Miradas al Chile de 2030

Una de las críticas más habituales a la actividad política es la falta de visión de largo plazo con que solemos legislar y abordar los problemas y la creación de políticas públicas.  A menudo nos centramos en los problemas inmediatos –cosa necesaria, por cierto- sin considerar la importancia de ser capaces de prever escenarios y promover medidas para minimizar los efectos de fenómenos propios de los tiempos actuales y que es posible visualizar en otros países.

Esa fue una de las razones de articular la Comisión Desafíos de Futuro del Senado, enfocada en trabajar junto a expertos de diversas áreas para fijar una agenda de temas entre los que se cuentan la matriz energética, la escasez hídrica, el envejecimiento de la población y otras materias que nos exigen a mirar hacia los próximos 30 años.  La instancia fue impulsada observando los esfuerzos que realizaron países como Finlandia y Singapur y los resultados que obtuvieron para lograr una sociedad más justa.

Fue en ese contexto que se gestó "Semillas de Futuro. Voces para el Chile 2030", que reúne testimonios de 64 actores y referentes de las más diversas áreas que hablan de futuro.  El libro se compone de entrevistas realizadas a personalidades tales como la Presidenta Michelle Bachelet y los ex Presidentes Sebastián Piñera y Eduardo Frei; Sara Larraín, Raúl Zurita, Sergio Bitar, Marta Blanco, Pablo Simonetti, María Teresa Ruiz, Ramón Latorre, Sergio Bitar, Klaus Schmidt-Hebbel, Mario Kreutzberger, Fernando Montes, Juan Carlos Castilla y Mario Waissbluth, entre muchos otros representantes de la política, las artes y las ciencias. 

En los últimos años se han dado ejemplos positivos de acuerdos políticos y económicos que han permitido desarrollar diversas áreas de la economía que han demostrado la relevancia de complementar la acción de los gobiernos –central y regionales- a través del aporte de la ciencia y estrategias de innovación.

Hace tiempo que ha quedado en evidencia la falta de planificación e improvisación del sector energético, lo que hoy nos mantiene con una matriz energética concentrada en recursos con alta generación de Co2, carbonodependiente, con una alta fragilidad para mantener una producción y transmisión constante de energía para los próximos años. Pero más grave aún es que la falta de planificación ha llevado que sólo algunos lugares concentren y sufran el emplazamiento de industrias profundamente contaminantes.  Un ejemplo paradigmático es Quintero y Ventanas. No contar con una planificación estratégica como país nos ha conducido a que las empresas generadoras concentren sus instalaciones y que las fuentes de generación sean poco eficientes, pero rentables, en un esquema que busca elevar el costo marginal de producción, y sobre todo donde las externalidades positivas y negativas no son compartidas o subsidiadas con los vecinos de las plantas de energía.

Estos son ejemplos de la importancia de crear un Ministerio de Ciencia y Tecnología e incorporar la innovación en el logro de los objetivos que se fijarán los gobiernos, con vista al futuro.  Esa es la invitación que quiero hacer a través del libro “Semillas de Futuro. Voces para el Chile 2030", que será lanzado el próximo lunes en el ex Congreso de Santiago y será presentado por el biólogo Humberto Maturana. 

Es imperativo convocar a los hombres de ciencia, de las artes, de la cultura, del conocimiento, a los empresarios y trabajadores y juntos visualizar cual es el país que queremos para el año 2030, cuáles son los desafíos que debemos enfrentar.