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  Es injustificable que se rompa el Estado de Derecho

  Por Jorge Pizarro, Presidente del Senado.

1 de octubre de 2010

ImagenLos hechos ocurridos en Ecuador revisten una tremenda gravedad y es deber de los países del Cono Sur rechazar tajante y completamente cualquier intento de Golpe de Estado, sea cual sea la razón que haya movido a los golpistas. Este tipo de hechos son inaceptables: bajo ninguna excusa y bajo ninguna circunstancia, es justificable que se rompa el Estado de Derecho y la continuidad democrática.

El Gobierno del Presidente Rafael Correa ha sido elegido democráticamente y ha demostrado una responsabilidad frente a la democracia que no hace más que reafirmar que la acción de los sublevados es ilegítima e ilegal. Por eso, los sectores políticos de nuestro país deben sumarse claramente y sin ningún tipo de duda al rechazo de las acciones militares ocurridas en esa nación.

Chile y otros países de la región han sabido y sufrido los dolorosos efectos de la interrupción democrática, por lo que no cabe tolerancia ni justificación alguna para intentos de derrocamiento o alzamientos de grupos que, por definición, deben ser obedientes al poder civil. Ya lo vimos en Honduras donde se rompió el ordenamiento democrático. Hay quienes deben entender que nos gusten o no las posturas políticas de unos u otros, compartamos o no los proyectos de los demás, nunca es aceptable un Golpe de Estado. La Democracia no se toca.

Ecuador, su pueblo y el Presidente Correa deben ser ayudados, apoyados y protegidos, porque eso es cuidar la democracia, el valor de la vida y la paz social. Quienes postulan matices o justificaciones frente a este hecho gravísimo, simplemente no pueden pretender levantarse ante la ciudadanía con legitimidad. En este sentido, UNASUR debe dar una señal irrefutable del compromiso de los países miembros por la democracia y por la continuidad del mandato del Presidente Correa, y debe tener una mirada permanente y atenta sobre no sólo sobre lo que está ocurriendo en Ecuador, sino en los países de la región, para dar la voz de alerta cuando ello sea necesario.

El pueblo ecuatoriano ha dado muestras enormes de responsabilidad cívica al rechazar este intento de Golpe. No es posible que grupos de interés pongan en jaque la democracia. Desde Chile y su Parlamento, manifestamos nuestra solidaridad y declaramos la firme voluntad de dar una mano a un país con el que compartimos una visión y una historia común que se proyecta al futuro.

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