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Mutación del contagio por virus Hanta: abogan por un plan nacional de vigilancia y control

La Sala del Senado respaldó un proyecto de acuerdo transversal en esa línea, donde se solicita al Ejecutivo que disponga de mayores controles y que descentralice los diagnósticos, tras los casos que dan cuenta de una mutación de este virus que podría pasar al contagio entre humanos.

25 de abril de 2019

Patricia Henríquez de 29 años, era una conocida joven profesional de la salud de la comuna de Palena. Ella, contrajo el virus Hanta, tras haber atendido a una amiga que tenía la enfermedad sin saberlo y que falleció en diciembre pasado.

 

La amiga era oriunda de la localidad de Epuyén, Argentina, donde se produjo un contagio que terminó con 11 fallecidos, 28 personas contagiadas y que tuvo en cuarentena a toda la localidad. Patricia Henríquez falleció en el Hospital del Tórax, en enero pasado.

 

Estos casos levantaron todas las alarmas ante lo que expertos como Manuel Baquedano definen como “una mutación de una de las cepas del virus Hanta en Los Andes del sur” (que antes solo se contagiaba a través de las heces de roedores).

 

“A partir del episodio de Epuyén, el virus puede trasmitirse con facilidad de persona a persona y sus brotes pueden desarrollar epidemias. El período de manifestación del contagio puede durar hasta 45 días y para saber si el brote efectivamente terminó deben pasar por lo menos dos períodos de incubación de la enfermedad libre de brotes, es decir, entre 40 y 50 días desde que se presentó el último caso confirmado”, señala el texto del proyecto de acuerdo.

 

Imagen foto_00000003Por estas razones, un grupo de senadores encabezados por el Vicepresidente del Senado, Alfonso De Urresti, impulsaron un proyecto de acuerdo por el que solicitan al Ejecutivo “instruir a los ministros de Agricultura y del Medio Ambiente para que se elabore un plan nacional de vigilancia y control del virus Hanta, que considere los efectos del cambio climático”.

 

Asimismo piden que “se incluya el fortalecimiento del centro de referencia de Valdivia, especialmente incrementando los recursos disponibles en el marco del convenio suscrito entre la Universidad Austral de Chile y el Ministerio de Salud, a fin de permitir la descentralización del dictamen confirmatorio y un mayor desarrollo de reactivos para el diagnóstico, que antes se importaban, pero que desde el año 2018 son producidos en la Región de Los Ríos, desde donde se abastece al Instituto de Salud Pública”.

 

El texto del proyecto de acuerdo fue respaldado además por sus pares Isabel Allende, Carmen Gloria Aravena, Luz Ebensperger, Carolina Goic, Adriana Muñoz, Ximena Órdenes, Yasna Provoste, Carlos Bianchi, Francisco Chahuán, Álvaro Elizalde, Rodrigo Galilea, José García Ruminot, Guido Girardi, Felipe Harboe, José Miguel Insulza, Juan Ignacio Latorre, Carlos Montes, Iván Moreira, Alejandro Navarro, Rafael Prohens, Kenneth Pugh y Rabindranath Quinteros.

 

Los legisladores indicaron que “como esta enfermedad aún no tiene remedio ni vacuna, frente a un brote lo único que se puede hacer es lo que hicieron las autoridades argentinas en Epuyén: confinar y aislar a todos las personas que estuvieron en contacto con los participantes de la fiesta”.

 

Añadieron que antecedentes del contagio entre humanos del Hanta virus existieron siempre: desde el brote en Coyhaique en 1997 se conocieron otros tres casos donde esto se podría haber producido. También en El Bolsón, en Argentina, en 1996, donde tuvo lugar un brote similar. Lo que no existía en ese entonces era un método para contenerlo y se optó por negar sistemáticamente la posibilidad de que una enfermedad endémica pudiera transformarse en epidemia por contagio de un individuo a otro.

 

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