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  Tras intenso debate aprueban nombramiento de María Loreto Lira en Consejo de Alta Dirección Pública

  La economista que llenará la vacante dejada por María Luisa Brahm, fue designada en ese cargo hasta el 19 de julio de 2013.

9 de junio de 2010

En un debate de casi tres horas, que estuvo cruzado por la situación de despidos en diversas reparticiones públicas y por la urgencia de perfeccionar el sistema de Alta Dirección Pública, la Sala del Senado ratificó con 32 votos a favor y una abstención, a la economista María Loreto Lira como nueva integrante del Consejo de esa entidad en reemplazo de María Luisa Brahm.

ImagenLa ratificación se produjo horas después de que la profesional  compareciera ante la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta,  presidida por el senador Camilo Escalona, instancia en donde planteó que el Sistema de Alta Dirección Pública es una de las reformas más trascendentes en el proceso de modernización del Estado para buscar a las personas más competentes e idóneas para los cargos públicos mediante concursos que aseguren transparencia, autonomía e independencia.

Durante la sesión de Sala intervinieron los senadores Juan Pablo Letelier, Evelyn Matthei, Alberto Espina, Camilo Escalona, Ignacio Walker, Pablo Longueira, Mariano Ruiz Esquide, Isabel Allende, Andrés Chadwick, Carlos Bianchi, Jaime Orpis, Jaime Quintana, Ricardo Lagos, Alejandro Navarro y José Antonio Gómez.

Los senadores Letelier, Escalona, Walker, Ruiz-Esquide, Allende, Quintana, Lagos, Navarro y Gómez lamentaron lo ocurrido con algunas personas que fueron seleccionados para determinados cargos a través del sistema de alta dirección pública, a los cuales se les pidió la renuncia por consideraciones de carácter político.

Aseguraron que ello, lo único que hace, es socavar el sistema que fue creado en base a un acuerdo político entre el gobierno y la oposición de la época para comenzar a profesionalizar el aparto del Estado.

Asimismo, lamentaron que se les denomine "operadores políticos" a quienes han sido despedidos, argumentando que ello no es efectivo, pues no se trata solamente de despidos de cargos de directivos, sino que también mandos medios y operativos que llevaban años desempeñándose en la administración pública.

Si bien señalaron que es legítimo que un determinado gobierno quiera trabajar con personas más afines a sus intereses, debe tomar en cuenta las calificaciones y las hojas de vida de los funcionarios antes de despedirlos sin más.

En tal sentido, los senadores manifestaron que no se puede caer en una suerte de persecución política, pues el Sistema de Alta Dirección Pública ha ido consolidándose con el tiempo, al punto que cerca de 100 mil personas han postulado por su intermedio. Por ello, señalaron que hay que seguir fortaleciéndolo.

En tanto, los senadores Longueira, Chadwick, Matthei, Espina y Orpis manifestaron los beneficios que ha tenido la implementación del sistema de Alta Dirección Pública, argumentando que ahora se debe avanzar en su fortalecimiento a objeto de ir profesionalizando la administración del Estado.

En tal sentido, señalaron que no se ha cuidado lo suficiente el sistema y que producto de ello, es que se han producido despidos en el sector público, pues había gente que ocupaba cargos más por consideraciones políticas.

Asimismo, manifestaron que ahora se debe avanzar en dar un paso adelante para resolver la situación en la que se encuentra una gran cantidad de funcionarios públicos que trabajan en condiciones inestables desde el punto de vista contractual.

Esa misma opinión manifestó el senador Bianchi tras señalar que se requiere oxigenar la discusión y de una buena vez dar la estabilidad necesaria para los funcionarios públicos. Agregó que presentó una reforma constitucional que crea la Dirección General del Trabajo para resguardar a los funcionarios tanto del sector privado como del público, iniciativa que se debería considerar.

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