Click acá para ir directamente al contenido

Enfrentar la crisis energética

Por Eduardo Frei Ruiz-Tagle, senador por la Región de Los Ríos

16 de agosto de 2013

Imagen foto_00000015Acabamos de aprobar en el Senado el proyecto que contempla un procedimiento para el otorgamiento de las concesiones eléctricas y me voy a referir solamente a los dos puntos centrales de la controversia.

 

Se dice que “en el caso de la consulta indígena previa a la entrega de la concesión, establecer esa obligación va a desnaturalizar el Convenio 169 de la OIT que es ley en Chile y que obliga al Estado a consultar las medidas administrativas susceptibles de afectar directamente a los pueblos indígenas interesados”.

 

En respuesta debemos señalar que la jurisprudencia de nuestros tribunales ha señalado que los procedimientos concesionales no producen tal afectación directa ya que la sola concesión no permite ejecutar obra alguna, que en definitiva son las que sí producen la afectación directa.

 

La medida administrativa habilitante para desarrollar las obras es la resolución de calificación ambiental y por eso las cortes exigen que previo a su otorgamiento la administración realice la debida consulta.

 

Afirmar que la consulta indígena es necesaria antes de la concesión evidencia confusión conceptual. Sobre este tema, en el fondo creo que se ha cometido un gran error al llegar a este acuerdo para aprobar el informe de la Mixta en la Cámara.

 

Respecto al tema de que se obligue a buscar trazados alternativos en las áreas protegidas, la legislación vigente, incluyendo la Convención de Washington, ya impide desarrollar proyectos, obligando eventualmente a buscar trazados alternativos cuando las obras son incompatibles con los objetivos y el uso racional de los recursos naturales de parques nacionales y otras áreas protegidas.

 

El proyecto de ley enviado por el Gobierno y las concesiones no incluía el tratamiento que se le dio en la ley y en el acuerdo político al Convenio de la OIT: que se haga una vez que esté concesionado, cuando se sepa por dónde va a ir, cómo va a ser la obra. Y ahí poder cambiar los trazados.

 

En segundo lugar, está el tema de las áreas protegidas. ¿Qué es lo que pasa y qué es lo que va a suceder en definitiva? En la discusión que tuvimos acá y en la negociación que hicimos con el Gobierno, incluimos estos temas para que quedaran en la ley. Era primera vez que en una ley sectorial quedaba incluido el Convenio de la OIT.

 

¿Qué se ha logrado con esto? El Gobierno aprueba en la Cámara el informe de la Mixta y promete un veto supresivo. Como lógicamente no vamos a tener en una de las dos Cámaras los dos tercios, esa observación se va a aprobar y, por lo tanto, estos dos artículos van a quedar fuera de la ley. O sea, lo que habíamos logrado en un acuerdo político con el Gobierno: que por primera vez se incluyera el Convenio 169 y un artículo distinto para el caso de las áreas protegidas, quedará fuera con este sistema del veto, lo que significa que vamos a retroceder al punto inicial.

 

En definitiva, tenemos una ley más mala para los pueblos originarios y para el tema de las áreas silvestres protegidas. Es un retroceso con respecto al acuerdo político que habíamos logrado para sacar una muy buena ley y lo siento, porque habíamos conseguido un buen acuerdo político y una ley mucho mejor.

 

En materia energética,  estamos trabajando en cuatro proyectos distintos: el de energías renovables, que se va a aprobar seguramente; el  de concesiones;  vimos también el proyecto de interconexión, y después vendrá el tema de la carretera eléctrica, que tenemos que abordar, porque este país no puede seguir con la situación en que está.

 

Pero ¿qué es lo que ha pasado? Todos los proyectos se paralizan. En los últimos 10 años hemos aprobado más de 40 proyectos térmicos, y estamos quemando 3 mil millones de dólares anuales en petróleo. Ese es el resultado, en parte, de no tener política energética, y  de que todos los proyectos hidráulicos no se hacen.

 

Se nos dice que existe la geotermia porque tenemos 25 volcanes en estado latente, pero vaya usted a perforar uno para saber cuánto es lo que hay adentro. Nunca se ha podido hacer ninguno. Y llevamos 60 años hablando de geotermia y nunca se ha hecho un proyecto geotérmico en Chile.

 

Al final, seguimos quemando petróleo, seguimos quemando carbón y aumentando la tasa de CO2. Y este país sigue parando este tipo de proyectos y estos acuerdos.

 

Qué va a suceder el 2016 cuando sigamos quemando petróleo y pagando 300 y 400 dólares por el megawatt. Las pequeñas y medianas empresas serán las más perjudicadas. Va a ser un gran freno al desarrollo de CODELCO, porque como lo vimos en la Comisión de Minería, el 30 por ciento de los costos ya son energía. Y por eso las empresas, hoy día, están haciendo sus propias plantas térmicas. Ese es el resultado.

 

Es por eso que estamos tratando de sacar 4 proyectos que alivien la situación y permitan desarrollar la energía en los próximos años.

 

Pero aquí se siguen usando caricaturas y no debatimos los temas de fondo. ¿Quiénes son los perjudicados? Todos los chilenos, todas las empresas, CODELCO y otras más. Y el resultado está a la vista: seguimos con la energía más cara del mundo, solamente superados por Ghana.

 

En el día de hoy se nos dice que el precio de la energía para las empresas llegó a un récord en Agosto y es 15 veces más alto que hace una década. De hecho, el costo superó los 250 dólares por megawatt/hora en las últimas semanas.

 

Imprimir