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El sistema binominal tiene que terminar

Por Isabel Allende, Presidenta del Senado

14 de noviembre de 2014

Imagen foto_00000015Desde que la Presidenta Michelle Bachelet dio a conocer su Programa de Gobierno, donde incluía dentro de sus prioridades modificaciones al sistema electoral, como Nueva Mayoría hemos buscado acuerdos en ambas cámaras, para terminar con este sistema binominal y disponer de un mecanismo más democrático para elegir a nuestros representantes.


Por lo tanto valoro lo que ocurrió esta semana en la Sala del Senado, ya que con 28 votos a favor, seis en contra y cuatro abstenciones, se dio luz verde a la idea de legislar, noticia muy relevante para nuestra democracia, porque como lo he dicho desde hace muchos años, nuestro país debe y merece tener un Parlamento más representativo y que incluya a todas las fuerzas políticas que han quedado postergadas por esta modalidad, y que sólo ha beneficiado a dos grandes coaliciones.

 

Esta situación no sólo provoca este “duopolio”, sino que también mucha frustración entre las chilenas y chilenos, que quieren ver reflejados sus anhelos en nuestro Poder Legislativo.

 

Es por ello que durante mi intervención, catalogué como un día verdaderamente histórico porque desde la recuperación de la democracia, en 1990, venimos haciendo esfuerzos y propuestas legislativas para hacer este cambio. El sistema imperante no solo ha estancado la renovación en la política, sino también ha provocado un descontento en la ciudadanía, dado que no ha habido un cambio generacional tanto de rostros como de ideas, en un mecanismo que heredamos de la dictadura militar.

 

En este sentido, es incomprensible que en un país que ha avanzado fuertemente en temas económicos y sociales, no haya podido cambiar esta modalidad anquilosada en el pasado. Sólo un dato, recién el año 2005 pudimos terminar con los senadores designados, lo que hoy nos resulta increíble, cuando por más de 15 años las fuerzas armadas contaron con representantes, interviniendo en la vida política. Esta realidad distorsionó nuestra democracia que tantos años, dolor y trabajo nos costó recuperar.


Creo firmemente que es clave que nuestro país tenga un Parlamento que refleje lo mejor posible a nuestra sociedad. Una sociedad que en pleno siglo XXI ha cambiado mucho y más rápido que todas nuestras instituciones.

La libertad de expresión, de culto, sexual, además de la mayor conciencia por temas valóricos, étnicos y culturales, nos obligan a hacernos cargo y leer lo que realmente lo que está ocurriendo en las calles, en los barrios, en las organizaciones sociales. Tenemos la obligación de potenciar nuestra labor como servidores públicos, y para esto, tenemos que tener un Congreso con representantes que efectivamente transmitan los anhelos y necesidades de cada chilena y chileno.

 

Han sido más de 16 intentos por cambiar el actual sistema, pero no teníamos los votos necesarios para modificarlo, por lo tanto tenemos una gran oportunidad como coalición y como clase política en general, de demostrarle al país entero que queremos un país cada vez más representativo.

 

En este contexto, valoro la disposición de Amplitud, y espero que todas las fuerzas políticas, hoy representadas en el Congreso, entiendan la importancia que tiene este cambio para avanzar hacia una mejor y mayor democracia.

 

El sistema binominal es poco inclusivo, no permite que otras fuerzas políticas puedan ingresar a alguna de las cámaras, permitiendo que sólo los dos grandes conglomerados puedan representarnos.

 

Claramente este es uno de los sistemas más imperfectos para elegir parlamentarios, por lo que celebro que la Presidenta Bachelet haya cumplido su palabra en ingresar esta iniciativa que cambiará definitivamente al Poder Legislativo.

 

Queremos nuevos rostros, mayor diversidad expresada en todas las corrientes políticas que se expresan actualmente en nuestra sociedad, con más mujeres en el Congreso y más jóvenes, para que tengamos un parlamento que efectivamente sea más democrático.

 

 

 

 

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