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La Nueva Región de Ñuble

Por Víctor Pérez, senador por la región del Biobío

18 de agosto de 2017

Imagen foto_00000004Tras muchos años de debate y del paso de varios gobiernos hoy hemos logrado que Ñuble Región deje de ser un proyecto para transformarse en una realidad.

 

Hay que felicitar a todas las organizaciones y dirigentes que trabajaron intensamente para lograr este objetivo, en el cual hubo que convencer no sólo a quienes conducían el gobierno del país, sino que también a los parlamentarios.

 

En definitiva tuvimos que sumar muchas voluntades políticas para alcanzar la meta y lo hicimos con eficacia y realismo, porque nuestros argumentos no eran antojadizos, tenían fundamento estaban basados en una realidad que era muy evidente.

 

Esa realidad nos indicaba que Ñuble tenía una identidad social y cultural propia, pero que además contaba con el potencial productivo para crecer y desarrollarse en forma independiente a otras regiones y en consecuencia necesitaba tener aquella calidad.

 

Una de las principales críticas que enfrentamos fue el  debilitamiento de la Región del Biobío, ya que estadísticamente tendrá menos habitantes, menos empresas, menor impacto en el PIB nacional, menos parlamentarios, etc.

 

Esta es una división administrativa, pero en la práctica se abre un abanico de posibilidades para que en un desarrollo complementario, tanto Ñuble como Biobío mejoren sus tasas de crecimiento y en conjunto entreguen mayores posibilidades de desarrollo a sus habitantes.

 

Tenemos que ser realistas, hoy Concepción concentra la mayor cantidad de inversiones y eso pasa porque es la cabecera de la región. Con Ñuble convertida en región tendrá la opción de atraer nuevas inversiones públicas y privadas, sin perjudicar a Concepción, al contrario sumando más recursos.

 

Ñuble no tiene puertos, por lo tanto para exportar sus productos agrícolas seguirá conectada a la del Biobío y es ahí donde tenemos que buscar las potencialidades, con una visión más amplia.

 

Es decir,  la nueva región  viene a potenciar el desarrollo. Ñuble, ahora con mayor autonomía, podrá priorizar sus propios proyectos, pero mirando como potenciar su crecimiento y eso sin duda va de la mano con la Región del Biobío.

 

El futuro de Ñuble está ahora en nuestras manos y debemos comenzar a trabajar no podemos perder ningún minuto. La primera tarea  es la instalación de todo el aparato administrativo de la nueva región. 

 

El gobierno tendrá que nombra a los responsables de aquello, y debemos estar atentos a que aquellos nombramientos recaigan en personas con arraigo en la Región de Ñuble. Pero, no sólo eso, las autoridades deben dar garantías a todos los sectores, porque no podemos olvidar que está fue una tarea transversal, donde no hubo colores políticos, porque todos nos pusimos la misma camiseta.

 

También será fundamental comenzar a trabajar en el presupuesto de la nueva región y principalmente en la inversión en los polos productivos, y en eso tenemos que fijar nuestra estrategia de desarrollo.

 

Es esta quizás la etapa más importante, una responsabilidad mayor, porque de ella dependerá que Ñuble sea una región pujante que genere oportunidades para sus hijos. Estoy seguro que así como trabajamos para lograr esta independencia, vamos a lograr ahora consolidar en la realidad este proyecto, para convertirnos en un corto plazo en una de las regiones más importantes del país.

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