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Gratuidad en educación, un objetivo factible

Por Isabel Allende, senadora por la Región de Atacama

23 de diciembre de 2015

Imagen foto_00000016En el Chile actual -ese que queremos cambiar a partir de la aprobación de este Proyecto de Gratuidad- solo pueden estudiar quienes tuvieron la suerte de nacer en una familia que posea los recursos necesarios para financiar su educación superior, o bien quienes se endeudan por largos años.


El Chile que queremos construir debe sustentarse en la inclusión de todas y todos, donde se permita estudiar a toda persona que posea los talentos, la motivación y ponga su esfuerzo a disposición de alcanzar la meta de convertirse en profesional, sin tener que asumir una carga financiera, que en la gran mayoría de las veces se hace insostenible.

 

Desde que irrumpieron los movimientos sociales llevando el clamor ciudadano de una “Educación Gratuita para todos”, vimos como miles de familias marcharon con el anhelo y la esperanza de que sus hijos pudiesen ser profesionales, sin necesidad de endeudarse durante décadas con alguna institución financiera.

 

Cuando se instaló en nuestro país la mercantilización de la educación y en particular la de la Educación Superior, como sociedad hemos frustrado los sueños de miles de familias que han visto como por falta de recursos, sus hijos no han podido obtener la educación que merecían, o bien no alcanzaron a terminar sus estudios por el agobio de sus deudas.

 

Recordemos que fue la dictadura militar la que no trepidó en desmantelar los cimientos de la prestigiosa educación pública chilena, esa educación que como República habíamos construido entre todos. Esa misma educación que había permitido la formación de miles de prestigiosos profesionales de las más diversas disciplinas, incluyendo varios Presidentes de la República, que permitieron ubicar a Chile en la vanguardia en la región en muchas áreas del conocimiento.

 

Uno de los efectos del desmantelamiento de la educación pública efectuado en dictadura, fue el término de la “Educación Superior Gratuita”. En este contexto, desde los años 80’s hemos visto como han proliferado una serie de Instituciones de Educación Superior, sin ninguna regulación clara.


Es cierto que tenemos planteles privados que imparten una educación de calidad, y algunos realizan investigación en ciertas áreas, contribuyendo al desarrollo de Chile, pero debemos ser francos y reconocer que son los menos, constituyendo la excepción a la regla.

 

Otro de los problemas que podemos constatar es la mercantilización en la relación de las universidades con los ciudadanos, estableciendo a la educación como una mercancía transable en el mercado, cuestión que un ex Presidente de la República alabó como fórmula, sin considerar la demanda ciudadana.

 

Debemos avanzar hacia una educación como derecho ciudadano, que no esté ajena a las necesidades del desarrollo que Chile requiere, que sea el motor de inclusión y ascenso social que como sociedad necesitamos, y que estudiar no signifique endeudarse por décadas con la banca.

La aprobación de este Proyecto de Ley posibilitará que 185.000 alumnos tendrán Educación Gratuita, lo que significará que éstos podrán dedicarse exclusivamente a estudiar, sin el temor que sus padres no tengan el dinero suficiente para pagar la mensualidad.


Otro aspecto positivo de este Proyecto, es que permite a las 16 universidades estatales acceder al sistema de gratuidad por “Derecho Propio”. Ello porque las universidades del Estado poseen un rol que es mucho más amplio que un proyecto educativo privado, poseyendo una función social que ningún plantel privado podrá suplir, lo que justifica este trato preferente.

 

Asimismo, permitirá que las denominadas universidades del G9, accedan a la gratuidad por el hecho de que todas ellas cumplen con los requisitos de acreditación y de no tener sociedades con fines de lucro.

Por su parte las universidades privadas, deberán cumplir con cuatro años de acreditación como mínimo y no tener sociedades con fines de lucro.

 

En la caso de los Institutos Profesionales y los Centros de Formación Técnica no podrán acceder a la gratuidad debido a la falta de recursos -producto del Fallo del Tribunal Constitucional, que demandó la derecha-, pero no obstante esto, el Gobierno propone la fórmula de entregar la Beca Milenio 2 mejorada a más de 140.000 alumnos, para cubrir sus aranceles.


Tengo la convicción que la gratuidad en la Educación Superior, es plenamente factible, y el debate de fondo es político: debemos definir si estamos por una educación para todos o solo para quienes puedan pagarla. Las y los socialistas optamos por la educación para todos y todas.

 

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