Click acá para ir directamente al contenido

El mejor regalo en el Día del Papá

Por Soledad Alvear, senadora por la Región Metropolitana

14 de junio de 2013

Imagen foto_00000014Hemos llegando al término de la tramitación de esta iniciativa, que protege la integridad de los hijos menores de padres separados la que, a mi juicio, es de gran importancia.

 

Este proceso ha tenido una historia que rememoro muy bien. Partió hace cinco años. Recuerdo un día domingo haber estado almorzando en mi casa, con mi familia, cuando tocaron el timbre un grupo de personas, eran todos varones quienes me explicaron de su angustia de ser padres separados que no podían ver a sus hijos. Y pedían apoyo para este proyecto que buscaba que ellos pudiesen tener la posibilidad de estar con sus hijos, dado que aquello les era permanentemente negado.

 

Me pareció de tal injusticia escuchar sus testimonios desgarradores que, por cierto, me comprometí, así como también lo hicieron los distintos miembros de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, en avanzar respecto a esta iniciativa.

 

Estamos dando un paso muy sustantivo en un cambio cultural. Don Andrés Bello cuando redactó nuestro Código Civil en el año 1855, concibió una familia en que el papá era el proveedor, y la mamá era la que cuidaba los hijos. Han pasado muchos años de aquello y la situación en nuestra sociedad hoy es distinta.

 

Felizmente, tenemos en la actualidad papás que no son sólo proveedores y mamás que no son sólo dueñas de casa, sino que además trabajan fuera del hogar. Y por otra parte, sabemos que lo importante para el bienestar de nuestros hijos, es la presencia del padre y de la madre, pilares fundamentales para su desarrollo.

 

Por ello es importante, cuando se produce la separación de una pareja o de un matrimonio, que exista una forma, en que pueda perdurar esa relación tan importante de ambos padres con sus hijos. Pues la pareja o el matrimonio se podrá romper, pero la relación de padre y madre con sus hijos, no se rompe jamás. Menos aún podemos exponer a los niños, después de vivir un duelo como es la separación de sus padres, a que se transformen en el botín de los alimentos o de las visitas.

 

Es muy relevante que esta legislación cambie el principio fundamental. Aquí lo que buscamos es el interés superior del niño, no el interés de la madre o del padre. Lo esencial, es con quién el niño va a estar mejor. Y eso se resuelve de común acuerdo entre los padres, y si no hay acuerdo, deberá resolverlo el juez.

 

Sin embargo, hay un segundo principio que es clave, el de la corresponsabilidad de los padres. Significa que ambos tienen derechos y tienen deberes respecto de sus hijos. Un padre no se puede conformar, con proveer los recursos económicos para la mantención de su familia. Y en una mamá, no puede recaer la responsabilidad completa del cuidado de sus hijos. Se necesita justamente por el interés superior del hijo, la participación activa de ambos padres.

 

Eso es lo que busca esta legislación, a partir de la cual, estamos realmente cambiando paradigmas que se establecieron en el año 1855, y que no corresponden a lo que son las familias actualmente.

 

La culminación de este proyecto, se produce en una semana muy especial, ya que este domingo se celebra el Día del Padre, y creo que es un maravilloso regalo que podemos darles a los padres de Chile, el decirles que hemos cambiado una legislación, que contempla el interés superior del niño como objetivo fundamental, y la corresponsabilidad de los padres, como principio rector de esta relación.

 

Lo anterior significa, que se suprime aquella norma del Código Civil, que establecía una atribución preferente a favor de a las madres en caso de separación. Con esta nueva ley, los padres tendrán la oportunidad de ponerse de acuerdo, para definir el cuidado personal del hijo o hija en común, y en caso que aquello no suceda, será resuelto por el juez, teniendo como único objetivo el interés superior del niño. ¡Qué mejor regalo para el Día del Padre!

 

Quiero destacar la colaboración enorme de académicos, profesionales y profesores de distintas universidades que nos colaboraron durante la tramitación de este proyecto,  también la presencia de diversas agrupaciones de padres, pero especialmente quiero agradecer a la organización “Amor de Papá”, pues ellos, hace cinco años, fueron a verme a mi casa un día domingo y persistieron incansable y heroicamente, hasta lograr que su clamor fuese escuchado, y que a partir de ahora sea Ley de la República.

Imprimir