Click acá para ir directamente al contenido

  Reactivan iniciativa para levantar un monumento en memoria del dirigente sindical Clotario Blest

  Senadores Alejandro Navarro, Camilo Escalona, José Antonio Gómez, Hosaín Sabag y Eugenio Tuma, presentaron una moción que repone la idea de rendir un homenaje al fundador de importantes movimientos sociales del siglo XX.

13 de junio de 2011

La Comisión de Educación será la encargada de analizar la moción presentada por los senadores Alejandro Navarro, Camilo Escalona, José Antonio Gómez, Hosaín Sabag y Eugenio Tuma y que apunta a reactivar la iniciativa de levantar un monumento en homenaje al destacado dirigente sindical Clotario Blest Riffo.

Los legisladores señalaron que en 1999, con motivo del centenario del nacimiento del fundador de importantes organizaciones sindicales del siglo XX, el Congreso aprobó levantar un monumento, pero este no prosperó en el plazo otorgado por la ley de cinco años.

Por ello, los legisladores consideraron que esta propuesta que "ya fue aprobada una vez por este Parlamento sigue siendo plenamente válida en su objetivo de reconocer la figura y la obra de Clotario Blest Riffo".

Recordaron que "mucho antes de la fundación de la CUT, Clotario Blest presidió la Unión de Centros de Juventud Católica, en 1927.  Años después fundó la Liga Social de Chile, de la que fue su secretario general. Fue incansable en su labor ante las dificultades para crear sindicatos en esas épocas y  se dedicó por completo a la fundación de clubes deportivos y culturales. En 1938 creó la Asociación Deportiva de Instituciones Públicas, la que en los hechos son una antesala del movimiento gremial chileno".

En 1943 es uno de los fundadores de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), la cual además preside. Desde allí buscó mejorar las condiciones sociales, culturales y económicas de los trabajadores del Estado".

En febrero de 1953, impulsó la creación de la Central Única de Trabajadores, que funcionó y se desarrolló ininterrumpidamente hasta septiembre de 1973. Clotario Blest la presidió hasta 1961.

En el año 65, junto con un grupo de dirigentes sociales, participó en la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el que abandonó tiempo después, tras surgir diferencias con los jóvenes dirigentes de la nueva organización.

El año 76, en plena dictadura, reactivó el Comité de Defensa de los Derechos Humanos. Durante ese mismo período ayudó a la creación de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, cuya sede funcionó por mucho tiempo en su propia casa.

En octubre del año 78, el Servicio Paz y Justicia, SERPAJ, que presidía el Premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, le otorgó el Premio de la Paz. Y en el año 80 el Gobierno y el Parlamento alemán propusieron su nombre como candidato al Premio Nobel de la Paz.

TRAYECTORIA

Clotario Blest, sobrino del escritor Alberto Blest Gana, fue un hombre de profunda fe. Estudió becado en el Seminario de Santiago, donde recibió la influencia del pensamiento social cristiano, especialmente de su profesor, José María Caro, de quien heredó su visión de una Iglesia cercana y dedicada al pueblo.

A los 19 años, sin embargo, abandonó el camino religioso luego de encabezar una protesta estudiantil. En el año 1922 comenzó a trabajar en la Tesorería General de la República y también comenzó a ser asistente frecuente a las conferencias y charlas que dictaba Luis Emilio Recabarren.

Paralelamente, participó en organizaciones ligadas a la Iglesia Católica siempre amparado en el concepto del Jesús obrero.

Por esos años, ingresó al círculo de estudios El Surco, creado para formar conciencia socialcristiana, organizar sindicatos y luchar por una legislación social justa para la clase trabajadora. Presidió la Unión de Centros de la Juventud Católica para organizar a la juventud obrera.

Sin embargo, si hay un hecho que revela su temple y su carácter más profundo es su relación con Teresa Ossandón Guzmán, su primera y única novia. Siendo aún muy jóvenes, acordaron separarse para servir plenamente a Cristo. Ella ingresó al Convento Carmelitas Descalzas, donde murió en 1988, y él continuó su lucha por la justicia social, siendo fiel hasta su muerte, tal como prometiera a su novia, fiel al celibato.

Clotario Blest murió el 31 de mayo 1990 en la Iglesia Franciscana de Recoleta, donde vivió sus últimos años. Cuatro días antes había ido a visitar a los presos políticos que estaban en la cárcel pública de Santiago y el 30, en su lecho, ya moribundo, había tomado papel y lápiz alcanzando solo a escribir "compañeros... paz y unidad".

Imprimir