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  Microtráfico de drogas en zonas limítrofes tendría sanciones más duras

  Así lo plantea una moción del senador Jaime Orpis que agrava la penalidad que se aplica para ese tipo de delitos.

28 de diciembre de 2010

Penas que fluctúan entre los 5 y 15 años de cárcel, además de multas, podrían enfrentar quienes sean sorprendidos ejecutando el delito de microtráfico de drogas en las zonas limítrofes del país.

 

Así lo plantea una moción del senador Jaime Orpis, que deberá ser estudiada por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara Alta, que preside la senadora Soledad Alvear.

 

En lo fundamental, la iniciativa señala que cuando el microtráfico de drogas o sustancias sicotrópicas se produzca en zonas limítrofes se aplicarán penas de presidio mayor en sus grados mínimo a medio (5 años y un día a 15 años) y multa de 40 a 400 UTM. Ello, a menos que se justifique que dichas sustancias están destinadas a la atención de un tratamiento médico.

 

Según explicó el senador "tengo la convicción de que con el objeto de inhibir el ingreso de droga al país, particularmente a través de la frontera norte, resulta fundamental efectuar cambios legislativos destinados a endurecer la penalidad del delito de microtráfico, cuando estas conductas se materializan en la frontera".

 

Agregó que de acuerdo al último informe de la ONU sobre producción y consumo de drogas, Chile aparece con índices cada vez más deteriorados y preocupantes, pues de los 194 países medidos a nivel mundial y 44 Latinoamericanos, Chile ocupa el primer lugar en consumo de marihuana y segundo en cocaína.

 

FACTORES DETERMINANTES

Según el senador Orpis, son variadas las razones del por qué se ha agudizado este fenómeno. Una de ellas es que Chile dejó de ser un país de tránsito y ha pasado a ser un país consumidor, a niveles cada vez mayores, por las buenas condiciones económicas que muestra el país.

 

Por otra parte -precisa el legislador- "el éxito que ha tenido Colombia en el combate al narcotráfico ha trasladado los centros productores hacia el sur de Latinoamérica, concretamente hacia Perú y Bolivia. En el caso Boliviano se agrega otro elemento, que es el aumento de las producciones que se consideran legales".

 

Agregó que "el cuadro descrito ha llevado a que el 54% de la producción mundial de cocaína y sus derivados, como la pasta base, hoy se produzca en Perú y Bolivia. Chile comparte con ambos países más de 1.000 kilómetros de frontera terrestre, la que es en muchas zonas completamente vulnerable, con más de 200 pasos no habilitados. A lo anterior cabe agregar la frontera marítima, vía a través de la cual cada vez ingresa más droga, en lanchas rápidas en torno al hito 1".

 

Por ello, considera que "dados los altos niveles de producción de droga en Perú y Bolivia y la vulnerabilidad de nuestra frontera con ambos países, no basta con utilizar tecnologías modernas para detectar su ingreso sino que además deben existir sanciones ejemplarizadoras para quienes pretendan ingresar droga al país".

 

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