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Elección candidato a Contralor: faltó una consulta previa

Por Antonio Horvath, senador de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo

23 de octubre de 2015

Imagen foto_00000002Una compleja situación se vivió con la elección del candidato propuesto a Contralor, Enrique Rajevic Mosler. La Contraloría es la entidad fiscalizadora superior de Chile. Todo ingreso, gasto, inversión de fondos fiscales, municipales, organizaciones, servicios y personas públicas, son materia de su revisión.

 

Sus raíces vienen de los veedores y controladores de finanzas públicas desde la época de la Colonia. Con la República se establece una Dirección General y más tarde con la participación de una misión, liderada por Edwin Kemmerer de la Universidad de Princeton y una comisión revisora chilena, presidida por Julio Phillippi, se gesta la actual Contraloría que hoy tiene 88 años. Nuestro exagerado apego a las formas, normas y procedimientos caracteriza nuestro país, este legalismo y centralismo ha impedido abordar y resolver los desafíos y temas de fondo y dinamizar todos los sectores de nuestra sociedad.

 

Enrique Rajevic, es una persona que cumple con los requisitos legales con una importante trayectoria académica y profesional. Sus posiciones políticas no tienen que jugar un rol relevante, otros Contralores como Enrique Silva Cimma, radical en los gobiernos de Jorge Alessandri Rodríguez y Eduardo Frei Montalva y Arturo Aylwin Azocar, hermano del ex Presidente, tuvieron un rol destacado e incluso el último se jugó por instancias independientes y regionalizadoras, siendo ambos muy ponderados y proactivos.

 

En la Contraloría prácticamente todos sus integrantes están en funciones críticas o son dependientes del Jefe Superior Central. Esto no resulta del todo conveniente, por ello se requiere una sabia modernización y regionalización, y mejorar su capacidad de control de manera de no rigidizar ni frenar la dinámica que requiere la inversión y la función pública.

 

En este caso de la postulación, faltó una consulta previa al Senado y con ello, lograr una adhesión más transversal. Un Contralor, con esas características y poder, no resulta conveniente que sea resuelto por más o menos un voto, tema que manifestamos prudentemente con anticipación. Enrique Rajevic no mereció haber sido llevado a estas condiciones, por cuanto desde un principio, con la carencia de este procedimiento previo, generó resistencias entre los propios Senadores de la Nueva Mayoría. Él tiene las condiciones para ocupar otros importantes cargos públicos, y en el caso del Contralor, también hay otras personas que cumplen con estos requisitos y pueden concitar una adhesión más amplia.

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