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  Comparten idea de que Corte Suprema pueda plantear proyectos de ley

  El senador Alejandro Navarro manifestó que ¿otorgar a los jueces la capacidad de plantear proyectos de ley es una medida que genera equilibrio entre los Poderes del Estado¿.

2 de noviembre de 2011

Como una iniciativa "extraordinaria" calificó el senador Alejandro Navarro la idea de que la Corte Suprema pueda recomendar, proponer e instalar en el debate proyectos de ley, tal como el Pleno del máximo tribunal lo discutió en las XVII Jornadas de Reflexión realizadas en Concepción.

 

"La idea de hacer al poder judicial partícipe en las propuestas de proyectos de ley cuenta con todo mi apoyo", dijo el legislador tras comentar que "el contexto en donde esto debe ser debatido es en el que debemos concordar".

 

Según el parlamentario, "la experiencia de los 21 jueces de la Corte Suprema da cuenta de un equipo  legislativo de primer nivel" y consideró que "no va a existir un equipo jurídico capaz de igualar la experticia, el profesionalismo, la experiencia a la hora de proponer proyectos de ley".

 

Agregó que "la Corte Suprema puede transformarse en una importante fuente de mociones legislativas que pueden también modificar su propia esencia, por lo que nadie debe temer a que los jueces presenten proyectos de ley".

 

Del mismo modo, dijo que son los otros dos poderes del Estado los que no garantizan que la Corte Suprema se auto consolide. Lo ideal, según el legislador, es que exista "un equilibrio adecuado, entre el poder Judicial, el Legislativo y el Ejecutivo. Los poderes deben apuntar a que ninguno de ellos predomine por sobre otro".

 

Además, señaló que "la fórmula que se ha empleado para generar equilibrio en el Poder Judicial es el nombramiento de los jueces hoy lo ratifica el Senado a través de una propuesta del Presidente de la República y se divide en uno para el gobierno y el otro para la oposición, o en uno liberal y el otro conservador.  Eso también garantiza un equilibrio interno a la hora de hacer proyectos de ley, pues no hay una fuerza hegemónica o predominante al interior del poder judicial, ni liberal ni conservadora, lo que garantiza la independencia, idoneidad y racionalidad a la hora de proponer proyectos de ley".

 

Sin embargo, el parlamentario  dijo que una reforma de esta naturaleza no cree que sea posible sin plantearse el desafío de una nueva Constitución, pues "hacerlo sería iniciar un debate estéril, tal como es la reforma del binominal y el aumento de parlamentarios que solo traería aparejada mucha controversia".

 

Puntualizó que "una reforma así, teniendo presente la monarquía presidencial, el presidencialismo exacerbado de la Constitución del 80, podría hacer que esta facultad quedara absolutamente supeditada al Ejecutivo y que en definitiva, el Legislativo quedara en dos a uno, en tanto que la Corte podría ser espacio para consolidar solo iniciativas del Ejecutivo".

 

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