Falta de transparencia de ENAP

Junto con repudiar el anuncio de desvinculaciones desde la Empresa Nacional del Petróleo, debo afirmar que en nada debe sorprender a los habitantes de Chile, la aplicación de esta medida.

Y por qué digo esto, porque la decisión de "la estatal petrolera" es un resultado más de la situación que atraviesa hoy ENAP, la que por años ha tenido una continua política errónea,  torpe, despilfarradora  y oscura, la que ha contado con el silencio cómplice de los sucesivos gobiernos y que han perjudicado de manera escandalosa al patrimonio de todos los chilenos y  sobretodo al de los habitantes de la Región de Magallanes.

Ya en junio de 2006, cuando recién comenzaba mi período como Senador, solicité al Ministerio de Minería de la época, se transparentara la situación del proyecto de Explotación Gasífera en Lago Mercedes, porque existían trascendidos de una falla técnica de este millonario proyecto, lo que fue desmentido por la cartera. Asimismo  solicité informar la situación laboral de quienes se desempeñaban en dichas faenas, la mayoría de ellos, a contrata y plazo fijo.

No contento con la respuesta del Ministerio y de la propia Estatal, continué -dentro de mis atribuciones- un seguimiento para develar qué tipo de empleador es esta empresa nacional y para saber el destino de los multimillonarios proyectos que estaba emprendiendo y en abril de 2007, a un año del primer informe que se me entregó, continuaba la relación contractual "anómala" entre la ENAP y sus trabajadores, además de mantener la incertidumbre con respecto a las nuevas exploraciones.

Con estos ejemplos que están debidamente documentados por oficios, solicitudes y respuestas, puedo decir que la administración de Enap ha sido -a lo menos- poco transparente y de concretarse las desvinculaciones, sólo nos mostrará la insensibilidad que creíamos se aplicaba exclusivamente en el mundo privado, de buscar mejorar gestión y números a costa del factor humano... y esto es impresentable para una compañía del Estado.

Puedo decir que en el ámbito de su política laboral, ENAP es el mejor ejemplo de algo que he venido denunciando hace mucho tiempo, en cuanto a que el Estado en Chile, es el peor empleador, dando un trato inhumano a muchos de sus trabajadores, manteniendo a un gran porcentaje de ellos en una situación de inestabilidad laboral mediante la siniestra figura del contrato a Plazo Fijo y de honorarios, por quienes también es oportuno más que nunca levantar fuerte la voz.

Las irresponsables conducciones de la ENAP, tienen rostros, nombres y apellidos y han sido esos directivos, que en forma -a lo menos dudosa- han dilapidado el patrimonio de la empresa y de Chile y desde hace años han mostrado una gran contradicción entre su carácter de empresa pública que es exclusiva propietaria y manejadora de los  hidrocarburos y los muchos oscuros intereses privados que se han aprovechado de esta empresa para hacer grande negocios.

Resulta altamente curioso cómo las empresas privadas de hidrocarburos que se están instalando en Magallanes invierten y contratan personal haciendo grandes anuncios de nuevas prospecciones, mientras ENAP comienza a desmantelarse a través de reducción de trabajadores.

Quiero decir con fuerza, que lo mas grave, es que con esta mala política seguida por años por la ENAP, es que se ha perjudicado a la región de Magallanes, que ha sido la que desde sus inicios ha entregado todos sus recursos naturales a esta empresa, sin que hasta la fecha ni el Estado de Chile, ni la propia petrolera hayan tenido ningún gesto de gratitud  por este aporte.

Señalo, desde ya, que en esta posición de legislador, estoy del lado de los trabajadores, solidarizando con ellos para defender sus derechos y estabilidad, pero también estoy extremadamente atento a los pasos futuros de la Empresa que, insisto, ha dado señales muy contradictorias respecto a su rol de empresa estatal en Magallanes y en Chile.