Destacan el legado valórico del padre Pierre Dubois

El legado valórico del fallecido padre Pierre Dubois, tanto en la defensa de los Derechos Humanos durante la dictadura militar, como en su lucha por una sociedad más justa e inclusiva, fue destacado por el presidente de la Cámara Alta, Camilo Escalona junto al senador Juan Pablo Letelier.

Al respecto, el senador Escalona sostuvo que "Pierre Dubois fue un símbolo de la lucha por los Derechos Humanos, especialmente contra los abusos que se cometían masivamente contra la población, sobre todo, cuando se generaban los estados de excepción y los allanamientos eran un instrumento para avasallar la dignidad de miles de pobladores en las comunas más populares de las principales ciudades de nuestro país".

Añadió que "en el caso de la población La Victoria, Pierre Dubois fue un escudo para la defensa de las personas que veían que sus hogares eran maltratados, violados y la dignidad avasallada. No obstante, su contribución no sólo se reduce a eso, sino que además, a la vocación social que él demostró está aún vigente. Ahora, monseñor Ezzati, en representación del episcopado de Chile, ha hecho pública una carta pastoral, en la cual se señala que el lucro desmesurado amenaza el futuro del país, por las lesiones y los desgarramientos que produce en la convivencia nacional".

El parlamentario expresó que "pienso que la huella que dejó Pierre Dubois y otros sacerdotes en nuestro país, que siempre pusieron en acento en la necesidad de una integración social que posibilitase enfrentar la pobreza extrema y la marginalidad, esa huella está presente en la carta pastoral que chilenos y chilenas estamos conociendo en estos días. De manera que Pierre Dubois no es sólo una figura del pasado, ni es sólo una figura emblemática desde el punto de vista de los derechos humanos, que por cierto lo es, sino que también es un legado para poder no dejar de trabajar hacia una sociedad más igualitaria y más justa"

En ese sentido, afirmó que "creo que él formó parte de una generación de sacerdotes de una vocación inalterable, de un compromiso con la doctrina social de la Iglesia, que les permitió enfrentar circunstancias muy difíciles. Si ellos no hubiesen tenido la fuerza espiritual y el convencimiento profundo del evangelio que predicaban, no hubiesen sido capaces de soportar el cerco represivo a que se sometía a las comunas populares en ese entonces".

Enfatizó que "por ese motivo que es un símbolo, que me parece a mí importante que las generaciones actuales de nuestro país, quienes no lo conocieron físicamente, pudiesen también hacer suyo su legado, por la trascendencia que tiene para el Chile de los próximos años".

CONTRA LA DESIGUALDAD

El titular del Senado, Camilo Escalona, manifestó su total acuerdo al "sentido profundo" expresado en reciente Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal y agregó que  "en cuanto a que la desigualdad está socavando la convivencia nacional y está generando una fractura que, si no se resuelve, puede llegar a afectar la paz social".

El legislador que "nos acercamos al momento en que podríamos construir un nuevo acuerdo social en Chile contra la desigualdad. Así como el año 1988 -el año del plebiscito- se construyó un gran acuerdo ético para poder salir de la dictadura, ahora hay que construir un pacto social que permita las reformas a la propia Constitución y al esquema de ultra-libremercadismo que actualmente tenemos, que permitan tener la posibilidad de una sociedad más inclusiva en los próximos años".

Afirmó que "estoy de acuerdo con el sentido profundo del mensaje, en cuanto a que la desigualdad está socavando la convivencia y está generando una fractura que, en la medida que no se resuelve, va a llegar, lamentablemente, un momento en que se afecte la paz social. Por eso es que esta "luz roja" que pone monseñor Ezzati, se corresponde con los esfuerzos que hemos realizado. Por ejemplo, el libro que hemos presentado de los investigadores de la Biblioteca del Congreso Nacional, el "Retrato de la desigualdad", es perfectamente coincidente con la preocupación de la carta pastoral".

Argumentó que "hay que construir una mayoría nacional contra la desigualdad. Esa es la gran tarea del próximo tiempo. El año 1988 fue un desafío ético y político para reconstruir un país democrático y libertario. Ahora, casi 25 años después, hay que construir un gran acuerdo de una mayoría nacional contra la desigualdad y por el restablecimiento de una nación inclusiva".

Asimismo, el parlamentario comentó que "el impacto moral que tiene la carta de la Conferencia Episcopal, contribuye a que se puedan generar mejores condiciones políticas; no creo que esta sea un día para otro ni de esta semana para la siguiente. Pero precisamente, la fuerza moral de esta convocatoria, es para echar las bases de una mayoría futura".

Puntualizó que "espero que la próxima elección parlamentaria y presidencial, los programas se puedan hacer cargo de esta tarea que es ineludible para el sistema político en los próximos años. Habrá diferentes instrumentos para enfrentar la desigualad, pero debemos encontrar aquellas grandes orientaciones que son comunes, que permitan desplazar el ultra-mercadismo hacia una sociedad más inclusiva. No descarto a ningún actor político para que haga su contribución en esta dirección".

UN HOMBRE DE PAZ

A su vez, el presidente de la Comisión de DD.HH., senador Juan Pablo Letelier lamentó también la muerte del padre Pierre Dubois, y señaló que "él fue el párroco en la población la Victoria, en los años más duros de la dictadura militar. Fue un hombre de paz, se destacó por su compromiso y fidelidad  hacia los que más sufrían los pobres y los perseguidos; férreo defensor de los Derechos Humanos, se ganó el respeto y el cariño de todos, no solo de su Población, sino de todo el país".

En ese sentido, el parlamentario recordó que "en las masivas de protestas anti dictatoriales del 4 y 5 de septiembre de 1984, un contingente de Carabineros fuertemente armados rodeó e ingresó a la  población La Victoria, los pobladores defendieron su población y la policía respondió con balazos. Uno de esos disparos atravesó la pared de la casa parroquial donde se encontraba el Padre André Jarlan, lo impactó en la cabeza y lo mató instantáneamente.  Dubois era su compañero y amigo, juntos enfrentaban día a día la represión policial, la persecución despiadada, el hambre, y las luchas del pueblo organizado de La Victoria por alcanzar la libertad y la democracia".

Agregó que "como respuesta de la dictadura a su consecuencia y compromiso, en 1986 fue expulsado del país, condenado a un doloroso exilio y sólo volvió a Chile en 1990, cuando retornó la democracia. Sin embargo, en toda su estadía en el extranjero no dejó de pensar en Chile y organizó a los exiliados en Europa, dio testimonio en diversos países y organismos internacionales, sobre la lucha del pueblo chileno, por recuperar el derecho a vivir en libertad".

El legislador subrayó que "Pierre Dubios nos deja una gran lección de valentía, consecuencia, capacidad de trabajo, de organización y de respeto irrestricto por los Derechos Humanos".