Organizadores de partidos de fútbol deberán contar con un jefe de seguridad y guardias privados en los estadios

Una serie de obligaciones para los organizadores de espectáculos de fútbol profesional, entre ellas, contar con un jefe de seguridad y guardias privados en los estadios, aprobó la Comisión de Constitución del Senado, en el marco de la discusión de diversas mociones que buscan sancionar la violencia en los recintos deportivos y sus alrededores.

Así lo informaron los senadores Alberto Espina y Patricio Walker, integrantes de la citada instancia legislativa, tras valorar los avances que ha tenido el proyecto, que aún está siendo discutido en particular y que una vez que haya sido aprobado en su totalidad debe ser votado por la Sala de la Cámara Alta.

En lo fundamental, se estableció que los organizadores deben cumplir con una serie de requisitos tales como designar un jefe de seguridad que debe registrarse ante la Intendencia respectiva; contratar guardias de seguridad privada; instalar y utilizar recursos tecnológicos en los recintos; establecer la forma en que se acreditarán los profesionales de los medios de comunicación; contar con un sistema de control de acceso y vigilancia de los espectadores que permita su cuantificación e identificación; disponer de medios de grabación de imágenes dentro y fuera del recinto, entre otras.

"Hubo un avance relevante, porque se establecieron las obligaciones que sí o sí tienen que cumplir los dirigentes y organizadores de una espectáculo de futbol profesional, para que tengamos las medidas que permitan prevenir la violencia y los desmanes en los estadios", dijo el senador Espina.

Agregó que "se estableció la existencia obligatoria de cámaras o sistemas de grabación para poder probar los delitos filmando a quienes los cometen; se acordó la necesidad de que haya un jefe de seguridad y que existan guardias de seguridad contratados y preparados para que no tengamos que distraer a 700 u 800 Carabineros por partido de fútbol, lo que significa descuidar zonas residenciales y comerciales".

También señaló que "en algunos casos se estableció que tengan que contratar, a petición de la Intendencia, seguros o garantías por los desmanes que se provoquen, y se estableció un radio urbano de 1.000 metros en torno al estadio como zona en donde se tienen que adoptar  todas las medidas para evitar los delitos de violencia en los estadios".

El senador Espina precisó que también se terminó con el concepto de barra "porque no tiene mucho sentido utilizar un concepto que la ley no le otorga obligaciones específicas. El proyecto dice que es obligación señalar por autoridades los lugares y zonas donde deberán ubicarse los hinchas locales, visitas y público en general. La ley pareja no es dura, todos los hinchas del futbol tendrán que someterse a mecanismos de control para que nadie cometa desmanes en los estadios".

En la misma línea, el senador Walker destacó que se estableciera la obligación de los clubes "de tener un encargado de seguridad, de controlar el acceso y tener identificadas a las personas que le venden un boleto o una entrada para saber donde va a estar para que en caso que haya un delito se puedan identificar y ser sancionadas por los tribunales de justicia".

Agregó que con la obligación de contar con cámara de video "estamos avanzando en la línea de tener las pruebas necesarias para poder identificar a las personas que hacen desordenes".

Puntualizó que "estamos avanzando definitivamente para que exista la posibilidad de que las familias vuelvan al estadio; establecemos una medida cautelar para los condenados por ley de violencia en los estadios, para que tengan prohibición de asistir a espectáculos deportivos y tengan que ir a la misma hora a una comisaría, para tener la certeza que no van a ir al estadio".