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A un año de los aluviones en el norte: senador Prokurica critica recorte presupuestario y escaso avance en reconstrucción

El 25 de marzo de 2015 Copiapó quedó sumida bajo el barro y el balance del fenómeno meteorológico fue de 31 fallecidos, 16 desaparecidos, más de mil viviendas destruidas, y cerca de seis mil con daños; arrojando un total de 35 mil damnificados.

25 de marzo de 2016

A un año de transcurridos los aluviones que azotaron con violencia a cinco comunas de la Región de Atacama, el pasado 25 de marzo de 2015, el senador Baldo Prokurica  criticó el recorte de presupuesto de reconstrucción y puso de manifiesto "que los avances solo alcanzan un 20%, según se ha reconocido", indicó.Imagen foto_00000003

 

El legislador recordó que ciudades recibieron entre 40 y 50 milímetros de agua en un solo día, es decir, "el cuádruple de lo que debe caer en un año normal, dejando a la capital regional –Copiapó- sumida bajo 3 millones de metros cúbicos de barro.

El balance de este fenómeno meteorológico fue de 31 fallecidos y 16 desaparecidos, más de mil viviendas destruidas, y cerca de seis mil con daños; arrojando un total de 35 mil damnificados, y la Ruta 5 Norte destruida en la Comuna de Chañaral".

 

Pese a la tragedia, el congresista señaló que "con el correr de los meses han quedado en evidencia una serie de falsas promesas, por parte del gobierno en el proceso de reconstrucción de Atacama".

 

"Así es como a comienzos de abril del año pasado, tras la tragedia y visitar la zona afectada, la Presidenta Michelle Bachelet comprometió US$1.500 millones de dólares para la reconstrucción.  Cifra que fue ratificada incluso en el mensaje presidencial del 21 de mayo de 2015. Sin embargo, cuando Bachelet anunció el Plan de Reconstrucción de Atacama, en noviembre del mismo  año, la cifra fue reducida a sólo US$508 millones. Es decir, se recortó el monto inicial comprometido para la reconstrucción en casi US$1.000 millones", reclamó.

 

Al mismo tiempo, prosiguió, "se han puesto de manifiesto una serie de deficiencias en las tareas de reconstrucción; avances que solo alcanzan un 20% según ha reconocido el propio intendente de Atacama, Miguel Vargas. Sólo a modo ejemplo, en la Comuna de Diego de Almagro, provincia de Chañaral, a un año de la tragedia, 300 familias aún deben habitar viviendas de emergencias con baños químicos, por no existir servicio de alcantarillado. A lo anterior, hay que sumar investigaciones por falsos damnificados, facturas impagas a proveedores que prestaron servicios durante a la emergencia de hace un año,  y la no cuantificación en los balances  de los cuantiosos aportes de privados, empresas, organizaciones y personas, que superaron los US$ 12 millones".

 

ROL ONEMI

 

Por otro lado, el senador agregó que la catástrofe "dejó en evidencia las deficiencias que presenta la actual institucionalidad de la ONEMI; en uno de los países con mayor número de desastres naturales de todo el planeta. Una realidad donde el gobierno de turno frente a una emergencia, pide a las instituciones públicas o privadas gastar sus recursos propios, prometiendo que aquellos fondos serán devueltos íntegramente al más breve plazo; promesa que choca con la dura realidad".

 

"La dramática realidad descrita –prosiguió el legislador- "parece no importar al momento de transparentar el casi nulo avance del proyecto en tramitación de la nueva institucionalidad para reemplazar a la actual ONEMI, proyecto de ley presentado por el actual Gobierno, y que a todas luces resulta insuficiente para enfrentar la realidad nacional; ya que no presenta una disposición clara de cómo prevenir, ni de cómo enfrentar las catástrofes que en el futuro puedan afectar a nuestro país; además de carecer del financiamiento necesario, a lo que se suman los plazos establecidos para su implementación que parecen incomprensibles, en un país donde las emergencias nos afectan con frecuencia". 

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