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Fin al cautiverio de los consumidores

Por Eugenio Tuma, senador por la Región de La Araucanía

15 de mayo de 2015

Imagen foto_00000015El crédito es una de los instrumentos esenciales en el  mercado financiero, del cual depende el acceso a bienes duraderos como la vivienda, capital de trabajo o un vehículo bienes duraderos.

 

No obstante el desarrollo masivo de la industria, con más de 15 millones de tarjetas de crédito no bancarias, 17 millones de tarjetas de débito bancarias, 4 millones de cuentas corrientes y un total de 5.454.043 deudores de créditos comerciales, hipotecarios y de consumo, las diversas normas incorporadas para una mejor regulación aún persisten asimetrías inexplicables.

 

Cuando un cliente no cumple los compromisos financieros los intereses, multas e incluso el remate de los bienes no se dejan esperar. Entonces en un mercado moderno se esperaría que cuando un cliente cumple con  sus obligaciones el término del contrato, su salida de la institución financiera o la liberación de las garantías se realizarán con agilidad y diligencia.

 

Pero en Chile eso no es así, en el caso de las garantías su liberación dista mucho de ser un derecho de los consumidores debidamente protegido. En nuestro país hay 5 millones 570 mil garantías en el sistema bancario, de las cuales, 3 millones 974 mil corresponden a garantías reales o de personas y 1 millón 484 mil son hipotecarias, el valor comercial total alcanza a más de 13 mil millones de UF.

 

En este dinámico e importante mercado resulta paradojal e injusto es que los bancos no tengan la obligación de liberar las garantías aunque se haya extinguido la deuda, más aún cuando muchos consumidores no saben cómo liberarlas y sus garantías quedan cautivas por años.

 

La Comisión de Economía aprobó en general el proyecto de ley que termina con esta situación, y  obliga a las instituciones financieras a liberar en breve plazo la garantía cuando el crédito ha sido cancelado en su totalidad.

 

A través de indicaciones vamos a extender esta obligación para las prendas y también vamos a revisar las garantías generales. Mucha gente no sabe que ha firmado dos garantías, una específica por ejemplo por el crédito hipotecario y cuando le entregan una tarjeta o línea de crédito le hacen firmar una general. Extinguida la operación principal la garantía debería quedar totalmente liberada y permanecer vigente para productos financieros que generalmente no requieren garantías.

 

Sólo entre  2014 y el primer trimestre del 2015 el Sernac recibió 148 denuncias, por negativas o lentitud en liberar garantías por parte de la entidad financiera que otorgó el crédito hipotecario. Los bancos son las instituciones más denunciadas por el no alzamiento de la prenda, con un 90% del total, de las cuales el 40% no han sido acogidas ni respondidas.

 

Esperamos que con la aprobación de esta iniciativa legal se termine esta asimetría tan abusiva que permite que cuando un consumidor financiero no cumple es castigado y cuando cumple y tiene garantías éstas quedan en cautiverio de la institución financiera, atrapadas por una trama burocrática y onerosa.  

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