contable, no se podían afrontar los primeros pasos para abrir el camino para una real reforma a la Educación.

 

Si hoy día revisamos el Presupuesto que despachamos por la presión que hizo la Oposición, se logró un aumento de recursos para la Educación.

 

Así fue en la educación preescolar, donde logramos, después de exigir un cambio profundo a lo que venía cobertura total universal, al 60% de los sectores más vulnerables para el año 2014 en vez de que el plazo fuera el 2018.

 

También se logró el aumento de la subvención a nivel de enseñanza básica y media, porque venía nada más que un 6,4% de aumento cuando el Presidente de la República se había comprometido a duplicar la subvención para la educación básica y media. Luego, el Ejecutivo subió a un 8%.

 

En materia de educación superior, el Ejecutivo no quería aumentar las becas, sino que asegurarlas para los dos primeros quintiles. Frente a la petición hecha por la Oposición, el Ejecutivo terminó ofreciendo el 100% de la beca para el 60% de los alumnos más vulnerables, pero sobre el arancel referencial.

 

Respecto a los alumnos de los Centros de Formación Técnica y de los Institutos Profesionales, no había aumento de becas. Frente a la presión hecha por nosotros, dio también el aumento de beca al 60% de los sectores más vulnerables de la educación profesional y técnica.

 

Le exigimos que en la educación media, profesional y técnica, se repusiera el mismo nivel presupuestario que había el año 2011, que no venía en el Presupuesto del Ejecutivo. Y, por último, terminó también agregando.

 

En cuanto a los aportes basales, logramos que se aumentara en una suma que bordeaba los 16 millones de dólares, y logramos algo que después se desconoció, que era establecer un sistema de aporte basal para las universidades del Estado. Se nos dijo que estarían dispuestos a dar 25 millones de dólares, lo que se desconoció, porque se extendió a todas las universidades del CRUCH, con lo cual se desvirtuó el sentido que tenía el aporte basal, que es la obligación del Estado para con sus propias universidades.

 

Y respecto a las universidades regionales, creaban un fondo por US$ 4 millones, que nosotros estimábamos insuficiente, que subieron a US$10 millones.

 

Esto fue a lo que llegamos antes de votar el Presupuesto. ¿En qué topamos? Planteamos que el 60% de los alumnos más vulnerables de la educación superior tuvieran un 100% de beca sobre el arancel real; dijimos que se necesitaba un plan de revitalización de la educación pública a nivel básico y medio; y señalamos que los aportes basales eran de la esencia misma. El problema fue la respuesta en los tres temas.

 

Aquí el tema fundamental es que el Gobierno ha perdido una oportunidad.

De una cosa sí me alegro, y es que en este Presupuesto no se haya aprobado el Fondo por la Educación, porque era un mero movimiento contable del Tesoro Público a un famoso fondo que no existía ni estaba regulado.

 

Para hacer la reforma educacional, el país necesita además tener claridad con lo que se quiere hacer en la educación pública. Desde la preescolar hasta la educación superior va a necesitar valorar cuánto significa la reforma, cuántos recursos Chile tiene que poner. Y ahí tendremos que también afrontar, además de esas leyes, una reforma tributaria para darle los recursos necesarios.

 

 

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