Click acá para ir directamente al contenido

  En la línea de los países desarrollados

  Por Mariano Ruiz-Esquide, senador por la Región de Bíobío.

15 de abril de 2011

ImagenEl proyecto sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad, fue elaborado tomando en cuenta la información médica y sanitaria que se maneja en el mundo entero respecto de los altos índices de obesidad.

 

Es una iniciativa que trabajamos largamente en conjunto con la sociedad civil y expertos nacionales e internacionales del más alto nivel. Hasta hace poco, tenía un viaje tranquilo dentro del Senado, pero hoy adquiere una validez en el debate nacional que me avergüenza, por la forma en que se ha llevado ante la opinión pública.

 

Es importante precisar que lo que estamos haciendo con esta iniciativa es seguir la norma internacional respecto al consumo de alimentos de determinadas materias que son causa de obesidad y causa inicial de diabetes, de hipertensión, de lesiones cerebrales y lesiones cardíacas.

 

No estamos haciendo nada distinto de lo que hacen los países que están más desarrollados en esta materia y los expertos de más alto nivel internacional nos dieron la razón respecto del proyecto.

 

Nosotros estamos tremendamente preocupados de que nuestro país actúe de manera tal que se acomode a las normas de la OCDE, pero cuando estamos haciendo una cosa a favor de los niños y que toca de alguna manera el interés económico de las grandes empresas, parece que se nos olvida todo nuestro afán de desarrollo y nos quedamos con una negativa absurda para este tema.

 

Jamás me imaginé que en este país, después de 20 años de democracia, pueda haber instituciones mercantiles o instituciones económicas que hayan hablado con el tono que lo hicieron. Es una insolencia, además, para el Gobierno, porque lo ha puesto en una situación tal que hace coincidir entre la voz de la SOFOFA y la vuelta atrás de la posición del Gobierno. Durante todo el tiempo que vimos este proyecto en Comisión, nunca, ni el Ministro de Salud ni el Ministro del Interior ni el Ministro de Economía ni nadie que tenga que ver en algo con esto, vino a la Comisión del Senado a decirnos: "No nos parece".

 

Este es un proyecto que debe aprobarse, porque es muy bueno para la salud de los niños. Entre algunos aspectos, impone la obligación de informar en los envases de los alimentos su información nutricional de manera clara y entendible para la población.

 

También obliga a los establecimientos educacionales a incluir en sus programas de estudios, contenidos que desarrollen hábitos de una alimentación saludable y disponer, al menos, de tres bloques semanales fraccionados de actividad física práctica que genere alto gasto energético.

 

Otro aspecto que es relevante es la prohibición de promocionar alimentos dañinos para la salud mediante "ganchos comerciales" tales como juguetes, adhesivos u otros incentivos que lleven a los niños a consumir comida poco saludable.

 

En suma, este es un proyecto que va en la línea correcta si lo que queremos es evitar cada día más niños sigan engrosando los altos índices de obesidad infantil que tenemos en el país.

 

Imprimir