Click acá para ir directamente al contenido

Enfrentando la adversidad

Por Patricio Walker Prieto, Presidente del Senado

9 de abril de 2015

Imagen foto_00000014Esta semana el Senado realizó una sesión especial para analizar  el plan de trabajo del Gobierno y hacernos cargo como país del desastre y la tragedia que vivimos en el norte de Chile. Hay mucha gente que perdió la vida. Tenemos 26 fallecidos y más de 100 denuncias por presunta desgracia.

 

El daño material ha sido tremendo. Son más de 8 mil viviendas afectadas de manera grave, que van a tener que ser reemplazadas. Vamos a necesitar subsidios de arriendo, subsidios de reparación en caso de daños menores, subsidios de  acogida familiar y finalmente, viviendas nuevas.

 

Esto nos va a significar un tremendo esfuerzo. En el corto plazo, necesitamos 2000 viviendas provisorias que cada una cuestan aproximadamente 3 millones de pesos, las que se construirán en el orden de 200 semanales.

 

También quiero señalar que habrá programas de empleo para 3 mil personas, porque mucha gente perdió su trabajo o su emprendimiento. Se entregará 1 millón 200 mil pesos para enceres, útiles de aseo o ropa para las personas que han sido más afectadas por esta catástrofe. Esto va a significar una tremenda inversión, de a lo menos 1500 millones de dólares.

 

El Ministro de Hacienda anunció que la próxima semana va a presentar un proyecto de ley con discusión inmediata para sacarle 500 millones de dólares a los recursos de la Ley Reservada del Cobre para ir en ayuda de la gente del norte. No es primera vez que lo hacemos, porque lo hicimos también cuando fue el incendio de Valparaíso.

 

Además, requerimos mil millones de dólares adicionales que se van a entregar por el Ministerio de Hacienda para poder asegurar que se van a recuperar los sistemas de agua potable,  de alcantarillado, las viviendas, los caminos y las obras de protección  que hay que hacer para posibles aluviones en el futuro.

 

A  pesar de los múltiples avances científicos y tecnológicos, aún tenemos  una muy limitada capacidad para pronosticar con exactitud dónde y cuándo se manifestarán los desastres y con qué intensidad impactarán.

 

El actual Plan Nacional de Protección Civil, de 2002, presenta importantes falencias que deben ser corregidas a la brevedad, pero con una mirada de largo plazo, considerando la alta periodicidad de emergencias y desastres en nuestro país. Por su parte, la ONEMI, institución creada hace 40 años, tiene una estructura orgánica y funcional obsoleta y concentrada con mínimos vínculos locales, que no le permite al Estado responder de manera adecuada ante situaciones de emergencia o catástrofe.

 

Necesitamos a la brevedad contar con un sistema moderno y efectivo, que permita la coordinación de actores públicos y privados, con instituciones descentralizadas y conectadas con la ciudadanía, que genere respuestas rápidas y oportunas y que esté basado en valores como la  cooperación, la solidaridad y la ayuda mutua.

 

Estamos discutiendo en la comisión de Gobierno una nueva institucionalidad, más descentralizada, que esté en las regiones, en las provincias y en las comunas, para que de ahí se tomen las decisiones y no tener que actuar como muchas veces se hace, de manera tardía.

 

Chile es un país donde suceden catástrofes naturales. Este nuevo  sistema de emergencias integrado debe estar a la altura de las condiciones climáticas y geográficas de nuestro país.  Hemos visto que tenemos esta tragedia en el norte, incendios en el  sur de nuestro país y un volcán que aun muestra indicios de actividad y que en cualquier momento puede generar una emergencia. Por eso reitero la necesidad que el Gobierno le ponga urgencia a este proyecto de ley.

 

Quiero enviar todo mi apoyo y solidaridad a las personas que están en Chañaral, Diego de Almagro, Copiapó, Tierra Amarilla, Alto del Carmen y en las distintas localidades de las regiones de Atacama, Antofagasta y Coquimbo, quienes  sufrieron los estragos de una de las mayores tragedias que han afectado al norte del país.

 

Es fundamental que como chilenos nos unamos y nos pongamos a disposición de nuestros compatriotas del norte, porque van a necesitar de nuestra ayuda y solidaridad para volver a levantar sus vidas después de esta catástrofe. Chile es un país que ha sabido ponerse de pie frente a la adversidad. Estoy seguro que esta no será la excepción. 

 

 

Imprimir