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Necesitamos un acuerdo transversal

Por Jorge Pizarro, Presidente del Senado

3 de mayo de 2013

La campaña electoral y parlamentaria de fines de este año en ningún caso puede paralizar una agenda nacional de temas que deben ser abordados. Las legítimas diferencias y discrepancias pueden ser muy profundas, pero nunca para llevarnos al inmovilismo o a actitudes hostiles en el ámbito legislativo.

 

Somos opositores a la forma en que el Gobierno y la derecha ven la resolución de los temas importantes del país, pero nunca hemos favorecido actitudes obstruccionistas. Y eso es una garantía de que pese a lo complejo que ha sido el escenario político de estas últimas semanas, aún creo que podemos avanzar en asuntos realmente sensibles para la gente, para la mayoría de las personas que espera de los sectores políticos un compromiso real con soluciones más que con conflictos.

 

Los anuncios hechos por el Presidente en el Día del Trabajo parece ser lanzados de buena fe. Algunos tenemos críticas respecto de los alcances reales de estos anuncios y de la coherencia que se muestra cada vez que se usan fechas emblemáticas para ofrecer mejoras, pero lo central es que es indudable que se requieren cambios en puntos que son cruciales para la clase trabajadora: el sistema de pensiones, la distribución del ingreso, la calidad del empleo.

 

No se pueden abordar estas materias si no lo acompañamos con un acuerdo transversal a favor de las empresas micro, pequeñas y medianas. Hay asuntos tributarios, de tramitación de permisos, de pagos y un sinnúmero de otras materias que pudieran hacer más fuerte a este sector, incluso como para ofrecer mejores condiciones laborales a su personal.

 

La calidad de vida de la ciudadanía es lo que tiene que movernos. Mejor trabajo, va de la mano de mejor acceso a la vivienda, a la salud, a la educación y a una adecuada y justa distribución del crecimiento. El sistema político debe recuperar su credibilidad sobre la base de trabajo y resultados que impacten verdaderamente a la comunidad nacional.

 

En regiones, los sectores productivos esperan medidas que den impulso y colaboración a la producción, en especial de las empresas de menor tamaño. El pleno empleo no es sólo reflejo de ciertos indicadores, es también reflejo de que ese empleo sea en verdad de calidad. Pero manteniendo un sistema tan asimétrico y con profundas desigualdades, no podemos compartir el excesivo conformismo de las autoridades. Hay mucho por hacer y por eso es que queda tendida una invitación a poner en el congelador las diferencias que pueden ser muy ásperas, pero que tienen un canal de desarrollo bien distinto al que tienen las urgentes necesidades de la gente que trabaja y que trabaja harto para sacar a sus familias adelante.

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