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Más participación y canalización de las inquietudes ciudadanas

Por Jorge Pizarro, Presidente del Senado

15 de noviembre de 2013

Imagen foto_00000014La elección del 17 de noviembre no sólo decidirá el cambio de rumbo y signo político de la Presidencia, sino que renovará la totalidad de la Cámara de Diputados y parte del Senado. Los nuevos parlamentarios y los que renueven sus periodos tienen grandes desafíos en los que trabajar, más aún cuando la ciudadanía está cada vez más activa en la defensa de sus derechos y en la propuesta de demandas nuevas y más complejas.

 

La renovación de la política no sólo es renovación de caras; si las ideas siguen siendo las mismas, no habremos avanzado mucho respecto de lo que Chile quiere. Nuestro país no es el mismo que hace 20 años ni siquiera es el mismo que el de los gobiernos de la Concertación y esa nueva realidad hay que interpretarla y saber ser valientes y responsables para transformarla en esas leyes y cambios esperados por la gente.

 

Hay desafíos institucionales que hay que abordar y que los nuevos parlamentarios y los que continúen, necesariamente deben poner en sus agendas. Mayor representatividad de los cargos de elección popular, partiendo por los propios parlamentarios; mejorar el sistema de pensiones y la salud pública; resolver el conflicto de la educación; dar mayor autonomía y recursos a las regiones para que sean protagonistas de sus cambios; hay que debatir sobre políticas públicas inteligentes y eficientes en el combate a la delincuencia.

 

El nuevo Congreso Nacional debe estar dispuesto a más participación y a canalizar las inquietudes legítimas de la ciudadanía. Quedan pendientes importantes cambios en temas que son cotidianos para millones de chilenos, pero que son de especial relevancia cuando hablamos de mejorar la calidad de vida de los chilenos. El transporte público no sólo es deficiente en Santiago, lo es también en regiones y este punto suele no estar en las agendas de los centralistas. Lo mismo pasa con el acceso al agua o a los combustibles.

 

Somos muchos los que albergamos la esperanza que la votación permita tener los suficientes acuerdos en el Congreso como para terminar con pesadas herencias poco democráticas. Hay reformas políticas que son urgentes y que lamentablemente son condición sine qua non para avanzar en puntos importantes que requieren reformas urgentes.

 

Lo único que es constante en la vida es la posibilidad del cambio y si insistimos en no modificar nada, sólo tendremos fracturas institucionales muy difíciles de corregir y un distanciamiento con la ciudadanía cada vez más hondo. Suerte a los que llegan y un saludo fraterno a los que dejan la Corporación; lo único que nunca debe dejar de unirnos, es el trabajo sincero, responsable y republicano por un Chile más integrado, con menos niveles de injusticia y con más capacidad de asimilar lo que la Nación está demandando de sus representantes.

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