Click acá para ir directamente al contenido

  Los desafíos que nos imponen la CASEN

  Por Francisco Chahuán, senador por la Región de Valparaíso

17 de agosto de 2012

ImagenEl país ha recibido un impulso de esperanza para seguir trabajando por derrotar la pobreza y avanzar contra la desigualdad. Más allá de la discusión técnica y posiciones partidarias amparadas en guarismos específicos, lo fundamental es que estos indicadores nos imponen nuevos desafíos para visualizar donde colocamos el foco de nuestra acción como Estado.

 

Cualquiera sea la interpretación, todos coincidimos en dos cosas fundamentales: la pobreza y la desigualdad disminuyeron y la lucha contra ambas son dos objetivos que transversalmente nos convocan a todos los chilenos. La discusión se centra en el grado de reducción y todos quisiéramos que sea mayor.

 

Como sea, el hecho que el empleo e ingresos propios de los hogares pertenecientes al 10 ó 20 por ciento más pobre hayan crecido, es motivo de satisfacción. Y constatar que los indicadores de desigualdad, como el coeficiente Gini, han registrado una notable mejoría, es motivo de esperanza.

 

Los indicadores siguen siendo inaceptables para la sociedad justa que queremos construir. Pero dentro de los datos que nos deben llamar la atención tiene que estar el efecto que genera el Estado en su intervención.  Al considerar los ingresos autónomos, la desigualdad disminuyó de 46 veces a 35, en cuanto la diferencia entre el 10% más pobre y el 10% más rico. Al hacer la comparación de los ingresos monetarios (tomando en cuenta bonos y subsidios del Estado) la diferencia pasó de 25,9 veces en 2009 a 22,6 veces en 2011.

 

Se puede observar que el Estado cumple un rol sustancial para otorgar equidad, pero nuestro desafío debe ser que esa equidad surja desde los mismos ingresos monetarios autónomos.  O sea, que con la propia remuneración que reciben las familias, la distribución de los ingresos sea más igualitaria, sin intervención del Estado.

 

Es por eso que la Reforma Tributaria resulta hoy tan importante.  Y es por eso, también, que postergarla significa dilatar una mayor equidad para nuestro país. Buscar un acuerdo político en este sentido y aprobar el texto propuesto por el Ejecutivo es una gran oportunidad para que la Casen 2014 sea más equitativa.

Imprimir