Imponer una cuota de música chilena es un camino equivocado

Asegurar un espacio a la difusión de la música nacional es una idea noble y que creo que transversalmente todos la compartimos. La intención es cuidar nuestra identidad y cultura como nación, en un contexto difícil, dada la influencia que tenemos de lo internacional. Sin embargo, siempre tenemos que preguntarnos si la política pública que estamos utilizando para lograr un fin que probablemente es compartido, es la mejor.

La pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿No habrá una política pública que sea mejor para apoyar la difusión de música chilena que la imposición de cuotas específicas a todas las radios, independientemente de qué radios estamos hablando, todas las cuales usan el radioespectro para poder transmitir? También tenemos que preguntarnos, qué otra libertad podemos estar afectando.

Aquí lo que se utiliza como instrumento es fijar una cuota. O sea, decirles a las radios cuánta música chilena tienen que tocar por obligación. Cuando abrimos esa puerta la pregunta es: ¿qué otras cosas más van a entrar por la misma puerta, con el mismo argumento? Después de la música pueden venir otros temas, como por ejemplo, decirle a los medios de comunicación que tienen que transmitir en un cierto porcentaje.

Lo que estamos disponiendo es que la ley obligue a la difusión radial a que se transmitan ciertos contenidos generados por creadores nacionales. No tiene que ver con que sea música sea de autores chilenos. Hay mucha gente que piensa que estamos hablando quizás de folclor, pero no. Puede ser cualquier tipo de música internacional, cantada en inglés, pero por un chileno.

¿Qué pasa si es que –llevando esto a un extremo- tenemos una radio que solamente quiere transmitir programas de información o solamente quiere transmitir programas de deporte? ¿Qué hacemos con esa radio? ¿A esa radio le vamos a exigir también, aunque no está dentro de su línea editorial, transmitir música chilena? ¿Qué pasa si hay una radio que tiene una línea editorial solo de música anglo? ¿Por qué no puede esa radio libremente decidir qué tipo de música quiere transmitir?

¿No será que mejor, en vez de imponer, apoyar con fondos mayores a los actuales, a la producción de música chilena?

Muchos artistas piensan que con esto van a llegar, necesariamente, más recursos a los cantautores chilenos, pero no va ser así. Aquellos que están inscritos en la Sociedad Chilena del Derecho de Autor van a resultar beneficiados. Sin embargo, no necesariamente porque una radio comunal cumpla con el 20%, el cantante que es escuchado ahí va a recibir recursos.

Asimismo, la fórmula que se establece para calcular la cantidad de dinero que le llega a la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, no depende de la cantidad de música chilena que se toca, sino de un porcentaje de facturación de todas las radios e incluso entiendo, de los mall.

Esto va a llegar a tribunales.  Las radios van a informar del cumplimiento de esta ley a la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, y ésta puede argumentar que ello no es así. Entonces no está claro cómo se va a probar la cantidad de música que se emita.

No podemos desconocer que este proyecto es noble, quién podría oponerse a impulsar la cultura y música chilena, pero creo que este es un camino equivocado.