La importancia de considerar a las regiones en la descontaminación

Recientemente la Presidenta Michelle Bachelet ha anunciado la creación de la estrategia nacional de descontaminación atmosférica, que constituye un importante avance al reconocer que los habitantes de regiones también estamos afectados por este problema que afecta nuestra calidad de vida.

Hoy diversas ciudades de la zona centro sur del país, incluido Valdivia, que están afectadas por la contaminación atmosférica, sobrepasando en días de inversión térmica los límites de las normas de material particulado respirable (PM 10 y PM 2.5). Esta situación ha sido monitoreada desde el año 2008, y debido a la gravedad del problema que afecta en especial a los grupos más sensibles -como adultos mayores, niños y enfermos crónicos- se elaboró el Decreto que declara zona saturada a la ciudad de Valdivia (actualmente en Contraloría para su toma de razón).

Lo anterior significa que se iniciará una serie de acciones para revertir la mala calidad del aire, las cuales estarán incluidas dentro de esta estrategia nacional recientemente anunciada por el Gobierno.

Ahora, el siguiente paso es lograr que las regiones también puedan acceder a los recursos necesarios para implementar con éxito estas acciones de mitigación, dado que los costos de la contaminación no pueden ser asumidos por la comunidad sin apoyo del Estado.

En tal contexto, hemos planteado al Ministro del Medio Ambiente Pablo Badenier la especial preocupación por el programa de recambio de calefactores. Según los estudios, la principal causa de contaminación del aire en el sur proviene de la combustión de leña, por tanto, es importante contar con mejores estufas y con tecnologías que disminuyan las emisiones contaminantes.

La población en un alto porcentaje utiliza este sistema para calefacción y para cocinar, y, obviamente, los 147 millones de pesos destinados para el programa de recambio en la región de Los Ríos, son insuficientes.

Para enfrentar con éxito la gran tarea de descontaminar nuestro aire, se requiere que desde el nivel central se destine el financiamiento correspondiente para implementar cada una de las medidas. Nadie quiere, por ejemplo, que se repita en Valdivia lo ocurrido el año pasado en Temuco, donde la ciudadanía se sintió perjudicada por la restricción en el uso de calefactores.

Antes de llegar a adoptar decisiones que impacten a los ciudadanos, es importante que desde el Ministerio de Ambiente se coordinen acciones para tener un plan de educación, fomentar eficazmente el uso de leña certificada, aumentar los subsidios para aislación térmica y recambio de estufa, e incorporar la participación de la sociedad civil en los planes que se elaboren.