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Necesitamos más mujeres en política

Por Isabel Allende, Presidenta del Senado

6 de marzo de 2015

Imagen foto_00000015Este Día Internacional de la Mujer, que celebramos el 8 de marzo de 2015 es para mí muy especial. Tengo el orgullo de ser la primera mujer en asumir la Presidencia del Senado, en 203 años de vida independiente en nuestro país, Asimismo, fue un honor que en mi calidad de segunda autoridad del Estado, y a través nuestro tradicional rito republicano, ponerle la banda a Michelle Bachelet Jeria, cuando asumió el 11 de marzo de 2014, como Presidenta de la República de Chile.

 

Dos mujeres, dos socialistas, dos víctimas de la dictadura militar. Sabíamos que sería una foto histórica como lo fue, pero lo más importante es que cuando nos abrazamos, ambas nos dijimos que nuestros padres estarían orgullosos de ese momento y sentíamos que estaban con nosotras, reivindicando la ética y las convicciones democráticas que siempre les acompañaron.

 

El hecho que las dos primeras autoridades de Chile seamos mujeres, no se expresa necesariamente en una real igualdad, y eso es importante recordarlo. Nuestro Parlamento no supera el 15,8% muy por debajo del 25% de Latinoamérica y la OECD.

Menos del 50% de las chilenas participa del mercado laboral (48%), y siempre son las primeras en abandonar  el trabajo si es que hay que hacerse cargo de los hijos, los ancianos, los enfermos o las personas con capacidades especiales.

 

Es por ello que los cambios políticos y legislativos que se han producido en este primer año de gobierno, son importantes para sentar las bases de buenas prácticas en materia de igualdad de género que queremos instaurar en el Estado chileno.

 

En primer lugar, la Reforma al Binominal, el sistema político que nos dejó la dictadura militar y al cual -después de 25 años de vida democrática- estamos poniendo fin, e incorporado el Sistema de Cuotas. Ello nos permitirá -en las sucesivas y próximas cinco elecciones- disponer de un mecanismo que promueva una equivalencia de 60/40 entre las candidaturas, de tal manera que ningún género esté representado por sobre esta proporción.

 

Esta es la principal reforma política que acabamos de aprobar en el Parlamento. Con ello se sustituye el sistema electoral binominal por uno de carácter proporcional inclusivo: se fortalece nuestra democracia, diversificamos nuestro Congreso Nacional y sobre todo, terminamos con un sistema que sólo daba espacio a dos grandes bloques políticos, situación que se ve reflejado en nuestro Poder Legislativo actual.

 

Esperamos que el Congreso sea el espacio donde la sociedad se vea lo más fielmente representada. Por ello, el establecer un porcentaje de cuotas es clave, ya que debemos promover una mayor participación política de las mujeres, en el acceso al poder y la toma de decisiones.

 

También aprobamos la creación del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, pronto a promulgarse por parte de la Presidenta Bachelet, en el próximo Día Internacional de la Mujer. Este ministerio tendrá entre sus facultades proponer políticas y programas orientados a fomentar y materializar la equidad de género, la igualdad de derechos y fundamentalmente eliminar todo tipo de discriminación contra las mujeres, como asimismo, tendrá la tarea de formular el Plan Nacional de Igualdad.

 

Igualmente legislamos y aprobamos la modificación de la jornada laboral, descanso y composición de la remuneración de las trabajadoras de casa particular, cuestión muy relevante para un importante sector de mujeres de nuestro país, y también de mujeres migrantes que se están quedando en Chile.

Asimismo, la Presidenta presentó el proyecto sobre la Interrupción del Embarazo bajo tres causales, el cual por cierto apoyaré durante su tramitación legislativa, ya que considero que es un derecho humano fundamental para las mujeres.


Buscando apoyar esta orientación en pro de la igualdad de género, presenté un proyecto de ley en materia laboral que establece la obligación que en los Directorios de Empresas Públicas, ningún género pueda representar más 60% de la composición total.

 

En el mundo corporativo, un número cada vez mayor de reportes indican que existe una correlación positiva entre la proporción de mujeres en los niveles más altos y el rendimiento de las empresas. Es así como una visión diferente de los negocios puede otorgar nuevos aires a una empresa, y sería muy pertinente que también las empresas privadas comenzaran a avanzar en ello.

 

Todavía en Chile, a pesar que este 2014 que acaba de terminar y el 2015 que empieza cuenta con dos mujeres a cargo de las dos principales instituciones de la República, aún nos falta mucho por avanzar. Espero que muchas mujeres, de todos los sectores y estratos sociales, de todas las edades sigan atreviéndose a participar en la política. No nos faltan capacidades, lo que nos faltan son oportunidades.

 

Agradezco y valoro el importante rol que ha tenido la Presidenta Michelle Bachelet, abriéndonos a todas un horizonte en Chile que hasta su primer gobierno no teníamos.

 

No olvidaré cuando las mujeres, de todas las edades, se pusieron la banda presidencial y recorrieron las calles de todo Chile, porque desde ese día ya no teníamos ningún límite para acceder a cualquier cargo de poder.

Espero que, tal como dijo nuestra Presidenta de la República, al inaugurar el Encuentro de ONU Mujeres realizado a fines de febrero, no tengamos que esperar 81 años para que alcancemos una efectiva igualdad de género entre hombres y mujeres, en Chile, y en el mundo. A lo que agrego, y no tengamos que esperar otros 203 años para que otra mujer sea Presidenta del Senado.

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