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Iglesias introducen matices en debate del proyecto de aborto en tres causales

En la octava sesión de audiencias de la Comisión de Salud, los parlamentarios analizaron conceptos como certeza jurídica, sexo libre, el derecho de la mujer, y la vida existente y probable.

22 de junio de 2016

Imagen foto_00000014Con la presencia de la iglesia evangélica, católica y judía, los integrantes de la Comisión de Salud analizaron los alcances éticos del proyecto, en segundo trámite, que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales.

 

En la sesión intervinieron el secretario ejecutivo de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas UNE-Chile, el obispo Francisco Rivera; el representante de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Ignacio González; y el portavoz de la Comunidad Judía en Chile, el rabino Daniel Zang.

 

La presidenta de la Comisión, la senadora Carolina Goic insistió en que “vamos a recibir a todas las personas que quieran expresar su opinión, por lo que diseñaremos un cronograma para recibir a los grupos que aún faltan por escuchar”.

 

La idea es que una vez concluida la ronda de audiencias, los legisladores procederán a votar la idea de legislar. Ya se han realizado siete sesiones donde han tomado parte el Ejecutivo, especialistas en bioética, colegios profesionales vinculados, rectores de universidades y la sociedad civil.

 

EL SEXO Y LA NECESIDAD DE ENCAUSARLO

 

El secretario ejecutivo de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas UNE-Chile, el obispo Francisco Rivera planteó que tienen el derecho y deber de hacer su parecer respecto de los proyectos de ley. ”La sociedad chilena ha mutado de una sociedad homogénea a una heterogenia. Se ha experimentado un cambio cultural de la sexualidad que se traduce en fuertes problemas sociales como es el adelanto de las relaciones sexuales. Si los ríos no se encausan, el desborde es tremendo. En el sexo pasa lo mismo”, graficó.

 

En cuanto al proyecto en trámite, el pastor explicó que “este no es un tema urgente porque la legislación vigente no ha generado mayores problemas. Cuando este proyecto ingresó al Congreso dejaba muchas puertas abiertas, muchas se han cerrado, pero quedan varias”.

 

“Creemos que hay incerteza jurídica en varios aspectos. Extrañamos que no se incorpore el acompañamiento de la espiritualidad. No se está previniendo a la juventud de las consecuencias de una vida sexual libre. Vemos que se ataca el problema pero no sus causas”, mencionó cuestionando que la causal de violación es “la más difícil de sostener”.

 

DEFENSA DE LOS INOCENTES

 

Imagen foto_00000016El representante de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Ignacio González explicó que la tarea evangelizadora implica acceder integralmente al alma del hombre. “Los niños que están por nacer son los más inocentes e indefensos de todos. La defensa de la vida está ligada a la defensa de cualquier derecho humano”, indicó citando al Papa Francisco.

 

“En una sociedad democrática el factor religioso es fundamental. Representamos a millones de chilenos, que creen que la vida del que está por nacer es sagrada. Creemos que el nombre del proyecto es errado, no hay coincidencia entre su encabezado y su contenido. El mensaje centra su fundamentación en el derecho de abortar de la mujer. El aborto se ve como una prestación de salud y termina legalizándolo”, aseguró.

 

A su juicio, “la aprobación de este texto facilitará el aborto en Chile. En la primera causal, no estamos frente a un aborto. En el caso de la inviabilidad del feto, hay desafíos éticos mayores por la dificultad de hacer diagnósticos. Cuando estamos frente a una violación, creemos que el Estado se rinde ante el flagelo de la violencia. Si no rige la pena de muerte, ¿podremos dictarla para alguien que en verdad es inocente?”, cuestionó.

 

VIDA EXISTENTE Y PROBABLE

 

El representante de la Comunidad Judía en Chile, el rabino Daniel Zang aseguró que “uno de los problemas más complejos es definir una bioética universal que implica el concepto de vida y muerte”. Citando al Éxodo del Antiguo Testamento, planteó que “entre la vida existente y la probable hay una diferencia real”.

 

“La ley judía habla de la ley del perseguidor, cuando una persona persigue a otra para matarla, la persona tiene derecho a defenderse. En el caso de un embarazo de riesgo, de acuerdo a esta norma, hay una víctima inocente que causa un daño, por lo que se debe priorizar la vida existente. La visión judía de aborto declara que es una situación nunca deseada, se trata de un caso extremo donde siempre se decide entre dos vidas, una existente y una probable”, manifestó.

 

SENADORES PREGUNTAN

 

Tras las exposiciones, el senador Ignacio Walker defendió con fuerza, “el derecho de las iglesias y de las denominaciones religiosas a expresar su opinión públicamente en materias éticas como ésta, e influir en la decisión de la voluntad colectiva. No creo en la privatización de la moral y religión”. Luego consultó “¿qué valor se atribuye al hecho de que entre 1929 y 1989 en Chile convivieron pacíficamente las iglesias con la interrupción del embarazo con fines terapéuticos? ¿Por qué podríamos no hacerlo hoy con esta nueva redacción?”.

 

La senadora Jacqueline Van Rysselberghe coincidió con las palabras del obispo Rivera, planteando que este proyecto no es una norma de despenalización, sino que se establece el derecho de la mujer de hacerse un aborto. “Ponerle un apellido a la vida humana es discriminador. Esto lo digo pensando en la afirmación que se hace de que la vida existente está por sobre la potencial”, acotó.

 

Luego el senador Francisco Chahuán preguntó al representante del judaísmo el concepto de vida por vida citada en el Éxodo del Antiguo Testamento. “En el caso de la primera causal, entiendo que en estos casos el aborto no está penado. Me gustaría saber cómo las iglesias piensan cómo podrían despejarse las dudas asociadas”, señaló.

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